La capital húngara es conocida por ser una bella ciudad llena de puentes y baños termales. En el corazón de Europa Central, ha sabido mantener sus tradicionales, al tiempo que las fusiona con tendencias más modernas. Su gastronomía es un reflejo de esta actitud que conquista a cualquiera que viaja hasta ella para conocerla. Platos sabrosos y con personalidad, pero también postres delicados que no te cansarás de pedir. Descubre cuál es la comida típica de Budapest y asegúrate de tener tiempo para probarlos todos en tu visita.
El goulash es la comida típica de Budapest, pero además, un icono nacional. Por eso, hablar de la comida húngara sin mencionarlo es como hablar de Italia sin su pizza. En cuanto a sus ingredientes, que quizás ya conozcas porque ha cruzado las fronteras del país, es una mezcla perfecta de carne tierna, verduras y la inconfundible paprika. Esta es la especia reina de la cocina húngara.
Pero, ¿qué es el goulash exactamente? Pues bien, no es ni una sopa ni un estofado, sino un punto intermedio. Los pastores húngaros ya lo cocinaban en la Edad Media en calderos que colocaban sobre el fuego. Es por eso que todavía hoy mantiene ese aire rústico y reconfortante que tanto le gusta a nuestro paladar.
Una pregunta habitual es con qué carne se hace el goulash. Lo habitual es usar la de ternera, pero también se puede preparar con cerdo o incluso cordero. Para que queden tiernas, hay que cocinarlas a fuego lento con cebollas, zanahorias, patatas y, por supuesto, una cantidad bastante generosa de paprika. Además de darle el color característico, también añade el toque picante y ahumado.
Y si quieres saber dónde probar el mejor de la ciudad, puedes dirigirte al Restaurante Menza, de estilo retro, o al Hungarikum Bisztró, donde tocan música tradicional en directo. ¿Y con qué se acompaña el goulash? Pues con pan fresco o csipetke, que son unas pequeñas bolitas de masa que se sumergen en el caldo para absorber todo su sabor. ¡No te olvides de chuparte los dedos!
Antes de disfrutar de la comida típica húngara, te recomendamos explorar la ciudad y descubrir qué ver en Budapest, desde sus icónicos baños termales hasta el imponente Parlamento.
Lángos: el snack callejero favorito de los locales
El lángos es otro de los platos típicos de Hungría. Sin embargo, en lugar de pedirlo en los restaurantes, lo encontrarás en muchos puestos callejeros. Es la opción perfecta cuando no sabes qué comer, pero necesitas algo que sea rápido, sin sacrificar el sabor o la calidad.
Este aperitivo es tan simple como adictivo. Consiste en una masa frita perfectamente dorada y muy crujiente, pero con un interior suave. En cuanto a los ingredientes, las combinaciones son tantas como los gustos de quienes se animan a probarlo. Si quieres apostar por el clásico, pídelo con crema agria, ajo y una capa de queso rallado. Pero si lo prefieres, déjate asesorar por quien te sirva y busca algo más adaptado a tus preferencias. El origen del lángos también lo encontramos en la cocina rural. Las familias solían preparar su propio pan, pero dejaban un poco de masa para freír y preparar algo diferente. Hoy en día, ese algo es un imprescindible en los mercados y ferias de Budapest.
Si quieres probar uno realmente fresco, ve al Mercado Central, donde varios puestos lo preparan al momento. Una alternativa es el Retro Lángos Bár. Aquí preparan versiones más modernas con toppings, que van desde el jamón hasta la Nutella. Pero vayas donde vayas, ¡que no te falten las servilletas! Entre la crema y el queso derretido, la experiencia puede ser tan rica como caótica.
Pörkölt: el guiso húngaro que conquista corazones
Nuestra tercera propuesta de la comida típica de Budapest es el pörkölt. Se trata de un guiso con un sabor tan intenso como reconfortante. Como suele ser habitual, se prepara con carne y paprika. Sin embargo, es más denso y menos caldoso que el goulash, pero igual de delicioso.
La tradición de la comida en Budapest dice que se debe preparar con carne de cerdo o de ternera. Pero como siempre hay opciones para todos los gustos, también hay versiones con pollo o incluso caza.
