Qué ver en Islandia, un viaje inmersos en la naturaleza

Tierra de fuego y hielo, de auroras boreales, de ballenas, de sol de medianoche. Islandia es un país que ofrece mucho a los numerosos viajeros que lo eligen cada año como destino.

Con toda esta belleza, uno puede preguntarse: ¿qué ver en Islandia? ¿Por dónde empezar a explorar todo lo que el país tiene para ofrecer? ¿Cuáles son las cosas imperdibles? Hoy os ayudamos a tenerlo más claro.

La naturaleza salvaje

Islandia es, sin duda, sinónimo de naturaleza salvaje por sus paisajes, a veces verdes, a veces de hielo y a veces de fuego. No olvidemos que es una isla volcánica, geológicamente muy joven y, por tanto, con una gran variedad de paisajes.

¿De qué estamos hablando? En un mismo día de viaje en Islandia se puede ver una sucesión de playas de arena negra, desiertos volcánicos, pasando por glaciares y montañas con picos blancos. Ah, por supuesto, hay majestuosas cascadas, géiseres que sorprenden cuando uno no se lo espera, lagos que parecen pinturas y aguas termales en las que muchos viajeros encuentran calor en los meses más fríos. Hablamos de una tierra muy rica en contrastes, pero definitivamente viva.

Por eso no nos sorprende descubrir que Julio Verne, para escribir su novela «Viaje al centro de la Tierra», eligió esta isla como punto de partida, precisamente la boca del cráter Snaefell. Y no nos sorprende tampoco saber que esta tierra de hielo y fuego ha sido, a menudo, escenario de numerosas películas y series de televisión, incluidas Game of Thrones, Interstellar, Stardust y Thor.

En resumen, ¡Islandia realmente parece estar en otro planeta!

Pero después de este momento de Superquark, pasamos a ver las cosas verdaderamente imperdibles que ver en Islandia.

La cascada de Gullfoss

Entre los destinos que ver en Islandia no puede faltar Gullfoss. No solo es la cascada más conocida de Islandia, sino una de las más impresionantes y sorprendentes gracias a sus 31 metros de altura. Aquí también el nombre es importante y proviene de varias leyendas: Gullfoss, de hecho, significa «cascada dorada».

Aún hoy no está claro si este nombre se debe a que la cascada tiene un color dorado cuando refleja la luz del atardecer, o si el nombre hace referencia al arcoíris que muchas veces emite.

Pasemos a la parte naturalista: Gullfoss no es en realidad una sola cascada, sino que está compuesta por dos corrientes de agua que tienen un caudal de 109 metros cúbicos. Como podemos imaginar, la primera cascada se ubica en la parte alta, la segunda en la parte baja, para un total de más de 30 metros de altura (y de fuerza de la naturaleza). Esta división de las cascadas en dos partes es típica del paisaje islandés, ya que el territorio es muy variable en cuanto a dureza y la fuerza del agua muchas veces acaba tallando las escaleras.

La cascada Skogafoss

Un estruendo inmenso, millones de salpicaduras y un camino de fácil acceso: estamos hablando de las cascadas de Skógafoss.

Son cascadas en el sur de la isla rodeadas de vegetación. Una de sus peculiaridades es que son de fácil acceso por carretera, tanto que se puede acampar, y hay varios albergues y restaurantes en sus cercanías.

Otra característica importante son las leyendas que giran en torno a este fenómeno de la naturaleza.

Según el folclore islandés, se atribuye a Skogafoss un poder místico: se dice que, cualquiera que se bañe en sus aguas, puede encontrar un objeto perdido y buscado con fervor.

No está mal pasarse por aquí si buscáis ese calcetín perdido o incluso el amor de juventud. Sin embargo, no es solo esta leyenda la que caracteriza las cascadas de Skógafoss: se rumora que en el fondo del lecho de la cascada hay un cofre del tesoro.

