

Si hay algo que define a Perú, además de sus paisajes, es su gastronomía. La comida peruana puede presumir de ser una de las más variadas del mundo, y es un reflejo de siglos de historia. Las tradiciones indígenas se mezclaron con las influencias españolas, africanas, chinas, italianas y japonesas. Si bien en aquella época el panorama no debió ser tan agradable, hoy tenemos la oportunidad de disfrutar en nuestra boca de la consecuencia de esta fusión. Platos sorprendentes con ingredientes autóctonos y técnicas llegadas de todos los rincones del mundo.
Así, Perú se ha convertido en un festín para los sentidos. Por eso, no es casualidad que su gastronomía haya sido reconocida internacionalmente y que Lima se haya convertido en una de las capitales culinarias del planeta. Si quieres conocer cuáles son sus sabores estrella, no te pierdas este recorrido que te hemos preparado.
Ceviche: el fresco y picante sabor del mar peruano
Pocos platos representan tan bien la gastronomía peruana como el ceviche. Su receta es sencilla, pero cada ingrediente cuenta: pescado fresco cortado en dados, bañado en jugo de lima, con ají, cebolla morada y un toque de cilantro. El resultado es un bocado ácido y picante, que sin duda despertará a tu paladar al instante. El secreto está en la calidad del pescado, pero también en el equilibrio entre la acidez de los cítricos y el ardor del ají. Si piensas que puedes pedirlo sin picante, olvídalo. En Perú, el ají es innegociable.
Y es que, entre todos los platos peruanos, el ceviche se podría considerar como la bandera nacional. Tanto, que tiene hasta su propio día festivo, el 28 de junio, para resaltar su importancia cultural y gastronómica. No obstante, tiene sus variantes. Por ejemplo, en la costa, lo sirven con choclo y camote. En el Amazonas, el pescado cambia por paiche, de río y gigantescas dimensiones. En cualquier caso, el mejor sitio para probarlo es en una cevichería junto al mar, y con una cerveza helada para acompañar. Comer ceviche es un ritual y hacerlo en el sitio adecuado, una obligación. Y ya que estás por allí, descubre los lugares imprescindibles que ver en Perú.

Lomo Saltado: fusión de sabores en un salteado de carne
El lomo saltado es una prueba dentro de la cocina peruana que te demostrará que en este país juegan con las fusiones. En este caso, la tradición andina se mezcla con la influencia china para crear un salteado que lo tiene todo. Tiras de ternera jugosa, cebolla morada, tomate y un toque de salsa de soja que le da ese inconfundible aire chifa.
Después, hay que cocinarlo todo a fuego alto en un wok. Y es aquí donde se consigue el equilibrio perfecto entre lo crujiente y lo tierno, lo dulce y lo salado. En cuanto al secreto de su sabor, además del salteado rápido, se debe al fuego intenso, que sella la carne y concentra los jugos.
Este plato de la comida peruana nació en el siglo XIX, cuando los inmigrantes chinos adaptaron sus técnicas a los ingredientes locales. Hoy es un clásico absoluto, que está presente en cualquier mesa peruana. Se sirve con arroz blanco y patatas fritas, porque en Perú no tendrás que elegir entre los acompañamientos. Cada bocado es una explosión de contrastes que resume la esencia de la gastronomía peruana: mestiza, intensa y llena de carácter. Una vez que lo pruebas, no hay vuelta atrás.

