Ramadán en Marruecos: qué es, cuándo se celebra y cómo es viajar durante esta festividad

Ramadán en Marruecos: qué es, cuándo se celebra y cómo es viajar durante esta festividad

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29 julio

El Ramadán en Marruecos es un evento profundamente espiritual y el más importante del calendario islámico. Se trata de un mes sagrado que invita a la reflexión y a la comunidad, pero que, al mismo tiempo, ofrece una experiencia cultural al viajero muy distinta de lo que se suele ver cuando se visita este país.

Si lo vives con respeto y curiosidad, puede convertirse en uno de los viajes más enriquecedores que hagas. En esta guía, te invitamos a descubrir su encanto. Además de aprender qué es el Ramadán y cuándo se celebra, te contamos cómo adaptarte para disfrutar de Marruecos en este momento tan especial. 

Ramadán en Marruecos: qué es y su significado cultural 

El Ramadán es el noveno y más sagrado mes del calendario islámico. Hace referencia a un período de ayuno que dura desde el alba hasta la puesta de sol, y que implica también oración y reflexión espiritual. 

Durante el mes de Ramadán en Marruecos, el país cambia el ritmo para adaptarse al ayuno o sawm. No solo implica abstenerse de comidas y bebidas, sino también de malos pensamientos y acciones. Es un ejercicio de autocontrol y purificación, tanto física como espiritual. Y una vez que cae el sol y llega la noche o iftar, se sirve la comida con la que se rompe el ayuno. Este es un momento de celebración compartida, donde familias y amigos se reúnen para disfrutarlo juntos.

En Marruecos, este mes tiene una dimensión profundamente comunitaria. Las mezquitas se llenan, la generosidad aumenta y es común ver cómo se reparten dátiles y sopa harira en la calle para quienes no pueden permitirse una cena. Dejando a un lado que se trata de una costumbre religiosa, en el día a día, se convierte en un fenómeno cultural. Marca el calendario social, las calles se vuelven más tranquilas y se refuerzan los lazos familiares y vecinales.

Cuándo se celebra el Ramadán en Marruecos: fechas y fin de la festividad 

El Ramadán no cae en una fecha fija porque sigue el calendario lunar islámico. Este es unos 10 u 11 días más corto que el calendario solar. Por tanto, el mes sagrado se adelanta cada año, y poco a poco, va pasando por todas las estaciones. Además, el inicio depende de la observación de la luna nueva, por lo que la fecha exacta no se confirma hasta uno o dos días antes de que comience.

En Marruecos, esta observación la realiza oficialmente el Ministerio de Asuntos Islámicos. La noticia suele salir en la televisión la noche anterior al inicio del mes. Por eso, aunque se pueden prever las fechas aproximadas, los marroquíes esperan el anuncio oficial para saber exactamente cuándo empieza el ayuno.

El Ramadán en 2026 se estima que comience la noche del 18 de febrero y terminaría al atardecer del 19 de marzo. No obstante, podría adelantarse o retrasarse un día según la visibilidad del creciente lunar. 

Cómo es Marruecos durante el Ramadán: ambiente y horarios 

Viajar a Marruecos en el Ramadán es conocer una versión alternativa del país, ya que el ritmo diario cambia completamente. Las jornadas laborales son más cortas, cambian los horarios del transporte y la vida social se concentra por la noche. Vamos a verlo por partes. 

Ambiente diurno: tranquilidad y ritmo lento

Los horarios en el Ramadán en Marruecos cambian. Por eso, los días, tanto las mañanas como las tardes, se sienten como si fueran un domingo cualquiera. Las tiendas abren sus puertas más tarde de lo habitual, suelen cerrar al mediodía y los cafés están inactivos hasta que cae el sol. 

Esto quiere decir que las calles tienden a vaciarse y la gente lleva un ritmo más tranquilo. Es probable que te cueste encontrar un local para desayunar o un menú del día. Las horas centrales se reservan para el descanso, y más si hace calor. Si tienes visitas planeadas, madruga un poco o aprovecha la tarde justo antes del iftar.

El Iftar (ruptura del ayuno): celebración al atardecer

Cuando el sol se pone y suena la llamada al rezo, empieza la experiencia del Ramadán en Marruecos. Es el iftar, el momento más esperado del día. Se rompe el ayuno con dátiles, leche, harira (una sopa tradicional), pan casero y dulces como la chebakia. Las familias se reúnen, algunos restaurantes abren con menús especiales y en muchos barrios se reparte comida a quienes lo necesitan. Si quieres saber más sobre su gastronomía, descubre las deliciosas comidas marroquíes tradicionales.