Supuestamente pertenece al navegante Thrasi que, tras un largo viaje, decidió desembarcar en la costa sur de la isla y esconder su fortuna. Hasta la fecha, nadie ha querido desafiar el poder de la cascada para encontrarla. Pero, llegando aquí, se entiende que el verdadero tesoro es el espectáculo natural que ofrece Skogafoss.

El lago Mývatn

Después de las cataratas, hablemos de otra cosa muy bonita que ver en Islandia: el lago Mývatn. En realidad, cuando hablamos de esta zona, nos referimos a un área volcánica que cubre casi 37 km cuadrados, lo que la convierte en uno de los lagos más grandes de Islandia.

El área del lago Mývatn, a diferencia de otras en Islandia, no es un lugar de árboles y glaciares, pero los restos de la actividad geotérmica y de la erupción volcánica se siguen encontrando en este sitio.

El lago Mývatn, también conocido como lago Midge, toma su nombre de la gran presencia de insectos que lo habitan. Está lleno de muchos tipos, ya que logran alimentarse de las algas del lago.

Pero no os asustéis: un buen repelente es suficiente y la vista de esta belleza seguramente dará sus frutos. Las aguas del lago Mývatn y las de las marismas que lo rodean son un oasis de verde y azul en medio de los campos de lava: en definitiva, un paisaje único de ver.

Geysir: el primer géiser

Geysir es el géiser más famoso de Islandia. Parece un juego de palabras, pero la similitud se debe a que el fenómeno toma su nombre por este lugar.

Geysir es el géiser más antiguo conocido históricamente, que luego dio nombre a todos los fenómenos de esta categoría y que sin duda hay que ver en Islandia.

En realidad, hay dos géiseres naturales: el Geysir original y el Strokkur, más pequeño, ambos todavía muy activos. El más antiguo está, lamentablemente, limitado en su rango por las piedras que los turistas le han colocado a lo largo de los años. Los dos géiseres se encuentran dentro del área geotérmica de Haukadalur, a unos 150 km al norte de Reikiavik.

El Parque Nacional Thingvellir

El Parque Nacional Thingvellir está entre las cosas que ver y admirar en Islandia por su naturaleza.

Es un lugar decididamente emblemático porque, como veremos en el siguiente párrafo, se unen 2 continentes.

Este parque es una de las paradas más importantes del Círculo Dorado, o esas 3 zonas de Islandia consideradas como imperdibles.

Estos son Gullfoss, Geysir (de los que ya hemos hablado) y precisamente Thingvellir. Uno de los lugares más hermosos, pero también aterradores, para ver en este parque nacional son las fallas causadas por el movimiento de las placas tectónicas. Nunca parecen moverse, pero lo hacen muy rápido: avanzan a un ritmo de 1 cm por año. En este parque es posible notar algo realmente curioso: caminando se puede ver una bandera islandesa en medio de un montón de rocas.

Pero, ¿qué hace exactamente una bandera en medio de la nada? Os sorprenderá descubrir que es el primer parlamento islandés, Lögberg o “la roca de la ley”. Hoy, por supuesto, no queda nada que ver, pero todavía hay una parte real de la historia de Islandia.

En la frontera entre dos continentes: Silfra

¿Nadar entre dos continentes? En Islandia puedes, en Silfra.

La fisura de Silfra es un desfiladero submarino que separa las dos placas tectónicas, la euroasiática y la norteamericana. El agua es fría, pero de un color azul intenso y se caracteriza por una pureza tal que permite, para quienes bucean, una visibilidad extraordinaria de casi cien metros de distancia. En Silfra, que es una zona volcánica muy activa, solo se puede bucear en grupo y con un guía local.

La Laguna Azul

Estamos en una de las atracciones más populares que ver en Islandia. Hablamos de una enorme piscina de agua azul, con vapores muy densos que llegan hasta el cielo.

