Copenhague es esa ciudad que te atrapa sin esfuerzo, con su mezcla perfecta de historia, modernidad y un toque alternativo que la hace única. Si vas a viajar durante cinco días, tendrás tiempo para explorar sus mejores rincones: castillos que parecen sacados de cuentos, calles coloridas que piden ser fotografiadas y barrios que desafían las normas con creatividad desbordante. Esta guía no es solo una lista de los mejores sitios qué ver en Copenhague; es tu hoja de ruta para disfrutar de una ciudad que sabe cómo conquistar a cada visitante.
Copenhague es la capital de Dinamarca y está situada en el extremo oriental del país, justo frente a Suecia y conectada a Malmö por el icónico Puente de Øresund. Con tan solo un vistazo, te darás cuenta de que esta ciudad es una combinación perfecta de historia y modernidad. Su estilo de vida es bastante sostenible, por lo que verás más bicicletas que coches, lo que te permitirá disfrutar con mayor comodidad de todos los sitios que ver en Copenhague.
Si quieres conocerlos todos y que no se te quede nada pendiente, apuesta por nuestro viaje en grupo a Copenhague, que te llevará por todos los imprescindibles con explicaciones completas. ¡No te perderás ni un detalle!
Puedes viajar en cualquier época del año; algunas bastante más frías y oscuras que otras, eso sí. La cuestión es que aquí siempre hay algo para hacer. Así que en tu visita, no te quedes solo con estos diez lugares que te proponemos; aprovecha también para explorar los canales o conocer la gastronomía danesa, que está considerada como una de las mejores del mundo. Si tu presupuesto te lo permite, prueba el restaurante Noma, aunque es suficiente con acercarte y echar un vistazo desde fuera. Tu cuenta bancaria te lo agradecerá.
El Castillo de Rosenborg: un viaje al pasado entre joyas y jardines reales
Este castillo podría ser la versión danesa de un baúl de los recuerdos. Sin embargo, aquí serían más bien tesoros, ya que son coronas, espadas y algún que otro rubí. Se trata de la residencia de verano de la familia real y fue construido en el siglo XVII por el rey Christian IV.
El interior se puede visitar a partir de las 9 de la mañana, en el que verás sus habitaciones de arquitectura renacentista, el salón del trono, la sala con los tapices reales y las joyas de la Casa Real de Dinamarca. En su parte externa, el castillo está rodeado por un foso de agua y hay un bonito jardín. Si tienes dudas sobre si visitarlo porque no te terminan de convencer los edificios reales, podemos decirte que es una de las cosas que ver en Copenhague que sí vale la pena. Se te recordará a los castillos de los cuentos.
La Sirenita (Den Lille Havfrue): el símbolo más icónico de Copenhague
La Sirenita es el icono de esta ciudad, así que solo por eso es uno de los lugares que ver en Copenhague. Como te puedes imaginar, se trata de una escultura de bronce, bastante pequeña y sencilla, por cierto. Tiene el privilegio de vivir rodeada de personas admirándola y llevándose un recuerdo con su cámara de fotos.
Está inspirada en el cuento de Hans Christian Andersen, pero es obra del escultor Eriksen. Fue un encargo de la familia Jacobsen en el siglo XX, que es la propietaria de la fábrica de cerveza Carlsberg. Decidieron donarla al pueblo, y con su escaso metro de altura, lleva ya más de 100 años sobre una roca siendo el centro de todas las miradas. Como se suele decir, en la sencillez está el encanto. Quizás esa es la razón por la que sigue siendo el monumento con más visitas en toda la ciudad.
Nyhavn: el puerto colorido lleno de historia y ambiente único
Si has buscado imágenes de Copenhague y te has enamorado de esas casas de colores frente a los barcos antiguos que bordean un canal, ya sabes lo que es Nyhavn. Es el puerto de la ciudad y parece sacado de una caja de lápices de colores. El rey Christian, pero en este caso V, fue el que lo mandó a construir en el siglo XVII. En sus orígenes, se concibió como puerta de entrada a la ciudad, pero hoy es incluso un lugar de fiesta para los marineros, entre otras cosas.
