

Aroma a ajo frito, cúrcuma y leche de coco flotan en el aire desde Java hasta Bali. La comida indonesia es una explosión de sabores, rica en contrastes y profundamente diversa según la isla a la que te dirijas. Más que simples recetas, la gastronomía es una forma de vivir y parte de la cultura local. Y en Indonesia, equivale a compartir, improvisar y celebrar, porque lo que mejor representa al país no son los platos, sino su costumbre social y callejera al comer.
Con esta guía, nuestro objetivo no es quedarnos en unas simples recomendaciones de propuestas culinarias, sino ayudarte a entender qué lugar ocupa la comida en el día a día local.
Nasi goreng: el arroz frito que representa a toda Indonesia
Siempre hay un plato que tiene la capacidad de representar a toda la gastronomía de un país. En el caso de la comida indonesia es el Nasi Goreng. El significado literal de estas palabras es «arroz frito», y no sorprende la presencia de este ingrediente porque es básico en la gastronomía de Indonesia.
En este caso, es arroz del día anterior salteado con ajo, chalota, salsa de soja dulce (kecap manis), chile y un huevo frito colocado por encima. A partir de ahí, las variaciones son infinitas: con pollo (ayam), ternera, gambas, tofu o tempeh. Cada región tiene su versión; algunas más picantes, como el Padang de Sumatra, y otras más dulces y especiadas, como el Jawa, típico de Java.
Hay quienes creen que esta comida típica indonesia tiene influencias chinas, pero la población local lo considera suyo y lo han adaptado a cada rincón del país. De hecho, es oficialmente el plato nacional de Indonesia, y no solo por tradición. Al ser muy versátil, se puede comer a cualquier hora del día, desde el desayuno hasta la cena. Sobre todo, cuando no hay tiempo ni ganas de cocinar. Lo pides, te lo revuelven en un wok ardiente, lo coronan con krupuk, que son unas galletas de gambas crujientes, y te lo sirven en minutos.
Podrás comerlo en prácticamente cualquier sitio, ya sea un restaurante de lujo o un warung callejero. Pero como suele suceder, si quieres experimentar el auténtico sabor, hay que ir donde van los locales.
En Yakarta, prueba la versión kambing, que lleva carne de cabra, en el Nasi Goreng Kambing Kebon Sirih, abierto hasta la medianoche. En Yogyakarta, se sigue el estilo javanés tradicional, que puedes probar en Warung Nasi Goreng Beringharjo. Si estás en Bali, ve a Warung Murah en Seminyak, donde sirven versiones baratas, pero muy generosas. De ahí que sea parada habitual entre mochileros y locales.

Satay: las brochetas que no pueden faltar en ningún warung
La segunda propuesta de las comidas típicas de Indonesia es el Satay. Este plato es sinónimo de comida callejera, puesto que se trata de brochetas de carne a la parrilla. Esta puede ser de pollo, ternera, cordero o incluso tripas y piel de pollo. Se marinan con especias y se ensartan en palitos de bambú, para luego cocinarse sobre brasas al rojo vivo.
Pero lo que las hace tan características y deliciosas es la salsa de cacahuete que las acompaña Es cremosa, ligeramente dulce y con un toque picante que varía según la isla donde te lo sirvan. En cuanto al acompañamiento, lo habitual es arroz blanco o de ketupat. Estos últimos son esos curiosos paquetitos de arroz cocido envueltos en hojas de palma.
Cada región tiene su estilo. En Java, el satay ayam de pollo es el más popular, sobre todo en Yogyakarta y Solo. Por el contrario, el satay lilit es una variante en la que la carne picada se mezcla con coco rallado, lima kaffir y otras especias. Es parte de la comida típica de Bali. Luego se enrolla alrededor de una vara de caña de azúcar o limoncillo. Lo que consiguen con este procedimiento es que el sabor sea más suave y aromático y suave. Esta es la opción para quienes prefieren algo menos picante.
Si quieres probar esta comida indonesia, tienes muchas opciones. En Yakarta, el Satay Padang Ajo Ramon en Pasar Santa es famoso por sus brochetas estilo Padang, bañadas en una salsa amarilla especiada. En Bali, no te pierdas el Warung Satay Bawah Pohon en Kuta. Es bastante sencillo, pero con mucho humo y sabor. Y si estás en Surabaya, acércate a Depot Satay Lisidu, donde las brochetas de pollo se asan sobre carbón de coco y se sirven con salsa de maní casera.

