

Egipto cuenta con un legado milenario de pirámides, templos y misterios por resolver. Por eso, es un destino que siempre figura en la lista de los viajeros soñadores. Imagina caminar por las mismas arenas donde los faraones dejaron sus huellas o ver cómo el sol se refleja en las antiguas piedras de Abu Simbel.
Pero, antes de lanzarte a la aventura, ten en cuenta que la experiencia cambia en cada estación del año. Por eso, si quieres saber cuándo viajar a Egipto para que tu viaje sea tal y como esperas, no te pierdas esta guía con las características de cada temporada.
Clima en Egipto: comprende las estaciones del año
Si quieres un resumen rápido de las estaciones para decidir cuándo viajar a Egipto, podemos decirte que es como un horno encendido prácticamente todo el año. Su clima es desértico; por tanto, la lluvia es casi una leyenda y el sol, el auténtico faraón del país.
En el caso de que para ti la mejor época para ir a Egipto sea cuando las temperaturas son suaves, piénsalo dos veces. Durante el verano, que va de junio a agosto, el termómetro se dispara sin piedad. Las temperaturas de Egipto en verano pueden superar fácilmente los 40°C. Sobre todo, en ciudades como Luxor o Asuán, donde la sombra es un bien más preciado que el oro de los faraones. El Cairo tampoco se queda atrás, aunque su calor es menos extremo.
Por el contrario, durante el invierno, que va de diciembre a febrero, el clima es mucho más amable. Las temperaturas máximas rondan los 20-25°C, así que la experiencia de explorar templos y pirámides no será tan sofocante. Pero esta estabilidad solo se mantiene durante el día. Las noches pueden ser sorprendentemente frías, en particular en el desierto, donde la temperatura cae en picado.
En cuanto a la primavera y el otoño, son estaciones de transición, pero ojo con el khamsin. Se trata de un viento seco y polvoriento que aparece en marzo y abril. Es bastante temido porque levanta tormentas de arena tan intensas que harán que las pirámides parezcan una ilusión antes de que saques la cámara. En definitiva, si quieres saber cuál es la mejor época para viajar a Egipto para no derretirte ni congelarte, lo ideal es ir entre octubre y abril. El clima es más llevadero y podrás disfrutar de tu visita sin que sea una prueba de resistencia extrema.

Primavera (marzo a mayo): la temporada ideal para explorar
Para que puedas decidir mejor cuándo viajar a Egipto, vamos a ver las estaciones una por una. La primavera es la gran aliada si no quieres sentir que caminas sobre brasas. Entre marzo y mayo, las temperaturas son cálidas, pero soportables, con máximas que rondan los 25-30°C. El clima en Egipto en abril no es que sea fresco, pero tampoco sentirás que el sol te derrite. Las noches siguen siendo agradables, ideales para pasear por los mercados o relajarte en un crucero por el Nilo sin el bochorno de otras estaciones.
Otro punto a favor es la menor afluencia de turistas. En invierno, el país recibe oleadas de viajeros que huyen del frío europeo. Y en verano, solo los más valientes desafían al calor. Pero durante la primavera, que se considera temporada media, los templos y pirámides están más despejados. Es decir, que habrá menos colas, sacarás mejores fotos y disfrutar de lugares como Abu Simbel o Karnak sin masificaciones. La experiencia es más auténtica y, sobre todo, menos agotadora por el calor.
Sin embargo, no todo podía ser perfecto. Marzo y abril pueden traer el khamsin, el viento seco que arrastra arena y convierte el cielo en un lienzo sepia. Aunque no es un fenómeno constante, es difícil saber si te tocará en tu visita. De ser así, prepárate para encontrar arena en sitios insospechados. En cualquier caso, también tienes la opción de ir a Egipto en mayo.
A pesar de este inconveniente, la primavera sigue siendo una de las mejores épocas si te preguntas cuándo viajar a Egipto. El clima es equilibrado, los días son largos y podrás empaparte de historia sin sudar ni competir por el mejor ángulo para tu foto.
Verano (junio a agosto): viajar bajo el intenso calor
Si decides visitar Egipto en verano, prepárate para sudar como nunca antes. Las temperaturas en Egipto en junio y en los meses posteriores superan fácilmente los 40°C. Sobre todo, en ciudades como Luxor, Asuán y El Cairo. Aunque es una época muy apreciada para quienes disfrutan el vuelta y vuelta en las playas, es conveniente planificar bien el viaje y las actividades. Esto es, que tendrás que madrugar bastante para aprovechar las horas más frescas del día.
Por lo general, se organizan las visitas a los templos al amanecer, porque el sol no ha tomado el control absoluto. Las tardes se quedan libras para otras actividades más relajadas o que te permitan protegerte. Por ejemplo, visitas a los museos, conocer las cafeterías o echarse una buena siesta como hacen los locales.
Si buscas una alternativa más llevadera, la costa del Mar Rojo es perfecta en esta época. Es la temporada baja en Egipto. Pero además, destinos como Hurghada, Sharm el-Sheij o Marsa Alam tienen temperaturas algo más suaves y la posibilidad de refrescarte en sus aguas cristalinas. Y por si fuera poco, si viajas a Egipto en agosto, podrás practicar buceo y snorkel junto a los arrecifes de coral.
No obstante, recuerda tomar precauciones contra el sol como harías en cualquier otro destino soleado. Utiliza protección solar de factor alto, hidrátate constantemente y llevar ropa ligera. La temperatura en Egipto en julio y durante el resto del verano es alta, para qué engañarnos. Pero con las medidas adecuadas, es una época perfecta para contemplar las pirámides sin estrés.

