Llegar a Noruega es experimentar a la naturaleza en su enésimo grado. Aquí, el espectáculo del magnífico norte se despliega ante los ojos para quedar grabado indeleblemente en la memoria. El Círculo Polar Ártico está muy cerca y las Islas Svalbard son su manifestación más brillante. En esta parte del mundo, la naturaleza salvaje vive en estrecho contacto con los centros urbanos, pero no parece perturbarse por ello. En esta región, el planeta ofrece increíbles espectáculos como la aurora boreal, que podréis admirar con los ojos muy abiertos en la capital ártica de Tromsø . ¿Qué ver en Noruega? Como habrás entendido, esta guía será bastante densa, y la lista de atracciones larga y articulada.
Un consejo es programar un itinerario realista, sobre todo con base en los días que tengáis disponibles. Por ejemplo, si realizáis un recorrido de 7 días por Noruega, concentraos en una región y no olvidéis visitar Oslo. Os gustará tanto lo que veáis que no será una carga volver una segunda vez para terminar de descubrir todas las demás maravillas que ofrece. Así que, dejemos atrás esta introducción (perfecta para entrar en el estado de ánimo adecuado) y pasemos a la sustancia con las cosas que ver en Noruega. Después de leer, tendréis toda la información necesaria para planificar vuestras vacaciones en uno de los lugares más bellos y fascinantes de la tierra. ¿Estáis listos para ir?
Oslo
Visitad Oslo al principio o tal vez como la última parada de vuestro itinerario de cosas que ver en Noruega, ¡pero no la saltéis! Porque os dará una idea de cómo se vive en este país y, sobre todo, cómo la naturaleza y la civilización pueden convivir en armonía. De hecho, la capital está encajada en el fiordo homónimo y rodeada por montañas. Daros el gusto de ir de isla en isla (es decir, llegar de una isla a otra) y de experimentar la emoción de sumergirse en un fiordo o visitar museos y descubrir la maravillosa arquitectura oslense. Comencemos aquí mismo con las etapas esenciales.
- Catedral de Oslo: la Iglesia de Nuestro Salvador domina el horizonte con sus torres, pero es en el interior donde se hace la magia con las increíbles vidrieras de Emanuel Vigeland.
- Palacio Real: parada imprescindible pues es donde reside la familia real. Y si visitáis algunas de las 173 estancias del palacio, no os perdáis los jardines que lo rodean (Slottsparken), abiertos de mayo a octubre.
- Fortaleza de Akershus: símbolo de la capital y donde comienza todos los días a las 13:10 h la marcha del cambio de guardia, que luego finaliza justo en el citado Palacio Real.
- Teatro de Ópera y Ballet: una maravillosa estructura arquitectónica híper moderna, con vistas directas al fiordo de Oslo. Admiradlo desde el exterior o haced una visita guiada por su interior.
Si visitáis Oslo en época de frío y en algún momento querréis resguardaos en un sitio cálido, uno de sus múltiples museos os recibirá de la mejor manera. No es fácil elegir, porque la oferta museística es amplia y variada. Comenzad con la Galería Nacional, que tiene la colección de arte más rica del país: obviamente, un amplio espacio está dedicado a Münch, pero para ver «El Grito» tendréis que ir a otro lado. De hecho, un espacio entero está dedicado al gran orgullo nacional: el Museo Münch, con la pintura más famosa del pintor y donde la podréis admirar en tres versiones diferentes. Si, por el contrario, os interesa la exploración polar, el Museo Fram es perfecto, para después acabar el día en el Museo de Barcos Vikingos. En definitiva, ¡un viaje a Oslo no puede faltar en la lista de cosas que ver en Noruega!
Escapadas en la naturaleza
Entre las experiencias para vivir en la naturaleza no puede faltar un mini crucero por el Oslofjord, uno de los fiordos más largos de toda Noruega. Alternativamente, utilizando varios ferries, podréis ir de isla en isla para disfrutar de las vistas locales: desde Hovedøya hasta Langøyene, hogar de la playa más grande del fiordo, donde no hay escasez de cosas para hacer. ¿Un ejemplo? El paseo marítimo de Drøbak con pintorescas casas de madera, famosas en todo el mundo.
Si queréis combinar arte y naturaleza, haced una escapada al Parque Vigeland, con más de 200 esculturas en bronce, granito y hierro del artista Gustav Vigeland, un orgullo nacional junto a Münch. ¿Seréis capaces de recorrer las 320 hectáreas sobre las que se extiende el parque?