Es un escenario de cuento de hadas: agua pura en un paisaje caracterizado por musgo y rocas, un verdadero rincón del paraíso. Os revelamos una curiosidad y esperamos no decepcionaros: la Laguna Azul no es una piscina termal natural.

De hecho, fue construida en 1976 para albergar las aguas del área geotérmica. Las aguas termales que alimentan la laguna provienen de una planta geotérmica cercana, una de las muchas que producen electricidad en Islandia.

La temperatura media del agua es de 39 °C durante todo el año, por lo que os recomendamos que vengáis de visita a última hora de la tarde: para poder disfrutar al máximo del sol de medianoche en verano o esperar la aurora boreal en la calidez, en invierno. Se trata, por tanto, de un auténtico balneario abierto todo el año al que se puede acceder con entrada, por lo que os aconsejamos reservar con semanas de antelación para aseguraros un lugar.

Sin embargo, la Laguna Azul no siempre ha sido un destino tan popular. Al contrario, nada más abrirse, no eran muchos los que querían sumergirse en sus aguas. El primero en bañarse fue un joven llamado Valur Margeirsson. El niño sufría de psoriasis y buscaba una solución para aliviar su piel. Tras numerosas solicitudes, el director de la central geotérmica le concedió el permiso y el resultado fue extraordinario. El agua y las algas que contenía ayudaron mucho a la piel del niño, y hoy son muchas las personas que aprovechan las propiedades curativas de la laguna.

En agradecimiento por los beneficios que tenía, Valur llamó al sitio “La Laguna Azul”, o “Bláa Lónid” en islandés, y este nombre se ha mantenido a lo largo de los años.

La laguna glaciar de Jökulsárlón

Situada en el sureste de Islandia, la laguna glaciar de Jökulsárlón es una de las atracciones más bellas y conocidas de Islandia.

Se ha convertido un poco en el símbolo de los viajes islandeses y, dada su belleza, no podemos estar más de acuerdo. El nombre significa literalmente “laguna del río glaciar”, pero basta de definiciones estrictas, dejémonos guiar un poco por las emociones.

Aquí es muy fácil dejarse llevar por una dimensión casi surrealista, tanto que ya no parece estar en la Tierra. Cerca de esta laguna que ya es mágica en sí misma, hay una playa negra llamada «Playa de los Diamantes». Los pedazos de hielo que se encuentran recuerdan a los diamantes que brillan al sol. Diamond Beach es un verdadero paraíso para los entusiastas de la fotografía que pueden deleitarse capturando el contraste de los fragmentos de hielo turquesa.

La playa negra de Reynisfjara

Volvemos a conectar con la playa de los diamantes y hablamos de otra muy especial, un lugar que podríamos definir como misterioso y fascinante: la playa de Reynisfjara.

Como ya hemos visto de otras partes de Islandia, hay historias interesantes sobre el origen del sitio. Se dice que las grandes columnas de basalto eran trolls: pícaros que asaltaban barcos, pero un día la aurora los sorprendió y los transformó en estatuas de piedra. Hoy, folklore o no, es un lugar surrealista y espectacular.

Sin embargo, tened cuidado, pues hay una pequeña trampa aquí. A pesar de sus extraordinarios tesoros naturales, no recomendamos nadar: el agua es muy fría. Además, hay riesgo de algún percance por las olas que se elevan con frecuencia y en tiempos impredecibles.

No os acerquéis demasiado al mar, quedaros en la primera parte de la playa para admirar un paisaje único.

El cráter Kerid

Si hasta ahora os hemos hablado de glaciares y cascadas, vamos a calentar el ambiente hablando de lo imprescindible entre las cosas que ver en Islandia, caracterizada por una belleza “volcánica”. Volcánica no es solo su belleza, sino también su origen: estamos hablando del volcán Kerid, en cuyo interior hay un lago de 3000 años de antigüedad.

