Hacer buceo en Tailandia es el sueño de muchos. Es un destino de clase mundial, no solo porque ofrece condiciones excelentes a lo largo de todo el año en al menos alguno de sus puntos principales, sino también porque hay opciones para todos los niveles y es posible conseguir certificaciones oficiales a buen precio y de calidad.
Aguas cálidas, excelente visibilidad y una vida marina muy rica son los ingredientes esenciales para una inmersión de lujo. Podrás elegir entre el mar de Andamán y el Golfo de Tailandia. Simplemente lee esta guía, te contamos dónde ir y cuándo, las características de cada sitio y algunos consejos importantes sobre seguridad y responsabilidad.
Cuándo bucear en Tailandia: la mejor época por región
Tailandia es un paraíso situado al sudeste asiático, tanto en la superficie como bajo el agua, gracias a su geografía única. Está bañada por el mar de Andamán al oeste y el golfo de Tailandia por el este. Esto le confiere las condiciones perfectas para el buceo y el snorkel durante todo el año.
A un lado, las aguas son profundas y con vida pelágica. Y por el otro, hay arrecifes tranquilos que son perfectos para principiantes. La temperatura suele rondar siempre los 28°C y la visibilidad puede superar los 30 metros. A estas excelentes condiciones, se suma una biodiversidad apabullante: hay tiburones ballena, tortugas, corales duros y blandos y peces de todos los colores.
Gracias a esta variedad de ecosistemas, el país se ha convertido en uno de los destinos de buceo más completos del mundo.

Mar de Andamán (Costa Oeste): temporada ideal y mejores meses
En la costa del mar de Andamán se encuentran los destinos más populares, como Phuket, Krabi o las islas Similan. En esta zona, tendrás las condiciones idóneas entre noviembre y abril. En estos meses, el agua es transparente, las corrientes son suaves y el cielo acostumbra a estar despejado.
La temporada del monzón llega entre mayo y octubre. En estos meses, algunos centros de buceo cierran sus puertas, por lo que no es la época adecuada para las inmersiones en el mar de Andamán.
Si buscas información práctica para hacer tu itinerario antes de confirmar nada, no te pierdas esta guía sobre cuándo ir a Tailandia para bucear y hacer snorkel.

Golfo de Tailandia (Costa Este): clima seco y mejores meses
En el lado opuesto, está el Golfo de Tailandia, con Koh Samui, Koh Phangan y Koh Tao. Aquí el calendario funciona a la inversa, por lo que puedes viajar al país en cualquier momento.
Los mejores meses en esta región son de mayo a septiembre; las aguas están tranquilas, hay buena visibilidad y las temperaturas son cálidas. Justo en estas fechas es cuando en el Andamán está lloviendo.
Pero ojo, cada isla tiene su microclima. Por eso, se recomienda revisar los partes meteorológicos locales y tener flexibilidad a la hora de moverse entre islas. Si planeas hacer snorkel o sacarte la certificación PADI, este lado del país es una apuesta segura casi todo el año.
Con un clima que alterna entre dos mares y dos estaciones, en Tailandia hay doce meses de posibilidades submarinas. Solo hay que saber a qué costa dirigirse.

Mar de Andamán: los mejores spots para buceo avanzado y vida pelágica
El mar de Andamán, en la costa oeste de Tailandia, es el mejor lugar para bucear si ya tienes algo de nivel. Es aquí donde verás la mayor cantidad de mantarrayas, tiburones ballena y bancos de peces. Además, en estas aguas también puedes encontrar paredes verticales, arrecifes sanos y cuevas misteriosas.
Islas Similan y Surin: el santuario del tiburón ballena y las mantarrayas
Las islas Similan y Surin son el destino principal en Andamán, consideradas por muchos como el mejor punto de buceo de Tailandia. Solo se puede acceder en barco y están protegidas como parque nacional. Por tanto, las aguas son cristalinas y el fondo está repleto de vida. En la temporada alta (especialmente febrero a abril), existe una alta posibilidad de cruzarse con tiburones ballena o mantarrayas gigantes. Una experiencia que quita el aliento, incluso al buceador más experimentado.
El acceso se hace casi siempre a través de liveaboards, que son barcos de varios días que recorren los mejores puntos. Si quieres ir en ellos, reserva con antelación, sobre todo en los meses de mayor demanda. Hacen paradas en lugares como Richelieu Rock o Elephant Head Rock, que son verdaderos templos submarinos. Por la claridad del agua, la abundancia de especies pelágicas y la sensación de aislamiento, la inmersión en las islas Similan es el sueño de cualquier buceador avanzado.

Koh Lanta y Koh Phi Phi: arrecifes, cuevas y spots accesibles
Más al sur, están los puntos de Koh Lanta y Koh Phi Phi. La experiencia es igual de espectacular, pero con un punto más relajado. Aquí no hacen falta travesías largas; basta con un paseo en un long-tail boat para llegar a arrecifes llenos de vida y color.
En Koh Lanta, hay cuevas submarinas y formaciones rocosas en Hin Daeng o Hin Muang. Son dos puntos conocidos por las corrientes y los descensos en profundidad, por lo que solo suelen ir buceadores experimentados.
Por el contrario, el buceo en Koh Phi Phi es más accesible y se puede combinar con un par de días de playa. Verás corales, morenas y peces payaso, pero también tortugas nadando a pocos metros de la superficie. Esta zona es ideal para quienes quieren hacer buceo o snorkel en Tailandia sin grandes complicaciones logísticas.
Si te apetece seguir explorando después de salir del agua, muy cerca hay zonas de arena blanca que te harán dudar entre el neopreno y el pareo. Son las mejores playas de Tailandia para tu viaje.

