

Este país cambia sus escenarios en cuestión de minutos. Por tanto, para saber cuándo es la mejor época para viajar a Islandia, tienes que saber qué es lo que esperas de tu escapada. ¿Quieres auroras boreales? ¿Prefieres explorar volcanes de noche? ¿Te gustan las temperaturas medias? Estas son solo algunas de las preguntas que te debes hacer. Pero para que te sea más fácil organizarte y decidir cómo y cuándo vas a viajar, te hemos preparado esta guía con los mejores planes para cada uno de los meses.
Islandia en invierno: auroras boreales y paisajes de otro planeta
Islandia en invierno es todo un acontecimiento. De diciembre a febrero, el cielo se transforma en un escenario helado donde las auroras boreales hacen acto de presencia casi cada noche. Es la temporada ideal para quienes sueñan con ver estas peculiares luces sobre paisajes blancos, glaciares que parecen no tener fin y campos de lava cubiertos de nieve.
Es la mejor época para las auroras boreales en Islandia. Pero hay que mentalizarse de que los días tienen apenas cuatro horas de luz y hace mucho frío. Hay poco turismo y necesitarás tours organizados. Pero en cualquier caso, el ritmo lo marca el clima.
También es buen momento para conocer las cuevas de hielo. Son formaciones naturales que solo pueden visitarse con guía especializado. Se forman cuando el agua del deshielo o el calor geotérmico derrite el interior de los glaciares. Entonces, se crean estas cavidades llenas de aire. Kverkfjöll llegó a medir 3 kilómetros antes de volverse inestable por derrumbes. Hoy, puedes visitar la del glaciar Vatnajökull o la laguna Jökulsárlón. No obstante, requieren equipamiento adecuado y tolerancia al viento.

Primavera islandesa: deshielo, cascadas y temporada media
De marzo a mayo, la nieve empieza a desaparecer y deja paso al deshielo. Nacen las primeras flores y el país se vuelve más accesible. Aún hay rastros de invierno, pero los días se alargan rápidamente y las carreteras comienzan a despejarse. Es la mejor época para viajar a Islandia sin el caos del verano y con un clima que, aunque cambiante, facilita los desplazamientos.
Las cascadas están en su punto máximo de caudal gracias al deshielo. Si te flipan las caídas de agua, este es tu paraíso, así que no te pierdas las cascadas más espectaculares de Islandia que debes conocer. Además, los paisajes todavía tienen ese aire salvaje. Y puesto que no es temporada alta, los precios son moderados y hay margen para improvisar.
La primavera es una estación perfecta para explorar con calma y con multitud de opciones. Si eres de esas personas que no se contentan con los puntos de interés tradicionales, descubre qué ver en Islandia más allá de los típicos tours.

Islandia en verano: sol de medianoche y rutas por carretera
Islandia en verano vive su momento estelar. Aunque no llegan a ser tropicales, las temperaturas suben, todas las carreteras están abiertas y el sol nunca llega a ponerse del todo. Toca dormir con antifaz, pero tanto locales como visitantes aprovechan toda esta luz para recorrer todos los rincones de su geografía. Es la mejor época para explorar volcanes, fiordos y playas negras.
La otra cara de la moneda es que es la temporada alta, y se nota. Los precios suben, hay más turismo y menos alojamiento disponible. Por tanto, toca organizarse con antelación para escoger un buen sitio. Al mismo tiempo, hay festivales locales, rutas de senderismo y campings abiertos para quienes desean más aventura y menos comodidades.
Entre junio y agosto, es cuando únicamente se puede acceder a las Highlands. La ruta Laugavegur o el paso de Kjölur son imprescindibles. Y aunque no se pueda disfrutar de la paz de otros meses, los paisajes no dejan de cambiar. Además, fauna y flora están en todo su esplendor. Por todo ello, es también la mejor época para viajar a Islandia.