Los fiordos noruegos
¡Qué ver en Noruega sino los fiordos! Este orgullo nacional es visitado por miles de turistas cada año, quienes regresan a casa con el corazón lleno de asombro. Sin las bromas iniciales, es necesaria una pequeña introducción para aquellos que no saben de lo que estoy hablando. Érase una vez los glaciares, con sus enormes lenguas de hielo que lamían la tierra y las montañas por cientos de kilómetros. Ya que el hielo desapareció, el mar avanzó con fuerza, inundando los valles glaciares. Y todo lo demás es historia, o más bien, un espectáculo para admirar con vuestros propios ojos.
Por supuesto, visitar los fiordos noruegos requiere algo de planificación, ya que hay más de mil en el país. ¿Dónde empezar? Comencemos, en primer lugar, con la mejor manera de admirarlos. Si queréis verlos desde las alturas, tenéis que confiar en vuestras piernas y dedicar unas horas a un intenso trekking en medio del bosque. Pero si queréis vivirlos desde dentro, las lanchas y botes eléctricos son la mejor forma. Disfrutad de su belleza, porque llegaréis a la cabecera del fiordo, donde sentiréis que estáis tocando sus altas paredes rocosas bañadas por el mar. ¿Qué pasa con la propuesta “Crucero por los fiordos noruegos”? Es una solución cómoda, pero quizás un poco impersonal y turística. Os recomendamos botes y balsas simples y, si os veis con ganas y la temporada lo permite, ¡el kayak !
Geiranger y el fiordo más famoso de Noruega
Ok, ahora respondo a la pregunta del millón: ¿qué fiordos visitar en Noruega? Comencemos con el más famoso, nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Obviamente estamos hablando de Geirangerfjord, en la ciudad que le da su nombre (¿o tal vez es al revés?), Geiranger.
Aquí abundan los paisajes de postal: no es casualidad que la zona que rodea el fiordo de Geiranger esté considerada entre las más espectaculares del mundo. Con 260 metros de profundidad y rodeado de montañas que alcanzan los 1.700 metros, los protagonistas de la zona son los picos nevados y las salvajes cascadas, con su neblina de agua flotando sobre las rocas que sobresalen. En Geirangerfjord, las experiencias en la naturaleza son muchas y aptas para todos: si os apetece, tomad el sendero Fosseråsa para caminar detrás de la cascada Storsæter, o subiros a las vías férreas con un altísimo grado de adrenalina. Pero, si buscáis diversión, probad con la tirolina o haced barranquismo. O si preferís actividades más tranquilas, el kayak no os defraudará. Y mientras estéis en la zona, visitad Geiranger.
Los Fiordos del Oeste más bonitos
Continuamos hacia la parte occidental de Noruega para conocer Sognefjord, el fiordo más largo y profundo del país: se extiende a lo largo de 204 km desde la costa norte de Bergen hacia el interior. El paisaje que ofrece es tan espectacular que ha sido incluido entre los lugares que son Patrimonio de la Unesco. Con barco eléctrico o bote, recorredlo todo para descubrir los maravillosos pueblos que se asoman a sus aguas.
Caminad hacia el interior: si llegáis hasta el valle de Utladalen, una caminata os permitirá admirar Vettisfossen, la cascada de caída libre más alta de Europa. Es una postal increíble y, en nuestra opinión, una visita obligada entre las cosas que ver en Noruega.
Y ya que estamos hablando de espectáculos de la naturaleza, mencionemos otro hermoso fiordo que podréis visitar partiendo de Bergen. Se trata del Hardangerfjord, ubicado un poco más al sur. Éste es más famoso por Trolltunga (que literalmente significa «Lengua de Trolls»). Lo anticipamos, no es un lugar ideal para los más impresionables. Es un delgado espolón de roca que sobresale en el vacío de 1.100 metros sobre el lago Ringedalsvatnet. No es un viaje apto para todos: su desnivel de 800 metros y la caminata necesaria de 27 km (10-12 horas a pie) desalientan a la mayoría. Pero aquellos que lleguen a la cima serán recompensados por la belleza imponente del lugar. Evidentemente, esta es una ruta que es preferible hacer con un guía durante la temporada estival.
