

Asturias es una región de la geografía española que puede presumir de tener todo lo necesario para ser un destino ideal de vacaciones. Si te preguntas qué ver en Asturias, aquí encontrarás paisajes impresionantes, como los del Parque Nacional Picos de Europa; historia y una fuerte tradición que se palpa en sus calles y en sus gentes, y una cultura que literalmente se saborea, con platos tan conocidos como la fabada asturiana o la sidra.
Aquí, las montañas se encuentran con el mar, los pueblos conservan su esencia y la naturaleza sigue siendo la gran protagonista. Si buscas un destino con tanta tradición como belleza, haz las maletas y ven a conocer los mejores lugares que ver en Asturias.
Lagos de Covadonga: naturaleza en estado puro
Los Lagos de Covadonga son uno de los lugares más conocidos que visitar en Asturias. Están situados en el Parque Nacional Picos de Europa, y como te puedes imaginar, este sitio se compone de varios lagos. En concreto dos, Enol y Ercina. Aunque, como el paisaje cambia según el humor del clima, a veces hay un tercero llamado Bricial, que aparece cuando llueve en abundancia. En los alrededores hay montañas y praderas donde verás pastando a las verdaderas dueñas de este bonito espacio.
Para acceder, puedes llegar a pie a través de una ruta de senderismo, ir en autobús o en coche, aunque los accesos para estos últimos son limitados. Si ese es tu plan, consulta antes de ir.
Una vez arriba, podrás disfrutar de la paz de la zona, con varios miradores y los restos de la mina de Buferrera, donde se extraían minerales en tiempos no tan lejanos. Es visita obligada para los amantes de la naturaleza.

Santuario de Covadonga: un lugar de fe y tradición
El Santuario de Covadonga es otra de las cosas que ver en Asturias más importantes. Forma parte del complejo religioso del mismo nombre, y no solo es conocido por la belleza del entorno donde se encuentra, sino porque es un lugar de peregrinaje. La Santa Cueva es su principal atracción, excavada en la roca y donde se encuentra la imagen de la Virgen de Covadonga, conocida como La Santina por los locales. Justo debajo, hay una cascada que cae con fuerza y que hace que el lugar resulte aún más especial.
A pocos metros, te espera la Basílica de Santa María la Real, con su característica piedra rosada marmórea procedente de las propias montañas de la zona. Quizás sea por eso que se funde a la perfección con el paisaje. No te pierdas las vidrieras y el altar mayor. Y fuera, en la explanada, se encuentra la estatua de Don Pelayo, rodeada de debates históricos sobre su verdadera hazaña. Según cuenta la historia, aquí derrotó a los árabes y comenzó la Reconquista. Otros puntos de interés son La Casina y la Casa de los Ejercicios.

Gijón: la perfecta mezcla de mar y cultura
Gijón es una ciudad con una historia tan extensa como interesante, y es que está ligada a la antigüedad clásica europea y a los poblamientos astures prerromanos. Hoy, es un lugar perfecto para disfrutar de la cultura, la gastronomía asturiana y su costa. Aquí se encuentra la icónica playa de San Lorenzo; a pesar de su nombre, el sol no siempre hace acto de presencia, pero las que siempre están son sus perfectas olas para surfear.
Si no es tu deporte, no pierdas la oportunidad de recorrer su más de kilómetro y medio de longitud por el Paseo Marítimo, que está sobre el muro de piedra que recorre la playa. Si quieres bajar, usa el acceso de Escalerona. Pero además de playa, visita el casco antiguo, Cimadevilla, donde podrás seguir la huella de la historia con sus calles empedradas y el Elogio del Horizonte, una escultura de Chillida que convierte el viento en banda sonora.
Para los amantes de la cultura, la Laboral Ciudad de la Cultura impresiona por su tamaño y su historia: fue una universidad laboral y ahora es un centro artístico y educativo. Y para cuando apriete el hambre, disfruta de la oferta gastronómica, como cachopos descomunales o mariscos frescos. Siempre acompañados de una sidra.