Gado-gado: una explosión de verduras con salsa de cacahuete
Gado-gado se aleja un poco de las propuestas anteriores de la comida de Indonesia. Es una ensalada templada que combina verduras cocidas como judías verdes, espinacas, brotes de soja, col y patata con tofu y tempeh fritos y rodajas de huevo duro. Por supuesto, se acompaña de una generosa capa de salsa de cacahuete espesa y ligeramente picante. Todo se mezcla antes de servir, por lo general con un toque de lima, crujientes krupuk y a veces lontong, que es arroz comprimido en bloques. Por tanto, aunque sea una ensalada, te llenará bastante y es perfecta para personas veganas o vegetarianas.
Aunque se puede encontrar en todo el país, el gado-gado tiene su origen en Java. Lo que suele variar entre unas preparaciones y otras es la salsa warung. Algunas llevan ajo crudo, otras más azúcar de palma o chile rojo, y en otras incluso añaden pasta de gambas. Asegúrate de preguntar antes de pedir si no quieres que haya presencia animal.
Es habitual en mercados y pequeños locales familiares. En Yakarta, puedes dirigirte a Gado-Gado Bonbin, un restaurante veterano en Cikini que es conocido por su versión equilibrada y cremosa. En Bandung, Gado-Gado Teuku Angkasa lleva décadas sirviendo una receta clásica con patata extra y crujiente emping. Y si estás en Surabaya, busca el pequeño Warung Gado-Gado Arjuno, sin carteles llamativos, pero siempre lleno de clientes fieles.
Es otro de los platos típicos de Indonesia a pesar de que no lleva carne ni arroz frito. Dado que lleva ingredientes frescos, sabores intensos y combinaciones inesperadas, sigue representando la esencia del país. Es barato, nutritivo, adaptable y se come en todas partes.

Rendang: el plato que pone a Sumatra en el mapa gastronómico
El rendang de la comida indonesia es una bomba de sabor nacida en la región Minangkabau, en Sumatra Occidental. Se trata de un curry seco de carne de ternera cocinado a fuego lento durante horas en leche de coco y una mezcla de especias. Entre ellas encontramos cúrcuma, jengibre, galanga, citronela, ajo, cebolla, chile y nuez moscada.
El resultado es una carne de color oscuro, tierna y muy aromática, con una textura casi caramelizada. Sin embargo, no es un plato exprés. Si quieres uno auténtico, prepararlo siguiendo la versión tradicional puede tardar hasta ocho horas. De ahí que sea habitual solo en celebraciones, bodas y fiestas religiosas como el Eid al-Fitr.
La versión más conocida del rendang es la de ternera, llamada rendang sapi. Pero también existen versiones con pollo, pato o incluso yaca (rendang nangka), popular entre quienes no comen carne. Los minangkabau lo consideran un símbolo cultural, hasta el punto de que cada etapa de cocción representa valores como paciencia, perseverancia y comunidad. No es de extrañar que la CNN lo haya mencionado alguna vez como uno de los platos más sabrosos del mundo.
Aunque lo más probable es que conozcas una versión más rápida, los mejores sitios para probarlo son Family Benteng Restaurant, en Bukittinggi, con carne cocida a leña. En Padang, visita Sederhana Restaurant, una cadena local especializada en cocina padang, donde sirven varios tipos de rendang en platos pequeños al centro, para compartir. En Yakarta, el Nasi Padang Sari Bundo es uno de los favoritos por su rendang bien especiado y en cantidad abundante.