Lysefjord y el Preikestolen
Entre los fiordos al sur de Bergen debemos mencionar Lysefjord, de fácil acceso desde la ciudad de Stavanger. Es muy famoso por la presencia del Púlpito o Preikestolen, en noruego: es una formación rocosa muy particular que se eleva a una altura de 604 metros desde el fiordo de abajo. Su panorama es realmente espectacular y da un poco de miedo, ¡especialmente para los que sufren de vértigo! Para llegar a este maravilloso mirador tendréis que caminar, pero seguro que no estaréis solos… ¡el camino que recorreréis es uno de los más famosos de Noruega! En cuanto a Stavanger, es una ciudad industrial ( hay una compañía petrolera) pero aun así ofrece muchas alegrías. Sobre todo si visitáis el centro histórico, donde os esperan algunos de los edificios de madera más bonitos y mejor conservados de Noruega.
Para conocer los 5 mejores fiordos noruegos leed nuestro artículo.
Bergen
Lo acabamos de mencionar, así que no podemos dejar de incluirlo en nuestro itinerario. En Bergen,¿qué ver además de los fiordos? Hemos llegado a la antigua capital noruega, ahora la segunda ciudad más importante del país. Con solo caminar por sus calles y veredas os pondrá de buen humor. Cerca del agua encontraréis las típicas casas de madera de colores con el icónico techo puntiagudo.
Imprescindible la visita a Bryggen, el barrio medieval de Bergen, perfecto para rememorar la historia antigua de Noruega y perderse por sus callejuelas empedradas. Otro sitio de interés es la Fortaleza de Bergen, que también incluye el Castillo Real. Y después de un merecido descanso en el mercado de pescado, id a bordo del funicular para disfrutar de la panorámica de los tejados de la ciudad. Entre las cosas que ver en Bergen (si os gusta el arte y el diseño) también está el KODE, un enorme museo que se extiende sobre 7 edificios.
Tromsø y el Cabo Norte
¡Bienvenidos a la parte norte del país! Entre las cosas que ver en Noruega, ciertamente hay que incluir el hacer un paseo por aquí, especialmente si estáis interesados en sumergiros en los fenómenos que no podréis ver fácilmente en otros lugares. El punto de partida es Tromsø, también llamada la capital del Ártico donde, en épocas pasadas, partían las expediciones al Polo Norte y el inicio del recorrido si queréis cazar la aurora boreal en Noruega. ¿Cuándo verla? Sencillo: entre finales de septiembre y finales de marzo, el periodo en el que es más probable (aunque no garantizado) que este increíble espectáculo natural aparezca ante vuestros ojos.
Y mientras estéis en Tromsø, aprovechad las otras atracciones de la zona. Visitad la Catedral del Ártico o subid al Monte Storsteinen, un gran punto panorámico al que se puede llegar a pie o en teleférico.
Y si Tromsø es el comienzo del viaje para ver la aurora boreal en Noruega, el Cabo Norte es el punto final. Además de disfrutar de este espectáculo natural, llegaréis al punto más septentrional de Europa, situado en la isla de Magerøya. En un acantilado sobre el Océano Ártico hay un globo de hierro, símbolo de la zona, que hace de antesala del centro de visitantes con exposiciones y espectáculos temáticos. ¿Y qué hay de los alrededores? Evidentemente, son una maravilla y podréis explorarlos libremente, quizás con raquetas de nieve en los pies, en busca de una espléndida aurora boreal.
Islas Svalbard
Y si lo que buscáis es naturaleza salvaje, tenéis que ir a las Islas Svalbard. Entre las cosas que ver en Noruega, aquí encontraréis el clásico paisaje documental rodado en el hielo del Ártico, y esto le da muchos puntos. ¡Abrigaos bien, que aquí el frío pica! Estaréis en medio del Mar Glacial, así como en el punto habitado más al norte de Europa. Para llegar a Svalbard, si no vais a hacer un crucero, necesariamente tendréis que utilizar el avión, con salidas desde Oslo y Tromsø.
Si visitáis Svalbard en verano, experimentaréis el espectáculo del sol de medianoche. Pero si vuestra meta es ver la aurora boreal más hermosa de vuestras vidas, tendréis que vestiros adecuadamente e ir en invierno. Entre otras cosas que hacer, también hay «safaris» polares para avistar ballenas y osos, con los icebergs muy cerca.
Encontraréis algunos centros urbanos, ¡pero en total tienen solo unos 3.000 habitantes! Longyearbyen es el principal, tan diminuto como espléndido y colorido, y con muchas cosas que hacer, incluidas delicias locales y actividades culturales. Por ejemplo, en pleno invierno, el primer fin de semana de febrero, cuando el sol comienza a reaparecer en el horizonte, la ciudad cobra vida con PolarJazz, un festival de música verdaderamente único en el mundo, ¡especialmente por su ubicación!