La vida nocturna: calles animadas y celebraciones

Después del iftar, las calles se llenan de puestos de comida, las tiendas reabren, hay música y vida social. Las plazas se animan, los niños juegan hasta tarde y la gente pasea sin prisa. No hay bares ni copas, pero sí un ambiente comunitario que merece la pena descubrir. Estas noches son largas y muy vivas, y demuestran que el Ramadán y el turismo en Marruecos son perfectamente compatibles. Solo hay que adaptarse al ritmo. 

Mesa colorida servida con platos típicos marroquíes como tajín y ensaladas, lista para una comida tradicional.

Viajar a Marruecos en Ramadán: consejos para turistas

Si vas a visitar Marruecos durante el Ramadán, hay que tener en cuenta algunos aspectos sobre su cultura. Siempre que se viaja, hay que mostrar respeto hacia la gente local y su país, pero aún más cuando se trata de un momento tan importante. Incluso si no puedes entender o compartir sus costumbres. 

Respeto cultural: muestra consideración por el ayuno

Este punto es el más importante. A tu alrededor tendrás a gente que está ayunando desde el amanecer hasta el atardecer. Es decir, sin comida, bebida o tabaco para llenarse con algo. Como turista, no tienes por qué participar en el ayuno, pero sí se espera cierto respeto. Esto quiere decir que debes evitar comer, beber o fumar en espacios públicos, sobre todo en ciudades más pequeñas o zonas no tan turísticas. En Marrakech o Casablanca nadie te va a decir nada si tomas agua en la calle, pero en pueblos del interior puede que no sea bien recibido.

Otro aspecto importante es la vestimenta. Este país no es especialmente estricto en ese sentido, pero las costumbres en el Ramadán en Marruecos dicen que hay que evitar escotes, camisetas sin mangas o pantalones muy cortos, especialmente si vas a entrar a una medina o te acercas a una mezquita. Es más bien una cuestión de respeto, no de reglas.

Comida y restaurantes: opciones disponibles para no musulmanes

Muchos restaurantes y cafés locales cierran durante el día. Pero en las zonas más turísticas, los hoteles, riads y algunos restaurantes internacionales siguen sirviendo comida. También hay cadenas de estilo occidental que permanecen abiertas.

Lo ideal es organizar las comidas principales en el alojamiento o buscar locales pensados para turistas. Muchos riads ofrecen menús completos o preparan algo para llevar. Si vas por libre, lleva siempre algo de agua y un snack en la mochila por si no encuentras nada cerca. Por la noche, se abrirán las posibilidades y podrás probar los platos típicos del Ramadán.

Puesto callejero de jugos con frutas frescas y personas comprando en un mercado tradicional marroquí.

Transporte y servicios: posibles cambios en el horario

Los bancos, oficinas y tiendas abren por la mañana y cierran temprano, y algunos negocios directamente bajan la persiana todo el mes. Si estás pensando en hacer compras, mejor por la mañana o después del iftar, porque a última hora de la tarde todo se ralentiza.

En cuanto al transporte, los horarios pueden cambiar. Las estaciones de autobuses y trenes suelen seguir funcionando, pero con menos frecuencia en algunos trayectos. También es posible que un guía o conductor quiera hacer una pausa para romper el ayuno, lo cual es completamente comprensible. Si tienes excursiones contratadas o visitas guiadas, conviene confirmar los horarios con antelación, porque a veces se adelantan o se reorganizan.

Las actividades turísticas más típicas, como hammams, museos, zocos y visitas a monumentos, siguen disponibles, aunque muchas acortan su horario. Así que madrugar puede ser tu mejor aliado.

Experiencias únicas: vive el Iftar y la espiritualidad

Esta época es una oportunidad única para ver de cerca cómo se celebra el Ramadán en Marruecos. No es solo ayuno, sino también comunidad, espiritualidad y celebración. Si tienes la oportunidad de compartir un iftar con una familia local, ni lo dudes. Muchos riads ofrecen cenas especiales durante esta época, y en algunas ciudades incluso se organizan iftars colectivos al aire libre. 

Después, las calles se llenan de gente y puestos de comida y hay un ambiente festivo. Puedes pasear por la medida o sentarte en una plaza con un té caliente. Respirarás la espiritualidad; las mezquitas se llenan, las oraciones nocturnas marcan el ritmo, y hay una sensación de recogimiento que se mezcla con el bullicio de la vida nocturna.

Restaurante al aire libre con mesas dispuestas en una plaza soleada, rodeada de edificios de estilo marroquí.

El fin del Ramadán (Eid al-Fitr): la gran celebración

Aunque las noches son festivas, la gran celebración llega con el fin del Ramadán en Marruecos. Este día tiene nombre propio, y se llama Eid al-Fitr, que significa “la fiesta de la ruptura del ayuno”. Es una de las celebraciones más importantes del calendario islámico. Se festeja pasando tiempo con la familia, compartiendo banquetes, estrenando ropa nueva y disfrutando sin restricciones. Algo así como nuestra Navidad y Fin de Año. 

