

La comida tailandesa es experta en encontrar el equilibrio entre dulce, salado, ácido y picante. Estos cuatro sabores se combinan en la mayoría de sus platos, con una experiencia gastronómica que podemos decir que es única en todo el mundo. Ingredientes frescos, especias aromáticas y salsas con mucha intensidad que siempre te dejarán con ganas de más.
Estos platos los encontrarás tanto en los restaurantes de todo el país, como en los famosos mercados y puestos callejeros. Estos últimos son también la esencia de Tailandia. Si quieres disfrutar de un viaje que te permita adentrarte en su cultura y en sus tradiciones ancestrales, no te pierdas nuestras sugerencias. ¡Se te hará agua la boca!
Pad Thai: el plato más emblemático
Si hay un plato que representa a Tailandia en el imaginario colectivo, es este. Es incluso probable que sepas qué es el Pad Thai; de todas las comidas típicas tailandesas, es la más internacional. Se trata de fideos de arroz salteados con gambas o pollo, tofu y una salsa de tamarindo que le da su característico toque agridulce. Para rematar, un puñado de cacahuetes triturados y una rodaja de lima que cada comensal exprime a su gusto. Lo encontrarás tanto en los puestos callejeros como en los restaurantes.
Lo mejor de la receta de Pad Thai en la comida tailandesa es su versatilidad. Está disponible en cualquier rincón del país, desde Bangkok hasta la isla más remota, y se prepara en un wok en un santiamén. Perfecto para disfrutarlo con tranquilidad después de un día intenso o como comida rápida mientras haces turismo. Un imprescindible en cualquier viaje a Tailandia, y probablemente el primer antojo cuando vuelvas a casa.

Tom Yum: la sopa tailandesa que despierta los sentidos
Si el Pad Thai es el plato más icónico de la comida tailandesa, la sopa Tom Yum es el que pone a prueba tu capacidad para aguantar el picante sin pestañear. De sabor intenso y aromático, combina gambas con ingredientes clave de la cocina tailandesa: hierba de limón, hojas de lima kaffir y chiles. El resultado es una explosión de sabor ácido, picante y algo dulce. Aunque tiene muchos seguidores, también hay que reconocer que no es para todos los paladares.
Los tailandeses dicen que el Tom Yum es el remedio perfecto para despejar la mente y el cuerpo. Viendo su potencia, no es difícil creerlo. Puedes probarlo en los restaurantes flotantes de Bangkok o en un puesto callejero en Chiang Mai. Allí, cada cocinero le da su toque personal. Pero ojo, antes de lanzarte, pregunta por el nivel de picante. En Tailandia, un poco puede significar llama olímpica.

Som Tam: la frescura del norte de Tailandia
El Som Tam, y a veces Som Tum, es la prueba de que una ensalada puede ser tan adictiva como cualquier plato de fideos o de curry. Esta maravilla de la comida tailandesa es originaria del norte del país, y el ingrediente estrella es la papaya verde rallada. Esta se prepara con zumo de lima, azúcar de palma, chiles y salsa de pescado. Todos estos ingredientes se machacan en un mortero y así se crea una sinfonía de sabores que combina lo dulce, lo ácido y lo picante.
Aunque está disponible en todo el país, el mejor está en la zona noreste. Allí se sirve con arroz pegajoso para equilibrar su intensidad. En los mercados callejeros, los vendedores adaptan el nivel de picante a los valientes que se atreven a pedirlo como los locales. Si ves a alguien con los ojos llorosos y abanicándose la boca, probablemente pidió Som Tam sin medir las consecuencias.
Curry tailandés: rojo, verde y Massaman
Si creías que todos los curris eran iguales, descubrirás lo contrario con las comidas tailandesas. Los hay para todos los gustos: el rojo es intenso y picante gracias a los chiles secos; el verde, más suave, pero con un golpe fresco de albahaca y chiles verdes; y el curry Massaman tiene un toque más especiado y cremoso gracias al cacahuete y la leche de coco.
Lo que hace únicos a estos curris es su base. Consiste en una pasta de especias frescas que se mezcla con leche de coco para darles esa textura sedosa e irresistible. Se sirven con arroz jazmín, perfecto para equilibrar el picante. Puedes probarlos en cualquier restaurante tailandés, pero los mercados nocturnos de Bangkok son el mejor lugar para descubrir cuál es tu favorito. Aún a riesgo de sonar pesados, te recordamos tener precaución con el nivel de picante que pides. El que avisa no es traidor.