Otoño (septiembre a noviembre): temperaturas agradables y menos multitudes
El otoño es uno de los mejores momentos si queremos saber cuándo viajar a Egipto. No tendrás que preocuparte ni por el calor extremo ni por el exceso de turistas. Egipto en septiembre, octubre y noviembre tiene temperaturas que se mantienen en un rango cómodo; entre 25 y 35°C según la zona. Si viajas a El Cairo y Luxor, los días siguen siendo cálidos, pero sin llegar a ser agotadores. Y en el desierto, las noches comienzan a refrescar, por lo que se crea el ambiente perfecto para explorar sin prisas.
Pero la agradable temperatura en Egipto en noviembre y en octubre no es la única ventaja. La afluencia de viajeros también es menor. Septiembre y octubre son todavía temporada media, pero cuando ya va llegando noviembre, entramos en la alta. En otoño, podrás recorrer Abu Simbel, Karnak o el Valle de los Reyes con tranquilidad y sin largas esperas.
Estos meses son también una excelente temporada para hacer actividades al aire libre. Por ejemplo, un crucero por el Nilo o una visita al desierto de noche bajo un cielo estrellado. En la costa del Mar Rojo, el agua sigue siendo perfecta para el buceo y el snorkel. En definitiva, si a pensar cuándo ir a Egipto, lo que te imaginas es un clima templado, pocas aglomeraciones y todas las maravillas del país a tu alcance, el otoño es una de las mejores épocas para tu viaje.
Invierno (diciembre a febrero): clima fresco y temporada alta turística
El invierno es la temporada preferida de aquellos viajeros que tienen claro que no quieren pasar calor. Viajar a Egipto en enero equivale a disfrutar de temperaturas diurnas agradables. Rondan los 20-25°C en la mayoría de las ciudades, por lo que podrás visitar templos, pirámides y mercados con comodidad. Pero de noche, sí que refresca bastante, sobre todo en el desierto, así que tendrás que combinar tu ropa de verano con un abrigo.
Pero el buen clima de estos meses tiene su precio: es la temporada alta en el país. Aquí llegan turistas procedentes de todo el mundo que escapan del frío de sus países. Las localidades que más se llenan son Abu Simbel y el Valle de los Reyes, pero también las pirámides. Si quieres disfrutar de los sitios arqueológicos sin prisas ni colas interminables, tendrás que madrugar para llegar antes que el resto. También es conveniente reservar con antelación, porque los precios de los alojamientos y excursiones tienden a subir en estas fechas.
Aun con la alta afluencia de turismo, viajar a Egipto en febrero o en los dos meses anteriores es un placer. Los cruceros por el Nilo se vuelven especialmente placenteros con este clima fresco. Lo mismo sucede con las excursiones por el desierto, que son mucho más llevaderas sin el calor extremo. Y en la costa del Mar Rojo, las temperaturas se mantienen suaves y el agua perfecta para nadar o bucear. Es, por ende, otra época perfecta que responde a la pregunta de cuándo viajar a Egipto.