El secreto de su sabor está en cocinarlo a fuego lento. De este modo, la carne se impregna del sofrito de cebolla, ajo, pimientos y, por supuesto, la cantidad generosa de paprika, que es otra tradición en sí misma. A la hora de servirlo, se acompaña de nokedli, que son unas pequeñas bolitas de masa similares a los spätzle alemanes. Perfectas para absorber esa salsa rica y especiada.
El pörkölt es uno de los platos típicos de Budapest, y por eso lo encontrarás en multitud de establecimientos. Por ejemplo, en el Paprika Vendéglő, que parece una cabaña, o en el Restaurante Kék Rózsa, sencillo y económico. Para disfrutarlo como los locales, tómalo con calma, en buena compañía y con una copa de vino tinto húngaro.
Halászlé: la sopa de pescado tradicional del Danubio
Halászlé se traduce como sopa de pescador, y es el plato perfecto para quienes buscan algo diferente, pero sin renunciar al toque especiado de la comida típica de Budapest. Su origen se encuentra en las comunidades de pescadores del Danubio. Por eso, al preparar esta sopa, se combinan diferentes tipos de pescados frescos del río. Por ejemplo, la carpa, el siluro o la perca. Siempre acompañados de paprika y cebolla, que le da su característico color rojo intenso.
La preparación del halászlé es todo un arte. Los pescadores solían cocinarla en calderos a la orilla del río. Esta tradición se sigue manteniendo en muchas regiones. El secreto está en usar pescado fresco y una buena cantidad de paprika de calidad (qué duda habría), que además de aportar el color, también le da el sabor profundo y especiado. Tampoco falta el pan como acompañante.
Si quieres disfrutar de una sopa de calidad, te recomendamos sitios como Szegedi Halászcsárda, con terraza y música en directo, pero donde tendrás que reservar, o Halászkert, que es uno de los más conocidos.
Kürtőskalács: el dulce más querido de Budapest
Ahora que ya sabes qué comer en Budapest, es el turno de mencionar algo dulce que te deje buen sabor de boca. El kürtőskalács es conocido como chimney cake en inglés o pastel chimenea en español. Es un dulce típico navideño, pero por suerte lo puedes encontrar en venta durante todo el año.
Su estética te recordará a un cucurucho con helado. Sin embargo, se trata de un pastel cilíndrico que se cocina al fuego y que se prepara enrollando la masa en un molde giratorio. De ahí la forma. Después, se cubre de azúcar antes de hornearlo. Una vez cocinado, queda una capa crujiente y caramelizada por fuera, con un interior esponjoso que se parece a un brioche.
Aunque el kürtőskalács tiene raíces en Transilvania, hoy es un imprescindible en las ferias y mercados de Budapest. Los sabores clásicos son canela, vainilla y nueces, pero también hay versiones más modernas con chocolate, coco o incluso relleno de helado.
Si quieres probar uno auténtico, dirígete al Mercado de la Plaza Váci o a los puestos callejeros en el Barrio del Castillo. Y para que la experiencia sea aún más intensa, pídete un kürtőskalács caliente en un día frío. Casi podría definirse como auténtica felicidad. Para que te hagas una idea, echa un vistazo a algunas fotos de Internet.
Dobos Torte y Somlói Galuska: delicias dulces de la repostería húngara
Si te gusta el dulce, tienes más opciones además de la anterior en la comida típica de Budapest. La primera es la Dobos torta. Fue creada por el pastelero József C. Dobos en el siglo XIX. Se sirvió por primera vez a la reina Isabel de Inglaterra y al rey Francisco José I de Austria en 1885. En concreto, en la Exposición Universal de Budapest.
Algo hizo bien este pastelero, porque pasó a convertirse en la tarta típica de todos los eventos. En cuanto a su preparación, es una obra maestra de capas de bizcocho esponjoso y crema de chocolate, rematada con una cobertura de caramelo crujiente. Es elegante, deliciosa y perfecta para los amantes del chocolate.
La segunda opción es Somlói Galuska, una propuesta algo más desenfadada, pero igual de deliciosa. Este postre se compone de trozos de bizcocho empapados en ron, crema de vainilla, nata montada y muchas nueces y pasas. Es un caos dulce en el mejor sentido de la palabra.