Khao Pad: el arroz frito tailandés
El Khao Pad es un plato de la comida tailandesa que se puede definir como reconfortante. Es simple y de rápida preparación, pero con mucho sabor, que es lo que importa. Lleva arroz frito tailandés, que se prepara con huevo, verduras y una proteína a elección. Por ejemplo pollo, gambas o incluso tofu. Todo se saltea en un wok con salsa de soja y ajo, y se sirve con rodajas de pepino y un chorrito de lima.
Esta comida típica tailandesa es una opción perfecta cuando buscas algo rápido y sencillo, sin renunciar al sabor. Si es que eso es posible en Tailandia. Lo encontrarás en los puestos callejeros y en los mercados. Y por ser muy versátil, podrás adaptarlo en cada ocasión a lo que más te apetezca.
Mango Sticky Rice: el postre que no puedes perderte
No todo es picante en los menús de Tailandia. Una prueba de ello es el Mango Sticky Rice, que es el postre tailandés por excelencia. Esta delicia combina la suavidad de un mango maduro y dulce con el arroz glutinoso cocido a la perfección. Después se baña todo en una crema de leche de coco. El contraste de las texturas y los sabores lo convierte en una experiencia única que es imposible dejar de probar. Una y otra vez.
Este plato se disfruta especialmente durante la temporada de mangos. Suele ser de marzo a mayo, cuando la fruta está en su punto más dulce. Es un postre que tiene un fuerte valor cultural en Tailandia, ya que se asocia con la abundancia y la prosperidad. Podrás probarlo en restaurantes y mercados locales, a cualquier hora del día. Si no lo pruebas, tu viaje a Tailandia no estará completo.

Durian: la fruta que divide opiniones
Y del mango, que es una fruta conocida por todos, pasamos a otra de las extravagancias de la comida tailandesa. El durian, conocido como el «rey de las frutas», es una de las experiencias gastronómicas que más divide al turismo.
La pregunta es, ¿a qué huele el durian? Se puede decir que su aroma es fuerte y penetrante, tanto, que hay quienes rechazan probar la fruta sin pensárselo. Para otras personas, es una delicadeza única y deliciosa, con un sabor que mezcla lo dulce con lo salado. Su textura cremosa también es muy particular, y hay quienes abandonan el barco una vez llegados aquí.
A pesar de todas estas características, el durian tiene una gran carga cultural en el país. Lo verás en la temporada alta, entre mayo y agosto. Además de fresco en mercados, también se puede consumir en postres y batidos. Pero en algunos lugares cerrados está prohibido por su olor. Si te atreves a probarlo, te enfrentarás a una experiencia culinaria que dejará huella, para bien o para mal.

Khao Soi: una especialidad del norte
El Khao Soi es una sopa de fideos que te lleva directamente al corazón del norte de Tailandia. Su base es un curry cremoso y de leche de coco. Este se mezcla con fideos suaves y luego se cubre con fideos crujientes. Se crea así una combinación de texturas que hace que este plato sea irresistible. La combinación de sabores es un equilibrio entre lo especiado, lo dulce y lo suave, todo envuelto en una base de caldo que invita a comer sin parar.
Este plato es una auténtica joya del norte de Tailandia, especialmente de Chiang Mai, donde se ha perfeccionado a lo largo de los siglos. Su origen se remonta a la influencia de la cocina china musulmana, lo que le da un toque único que no encontrarás en otras partes del país. Para los más aventureros, el Khao Soi es un imprescindible que no puedes perderte si buscas descubrir los auténticos sabores tailandeses.

