La magia del Taj Mahal, los ritos sagrados del río Ganges y el misterioso desierto de Thar. Visitar India es como viajar en el tiempo, en una tierra suspendida entre un pasado místico y un futuro importante. Cuando nos preguntamos qué ver en India, debemos ser conscientes de que es una nación inmensa, con más de 1 billón de habitantes y decenas de miles de tradiciones, historias y leyendas que merecen ser conocidas.
Las numerosas dominaciones del pasado han dado a la India un carácter multiétnico y cambiante que se mantiene fiel a sí misma. Las distintas ciudades tienen características que recuerdan los pasos de los musulmanes, los ingleses y los portugueses, convirtiéndose en una especie de museo al aire libre de estilos arquitectónicos y de arte, así como de religiones.
Dejaros llevar por el encanto de la India y preparaos para un viaje que pondrá a prueba vuestro espíritu de adaptación (siempre en total seguridad). Hoteles de lujo, mar, montañas, barrios marginales, desiertos y cultivos de té: ¡descubrid con nosotros las 11 cosas que ver en la India!
El Taj Mahal, una de las 7 maravillas del mundo
¿Qué es lo primero que os viene a la mente cuando pensáis en India? El Taj Mahal, exactamente (ya hablamos de él en nuestro artículo sobre las 7 Maravillas del Mundo Moderno). No se puede decir que se ha visitado bien la India sin ver este glorioso edificio.
El conjunto arquitectónico, terminado en 1654 a instancias del emperador Shah Jahan como muestra de amor eterno en memoria de su esposa, consta de 5 elementos principales: la puerta, el jardín, la mezquita, la «casa de huéspedes» y el mausoleo o la tumba del emperador. La altura del Taj Mahal es una de sus características más sorprendentes: ¡la cúpula central del mausoleo alcanza los 73 metros de altura!
Todo el complejo está cubierto de piedra arenisca roja, mientras que el corazón del Taj Mahal, o el mausoleo, es la única parte completamente cubierta con mármol precioso. Esto quiere decir que en cada momento del día toma un color diferente: con el sol abrasador es de color blanco brillante, al amanecer es rosa y al atardecer se vuelve rojo. Otra característica del Taj Mahal es la geometría replicante que crea una simetría excepcional. Por ejemplo, cada cara del edificio tiene un patrón muy específico, que se repite para los 4 lados: un nicho con un pináculo octogonal en el costado y un minarete.
El interior del Taj Mahal
El interior del Taj Mahal está por descubrir y lo fascinante es que, como las fotos están prohibidas, hay muy pocas imágenes de cómo está decorado. La sala principal está en el centro de la planta del edificio y alberga los cenotafios del emperador y su esposa. Alrededor hay salas octogonales colocadas en las esquinas y todo lo cubre una maravillosa cúpula de mármol. En general, los interiores del Taj Mahal están todos por explorarse y os dejarán sin aliento.
El jardín del Taj Mahal
No olvidaréis fácilmente el espectáculo que verás al llegar al jardín del Taj Mahal. Su canal de agua que desde lejos refleja toda la fachada de la edificación y que está rodeado de macizos de flores y avenidas arboladas ¡crea una imagen de espejo verdaderamente única! El jardín tiene forma simétrica gracias a la intersección de dos canales que lo dividen en 4 cuadrados idénticos que, a su vez, se vuelven a dividir geométricamente en 4 por los caminos elevados pavimentados en piedra. El simbolismo del número 4 es muy importante porque recuerda los ríos del paraíso islámico.
El Tal Mahal negro
El Taj Mahal está en la lista de visitas obligadas en la India, pero ¿y si os dijéramos que el emperador Shah quería construir otro? Su proyecto, que nunca se completó, consistía en tener una imagen especular del Taj Mahal tallada en mármol negro. Esto más tarde se convertiría en su lugar de entierro. El destino decidió por él pues, tras ser derrocado por uno de los hijos de su amada esposa, el proyecto fue abandonado. Una pena, ¡pero todavía hay tantas cosas que ver en la India!