Ají de Gallina: cremoso guiso de pollo con un toque picante
El ají de gallina es uno de esos platos que nos reconfortan el cuerpo y el alma. Por suerte, también están presentes en la comida peruana y te recomendamos no dejar pasar la oportunidad de probarlo. Se trata de un guiso cremoso que se prepara con pollo desmenuzado y una salsa espesa a base de pan, leche y queso. Todo infusionado con el inconfundible ají amarillo. Se ha convertido en uno de los platos típicos peruanos más queridos por su textura suave y su sabor equilibrado entre lo cremoso y lo ligeramente picante.
Cada cucharada es un abrazo en forma de comida. Es perfecto para los días fríos o para cuando necesitas un plato que te haga sentir como en casa. También hay que reconocer que no es el más fotogénico. Pero cuando lo pruebes, te olvidarás de las fotos y te centrarás en disfrutar de este plato.
Su origen lo encontramos en la época colonial, cuando los españoles introdujeron técnicas europeas para espesar con pan y lácteos. Con el paso del tiempo, la receta se fue adaptando y terminó por reinventarse con ingredientes locales. Así es como dio lugar a esta maravilla que hoy se encuentra en cualquier hogar peruano. Te lo servirán con arroz blanco, aceitunas y huevo duro. Como quizás ya te hayas dado cuenta, las comidas peruanas no escatiman en acompañamientos.
Papas a la Huancaína: deliciosas papas en salsa de queso picante
A veces, los platos más simples se convierten en los más adictivos. Si nunca antes te ha pasado, es probable que te estrenes con las papas a la huancaína. Sus ingredientes son una fórmula que no puede fallar: patatas cocidas bañadas en una salsa cremosa de queso fresco y ají amarillo. Es suave, ligeramente picante y con un toque de ajonjolí o galletas trituradas para darle cuerpo. Con esta combinación tan sencilla, una simple con ingredientes humildes, se ha convertido en una auténtica delicia.
El origen parece encontrarse en Huancayo, en la sierra central de Perú. No obstante, hoy es una comida tradicional peruana en cualquier parte del país. Se sirve fría, sobre rodajas de patata, acompañada de huevo duro y aceitunas negras. Es uno de los entrantes peruanos más populares en un menú criollo. Pero también lo verás como guarnición en otros platos más elaborados.
Sin duda, su punto fuerte es su versatilidad. Y es que si lo pruebas en distintos lugares, nunca se seguirá la misma fórmula. A veces más espeso, otras menos picante, con leche evaporada o con galletas de soda. Lo que tienen en común todas estas versiones es que cuando pruebes la salsa, querrás echársela a todos los platos. ¡Y no es mala idea!

Causa Limeña: capas de papa y relleno en un plato frío tradicional
Si antes te contábamos que el ají no presume de ser fotogénico, en la causa limeña tenemos la cara opuesta de la moneda. Esta propuesta de la comida típica peruana consiste en diversas capas de puré de papa amarilla bien aliñado con limón y ají amarillo. Se colocan intercaladas con rellenos variados, como atún, mariscos o aguacate. También es una de las comidas peruanas con pollo. En cuanto a la presentación, es impecable: colorida, simétrica y lista para conquistar cualquier mesa y perfil de Instagram.
Este plato tiene raíces precolombinas, pero fue en la época colonial cuando adquirió su forma actual. Su nombre, según cuentan, viene de la frase “por la causa”, ya que se vendía para financiar la independencia de Perú. Hoy es un imprescindible en cualquier restaurante criollo y en las mesas familiares. Se sirve fría, así que es una opción perfecta de comida en Perú para los días calurosos.
Otra característica destacada es la versatilidad: cada cocinero tiene su propia versión. Hay causas individuales, con capas altas o bajas, con rellenos clásicos y también reinterpretaciones modernas. Pero como en el resto de estas 10 comidas típicas de Perú, su sabor equilibrado y su presentación impecable te conquistarán. O al menos a tu paladar.