Svolvær y las Islas Lofoten
Continuamos la lista de cosas que ver en Noruega pasando de isla en isla hasta llegar al archipiélago de Lofoten, a 200 km sobre el Círculo Polar Ártico. Sacad el móvil, si el frío os lo permite –aunque es menos duro de lo que pensáis– porque el paisaje es espectacular. Acantilados con vistas al mar y fiordos (obviamente) son el telón de fondo de preciosos pueblos pesqueros con casas de colores. Las islas están conectadas por puentes y caminos panorámicos, por lo que moverse no será un problema.
Entre las ciudades a visitar os recomiendo Svolvær, la Ciudad del bacalao, para poder degustar de dicho pez en alguno de los muchos Rorbu, los típicos palafitos que usaban los pescadores noruegos. La mayoría, hoy en día, han sido restaurados y convertidos para acomodar a turistas y visitantes.
Ya que hablamos de comida, respondemos a una pregunta que seguro os estaréis haciendo: ¿qué comer en Noruega? Pues entre los platos típicos hay pescado, pescado y más pescado! En serio, desde el salmón (fresco, ahumado o marinado), el arenque, hasta el bacalao. Para variar, probad Gamalost, un queso típico de la zona, y Kraftkar, que es muy similar al gorgonzola. Aparte de los platos típicos, hay buenas noticias en el horizonte, al menos para algunos. Los veganos y los vegetarianos no tendrán problemas para alimentarse: Noruega se está abriendo cada vez más a opciones basadas en plantas. ¡Viva!
Trondheim
Ya que hemos hablado de comida y de qué comer en Noruega, nos parece acertado presentaros Trondheim, ciudad universitaria que alberga numerosos restaurantes con estrellas, y por ello lleva el título de “patria del gusto nórdico”. El centro histórico es muy bonito y característico, el ambiente es distendido y no podréis dejar de enamoraros del paisaje de postal que aparecerá ante vuestros ojos. Trondheim tiene dos edificios que batieron récords: la catedral gótica más septentrional de Europa y el Stiftsgården, el palacio de madera más grande de toda Escandinavia, construido en el siglo XVIII.
Y si estáis buscando otras cosas que ver y hacer en Noruega y deseáis profundizar en el aspecto más gourmet de las vacaciones, os sugerimos que emprendáis la Ruta Dorada, que se desarrolla a unas dos horas en automóvil desde Trondheim. A lo largo de esta ruta se suceden una serie de destinos y pequeños establecimientos gastronómicos que fascinarán a vuestro paladar: desde el brandy hasta el queso, habrá mucho entre qué elegir.
Kristiansand
Terminamos nuestro itinerario en Noruega dirigiéndonos hacia el sur, en uno de los lugares favoritos de los habitantes locales en verano. ¡Bienvenidos a Kristiansand! Aquí, las horas de sol son más largas, sobre todo en comparación con otras ciudades del país, y por eso durante la temporada de verano se llena de gente. La ciudad es muy agradable tanto para ver como para experimentar: desde la catedral de estilo gótico hasta el Teatro Kilnden. Y si queréis, también podréis visitar las otras ciudades ubicadas en la costa más al sur del país. El punto más sureño, por ejemplo, es el faro de Lindesnes, un pueblo donde, entre otras cosas, se encuentran el restaurante submarino más grande del mundo, ¡el Under!
Mejor época para viajar a Noruega
Ahora, ya sabéis qué visitar en Noruega y probablemente os estéis preguntando cuándo ir. El momento perfecto para ir a Noruega… ¡No existe! Todo depende de lo que queráis hacer y ver. Si os da miedo el frío, no os apetece visitar los fiordos noruegos en invierno, queréis dar paseos y hacer senderismo en la naturaleza sin sufrir demasiado, el período más adecuado es el verano. Es cuando el sol estará alto en el cielo, la nieve será un recuerdo, el calor garantizado y los bosques estarán rodeados por el agua de los fiordos. Y si queréis ver la aurora boreal, llevad ropa térmica en la maleta e id en los meses de invierno, también buenos para explorar los fiordos nevados.
La magia de la aurora boreal con WeRoad
¿Os hemos convencido? ¿Os atrevéis a visitar los fiordos en invierno e ir en busca del espectáculo natural más hermoso de todos los tiempos? ¡Entonces solo tenéis que salir con WeRoad y aprovechar el itinerario “Lofoten: persiguiendo la aurora boreal”! ¡Os deseamos un buen viaje!