Agra: qué ver en la ciudad del Taj Mahal
Ya hemos hablado del Taj Mahal, que domina la escena y convierte a Agra en una de las cosas que ver en India. Sin embargo, esta ciudad tiene mucho más para a sus visitantes. Ubicada a pocos kilómetros de Nueva Delhi, es una urbe muy rica y animada. Disfrutad de un paseo por las calles y descubrid la vida nocturna de este sitio. Hay muchos clubs y discotecas que se concentran en el centro, donde se organizan veladas de karaoke o casino. En la ciudad hay otros mausoleos de extraordinaria belleza y también numerosos museos. Por ejemplo, en el Museo Taj podéis admirar cerámicas y joyas típicas de la tradición india. Y en el Museo Espiritual, profundizaréis en la historia de las religiones islámica e hindú.
El fuerte de Agra
El Fuerte de Agra es casi tan impresionante como el Taj Mahal. Pero esta fortaleza reemplaza la poesía y el romance con el encanto de las estructuras militares históricas. También Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es una construcción semicircular de 380.000 metros cuadrados, caracterizada por su color rojo. Esto se debe a la piedra arenisca roja con la que está construida, lo que le da un aspecto extraordinario. No os perdáis las dos puertas de acceso: la puerta de Delhi y la puerta de Lahore (también conocida como Puerta Amar Singh). La puerta de Delhi se considera la más hermosa y también la más importante del fuerte. Construido en 1568, fue la entrada formal del emperador.
Las Islas Andaman y Nicobar
Dos archipiélagos llenos de encanto y compuestos en conjunto por más de 550 islas e islotes. Damas y caballeros, aquí están las Islas Andaman y Nicobar. Estas islas salvajes son, en realidad, los picos de una cadena montañosa sumergida que se extiende desde Myanmar hasta Sumatra, Indonesia, y está ubicada en la Bahía de Bengala.
Aunque las islas son muchas, no todas son accesibles para los turistas extranjeros, e incluso algunas están fuera del alcance de los propios ciudadanos indios. De hecho, todavía viven comunidades indígenas en las islas Nicobar, y en particular dos tribus, los jarawa y los sentineleses, que deben ser protegidos del contacto con el mundo exterior para preservar sus tradiciones y su estilo de vida ancestral.
Entre todas las Islas Andamán, solo una docena de ellas pueden ser alcanzadas por turistas. De hecho, una de las excursiones sale de la capital, Port Blair. Esta ciudad es muy animada y tiene el Parque Marino Gandhi y la antigua prisión, ahora convertida en museo, Kala Pani. Entre las diversas islas y playas a las que se puede llegar, podéis regalaros un día en Neil, una isla muy pequeña, pero un verdadero paraíso tropical con una hermosa vegetación y un arrecife de coral. O disfrutar de un día soleado en la playa de Kalipur, un lugar de anidación para las tortugas terrestres. Esta playa, por cierto, es la única del mundo donde viven hasta 4 especies diferentes de tortugas.
Pero, ¿cuándo ir a las Islas Andamán? Durante todo el año, las temperaturas oscilan entre los 25° y los 33° y lo mismo ocurre con la temperatura del mar. La mejor época para evitar las abundantes lluvias estivales es entre enero y junio, mientras que agosto no es recomendable. Aquí solo necesitaréis un traje de baño y un sombrero para protegeros del sol abrasador para disfrutar del espectáculo de la naturaleza.
La ciudad de Varanasi y el río Ganges
Entre las muchas cosas que ver en la India, la ciudad de Varanasi y el río Ganges que la atraviesa son de las más icónicas. Otro nombre de Varanasi es Benares o Banaras. Éste deriva de los dos afluentes del Ganges que determinan los límites de la ciudad: el Varuna y el Asi.
