Los seres humanos siempre lo hemos sabido: no hay nada tan bello, fuerte y sorprendente como la naturaleza. Existen fenómenos increíbles y tan hermosos que se hace difícil contarlos a quienes no los han vivido. ¿Cómo se puede describir con palabras el atardecer en Santorini, la aurora borealo el cielo lleno de estrellas sobre el desierto? Entre todos estos fenómenos asombrosos, el que siempre nos ha dejado boquiabiertos es el sol de medianoche. En pocas palabras, si observáis el cielo en verano más allá del círculo polar ártico, veréis al sol descender hasta la línea del horizonte sin nunca cruzarla. El día nunca termina, y la luz de esas horas preciosas tiñe el mundo con una luz dorada única en su tipo. Entonces, ¿queréis descubrir dónde se puede ver el sol de medianoche?
Nuestro viaje en busca de la luz dorada tiene que empezar aquí: ¡Noruega! La ciudad de Tromso está tan al norte que un viaje por esos lugares asegura un poco de maravilla en cada momento del año. De hecho, en invierno se puede disfrutar de la caza de la aurora boreal. En verano, en cambio, las actividades para hacer son muchísimas. Podríais encontraros remando en canoa en el golfo del pueblo, fotografiando frailecillos marinos o águilas. Además, la ciudad es famosa por el teleférico de Fjellheisen que lleva hasta el monte Storsteinen. Desde allí, la vista del fiordo y las montañas circundantes es impresionante. Organizándose bien, subiendo al último teleférico del día, y equipándose un poco para las temperaturas frías, se puede observar el eterno atardecer del sol de medianoche justo desde allí. Volver a pie, además, no es más que un paseo relajante, ¡y realmente vale la pena!
Islas Lofoten
Seguimos en el país de los Trolls, pero esta vez bajamos un poco de latitud, aun estando más allá del Círculo Polar, para poder ver el sol de medianoche. Uno de los lugares más queridos por los noruegos y por todos los aficionados a las maravillas naturales son las islas Lofoten. Ya solo el nombre evocador nos remite a paisajes del “Señor de los Anillos”. Si contemplar cascadas que se lanzan en las aguas esmeraldas del fiordo es lo que buscáis, entonces no quedaréis decepcionados. Este maravilloso archipiélago se extiende por el Mar de Noruega, pero es fácilmente visitable en coche o en moto.
Los más aventureros en verano se deleitan con el noble arte del “pedaleo ártico” y cruzan la carretera principal de las islas en bicicleta. Sin embargo, ya sea que vayáis a pie, en bici, en patinete o en un carro tirado por unicornios, no podréis más que quedaros asombrados por las playas blanquísimas y los pueblos de pescadores. Uno de estos, el más renombrado, es Reine. Este pintoresco paraje se encuentra precisamente en la isla de Moskenesøya, y sus casas coloridas son el marco perfecto para ver el sol de medianoche desaparecer entre las montañas y jugar con la línea del horizonte. Y cuando el cielo se tiñe de rosa y hasta el aire parece detenerse para no perturbar el momento… ahí es cuando el amanecer recomienza, y el sol sigue su camino hacia el cenit. ¿Realmente pensáis perdéroslo?
Cabo Norte
Bueno, ¿qué decir? Una vez que habéis llegado a Noruega y estáis más allá del Círculo Polar, ¿no queréis dar un salto al lugar más al norte del continente europeo? Nuestro consejo es que os arméis de cámara fotográfica, botas de montaña y partáis a la aventura. Nordkapp, o Cabo Norte, es un acantilado situado en el condado de Finnmark, en la isla de Magerøya. Para muchos, representa el punto más septentrional del continente europeo. Sin embargo, hay un punto aún más al norte que solo se alcanza con una caminata de un par de horas. Este fascinante sitio se encuentra a 71° 10′ 21″ de latitud norte. Una vez allí, podréis perderos completamente en la vastedad del horizonte que se despliega ante vosotros.
Además de la vista impresionante, en Nordkapp se ha construido un monumento en forma de semiesfera, con una gran bola de bronce. ¡Este representa precisamente el sol de medianoche! Junto al monumento, hay un centro turístico donde se pueden comprar recuerdos o disfrutar de una buena cena en el restaurante más al norte de Europa. También hay un museo y un cine que proyecta películas documentales sobre la naturaleza y la historia de la región. Después de echar un buen vistazo a todo el complejo, se puede seguir un sendero que lleva al borde del acantilado, desde donde se disfruta de una vista espectacular sobre el Océano Ártico y las islas circundantes. Durante los días de buen tiempo, es posible ver incluso las islas Svalbard en el horizonte.
Islandia
Además de en la ya mencionada Noruega, el sol de medianoche es un fenómeno que también se puede ver desde otros puntos del hemisferio. Un punto desde el cual se puede disfrutar de este espectáculo natural es Islandia. Esta isla mágica y con atmósferas intensas, forjada en hielo y lava, es un excelente escenario para casi todo lo hermoso que el verano boreal tiene para ofrecer. Por lo tanto, hay que mirar al cielo principalmente entre mayo y julio. Durante este período, en las regiones septentrionales de Islandia, el sol puede permanecer visible sobre el horizonte durante todo el día, sin ponerse completamente.
Para vivir la experiencia del “Miðnætursólinn” de la mejor manera id a las regiones septentrionales y orientales de la isla, como la península de Reykjanes, la región de Snæfellsnes y las zonas alrededor de los fiordos del este. Aquí hay muchas cosas que hacer: visitad la famosísima Laguna Azul cerca de la ciudad de Grindavík, cuyas aguas termales azul turquesa son ricas en minerales y ofrecen una experiencia de relajación única. O bien, id al Parque Nacional de Reykjanes y descubre sus volcanes extintos, campos de lava, lagos y formaciones geotérmicas. Y hablando de estas últimas, una vez en esta zona, conoced las fuentes termales y el complejo geotérmico de Krýsuvík.
Dónde ver el sol de medianoche
Si hemos logrado transmitiros, aunque sea una mínima parte de la maravilla a la que se asiste observando el sol de medianoche, seguramente os habrán entrado ganas de viajar para descubrir el verano boreal. ¡Bien así!, porque WeRoad tiene, no una, sino dos propuestas para llevaros más allá del círculo polar ártico en verano. La primera es precisamente en las Lofoten; la segunda, en el magnífico escenario de ensueño de Islandia. Veamos en detalle:
Sol de medianoche Noruega: venid con WeRoad
Tromso: no hay mejor lugar desde el cual comenzar.
La ruta hacia las Lofoten: en coche a través de las cascadas Målselvfossen.
Paisajes impresionantes: aún en la carretera para tomar fotos inolvidables.
Descubriendo las Lofoten: tiempo de hacer trekking en la naturaleza virgen.
Svolvaer: en la icónica carretera panorámica E30 en busca de las Águilas de Mar.
Hacia los fiordos del norte: aventura en kayak o paseo entre los fiordos.
Regreso a Tromso: una excelente oportunidad para ver la Catedral Ártica.