Anticuchos: brochetas de corazón de res marinadas y asadas
Perú tiene una habilidad que conviene mencionar. Es la de utilizar todo lo que sobra para no desperdiciar nada y convertirlo en un plato sabroso. Los anticuchos lo demuestran. Este plato de la comida peruana consiste en brochetas de corazón de res, marinadas con ají panca, ajo y vinagre. Se asan a la parrilla hasta lograr un exterior dorado y un interior jugoso. Su sabor es intenso, ligeramente ahumado y con un toque picante que los hace irresistibles.
En este caso, el origen se remonta a la época prehispánica, pero fue durante la colonia cuando los esclavizados africanos popularizaron su versión con corazón de res. Hoy en día, los anticuchos son la estrella de la comida callejera del país. Se encuentran en cualquier esquina, pero sobre todo en las noches limeñas, servidos con patata dorada y choclo.
Aunque puedan sonar exóticos, basta un solo bocado para entender su éxito. Son tiernos, sabrosos y adictivos. En las picanterías y anticucherías, el secreto está en la marinada y en el punto exacto de cocción. Si los ves en una parrilla callejera, no lo dudes: pide un par, añade ají y disfruta del verdadero sabor de la comida típica de Perú.
Rocoto Relleno: pimientos picantes rellenos al estilo arequipeño
Si te gustan las emociones fuertes, el rocoto relleno puede ser tu plato estrella de la comida peruana. A primera vista, parece un inocente pimiento rojo. Pero no te dejes engañar por las apariencias. En su interior, esconde un fuego que puede hacer sudar hasta al más valiente. Viene de Arequipa, y como su nombre ya deja entrever, se elabora con rocotos. Es un tipo de ají muy picante que se rellena con carne sazonada, cebolla, ajo y especias. Después se hornea con queso gratinado por encima y a disfrutar de este manjar.
Como en otras propuestas que hemos visto de la comida típica peruana, la cocción es uno de los aspectos más importantes. Para que queden en su punto, los rocotos se deben blanquear varias veces en agua con vinagre o azúcar. Así es como se reduce su ardor, pero sin eliminarlo por completo. Después, se sirven acompañados de pastel de papa, porque en Perú siempre hay una excusa para añadir patata a un plato.
Este clásico de la gastronomía arequipeña es un reto culinario, pero también un placer en cada bocado. Si te atreves con el picante, el rocoto relleno es una excelente opción para tus almuerzos en Perú.
Tiradito: delgadas láminas de pescado con salsa picante
Y seguimos con las emociones fuertes de la comida peruana. El tiradito es la versión refinada y minimalista del ceviche. Lleva láminas finas de pescado crudo, que se cortan con la precisión de un sashimi y se bañan en una salsa de ají amarillo, limón y ajo. Como es habitual en los platillos peruanos, tiene un sabor suave, fresco y con un picante que resulta equilibrado. Es la consecuencia de la influencia japonesa en la gastronomía peruana.
A diferencia del ceviche, no lleva cebolla y el pescado no se deja marinar. Por el contrario, se sirve al momento para que conserve esa textura tan delicada. En tu boca, sentirás cómo se mezcla la acidez de los cítricos con el dulzor natural del pescado. Si te vas a la costa, encontrarás algunas variaciones, como la leche de tigre, ají rocoto o incluso salsas más cremosas.
Si buscas un plato con mucho sabor, pero también elegante, el tiradito es la opción perfecta. A veces, la mezcla de culturas nos trae delicias como esta.
Tacu Tacu: mezcla de arroz y frijoles fritos con sabores únicos
El tacu tacu nació como un plato para aprovechar los restos. Pero hoy es un imprescindible de la comida peruana. Sus ingredientes son bastante sencillos: arroz y frijoles del día anterior, que se mezclan con ají amarillo, ajo y especias. Luego, se fríen hasta que se haya formado una costra dorada y crujiente por fuera, mientras el interior se debe mantener suave.
Este rico plato lo preparaban los esclavos africanos con las sobras que tenían, con el objetivo de crear algo contundente, pero con buen sabor. Como suele pasar, su éxito le convirtió en un clásico. Se sirve con bistec, mariscos salteados o también con un huevo frito encima. En la actualidad, hay versiones gourmet, con langostinos o salsa criolla, pero su esencia sigue siendo la misma: reconfortante, sabroso y con una textura que engancha.
Chupe de Camarones: sopa sustanciosa de camarones y vegetales
El chupe de camarones es una sopa espesa y cremosa que lleva camarones frescos, patatas, choclo y arroz, en un caldo especiado con ají amarillo, leche y un poco de queso. También viene de Arequipa, donde es un plato insignia. Aunque se disfruta en todo el país, es más popular en las regiones costeras, sobre todo en los meses más fríos. Hay versiones con huevo escalfado o huacatay.
Lo mejor del chupe de camarones es la combinación del dulzor del marisco, la cremosidad de la leche y el punto picante del ají. Todos ellos crean una armonía perfecta que se te hará irresistible. Si bien ya sabes que los acompañamientos son un clásico en la comida peruana, esta vez no te hará falta. Con la excepción del pan crocante para no dejar ni una gota en el plato.

Descubre la riqueza gastronómica del Perú en tu próximo viaje
Después de ver todas estas propuestas, es fácil decir que la gastronomía peruana es una historia de mestizaje, tradición e ingenio. Pero también un equilibrio perfecto de sabores y texturas que tu paladar agradecerá. Platos frescos como el clásico ceviche, intensos como los anticuchos o fuertes como el tacu tacu. Y aunque la gastronomía hoy lo tiene más fácil que nunca para viajar más allá de sus fronteras, la comida peruana te pide que el viaje lo hagas tú. La calidad de sus ingredientes, la pasión de sus cocineros y el ambiente que se respira en este país no se pueden exportar. Por eso, sumérgete en esta aventura culinaria con nuestros viajes de grupo organizados por Perú. Podrás degustar lo mejor de su gastronomía mientras descubres sus paisajes y su cultura. Comer en Perú no es solo alimentarse, es entender el país a través de su sabor.