Es la estrella indiscutible del verano en Islandia: debido a su forma de anfiteatro, el lago Kerid se utiliza para eventos culturales que tienen lugar en barcazas flotantes, mientras el público se sienta en las laderas. En invierno, sin embargo, el lago se presta para ser una hermosa pista de patinaje entre las más populares de todo el país, tanto que fue escenario de una de las batallas de Star Wars. No se puede negar que aquí la fuerza fluye poderosamente.

Westfjords

Si en vuestro viaje a Islandia buscáis paz y tranquilidad, y queréis visitar un lugar menos convencional que los demás, os recomendamos ir a Westfjords. En esta región hay muchas bellezas naturales, así como los pueblos a lo largo de los fiordos.

Si estáis por estas zonas, es el lugar perfecto para disfrutar con tranquilidad del sol de medianoche. Y para los más apasionados por los animales y la naturaleza, se puede hacer avistamiento de aves. En esta región hay 3 acantilados muy altos, poblados por pájaros de diferentes variedades y colores: se estima que casi dos millones de parejas de pájaros al año ponen el nido aquí.

Senderismo en el valle de Thorsmork

Hemos hablado de Juego de Tronos, Star Wars… llega el momento de Avengers con el bosque de Thor, o Thorsmork. Ubicado a unos 150 km en línea recta de Reykjavik, es un valle de belleza única, que se eleva entre los glaciares Mýrdalsjökul y Eyjafjallajökull.

La principal actividad que se realiza en esta tierra es el trekking con recorridos que varían desde unas horas hasta unos días. Una de las rutas que te recomendamos hacer es, sin duda, “la ruta de las termas”.

En Thorsmork se puede observar y entender mucho del territorio islandés, ya que se encuentran todos tipo de tierras que caracterizan a la isla. Los evocadores paisajes volcánicos, las rocas amarillas y marrones, los glaciares, los desiertos de ceniza, los campos de lava y hasta árboles torcidos.

Trekking a Landmannalaugar

Otro maravilloso lugar para hacer senderismo es Landmannalaugar, en las Tierras Altas de Islandia.Es una región aislada con colores tan intensos que nos recuerdan un poco a los de las montañas arcoíris del Perú.

No recomendamos estas rutas en invierno porque el hielo y la nieve las cubren por completo. En cambio, en verano podéis ser testigos de la belleza de un paisaje espectacular, con montañas de colores y pozas geotérmicas. En un día de trekking podéis disfrutar de paisajes volcánicos, pero también de relajantes baños en las piscinas geotérmicas.

Reikiavik: la capital de Islandia

Llegamos a Reikiavik, la capital y ciudad más grande de todo el país.

Para visitarla, os recomendamos realizar recorridos a pie. Los guías son muy amables y están bien informados: son una excelente manera de aprender más sobre la cultura islandesa, las atracciones y la historia vikinga del país. Una actividad muy folclórica para hacer es darse un chapuzón en las piscinas públicas y disfrutar de un momento de paz en los jacuzzis al aire libre.

Os sorprenderá descubrir que son muy populares, incluso cuando la temperatura cae muy por debajo del punto de congelación. Además, si estáis durante el fin de semana, no os podéis perder el mercadillo “Kolaportid”. Aunque sintáis mucha vergüenza, tenéis que comprar los tradicionales suéteres tejidos a mano (lopapeysa). ¡Ir a casa sin uno de ellos no es una opción!