Otoño en Islandia: colores intensos y precios más bajos
Entre septiembre y noviembre, Islandia muda su piel. Las hojas se tiñen de rojo y dorado, las primeras auroras reaparecen en el cielo y el turismo empieza a descender. El clima sigue siendo razonable, aunque impredecible, como siempre. Pero todavía se puede recorrer buena parte del país por carretera sin meterse en líos.
Otras ventajas de esta época si no sabes cuándo viajar a Islandia es que los precios bajan, especialmente en octubre y noviembre. Vuelos, alojamiento y alquiler de coches se vuelven más amables con el bolsillo. Si vas con tiempo y ropa impermeable, obtendrás una excelente relación calidad-precio.
El equinoccio de septiembre marca el regreso oficial de las auroras boreales. Entonces, las noches empiezan a oscurecer lo suficiente como para verlas en acción. No hace tanto frío como en pleno invierno. Pero ya se respira ese aire nórdico que anuncia el cambio de estación.

Mes a mes: lo mejor (y lo peor) de cada estación
Si prefieres tener una guía más detallada para que te sea más sencillo escoger fechas, aquí va una descripción mes a mes de la situación en el país.
Enero
Enero es puro invierno; hay hielo, viento, nieve y auroras casi garantizadas. Las excursiones a las cuevas de hielo son las más destacadas. Al mismo tiempo, las carreteras pueden cerrarse de repente y el clima cambiar en minutos. Además de las cuatro horas de luz al día. Es temporada baja y buen mes para viajar barato a Islandia, pero necesitarás guías en tu viaje.
Febrero
Las condiciones siguen siendo extremas, pero el clima es algo más estable. Las auroras continúan siendo espectaculares y las actividades invernales están a tope. Como motos de nieve, trekking sobre hielo, termas naturales y tours fotográficos. El día ya dura siete horas y sigue sin haber demasiado turismo. Es la mejor época si quieres aventura y paisajes invernales sin aglomeraciones.
Marzo
Puente entre el invierno y la primavera. Todavía se pueden ver auroras, pero los días ya ofrecen unas 10 horas de luz. Las temperaturas siguen siendo frías, pero menos extremas. Empieza a ser viable hacer pequeñas rutas en coche sin hielo y siguen disponibles la mayoría de las actividades invernales. Los precios son moderados.
Abril
Comienza el deshielo y la época de las cascadas. Los campos empiezan a verdear y los pájaros regresan a la isla. Los días superan las 13 horas de luz y los precios siguen siendo bajos. No es alta temporada, pero el clima es variable. Un mismo día puede tener sol, viento y nieve. Aún hay zonas de interior cerradas, pero se amplían las posibilidades.
Mayo
Perfecto para recorrer la Ring Road sin prisas y sin atascos, aunque las Highlands todavía no son accesibles. Es un mes lleno de luz; entre 16 y 18 horas, y con temperaturas entre 5 y 12 °C. Perfecto para disfrutar de la naturaleza con senderismo ligero. Ya no hay auroras boreales, pero los precios siguen siendo estables.
Junio
Marca el inicio de la temporada alta. Las horas de luz son prácticamente infinitas gracias al sol de medianoche. Este es el que permite hacer rutas de senderismo, que ya están abiertas asta pasada la hora de cenar. También es la época de los festivales locales y de la mayor actividad cultural. La temperatura máxima es de 15 °C. Los precios y el turismo suben.
Julio
Julio es también la mejor época para viajar a Islandia porque todo es accesible. Highlands, rutas de montaña, parques nacionales, playas y fiordos. Las temperaturas son suaves, los servicios funcionan a pleno rendimiento y las condiciones para viajar en coche son excelentes. Por otra parte, los precios suben y los alojamientos se llenan. No hay auroras ni oscuridad, así que dispones de todo el día para explorar.
Agosto
Clima y accesibilidad similares a julio, pero con una pequeña ventaja: los paisajes comienzan a teñirse de tonos otoñales hacia finales de mes. Aún es temporada alta, pero el turismo empieza a decrecer. Los precios siguen altos, pero hay más disponibilidad. Las Highlands siguen abiertas y los trekkings largos, como el Laugavegur, están en plena temporada.
Septiembre
Los días siguen siendo largos, pero ya puedes ver auroras. Los colores del paisaje cambian con rapidez y el turismo baja notablemente. Las carreteras aún son accesibles y las Highlands suelen permanecer abiertas hasta finales de mes. Es buen mes para combinar road trip, senderismo y caza de auroras sin precios desorbitados. El clima empieza a ser caprichoso.
Octubre
Aumenta la oscuridad y bajan las temperaturas, pero con la recompensa de los colores otoñales y algunas auroras. Los precios bajan y los lugares turísticos vuelven a la calma. Las rutas interiores se cierran progresivamente, pero aún hay opciones en la Ring Road. Las lluvias pueden ser más frecuentes, así que hay que llevar equipo.
Noviembre
Ya es pleno invierno, con cinco horas de luz como máximo. El turismo es mínimo, pero hay muchas probabilidades de ver auroras. Se recomienda viajar ya con tours guiados, ya que algunas carreteras se vuelven peligrosas. Es un buen mes si buscas un viaje económico, fotos únicas y no te importa adaptarte al clima.
Diciembre
Perfecto para una escapada navideña diferente. Las ciudades se llenan de luces, las cuevas de hielo son accesibles y todo está nevado. Solo hay unas cuatro horas de luz al día, pero las auroras están en su apogeo. Las excursiones deben planificarse bien y es mejor optar por tours organizados por las condiciones extremas. No es un mes para explorar, pero tiene mucho encanto.