Para disfrutar de este bello lugar, que no puede faltar en las cosas que hacer en Copenhague, puedes pasar por el muelle a pie. Otra opción es recorrerlo en barco, para tener una vista diferente de la ciudad y disfrutar de los diferentes canales.
El Parque Tívoli: diversión y magia en uno de los parques más antiguos del mundo
El Parque Tívoli no es un parque de atracciones cualquiera, sino que es el abuelo de todos los que conocemos hoy. Es uno de los más antiguos del mundo, con una inauguración que tuvo lugar en 1843.
Aquí te esperan varias montañas rusas, como Golden Tower, Vértigo, La Mina o Grand Prix, algunas infantiles y otras, como esta última, para cualquier edad. ¡Nunca se es demasiado mayor para sentir el giro en el estómago! También hay carruseles, galerías para tiro, coches de choque y los típicos juegos de las ferias. Pero ojo, que no todo es adrenalina. Su encanto reside en esa mezcla de nostalgia para los adultos con la magia que estos espacios representan para los más pequeños.
Junto a las atracciones populares, que por cierto no se incluyen en la entrada, hay varios restaurantes y puestos de comida, jardines y puntos de interés. También hay espectáculos al aire libre e iluminación nocturna. Y si quieres aprovechar para tener una vista de la ciudad desde las alturas, sube a The Star Flyer.
El Palacio de Christiansborg: sede del poder y un lugar lleno de historia
El Palacio de Christiansborg es el lugar perfecto si estás buscando qué ver en Copenhague y alrededores. Se encuentra en una isla de pequeño tamaño que está rodeada por un canal, llamada Slotsholmen.
Este palacio es hoy la sede del Parlamento, pero sus paredes contienen multitud de secretos que ya quisiéramos poder escuchar. Y es que también ha sido castillo y residencia real; es decir, un todo en uno de la arquitectura danesa. Algunos de los espacios que podrás conocer son los salones de las recepciones reales, el antiguo establo, habitaciones y ruinas medievales que se conservan en el sótano.
Y hablando de ruinas, este palacio se vio afectado por dos incendios que prácticamente lo destruyeron por completo, así que tuvo que ser renovado en más de una ocasión. La versión actual es de 1928, aunque su construcción es del siglo XII. Si te quedas con la curiosidad de ver cómo era, podrás hacerlo, porque quedan algunos restos. Y para finalizar la visita, sube a la Torre de Christiansborg, con panorámicas que, por suerte (no te acostumbres), son gratis. Tiene más de 100 metros de altura.
Strøget: la calle comercial peatonal más larga de Europa
Hay algo especial en irse de compras cuando se viaja, ¿verdad? Si para ti es algo así como un deporte, Strøget será tu estadio. Cuando llegues, tendrás ante ti a más de un kilómetro de tiendas. Las hay para todos los gustos y presupuestos.
Pero como en toda zona de shopping de una bonita ciudad, no puede faltar el espectáculo. Este viene a cargo de los músicos callejeros, que junto a magos y otros artistas, amenizarán tu paseo por uno de los lugares que visitar en Copenhague imprescindibles. Por tanto, incluso si no tienes planes de llevarte ningún recuerdo ni de aumentar el tamaño de tu armario, también vale la pena la visita.
Y por supuesto, como en cualquier sitio de esta ciudad, la arquitectura es digna de apreciar en esta la calle peatonal más larga de Europa. Algunos de los puntos de interés son la plaza Radhuspladsen, donde está el ayuntamiento y la escultura de Hans Christian Andersen, o el Teatro Real de Copenhague, que está en la plaza Kongens Nytorv.
El Palacio de Amalienborg: la residencia de la familia real danesa
¿Sabías que los reyes de Dinamarca viven prácticamente a la vista de todos? Es probable que ya lo hubieras pensado cuando hablamos de la residencia de verano. Pero Amalienborg no es solo una edificación; de hecho, es que son cuatro palacios idénticos. Aquí viven el rey y la reina en uno de ellos, mientras que en otro está la exmonarca Margarita de Dinamarca. Los otros dos son un espacio para eventos reales y un museo, respectivamente.