La fiesta del Eid en Marruecos comienza con una oración especial en grupo, al aire libre o en grandes mezquitas. Es común ver a miles de personas rezando juntas y vestidas con sus mejores galas. Luego, las casas se llenan de dulces típicos, platos con mucha comida y visitas familiares. Los niños reciben regalos o dinero en sobres decorados y el ambiente general es de alegría. Es un día para compartir, para olvidar tensiones y para agradecer.

Si viajas, es tanto una oportunidad como un pequeño reto logístico. Durante el Eid, muchas tiendas y oficinas cierran por completo, a veces durante varios días. Los restaurantes locales también cierran, pero en las zonas turísticas siempre hay opciones abiertas. El transporte es otro punto a tener en cuenta, puesto que trenes, autobuses y vuelos se llenan con rapidez, ya que muchas personas viajan para reunirse con sus familias. Si tu viaje coincide con esta fecha, mejor reserva todo con antelación y ten en cuenta que algunas actividades pueden no estar disponibles.

Qué ver en Marruecos durante el Ramadán: adapta tu itinerario

Viajar a Marruecos en estas fechas te permitirá ver algo que no podrás durante el resto del año. Pero implica hacer algunas adaptaciones para que no afecte a las actividades que quieras hacer. Aquí te dejamos algunas ideas para adaptar tu ruta y sacarle el máximo provecho al viaje.

Ciudades imperiales (Marrakech, Fez): experiencia cultural profunda

Durante el Ramadán, las grandes ciudades como Marrakech o Fez tienen un ambiente bastante diferente al habitual que se ve el resto del año. Las mañanas son muy tranquilas, por lo que podrás recorrer las medinas sin tanta gente yendo y viniendo. Solo ten en cuenta los horarios de los museos y monumentos, que tendrán horarios reducidos. 

Aun así, merece la pena quedarse hasta el atardecer, para presenciar cómo se rompe el ayuno. Las plazas se llenan, los olores a harira y pan recién hecho invaden el aire y la experiencia se vuelve muy local. 

Puesto artesanal en un zoco marroquí con telas color turquesa, joyas y objetos tradicionales colgados en las paredes.

El desierto del Sahara: una experiencia mística y tranquila

Si te preguntas qué ver en Marruecos más allá de las ciudades importantes, el desierto es perfecto en esta época. Te ofrece silencio, cielos estrellados y una desconexión total. Las rutas por Merzouga o Zagora siguen funcionando sin problema, ya que las agencias y guías adaptan los ritmos a los viajeros. Por la noche, la experiencia se vuelve mágica. Cenarás en una haima bajo la luna llena y verás cómo los guías comparten el iftar entre ellos. Pura tradición ante tus ojos. Además, al estar lejos de las ciudades, todo fluye con más naturalidad.

Zonas costeras (Essaouira, Agadir): ritmo más relajado

En las ciudades de la costa, como Essaouira o Agadir, el Ramadán se lleva de forma más suave. Al ser zonas muy turísticas, encontrarás más cafeterías y restaurantes abiertos durante el día, y el ambiente es menos rígido. 

Puedes aprovechar para relajarte, disfrutar del mar y de la gastronomía sin tantas limitaciones. Los paseos al atardecer junto al puerto o la playa son espectaculares. Y al haber una fusión entre lo local y lo turístico, la experiencia es más flexible y no tendrás que preocuparte tanto por los horarios. 

viaje en grupo WeRoad a Marruecos

Ramadán en Marruecos: una inmersión cultural que te transformará 

Viajar a Marruecos durante el Ramadán es una oportunidad única para conocer el país desde dentro. No te vamos a negar que tendrás limitaciones porque habrá que adaptarse a los horarios, así como ser respetuosos con las costumbres locales y moverse con un poco más de sensibilidad. Pero al mismo tiempo, esto hace que la experiencia sea más auténtica, porque no es algo que se promocione en las guías de turismo. 

Las calles se llenan de espiritualidad, la gente comparte más que nunca y los atardeceres son momentos para disfrutar en grupo. Y esta misma actitud de compartir una experiencia inolvidable se vive en un viaje de grupo a Marruecos entre Marrakech, Casablanca, Rabat y el desierto. Si tienes pocos días pero no quieres renunciar a la aventura, también puedes optar por un viaje de grupo exprés a Marruecos. Si no solo quieres hacer turismo, sino vivir una inmersión cultural distinta y enriquecedora, ¡es hora de reservar los vuelos!

Team WeRoad
Scritto da Team WeRoad

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