¿Cómo elegir el mejor mes según tus objetivos?
En función de cuál sea la razón por la que quieres visitar este país, la mejor época para viajar a Islandia cambia:
- Auroras boreales. Viaja entre finales de septiembre y marzo. Diciembre, enero y febrero son los meses con mayor actividad y oscuridad, pero es necesario prepararse para el frío.
- Hiking y rutas en coche. Junio, julio y agosto son buenos meses por la accesibilidad y la estabilidad del clima. Mayo y septiembre también son buenas opciones si prefieres menos gente.
- Presupuesto ajustado. Abril, octubre y noviembre son tus aliados. Hay vuelos más baratos, alojamiento accesible y buenas opciones si evitas las Highlands.
- Horas de luz. Si necesitas días largos para explorar a tu ritmo, apunta de mayo a agosto. Entre junio y julio literalmente no anochece.
Como última recomendación según los meses, septiembre es el mes más equilibrado. Podrás explorar la naturaleza, pero también moverte con libertad. Y si quieres una experiencia invernal inolvidable, viaja en enero con guía local.
Consejos locales para planificar tu viaje a Islandia
A la hora de preparar la maleta, dedícale su tiempo. Aquí debes pensar en capas. Una térmica, otra polar y un cortavientos impermeable. Lleva siempre gorro, guantes y bañador. Sí, bañador; las termas naturales se utilizan incluso si está nevando.
Si vas a alquilar coche, hazlo con antelación, sobre todo de junio a agosto. Para el invierno, elige siempre un 4×4. Algunas rutas se cierran sin previo aviso. No subestimes el viento ni la nieve, y asegúrate de tener cobertura para asistencia en carretera.
En cuanto al alojamiento, reserva con margen si vas en temporada alta. Si viajas fuera de julio y agosto, puedes aprovechar ofertas de última hora, sobre todo en guesthouses y albergues. Las cabañas rurales con cocina son una gran opción para ahorrar en comidas, ya que comer fuera puede ser caro.
También es imprescindible descargar la app Veður (pronunciado “vethur”), del servicio meteorológico islandés. También Safetravel.is, para alertas y avisos en ruta. Si vas tras las luces del norte, sigue Aurora Forecast. Y por último, recuerda ser flexible en tu viaje.

Islandia te espera: elige tu temporada, haz la mochila y explora
Ya conoces cuáles son las condiciones y la temperatura en Islandia por meses. Ahora, solo te falta escoger y empezar a preparar tu viaje. Si sueñas con mirar al cielo, apúntate a un viaje en grupo a Islandia para ver auroras boreales y paisajes invernales.
¿Prefieres recorrer la isla entera sin límites? Entonces descubre Islandia al completo o vive una auténtica aventura de grupo en Islandia. Y si solo tienes unos días, explora Islandia con un viaje organizado express. Sea cual sea tu plan, viajar en grupo hace que todo fluya mejor. Solo tienes que hacer la mochila y lanzarte. ¡Islandia se encarga del resto!