Esta ciudad es una de las más antiguas del mundo, ya que lleva habitada unos 3.500 años, y es uno de los lugares sagrados más importantes de la India. De hecho, todos los fieles vienen aquí al menos una vez en la vida para sumergirse en las aguas sacras del Ganges desde 4 puntos diferentes. El mejor momento para ser espectador de este ritual es al amanecer, cuando los turistas aún no han llenado las calles. En Varanasi también hay cremaciones de cuerpos a lo largo de los ghats, es decir, las escaleras y plazas que dan al río. Este ritual permite a los fieles difuntos escapar del ciclo de las reencarnaciones y acceder directamente al paraíso de Shiva. Es por eso que los hindúes vienen a morir a Varanasi desde hace siglos, especialmente los ancianos.
Después de caminar junto al río y sus 88 ghats, podéis visitar muchos templos, como el Assi Ghat, conocido como el “templo de los monos”. Es un edificio pintado en rojo intenso, dedicado a la diosa Durga. Cientos de fieles llegan aquí todos los días para dejar ofrendas en forma de dulces y collares de flores a cambio de la bendición de la diosa.
¿Alguna vez habéis pensado en hacer un crucero por el Ganges? En el río hay muchos barcos listos para ofrecer una perspectiva diferente y única de la ciudad. Una navegación lenta y mística entre las tradiciones hindúes: ¡ver para creer!
Cuevas de Ellora y Ajanta
Si os estáis preguntando qué ver en la India, agarraos fuerte ya que las cuevas de Ellora y Ajanta os dejarán boquiabiertos. Estamos en el estado de Maharashtra, en el corazón de la India. Estas cuevas son en realidad monasterios excavados en la roca.
Las cuevas de Ajanta, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1983, se elevan en un escarpe en forma de “U” que sigue la curva del río por debajo. Las cuevas de Ajanta datan del siglo II a.C. y contienen pinturas y esculturas consideradas las piedras angulares del arte religioso. A lo lejos, cubiertas de vegetación, las entradas a las cuevas parecerán pequeñas ventanas en la roca. En realidad, en su interior se desarrollan una serie de caminos, columnatas, templos, salas, decorados con antiguos bajorrelieves. En definitiva, os sentiréis como si estuvieráis entrando en una ciudad escondida.
A cien kilómetros se encuentra otro Patrimonio de la Humanidad: las Cuevas de Ellora. Es un complejo de 34 cuevas utilizadas como templos, que siempre han sido un destino de peregrinaje para tres grandes religiones: el budismo, el brahmanismo y el jainismo. Se pensaba que las cuevas budistas eran las más antiguas, pero se comprobó que las hindúes se construyeron antes que las demás, alrededor del siglo V d.C. Dejaros llevar por el encanto del arte religioso y descubrid cada pequeño templo.
Fuerte de Mehrangarh en Jodhpur, la ciudad azul
En una colina, a 400 metros sobre la ciudad de Jodhpur, se alza el Mehrangarh, conocido como Majestic Fort, una fortaleza en el estado de Rajasthan. Este lugar fue sede del clan indio Rathore y hogar de los gobernantes alrededor de 1458, año en que se construyó el fuerte. Hoy se ha convertido en un museo que está entre las cosas que ver en la India.
Entraréis al edificio a través de 7 portales y desde aquí comenzaréis a subir más y más. Este paseo por los muros de arenisca, llenos de incrustaciones talladas, es solo el comienzo de la visita. Cada salón del palacio esconde increíbles tesoros de la tradición india, como las suntuosas palancas que servían para montar elefantes u objetos dedicados al humo del opio. Entre una habitación y otra descubriréis hermosos patios desde los que admirar las fachadas del edificio decoradas por el Jali, las ventanas de filigrana, donde las mujeres se escondían para presenciar eventos externos. El dormitorio del maharajá es, en cambio, una obra maestra de los reflejos de los cientos de espejos que decoran el techo, las paredes y el suelo. Una sola vela era suficiente para iluminar el ambiente.
Desde el fuerte tendréis una vista de 360° sobre la ciudad azul de Jodhpur. Su apodo obviamente deriva de la pintura azul que se usa para colorear la mayoría de los edificios, una vez utilizada para distinguir las casas de los miembros de la casta más alta de la sociedad. El corazón de Jodhpur es la ciudad vieja, que está rodeada por 10 kilómetros de murallas, interrumpida por 7 portales. En su interior encontraréis maravillosos palacios y el icónico bazar.