Aquí van algunos imperdibles en Reikiavik:

• Hallgrimskirkja: una iglesia icónica que domina el paisaje de Reikiavik con su arquitectura única, inspirada en las columnas de basalto islandesas. Subiendo al campanario podrás disfrutar de una impresionante vista panorámica de la ciudad.
• Perlan: un museo que cubre todos los aspectos de la geología y la flora islandesa a través de tecnologías virtuales avanzadas, ubicado en una colina que también ofrece una de las mejores vistas que ver en Reikiavik.
• Sun Voyager (Sólfar): escultura simbólica con forma de barco vikingo que representa la esperanza, el progreso y la libertad. Situado en primera línea de mar, es uno de los puntos más fotografiados de la ciudad.
• Sala de conciertos y centro de conferencias Harpa Reikiavik: una impresionante estructura de vidrio ubicada en el puerto, conocida por su impresionante arquitectura y como un vibrante centro cultural que alberga conciertos, espectáculos y eventos.
• The Settlement Exhibition: un museo que rodea una auténtica excavación arqueológica vikinga y que ofrece información sobre la historia y la cultura de los primeros habitantes de Islandia.
• Carretera de circunvalación (carretera 1): aunque no está exactamente en Reikiavik, la carretera de circunvalación rodea Islandia y muestra el paisaje geológico increíblemente diverso del país. Perfecto para una aventura en carretera que revela la belleza salvaje de Islandia.
• Museo al aire libre de Arbaer: un museo al aire libre que presenta edificios históricos trasladados desde Reikiavik y que ofrece una visión de la vida islandesa tal como era antes con casas tradicionales y demostraciones de artesanías antiguas.
• Laugavegur: la calle principal de Reikiavik, conocida por sus tiendas, restaurantes y bares. Es el corazón palpitante de la vida urbana y un gran lugar para empaparse de la atmósfera única de la capital islandesa.
• Aurora Reikiavik: un museo dedicado a la mágica aurora boreal, donde los visitantes pueden aprender todo sobre el fenómeno a través de exhibiciones e imágenes. También ofrece visitas guiadas para observar las auroras en vivo.
• Laugardalslaug: el complejo deportivo y de spa más grande de Islandia, con piscinas de agua fría y caliente. Un lugar perfecto para relajarse como lo hacen los lugareños, sumergidos en las cálidas aguas geotermales.

Ciudades de Islandia, las más pequeñas que visitar

Otra ciudad que os recomendamos es Akureyri. Tiene muchos museos, tantos que puede considerarse, en cierto sentido, la segunda capital cultural del país. El destino más interesante para ver es el Jardín Botánico.

Contiene todas las plantas que viven en Islandia y siempre logra florecer debido a la ausencia de hielo en este pueblo. Entre las ciudades que ver, no puede faltar Húsavík, porque todo indica que este fue el primer asentamiento humano en Islandia. Cuenta la leyenda que un vikingo dejó aquí a un hombre y dos esclavos, que luego se entregarían para sobrevivir a la agricultura y construir una de las primeras granjas.

Actualmente, es una de las principales urbes turísticas de Islandia y es un gran lugar para avistar ballenas. La observación de estos cetáceos es una de las actividades más populares en Islandia. Si uno de vuestros sueños es encontrar a Moby Dick o mirar a la gran orca marina, el depredador por excelencia de los océanos, este pueblo es un buen punto de partida.

Seyðisfjörður: el pueblo más bonito del país

Al hablar de las ciudades no podíamos dejar de mencionar a Seyðisfjörður, uno de los lugares más pintorescos de todo el país y considerado como el pueblo más bonito de Islandia.

Esta pequeña población parece salida de un cuento de hadas nórdico, con sus coloridas casas de madera, una encantadora iglesia en el centro y galerías de arte que animan la calle. ¿Otra pequeña curiosidad sobre Seyðisfjörður? Hasta la fecha, el único ferry entre Islandia y Europa continental atraca aquí. Por lo tanto, ¡la importancia de un lugar nunca debe juzgarse sólo por su tamaño!

La aurora boreal

Llegamos al tema que todo el mundo está esperando cuando se trata de Islandia: la aurora boreal.

Empecemos con una noticia importante: la aurora boreal en Islandia es un fenómeno que ocurre durante todo el año. Pero os recomendamos el período comprendido entre finales de agosto y finales de marzo. En este lapso, el cielo suele estar despejado, lo que brinda la oportunidad de detectar la aurora. Sin embargo, debemos haceros una premisa muy importante: la mayor probabilidad de poder ver la aurora boreal es durante el periodo de máximo solar, que no se producirá hasta 2024.