Festividades y eventos culturales: planifica tu viaje alrededor de celebraciones únicas
Si en tus viajes no te conformas con las visitas estándar, sino que quieres conocer también la cultura, Egipto tiene algunas festividades y eventos que pueden mejorar tu experiencia. El Festival del Sol de Abu Simbel es uno de los más importantes. Ocurre dos veces al año: el 22 de febrero y el 22 de octubre.
En estas fechas, se produce un fenómeno natural que atrae a miles de viajeros. Los rayos del sol se cuelan en el interior del templo e iluminan las estatuas de Ramsés II y sus dioses. Algo similar a lo que sucede en el Chichén Itzá, en México. Observarlo es realmente fascinante. Pero no solo por la magia del momento, sino porque demuestra los conocimientos de astronomía de estas civilizaciones.
Otro evento interesante es el Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán. Durante este tiempo, las calles se llenan de celebraciones, mercados y fiestas, especialmente en ciudades como El Cairo y Alejandría. Aunque las tradiciones pueden variar de una región a otra, sigue siendo una experiencia cultural que nos acerca a las costumbres locales.
Si tienes pensado viajar en estas fechas, reserva tu alojamiento y tour con antelación, porque la demanda aumenta. Y si no quieres perderte ningún evento ni experiencia imprescindible, no te pierdas nuestro listado de lugares imprescindibles que ver en Egipto.

Consideraciones para evitar multitudes y obtener mejores precios
Si al buscar cuándo viajar a Egipto, tienes claro que no quieres la presión de las multitudes, y además prefieres un precio accesible, tendrás que apostar por la temporada media. Es decir, en primavera, entre los meses de marzo y mayo, o en otoño, entre septiembre y octubre.
Durante estos períodos, el clima es agradable, sin llegar al extremo del verano. Y al mismo tiempo, la afluencia es menor que en la temporada alta, en la que también hace frío por las noches. Otro punto a favor es que habrá más disponibilidad de alojamiento, así que podrás elegir tu favorito y hospedarte por un precio razonable.
Evitar las aglomeraciones no solo mejora tu experiencia, sino que también te da espacio para disfrutar de Egipto sin la presión de los grandes grupos de turistas. Durante la primavera y el otoño, podrás explorar los templos y las pirámides con calma. Es una oportunidad para conectar con la historia del lugar. Además, es más fácil interactuar con la gente local y formarse una visión más completa y auténtica del país. Otra ventaja es que hay más libertad para disfrutar de los tours y desaparecen las colas.

Planifica tu aventura egipcia en el momento perfecto
¿Primavera, otoño, verano o invierno? La respuesta para saber cuándo viajar a Egipto depende de lo que busques. Si prefieres un clima más suave, menos multitudes y mejores precios, la primavera y el otoño son tus aliados. Pero si eres un fanático de la historia y no te importa compartir espacio con algunos otros viajeros, el invierno también tiene lo suyo. Y en el caso de que busques eventos concretos como el Festival del Sol, solo tienes que adaptarte al calendario.Lo cierto es que Egipto mantiene su encanto intacto durante las cuatro estaciones del año. Sus tesoros históricos y culturales te esperan para ser descubiertos en cualquier mes. Pero si te cuesta decidirte y prefieres dejarte llevar, ¡descubre Egipto en un viaje organizado! Te llevaremos por todos los iconos del país para que no te quedes con nada pendiente. ¡Consulta ya las fechas y reserva tu vuelo a Egipto!