La ciudad rosa: qué ver en Jaipur
El estado de Rajasthan ofrece otra perla para visitar: Jaipur. Se llama la ciudad rosa por el color de la piedra arenisca que decora muchos edificios. La ciudad fue fundada en 1728 por Maharajá Jai Singh II y se diferencia de las demás por su planta reticular, con amplias avenidas arboladas, toda una modernidad para la época.
Entre las cosas que ver en esta ciudad de India está el Palacio de Jaipur, la residencia histórica del maharajá. Es una enorme estructura con numerosos patios, dos museos y una armería. La Peacock Gate (puerta del pavón), la zona más famosa de las muchas del edificio, está formada por cuatro puertas que representan las cuatro estaciones. El Palacio de los Vientos, el Hawa Mahal, es un complejo de 5 pisos con una hermosa fachada que tiene casi mil nichos y ventanas.
En Jaipur se encuentra uno de los observatorios astronómicos más grandes del mundo, el Jantar Mantar. Catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fue construido en 1700 y contiene todos los instrumentos utilizados en la época para predecir la cosecha y los horóscopos, así como para medir el tiempo.
Jaipur, además de sus espléndidos edificios históricos, es caótica y ruidosa con sus más de 3 millones de habitantes y, como todas las grandes ciudades de la India, llena de contradicciones, pero fascinante.
Bombay
Bombay o Mumbai es la ciudad con mayor densidad de población del mundo. Tiene más de 13 millones de habitantes y una superficie de 31.000 kilómetros cuadrados. Es la capital del estado de Maharashtra y se encuentra en la costa oeste del país y es, definitivamente, una de las cosas que ver en India.
Esta metrópoli se desarrolla en torno a un gran puerto, centro neurálgico de la navegación y el comercio indio. Ocupa dos islas frente a la costa: la homónima Mumbai al sur y la isla de Salsette al norte, conectadas por puentes. A lo largo de los siglos, Mumbai se ha convertido en una encrucijada de culturas gracias a las numerosas dominaciones, desde el imperio hindú, pasando por los musulmanes y, finalmente, los portugueses y los ingleses. Pero, ¿qué ver en Bombay/Mumbai?
Una de las paradas más emblemáticas es la del Taj Mahal Palace. Este es un hotel construido en 1903, con vistas al Mar Arábigo. Aquí reina el lujo, con muebles elegantes inspirados en la tradición india. En su interior encontrará decenas de restaurantes y muchas tiendas para ir de compras. El paseo desde aquí continúa por las calles de Colaba, una zona en primera línea de mar que, además de ser muy turística y repleta de comercios, es el centro financiero de la ciudad.
Los británicos dejaron gran parte de su cultura en Mumbai. Basta pensar en el gigantesco Portal de la India, una base de 26 metros de altura, erigida con motivo de la llegada del rey Jorge V. Esta estructura, compuesta por un gran arco de basalto amarillo rodeado por 4 torres, destaca entre los diversos edificios de la ciudad y es uno de los símbolos de Mumbai.
Mención aparte merecen las Grutas de Elefanta, en la isla del mismo nombre, no lejos del puerto de Mumbai y de la espléndida Mezquita Haji Ali. Esta última, de color blanco gracias al mármol que la compone, parece flotar sobre las aguas del Mar Arábigo.
Kerala: qué ver y cuándo ir
Moviéndonos hacia el sur profundo de la India nos encontramos con Kerala, un estado estrecho y alargado colindante con el Océano Índico, ideal para unas vacaciones en la naturaleza muy relajantes. De hecho, aquí os sentiréis como en otro país, porque la vida en Kerala no tiene nada que ver con el caos de las metrópolis indias.
Del norte a sur del estado encontrarás arena fina y muchas palmeras que os darán sombra en la playa. El agua del océano Índico siempre está templada y podéis daros un chapuzón en un entorno de postal. Yendo hacia el interior, en cambio, podéis navegar por los remansos o las aguas interiores de Kerala. De hecho, a lo largo de 900 kilómetros se desarrolla un auténtico laberinto de canales de los cuales se pueden ver los habitantes pescando y una sucesión de mezquitas, casas, iglesias y templos.