Puedes encontrar ambos postres en las cafeterías tradicionales de la ciudad. Hay muchas más, pero dos conocidas son Gerbeaud, con techos altos y lámparas de araña, o Ruszwurm, con un mostrador de madera de cerezo que ya ha cumplido los dos siglos.
Töltött Káposzta: el sabor casero de la col rellena
El Töltött Káposzta es otra maravilla de la comida típica de Budapest, perfecta para los días fríos en los que el cuerpo nos pide algo calentito y contundente. Este plato es, literalmente, un abrazo en forma de comida. La receta comienza con hojas de col, que no son solo un acompañamiento triste en ensaladas. Aquí se convierten en el envoltorio perfecto para un relleno jugoso de carne, arroz y un toque de cebolla. ¿Y qué le da el toque final? No, no es la paprika esta vez. En su lugar, una salsa de tomate ácida que se cocina a fuego lento para conseguir una explosión de sabores.
Por ser un plato tradicional, lo tendrás disponible en multitud de locales. Pero te recomendamos Kéhli Vendéglő, con un ambiente muy tradicional, o Menza, más moderno y con un toque de autor, pero manteniendo la esencia de la cocina húngara.
Si te preguntas cuál es el horario de la comida en Budapest, es habitual que los húngaros almuercen entre las 12:00 y las 14:00, que es una hora bastante similar a la nuestra, y que cenen alrededor de las 19:00 o 20:00, sobre todo en los restaurantes. Puesto que caminar siempre activa el hambre, no importa mucho a qué hora se cena en Budapest, porque te adaptarás sin darte cuenta a sus costumbres y su gastronomía.
Bebidas húngaras: Tokaji, Pálinka y más
Hungría no solo es famosa por su gastronomía, sino también por sus bebidas tradicionales, que no te puedes perder. Empezamos con el Tokaji, que es un vino dulce que ha conseguido hacerse famoso a nivel internacional. Proviene de la región de Tokaj, en el noreste del país, y es perfecto tanto para acompañar postres como para disfrutarlo solo. Tiene un sabor afrutado y ligeramente ácido.
Luego tenemos el Pálinka, que es una especie de aguardiente de frutas. Es conocida por ser la bebida nacional por excelencia. Como te puedes imaginar, es bastante fuerte y no apta para cualquiera. Se destila a partir de frutas como ciruelas, peras o manzanas, y se suele servir en vasos pequeños para saborearla lentamente. O quizás, porque es la única forma de bebérsela. Cada familia tiene su propia receta, por lo que cada sorbo puede ser una experiencia única.
Otro licor que hay que mencionar es el Unicum; un amargo herbal tradicional que se elabora con más de 40 hierbas. Lo habitual es tomarlo después de la comida porque parece ser que ayuda con la digestión. Para probar estas bebidas, puedes dirigirte a bares tradicionales como Szimpla Kert, con una decoración muy particular, o Kiosk, a orillas del Danubio.
Pero si quieres explorar más de la ciudad y su gastronomía, tu mejor apuesta será un viaje organizado a Budapest, que te llevará por todos los rincones culinarios de la capital húngara.
Descubre los sabores auténticos de Budapest
Budapest es una ciudad que, además de destacar por su arquitectura y por su ambiente tanto de día como de noche, su gastronomía es todo un festín para los sentidos. Ahora ya conoces cuáles son los platos de la comida típica de Budapest; desde los más tradicionales y sabrosos hasta las propuestas más modernas. Una oportunidad perfecta para adentrarte en las costumbres y la cultura del país.
Si bien las propuestas son múltiples y tu tiempo de visita limitado, no puedes irte de Budapest sin probar el goulash, el guiso contundente de carne y verduras que, más que un plato, es toda una experiencia, o los langos, con su crema agria y queso. Y puesto que la ciudad no es solo tradición, no te olvides del postre Dobos Torte, para sentirte como un rey o una reina en su trono disfrutando de esta delicia.
Cada rincón de la ciudad tiene algo que ofrecer, y perderse en su gastronomía es una forma fantástica de conocer su encanto. Lánzate a explorar y embárcate en una verdadera aventura culinaria.