Oviedo: la ciudad de la sidra y la historia
Otro de los sitios que ver en Asturias en 3 días o en un viaje exprés es la ciudad de Oviedo. De estética medieval, sus calles empedradas invitan a pasear sin prisas, sobre todo por el casco antiguo, donde cada rincón guarda una estatua, una plaza o una historia curiosa. El centro neurálgico es la Catedral de San Salvador; un imponente edificio gótico donde se encuentra la Cámara Santa y algunas reliquias como la Cruz de la Victoria. Si te fijas, verás una concha en la fachada: es la señal de que por aquí pasa el Camino de Santiago.
Pero Oviedo no solo vive de historia, también de sidra. En el barrio de El Fontán y la calle Gascona, conocida como el «Bulevar de la Sidra», el ritual del escanciado es casi un deporte. Si un camarero te lanza un chorro de sidra desde la altura sin mirarte, no es descuido, es técnica. Y si quieres ver a los ovetenses en su hábitat natural, asómate a cualquier terraza en cuanto asome un rayo de sol: la ciudad se transforma.
Playa del Silencio: un rincón de tranquilidad
La playa del Silencio en Asturias, situada en Castañeras, es otra parada obligatoria. Si huyes de los espacios concurridos, aquí encontrarás lo que buscas, porque hace honor a su nombre. No hay chiringuitos, socorristas ni el clásico vendedor de pareos; con suerte, ni siquiera encontrarás a visitantes, solo el sonido de las olas rompiendo contra los acantilados que la protegen.
Para acceder a la playa, debes seguir un camino de tierra bien señalizado desde el aparcamiento. Después de bajar unos 100 escalones, que sí, luego tendrás que subir, llegarás a esta preciosa playa de medio kilómetro de longitud. Recuerda llevarte algo de comer si quieres pasar ahí el día. Y si quieres visitar otras igual de famosas, acércate a Gulpiyuri, una playa que aparece cuando sube la marea, y donde el agua entra por túneles submarinos. Fue declarada Monumento Nacional en 2001. También tienes Torimbia, de arena blanca y con tradición nudista, ideal para los que quieran broncearse sin marcas.

Cangas de Onís: el puente romano y mucho más
Y de las playas, pasamos a los pueblos que ver en Asturias. Cangas de Onís puede parecer un sitio pequeño, pero tiene una historia enorme. Su símbolo más famoso es el puente romano, que en realidad es medieval, pero a estas alturas nadie le va a cambiar el nombre. Desde su arco central cuelga la Cruz de la Victoria; la misma que aparece en la bandera asturiana e icono del Principado de Asturias.
Más allá del puente, Cangas es la puerta de entrada a los Picos de Europa y uno de los sitios que ver en Covadonga. De ahí que se haya convertido en un punto de referencia para senderistas y amantes de la naturaleza en general.
En el centro, y como buen lugar cargado de tradición, sus calles están llenas de sidrerías, tiendas de productos locales y, si tienes suerte, mercados donde encontrarás desde quesos hasta embutidos de la zona. Otros lugares de interés son la Iglesia de Santa María, con su aire rústico, y la estatua de Don Pelayo.