Ya sabemos que en este país sabemos cuándo empezamos a comer, pero no cuándo terminamos, ya que los sabores son adictivos. Pero si no quieres centrar tu viaje en los platos, descubre qué ver en Indonesia más allá de su gastronomía.
Bakso: las albóndigas callejeras que conquistan a locales y viajeros
El bakso es el plato principal de la comida indonesia callejera. Consiste en unas albóndigas de textura firme, pero elástica. Se hacen con carne de ternera, aunque también pollo o pescado, almidón de tapioca y especias. Lo habitual es servirlas flotando en un caldo claro con fideos, brotes de soja, wontons fritos, tofu relleno y un poco de apio o cebolla frita. Se acompaña con sambal, que es una salsa picante, salsa de soja dulce y, en algunos puestos, vinagre y ajo frito para ajustar el sabor al gusto.
Este plato sí que es de origen chino, pero se ha versionado completamente para que no se note y sea totalmente indonesio. Podrás comerlo a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Hay carritos de bakso en cada esquina y vendedores ambulantes que lo empujan por los barrios residenciales. Los reconocerás no por su apariencia, sino por el sonido característico al golpear el lateral del carrito.
Como en el resto de opciones de la comida indonesia, tienes adaptaciones hasta cansarte de probar. El bakso urat lleva tendones, el telur está relleno de huevo cocido, el gepeng es aplanado y el beranak es la versión XL. Una albóndiga gigante rellena de otras más pequeñas. Es versátil y una ración vale menos de un euro.
Para probar uno de los mejores, ve a Bakso President en Malang, donde el tren pasa literalmente junto al local. En Yakarta, Bakso Akiaw 99 en Mangga Besar es un local clásico con una versión más refinada y sabrosa. En Ubud, Bakso Boedjangan es una cadena fiable con opciones creativas, con queso o salsas picantes.

Postres indonesios que te sorprenderán (y refrescarán)
La comida indonesia se basa en sabores salados y picantes, pero han sabido hacerle un hueco a los postres más dulces. Estos son frescos, coloridos y a menudo hechos con ingredientes naturales como el coco, el azúcar de palma y el arroz.
Uno de los más conocidos es el cendol; una bebida fría que se prepara con tiras de arroz verde (cendol), azúcar de palma y leche de coco. Después se sirve todo con hielo triturado. Es refrescante, cremosa y tiene un sabor caramelizado y profundo muy característico, que se debe al azúcar de palma. Si te preguntas qué comer en Bali para terminar con buen sabor de boca, lo encontrarás en casi cualquier mercado. También en los de Java.
Otro postre con riesgo de adicción es el klepon. Son pequeñas bolitas de arroz glutinoso rellenas de azúcar de palma y cubiertas con coco rallado. Cuando se muerden, se derrama el azúcar y se produce una explosión dulce en la boca. Es un bocado pequeño pero muy satisfactorio, y se suele vender como snack. También está presente en los mercados nocturnos. De nuevo, es una de las comidas en Bali más conocidas.
Si después de ver cuándo ir a Indonesia, te has decantado por el verano y buscas algo aún más refrescante para el calor, prueba el es teler. Es un batido de frutas tropicales, como aguacate, jackfruit o coco, y un chorrito de leche condensada. Aunque lo encuentras en cualquier warung, el Es Teler 77, es una cadena popular en Yakarta y prepara una versión excelente.
Y si te atreves con algo diferente, el serabi es una especie de panqueque espeso hecho con harina de arroz y servido con sirope de azúcar o leche de coco. Es sencillo, pero no por eso menos delicioso que los anteriores. Es muy conocido en la región de Bandung.

Explora Indonesia bocado a bocado: una aventura para todos los sentidos
Si te gusta viajar, sabrás que la gastronomía no es solo una colección de opciones para llenarnos la barriga según nuestras preferencias. La comida indonesia, como cualquier otra nacional, es parte de su identidad y una vía para conectar con la gente local, entender su historia y saborear su diversidad.
Cada plato abre una puerta distinta, ya sea en una casa familiar de Yogyakarta o en un puesto callejero en Bali. Lo mejor de todo es que no hay que elegir, sino, por el contrario, probarlo todo. Si querías saber qué se come en Bali y en el resto del país, ya tienes una idea bastante clara.
Pero si quieres aprovechar la experiencia al máximo y no solo en lo que respecta a los platos típicos, descubre los sabores de Java, Bali y las Gili con un viaje en grupo organizado por Indonesia. Recorrerás los lugares imperdibles y en la mejor compañía.