Plátano frito: un snack dulce y crujiente
Por suerte, y para equilibrar, en tu viaje también encontrarás propuestas que resultan más familiares. Esta es una de ellas, y también la verás en los puestos de las calles. Si te preguntas cómo hacer plátano frito en versión tailandesa, aquí se usa la fruta madura cortada en rodajas o en trozos. Después, se fríe hasta tener una capa crujiente y dorada. Para terminar, se le añade azúcar. Este sencillo plato es apto para el desayuno o la merienda. O simplemente para echarse algo a la boca mientras se pasea.
Gaeng Keow Wan: el sabor distintivo del curry verde
El Gaeng Keow Wan, o curry verde tailandés, es otra de tantas propuestas de sabor intenso con el que acompañar tus platos. Lleva leche de coco para darle una textura suave y cremosa, y hojas de albahaca tailandesa para dar intensidad.
Pero no acaba con la salsa. Se sirve con carne de pollo o gambas, y se acompaña de arroz jazmín para suavizar el calor del curry. La mezcla es la que tratamos de hacer en países como el nuestro, con un sabor picante inicial que luego se suaviza por la leche de coco.
Satay: brochetas con salsa de cacahuete
El pollo satay es un clásico de la comida callejera tailandesa. Consiste en brochetas de carne, que además de pollo pueden ser de cerdo, y que se marinan en una mezcla de especias para luego asarse a la parrilla. Tienen que alcanzar un punto dorado perfecto. Pero, en realidad, esto no es lo más importante, sino la salsa satay de cacahuete. Es espesa, suave y con un sabor muy agradable. Como en otros platos de la comida tailandesa, esto va de contrastes. Un sabor salado y una textura cremosa que lo convierten en el snack perfecto.
Tampoco tendrás que ir muy lejos para encontrarlo, ya que es otro habitual en restaurantes y en los puestos de comida callejera. Te lo ofrecerán como tentempié rápido o pequeña entrada antes de la comida principal.

Qué comer en los mercados callejeros de Tailandia
Y ya que los hemos mencionado tanto, la comida callejera merece una mención aparte. Estos puestos están a lo largo y ancho del país, en cualquier ciudad y siempre con su festín de sabores, aromas y colores. Uno de los platos más populares son las brochetas de satay que acabamos de ver, pero también los rollitos fritos o spring rolls. Crujientes por fuera y con un relleno jugoso y sabroso. Si no quieres que te quede nada pendiente, prueba también los pancakes tailandeses o roti, que se preparan sobre la marcha y pueden ser tanto dulces como salados.
Ten en cuenta que la comida callejera de Tailandia no es una simple opción gastronómica más. Es una parte esencial de la cultura local. Su población la disfruta como parte de una experiencia, que tú también puedes experimentar. ¡Explora cuándo es el mejor momento para viajar a Tailandia y sumérgete en ella!
Consejos para disfrutar de la comida tailandesa
La comida tailandesa es toda una aventura para los sentidos. Pero hay una serie de indicaciones que es conveniente tener bien presentes. Por favor, haz caso. La primera es comprender que hay diferentes niveles de picantes, y esos niveles no son los nuestros. Aquí les encanta el chile, pero si no compartes esa pasión, asegúrate de dejarlo bien claro. Y si lo es, experimenta gradualmente antes de lanzarte a la intensidad más alta.
Otra indicación es que no te dejes llevar por las apariencias. Cuando se viaja, hay que abrir la mente y estar dispuestos a probar cosas nuevas. Los mercados locales son un excelente sitio para ello, con platos frescos y auténticos. Estos no los encontrarás en los restaurantes turísticos, que mantienen una oferta más internacional.
Y quieres disfrutar de la comida como un local más, pide el té helado clásico tailandes o Thai iced tea. Es una bebida dulce y refrescante, que te vendrá muy bien para contrarrestar el calor del curry y de las especias. Una última indicación es la etiqueta. Aquí se suele comer con cuchara y tenedor. La primera para comer, y el segundo para empujar la comida hacia aquella.

La esencia de Tailandia en cada plato
La cocina tailandesa es un reflejo de la cultura y la diversidad del país. Cada plato combina ingredientes frescos y locales con especias, para dar lugar a una explosión de sabores que sorprenderá a tu paladar. Tailandia sabe cómo armonizar lo dulce, salado, ácido y picante. Pero no es fruto de un día, sino que esta habilidad proviene de su historia de tradiciones muy antiguas. Si has decidido viajar a Tailandia, no pierdas la oportunidad de disfrutar de esta experiencia gastronómica. Para una aventura culinaria y cultural que nunca olvidarás, descubre nuestro viaje organizado a Tailandia. Y en el caso de que prefieras ir en nuestros meses de calor, apuesta por el viaje a Tailandia en verano.