Oslo es la capital de Noruega; una ciudad con apenas 50 mil habitantes, pero con multitud de lugares interesantes para conocer. Por ser nórdica, nuestra mente la asocia directamente con el frío. Sin embargo, ¿sabías que destaca por su calidez cultural? Hay una probabilidad muy alta de que a ti también te conquiste en tus próximas vacaciones. Pero también es probable que después de leer todo lo que hay qué ver en Oslo y qué hacer que te contamos en este artículo, te pique la curiosidad y decidas reservar tus billetes. ¡Es hora de volar hacia el norte!
Parque de Vigeland, un homenaje al arte escultórico en pleno corazón de Oslo
El Parque de Vigeland es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Oslo, sin importar si eres amante o no del arte. Para facilitar el acceso, lo tienes en el centro de la ciudad, en Frognerparken, así que es un buen sitio para comenzar el día. Se inauguró en 1950 y muestra las obras del artista noruego Gustav Vigeland, de ahí el nombre, a las que dedicó aproximadamente 20 años.
Si temes que esté lleno de cuadros que al final terminan aburriendo hasta al seguidor más pasional, puedes respirar porque lo que ofrece son más de 200 esculturas de granito y bronce de tamaño natural. Representan diferentes estados de ánimo y expresiones. Dentro de todas ellas, las más destacadas son el impresionante monolito de 14 metros y el Niño enfadado o Sinnataggen.
La primera es una columna talla de piedra que tiene 121 figuras humanas entrelazadas. Mientras que la segunda resulta llamativa porque es un crío en plena pataleta. Quizás haya a quien le toque la fibra sensible, porque ha sido atacado en múltiples ocasiones. Por suerte, también tiene seguidores, que se han encargado de que aparezca en postales y souvenirs.
Además de por las esculturas, es bonito por su zona de naturaleza al aire libre, en la que podrás disfrutar de un picnic. Otro punto positivo por el que lo incluimos en qué ver y hacer en Oslo es que es gratuito. Pero si quieres evitar gente, es mejor ir por la mañana.
Museo de los Barcos Vikingos: un viaje al pasado de los legendarios navegantes
Si los nombres de Ragnar o Ivar te dicen algo, este museo te va a resultar mucho más interesante que el anterior. Aunque la historia de los vikingos no fue tal y como nos la suelen mostrar las series de televisión y las películas, no podemos negar la existencia de sus batallas y su capacidad de lucha. Ni tampoco su atractivo, que bien nos han servido para disfraces de carnaval como para dejar volar la mente.
Volviendo al museo como una de las cosas imprescindibles que ver en Oslo, el Vikingskipshuset exhibe los navíos vikingos mejor conservados. Con ellos, los vikingos viajaron en busca de nuevas tierras, y a ti, como espectador, te transportarán siglos atrás. Los barcos son tres. Oseberg, construido en madera de roble del años 820 y con una bonita decoración; Gokstad, de 23 metros de largo y 5 de ancho, con utensilios en su interior, y Tune, descubierto en 1867 y en mal estado de conservación. La exposición también cuenta con restos de tapices, muebles y otros objetos encontrados. El precio por adulto es de casi 9€, pero por desgracia tendrás que esperar un par de año porque está de reformas.
Ópera de Oslo (Operahuset), arquitectura moderna con vistas espectaculares
Si alguna vez has estado en Australia o has visto imágenes de la ciudad de Sydney, lo primero que llama la atención es esa estructura de color blanco sobre las aguas. Si quieres ver una similar, no tienes que irte tan lejos, porque en esta ciudad también una Ópera de color blanco y hecha en mármol y vidrio con perfectas formas geométricas.
Esta edificación, que parece un tobogán para lanzarse al fiordo, es apreciada tanto por la población local como por los visitantes. Primero porque se ve reflejada en el agua tanto de día como de noche, y segundo porque desde allí hay vistas que no te deberías perder. De hecho, está considerado como uno de los mejores miradores de la ciudad.
En cuanto al interior, es futurista, aunque está construido con madera de roble. Lo diseñó el estudio Snøhetta, que se ha llevado varios premios. Cuenta con tres zonas, el auditorio principal, donde caben 1369 personas; el segundo auditorio, para 400, y el estudio, para 200. Si no quieres perderte detalles, puedes ser parte de una de las visitas guiadas. Toma nota y apunta este lugar en tu lista de cosas que ver y hacer en Oslo.
Fortaleza de Akershus (Akershus Festning): historia y vistas al fiordo
Otro de los lugares que visitar en Oslo que más te impactarán es la fortaleza de Akershus. Es todo un icono de la ciudad y del país, y se encuentra junto al fiordo. Como en el caso anterior, las vistas son fantásticas desde lo alto de las murallas. Pero si te gustan los viajes al pasado y soñar que vives en otra época, no necesariamente mejor, no te pierdas el interior. Conserva puertas medievales grandes y pesadas del siglo XIII, pero también hay varios edificios y museos. Ten en cuenta que sufrió ataques extranjeros, que nunca tuvieron éxito a la hora de conquistar este lugar.
Como curiosidad, durante la Segunda Guerra Mundial, más de 40 ciudadanos noruegos fueron ejecutados por el ejército nazi, como verás en la placa en honor a aquellos. Uno de los museos es el de la Resistencia Noruega, y si te gusta la historia, podrás conocer más detalles. Si viajas con tiempo de sobra, puedes dedicarle algunas horas y alargar tu visita hasta el atardecer, pues será en este momento cuando tendrás las mejores vistas. Y según la época en la que acudes, quizás haya mercadillos o actividades infantiles, ya que los eventos son populares.