Después de un buen masaje ayurvédico, estaréis listos para una excursión para descubrir las plantaciones de té, un sitio que es definitivamente una de las cosas que ver en la India. De hecho, en las montañas de Ghat se organizan muchas rutas para visitar estos cultivos que parecen el dibujo de un pintor. Podréis ver a los lugareños cosechando y secando hojas de té, tomando una taza y visitando las fábricas.
La mejor época para visitar Kerala es entre diciembre y febrero, cuando las precipitaciones son escasas, pero en general podéis ir en cualquier momento del año, ¡porque el clima es templado y el mar siempre está cálido!
La capital New Delhi
No, no podéis iros de la India sin visitar su capital Nueva Delhi. Esta ciudad es la sede de gobierno de la democracia liberal más poblada del mundo. La historia y la cultura de Nueva Delhi casi merecen un ensayo aparte y, sin duda, las cosas para ver en esta ciudad son abundantes.
Visitad el Templo Akshardham, el más grande del hinduismo, que es verdaderamente majestuoso e imponente. A pesar de ser un templo muy reciente, aún logra dejarte sin aliento gracias a sus inmensos jardines y sus interiores finamente decorados. No se pueden tomar videos ni fotos y los teléfonos celulares están prohibidos: es una experiencia de inmersión en el silencio y la religión sin distracciones. ¡Una de las cosas para ver en la India!
Luego, pasad a visitar la Tumba del Emperador Humayun. Este lugar, creado a instancias de su esposa, fue después incluido entre los sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco por su esplendor. A lo largo de las décadas se ha convertido en el mausoleo de la familia imperial, llegando a contener más de 150 tumbas de miembros reales.
No os perdáis los Jardines de Lodhi, una inmensa zona verde llena de palmeras, flores y puentes que conectan las distintas tumbas de los gobernantes de las dinastías Sayyid y Lodi. Aquí, incluso a los propios habitantes de Nueva Delhi les encanta relajarse y respirar aire puro. De hecho, la zona está lejos del caos y el ruido, y es perfecta para una escapada romántica o simplemente para mantenerse en forma haciendo yoga y jogging.
El desierto de Thar
Entre las cosas que ver en India no puede faltar el famoso desierto de Thar, conocido como el Gran Desierto Indio, por donde pasaba una de las vías de la Ruta de la Seda. Esta zona se extiende por 4 estados y se caracteriza por paisajes únicos de dunas de arena, piedras y muy poca vegetación, en su mayoría arbustiva. La fauna, a pesar de lo accidentado del territorio, está muy presente: aquí habitan la gacela india, el antílope y el burro montés, junto a numerosas aves migratorias y reptiles endémicos raros.
La extraordinaria naturaleza del desierto de Thar se muestra en sus oasis, las únicas áreas habitadas. Por ejemplo, está el oasis de Jaisalmer, donde se crían camellos y se extrae yeso y sal. Incluso hoy es posible ver las caravanas de los nómadas pasando por estos centros aislados, pero habitados. En el desierto se pueden realizar numerosas excursiones en jeep y paseos con dromedarios. Lo importante es estar equipado para el rango de temperatura de la mañana y de la noche, que fluctúa entre 50 grados durante los días de verano y -5º por las noches de invierno.
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India, con su bagaje cultural multiétnico, sigue siendo un destino lleno de encanto y misterio. Cada pueblo o pequeña aldea esconde siglos de tradiciones transmitidas de generación en generación, y ver ciertos escenarios será como entrar en una novela.
Viajes organizados en grupo a la India
En este artículo hemos recorrido desde la aventura de los desiertos y las islas salvajes, hasta la historia milenaria de las ciudades, pasando por una espiritualidad muy profunda. ¿Estáis intrigados? ¡Nosotros también! De hecho, ¡tenemos un itinerario en la India!
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