El mejor momento para la visita es el cambio de guardia; un espectáculo diario que combina la tradición con la disciplina militar. Siempre hay turistas tratando de inmortalizar el momento. En el museo del palacio, puedes echar un vistazo a la vida real detrás de las puertas doradas. Y si no te interesan las monarquías, puedes apreciar la arquitectura rococó y las vistas de la cúpula de la Iglesia de Mármol, que parece hecha para Instagram. Por supuesto, este es otro de los sitios que visitar en Copenhague.
Jardín Botánico: un oasis verde en el corazón de la ciudad
A poca distancia del Castillo de Rosenborg te esperan los antiguos jardines reales de aquel. Se llaman The King’s Gardens. Hoy en día es un lugar donde tanto locales como visitantes acuden a comer algo mientras disfrutan de unos rayos de sol. Pero como dice este título, no te íbamos a hablar de estos jardines, es solo que están todos unos al lado de los otros.
El Jardín Botánico forma parte del Museo de Historia Natural de Dinamarca. Tanto uno como el otro son cosas que hacer en Copenhague. Tiene varios senderos rodeados de naturaleza, que te llevarán hasta un lago. En esta zona hay un invernadero de cristal que protege a especies procedentes de diferentes países. Una colección de plantas que haría llorar de emoción a cualquier amante de la botánica.
La Ópera de Copenhague: modernidad y arte junto al puerto
Si vas a viajar con mucho tiempo por delante y quieres saber qué hacer en Copenhague en 5 días, te proponemos la Ópera de Copenhague. No es solo un edificio, es un statement. Esta obra arquitectónica es una de las más lujosas de la ciudad y se encuentra frente al puerto.
Tiene una acústica impecable, así que no importa dónde te sientes entre sus más de 1.500 asientos. Se la considera uno de los mejores edificios de arquitectura moderna. Pero lo que tiene impresionante, lo tiene también de polémico. Su construcción se realizó porque un multimillonario donó el equivalente a algo más de 400 millones de dólares (apenas unas monedas). Quería un espacio dedicado a la ópera y el teatro y digamos que se lo podía permitir. Al menos, se lo regaló al pueblo danés.
En lo que respecta al diseño, el millonario Larsen viajó por el mundo para conocer la estructura de otras óperas importantes e incluso los asientos. Así, decidió que la cubierta de la fachada sería de metal y no de cristal, y que los techos tendrían paneles de oro de 24 quilates. Tanto el edificio como las vistas son dignos de conocer.
Christiania: la ciudad libre y su ambiente alternativo y creativo
Y llegamos al último sitio que ver en Copenhague durante tu visita. Aunque parece un mundo aparte, es parte de la ciudad; simplemente es una localidad bastante peculiar. Se trata de Christiania, o lo que es lo mismo, la ciudad libre. ¿Y por qué se llama así? Pues porque es un barrio autogestionado por sus habitantes, que ronda los mil.
Se suele decir que son un “Estado dentro de otro Estado”, ya que viven fuera de las leyes de Dinamarca y de la Unión Europea. Es como ese primo raro que resulta tanto excéntrico como fascinante. Pero dejando sus políticas a un lado, lo que realmente fascina en la visita es que está lleno de arte callejero, puestos de comida y ese ambiente bohemia que tanto invita a tomarse algo o a comprar artesanía.
Pero cuando estés con tu cámara retratando los infinitos murales, hay algo que tenemos que advertirte. Y es que cuando llegues a Pusher Street, las fotos están prohibidas. Esta calle es conocida por la venta informal de cannabis. Hay incluso puestos improvisados que venden productos relacionados. Si bien la venta o el consumo no son legales en este país, al tratarse de un estado semiautónomo fundado en 1971, desde entonces van un poco por libre. Algunas veces con problemas con las autoridades. Por tanto, para proteger la privacidad de las personas, no hagas fotos ni vídeos.
¿Te ha gustado nuestro recorrido por los mejores lugares que ver en Copenhague? En la vida real, te aseguramos que te gustarán mucho más, así que no pierdas tiempo y aprovecha nuestro viaje express Copenhague para conocer todos los encantos de esta ciudad de postal.