Aurora boreal en Islandia: los mejores lugares donde verla

Hemos entendido el momento, ahora hablemos de los mejores lugares donde podéis ver la aurora boreal. Seguro que la primera es la capital Reikiavik.

Desde aquí es muy fácil llegar al Parque Nacional Thingvellir, que es un lugar excelente para ver la aurora. Además, desde la capital podéis desplazaros en pocas horas en coche hasta Snæfellsnes, una península muy salvaje donde no encontraréis contaminación lumínica.

Otro punto que os aconsejamos marcar es Höfn. Ubicado cerca de la laguna glaciar de Jökulsárlón –de la que hablábamos hace unos párrafos–, es uno de los lugares más clásicos para fotografiar este hermoso fenómeno natural. Por último, otro spot para admirarlo de forma clara y hasta particular es Hella: se puede disfrutar de la vista desde los jacuzzis al aire libre.

Qué comer en Islandia

Cascadas, maravillas de la naturaleza, auroras boreales: entendemos qué ver y todo es muy bonito, pero ¿qué comer en Islandia? Si habéis llegado hasta esta línea, habréis entendido que Islandia es una tierra extrema. Sus platos típicos reproducen esta característica de las más diversas maneras. Obviamente, se trata principalmente de pescado, y si algunos platos son realmente buenos, uno es famoso porque desafía el paladar de los más atrevidos. Entenderéis a qué nos referimos con el primer elemento de nuestra lista de platos típicos islandeses:

• Hákarl: uno de los alimentos más extraños para degustar. Es un tiburón que, después de dejarlo pudrir durante semanas para eliminar el amoníaco venenoso que lo caracteriza, se desmenuza y generalmente se come a bocados. Os dejamos este vídeo de National Geographic donde Gordon Ramsey intenta comérselo.
• Sopa de langosta: una de las comidas más típicas del país, generalmente acompañada de pan de centeno.
• Bacalao: es una de las especies más pescadas en Islandia, tanto que se exporta a todo el mundo. Prepararos para degustarlo elaborado con mantequilla, súper salado o en versión seca para disfrutarlo como snack.
• Hjónabandssaela: pasemos al postre con este hojaldre con mermelada de ruibarbo.
• Skyr: quizás uno de los gustos más cercanos a los nuestros. Se confunde erróneamente con el yogur, aunque la verdad es que nació como queso crema.
• Brennivin: para un brindis final, esta orujo local no puede faltar.

Mejor época para viajar a Islandia

Principalmente hemos hablado de qué ver en Islandia, pero ¿cuándo es recomendable ir? Responder a esta pregunta es realmente difícil porque la naturaleza y la vida silvestre de Islandia son muy diversas y el clima es impredecible.

Es un país que merece la pena ser visitado tanto en verano como en invierno, valorando las actividades que queréis realizar: cada estación tiene las suyas. Si os gustan los roadtrips y las aventuras al aire libre, os recomendamos que vengáis en verano, entre junio y agosto. Se pueden hacer muchas caminatas y los senderos, en su mayoría, están cerrados durante el invierno. Pero en estos 3 meses estivales podéis disfrutar de una mayor tranquilidad.

Si por el contrario buscáis la aurora boreal u os apetece esquiar, seguro que el periodo entre octubre y abril es perfecto. También hay otras actividades de invierno, como caminatas con raquetas de nieve y visitas a cuevas de hielo. Como las temperaturas descienden significativamente en Islandia durante este período, también se recomiendan los balnearios naturales para calentarse un poco. Además, el motivo principal, como decíamos, es la aurora: dado que hay relativamente pocas horas de luz durante el día, es más fácil detectarla durante las largas noches islandesas.

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