Golfo de Tailandia: certificación, arrecifes y cuevas accesibles
El Golfo de Tailandia es la alternativa ideal cuando el Andamán está con lluvias. En esta costa oriental, las aguas son cálidas y tranquilas y el clima es seco entre mayo y septiembre/octubre. En estos meses, se puede bucear a diario y la visibilidad puede superar algunos días los 20 metros. Los tres puntos principales son Koh Tao, Koh Phangan y Koh Samui.
El secreto del Golfo está en que se trata de una gran bahía protegida del monzón que golpea el oeste. De ahí que el mar permanezca más estable y las corrientes sean suaves. Por eso, es una zona idónea para principiantes y para quienes buscan practicar técnicas más avanzadas sin la presión de las corrientes.
El buceo en Koh Tao es la actividad principal. La temporada alta va de junio a septiembre, aunque la isla tiene actividad todo el año. Las lluvias son escasas en esos meses y es uno de los mejores sitios para conseguir la certificación PADI/SSI, además de ser uno de los más baratos del mundo. Nuestro consejo es que apuestes por escuelas pequeñas para que la atención sea más personalizada.
Otros dos puntos para bucear son Chumphon Pinnacle y Sail Rock. El primero es una montaña submarina cubierta de anémonas, y hay bancos de barracudas, meros gigantes y, entre marzo y junio, tiburones ballena. Sail Rock está entre Koh Phangan y Koh Samui, famoso por una grieta vertical que se puede recorrer desde los 18 hasta los 8 metros.

Buceo y snorkel por nivel: de principiante a experto
Tailandia es un destino perfecto tanto para principiantes como para expertos, ya que ofrece variedad en sus mares durante todo el año. Lo importante es saber por dónde empezar.
- Para principiantes y amantes del snorkel: los arrecifes Aow Leuk o Shark Bay de Koh Tao son poco profundos. También Kantiang Bay en Koh Lanta tiene aguas tranquilas y variedad de fauna. Lo mejor es ir temprano, antes de que lleguen los barcos turísticos. En estas zonas, se suelen impartir los cursos PADI Discover Scuba o bautismos de buceo, donde un instructor te guía sin necesidad de certificación previa.
- Quienes tengan nivel avanzado: pueden optar por el mar de Andamán. Las islas Similan y Surin son el gran clásico. Se puede bajar a más de 30 metros, hay corrientes potentes y se pueden ver grandes pelágicos. Aquí se exige al menos una certificación Advanced Open Water, y algo de experiencia con las corrientes. Los centros organizan liveaboards para expediciones de varios días.

Consejos esenciales de insider para bucear en Tailandia
Antes de lanzarte al agua, ten claro que la inmersión en Tailandia implica una gran responsabilidad. La biodiversidad marina del país es espectacular, pero también frágil.
Seguridad y ética: buceo responsable
Lo primero: no toques nada. Ni corales, ni estrellas de mar, ni tortugas. Un simple contacto puede dañar su capa protectora. Tampoco persigas animales por una foto; los mejores encuentros ocurren cuando se respeta su espacio.
Busca operadores con políticas claras de sostenibilidad. Desconfía de quienes ofrezcan alimentar a los peces o te garanticen avistamientos.
En cuanto a la seguridad, revisa tu equipo antes de entrar, controla la presión y nunca bucees sin un compañero. Las corrientes en lugares como las Similan pueden ser fuertes, así que escucha al guía y respeta los límites de profundidad. También es muy recomendable llevar un seguro de buceo.
Certificación y elección del operador
Elige siempre operadores certificados por PADI, SSI u organizaciones reconocidas, y verifica el mantenimiento de su equipo. Puedes visitar las instalaciones antes de reservar.
Si ya estás certificado, lleva siempre tu tarjeta o copia digital, junto con tu logbook (registro de inmersiones).
Y si además de bucear quieres descubrir otros encantos del país, te hemos preparado una guía completa de qué visitar en Tailandia. Te contamos los mejores sitios para conocer, como templos, junglas, mercados flotantes o trekkings.

El paraíso sumergido: tu aventura tailandesa te espera
La experiencia de inmersión en Tailandia es difícil de describir. Arrecifes llenos de color, tortugas que nadan entre corales y la posibilidad de ver a un tiburón ballena.
Ahora ya sabes cuál es la mejor época para bucear en Tailandia y los sitios idóneos según tu nivel. Hay espacio tanto para quien se pone por primera vez unas aletas como para quienes buscan la adrenalina de las inmersiones profundas.
Si tienes claro que ha llegado la hora de sumergirte en el paraíso, únete a nuestro viaje en grupo a Tailandia Beach Life en invierno o descubre todos nuestros viajes organizados a Tailandia si quieres planes más flexibles.