Ruta del Cares: el senderismo más impresionante
Y ya que hemos hablado de senderismo, nos vamos a uno de los sitios que ver en Asturias que no faltan nunca en una buena planificación de montaña. Se trata de la Ruta del Cares, que es la más popular de Picos de Europa y una de las más conocidas en España. Su recorrido, que abarca 12 kilómetros de sendero tallado en la roca, fue construido por el personal de la central hidroeléctrica de Camarmeña. Conecta Poncebos, en Asturias, con Caín, en León, y es apta para todos los públicos, aunque quizás no para quienes tienen vértigo. No obstante, por el suelo pedregoso y la constante exposición al sol, es mejor los días de mucho calor o ir bien preparados.
El camino sigue el curso del río Cares, encajonado entre paredes verticales que pueden alcanzar los 2 mil metros de altura. Durante el recorrido, atravesarás túneles excavados a mano y puentes que realmente impresionan. Son tres: el de los Rebecos, del Bolín y el de la propia presa de Camarmeña. Aunque hay fotos explicativas, resulta difícil imaginar cómo debió ser su construcción. Si quieres la experiencia completa, puedes hacer ida y vuelta.
Taramundi: tradiciones y artesanía en cada rincón
Taramundi en Asturias es el destino perfecto si buscas desconectar del mundo, ya que este pequeño pueblo está rodeado de montañas y bosques por los que te gustará perderte. Hace frontera con Lugo, en Galicia, y cuenta con incontables ríos, sierras y valles por los que siempre suena el murmullo del agua.
Pero su paz no es lo que le ha hecho famoso, sino el sonido de sus artesanos fabricando y afilando cuchillos. Su tradición cuchillera tiene varios siglos y puedes conocerla de cerca en multitud de talleres en los que todavía se trabaja el metal de forma manual. Puedes incluso llevarte una pieza única como recuerdo, o para abrir el queso que también querrás comprar.
Sin embargo, aquí tampoco acaba todo. Más allá de la artesanía, el entorno invita a recorrer senderos entre hórreos y molinos, como el conjunto etnográfico de Os Teixois, donde se puede ver a un antiguo mazo hidráulico en acción.
Cabo Peñas: donde el mar se encuentra con la tierra
Cabo Peñas es el punto más al norte de Asturias y uno de esos lugares donde el viento no sopla, sino que directamente empuja. Sus acantilados superan los cien metros, y te ofrecen unas vistas espectaculares del Cantábrico en su versión más salvaje: olas rompiendo contra las rocas, gaviotas planeando como si desafiaran la gravedad y, si hay suerte, algún barco lejano en el horizonte.
Pero aquí el protagonista indiscutible es el Faro de Cabo de Peñas. Lleva funcionando desde 1852 y en su interior se encuentra un museo que te explica la historia marítima de la zona. Los alrededores tampoco tienen desperdicio, ya que están llenos de senderos que recorren toda la zona costera. Además, hay varios miradores con excelentes vistas al mar. Puedes hacer fotos, pero ninguna le hará justicia al espectáculo ante tus ojos. Cabo Peñas es el lugar que te recuerda que Asturias no solo es verde: también es azul y, sobre todo, indomable.
Y si después de tanta brisa marina te entra hambre, hay pueblos cercanos que ver en Asturias y su mapa, como Luanco o Candás. Aquí encontrarás el remedio perfecto para recargar las pilas y empezar a enamorarte de Asturias: pescado de calidad, sidra y, si el tiempo acompaña, una terraza con vistas.
Lastres: un pueblo con encanto marinero
Llegamos al final de los lugares que ver en Asturias en tus vacaciones. Lastres es un pueblo típico de postal, con calles empedradas que serpentean cuesta abajo hacia el puerto, donde su tradición pesquera sigue hoy muy viva. Si te gusta ver a los marineros faenando, solo tienes que acercarte hasta allí, y poco a poco irán volviendo las embarcaciones con la pesca del día. Pero si prefieres saborear el manjar, mejor dirígete a los restaurantes y espera a que te sirvan tu festín de marisco y pescado fresco.
Uno de los puntos más famosos de Lastres en Asturias es el Mirador de San Roque, desde donde se obtiene una panorámica espectacular del pueblo con el mar de fondo. Si el sitio te resulta familiar, puede que recuerdes que fue el escenario de la serie “Doctor Mateo”, algo que los locales mencionan con orgullo. Disfruta de su olor a salitre, sus casas de colores y el sonido de las gaviotas.

Asturias, un destino que te espera
Asturias puede presumir de ser un rincón del norte de España donde se combinan sin esfuerzo la naturaleza salvaje, la historia y la buena mesa. Quienes busquen retos a su condición física, no querrán salir de Picos de Europa, y para relajarse después en las aguas del Cantábrico y casi en soledad, nada como las playas escondidas. Tampoco faltan los pueblos con encanto y las ciudades llenas de vida y tradición, en las que siempre hay algo por descubrir.

Con paisajes que parecen sacados de otro mundo, su gastronomía es un festín y todo un orgullo para sus gentes, y su cultura, una mezcla de tradición y autenticidad. Si te han entrado ganas de conocer todos estos lugares, pero sin tener que preocuparte por la planificación, ¡explora Asturias en un viaje organizado lleno de naturaleza y aventura!