Museo Fram: la historia de las exploraciones polares en Oslo
Si te gustaron los barcos y ya has visto la ciudad, y buscas otros sitios que ver en Oslo y alrededores, acércate al Museo Marítimo Nacional y Museo del Fram o Frammuseet. Está situado en el barrio de Bygdøy y se creó en 1936. Si bien en un primer momento, la idea era exponer la nave polar Fram, del año 1892 y con la suficiente resistencia para navegar por los mares de la zona antártica en tres expediciones, ahora también hay otras exposiciones temporales relacionadas con dichas expediciones.
Las tres tuvieron lugar entre 1893 y 1902, por lo que la embarcación ha superado el siglo de historia. Todavía se conservan en perfecto estado todos los objetos originales del interior. Pero si tienes dudas sobre hacer una visita a este museo, te diremos que este barco es una auténtica mole. Y a diferencia de los barcos vikingos, aquí te podrás subir para sentirte como parte de esa aventura y hacerte una idea de cómo se debieron sentir. ¡Los pelos de punta!
Fiordo de Oslo, naturaleza y serenidad en el corazón de Noruega
¿Qué ver en Oslo? Lo hemos mencionado ya un par de veces, y por eso tiene que estar entre las cosas que ver y hacer en Oslo. Precisamente porque se trata de un fiordo, no es una atracción en sí misma. Y lo sabemos, ¡los fiordos de Noruega son realmente hermosos! Pero sí que te da la oportunidad de hacer algo diferente y que realmente vale la pena en esta ciudad. Se trata de un paseo en barco para explorar la capital desde una perspectiva diferente.
Te recomendamos aprovechar los días en los que brilla el sol, tanto porque mejora las vistas como porque siempre viene bien sentir un poco de calor en estos países. Dispones de varias compañías para elegir; pero también de tipos de embarcaciones. Hay veleros y ferris locales, y en función de sus servicios, podrás hasta realizar una comida mientras paseas.
Otra opción es apostar por las excursiones en kayak. Si te preguntas qué ver en Oslo en 2 días y cómo subir la adrenalina a tope durante ese tiempo, este puede ser un plan interesante para ti. Y si prefieres algo mucho más tranquilo, también está bien si paseas junto al fiordo sin más aspiración que disfrutar del paseo.
Calle Karl Johans Gate: el epicentro de la vida urbana en Oslo
Karl Johans Gate es la calle principal de la ciudad, y por ello, es parte de las actividades que hacer en Oslo. Aquí te esperan los edificios más destacados, y es que la calle abarca desde la Estación Central, Oslo S, hasta el Palacio Real o Det kongelige slott. Entre ambos lados, podrás visitar la catedral u Oslo domkirke, el parlamento o Stortinget y la facultad de Derecho.
Pero como sucede siempre en este tipo de espacios, no todo es contemplar la arquitectura. Sino que es también uno de los lugares que visitar en Oslo para hacerse con algunos recuerdos del viaje. Y por qué no, realizar algunas compras en las tiendas que hay. Además de las cadenas tradicionales que ya se encuentran hasta en los sitios más remotos, también hay otras opciones locales, más interesantes.
Es una zona bastante frecuentada, por lo que también es una oportunidad para relacionarse con la población noruega. Si viajas en invierno, también podrás usar la pista de patinaje de hielo, con esculturas e iluminación para la época.
Museo Munch, un tributo al genio detrás de «El Grito»
El Museo Munch debe este nombre, como es fácil adivinar, al artista que estudiamos en nuestros años de escuela: Edvard Munch. Su cuadro más famoso es El Grito, que hoy en día vemos versionado una infinidad de veces en las redes sociales.
El museo se inauguró en 1963 y cuenta con las obras donadas por el propio artista en su testamento. Son bastantes, y representan prácticamente la mitad de toda su obra. Como la exposición es permanente, no importa cuándo viajes. Pero sí es conveniente que tampoco falte en tu lista de qué ver y hacer en Oslo.
Si quieres ver toda su colección expresionista en detalle, así como sus objetos personales, dibujos y grabados, necesitarás varias horas. Por tanto, planifica bien tu tiempo. Pero ojo, que si solo quieres ver la obra principal para decir que la has visto en tu vida, no necesitas venir aquí, sino dirigirte a la Galería Nacional, que es donde está la versión más conocida. Si haces memoria, igual recuerdas que en 2004, unos encapuchados se llevaron otra de las versiones, junto a una Madonna. Por suerte, fueron recuperados y ahora vuelven a descansar tranquilos en el museo.
Museo de Historia Natural: un viaje a través de la biodiversidad
Y llegamos a la última parada en este recorrido con todo lo que ver y hacer en Oslo. Se trata del Museo de Historia Natural y tiene como temática la naturaleza del Jardín Botánico, pero también hay exposiciones de zoología, geología y cambios climáticos. Es el museo con la colección más grande de objetos naturales del país, y la mayoría se pueden visitar.
Pero si hay algo que realmente sorprende son los animales taxidérmicos procedentes de todo el mundo. Los verás en entornos naturales que son reales, para que puedas hacerte una idea más acertada de cómo era su hábitat y sus vidas. Por ejemplo, hay una montaña con pájaros y un estanque con castores. Otras especies más llamativas son los pingüinos de la Antártida, y los chimpancés y okapi en las selvas tropicales africanas.
Además, desde 2022 hay también exposiciones geológicas que narran la historia del planeta y la evolución de la vida. Las permanentes son seis, que se dividen en cuatro plantas. También hay una casa con fósiles, objetos y cristales, así como meteoritos y dinosaurios. Puesto que no encontrarás una atracción como esta en ninguna otra parte del mundo, es, sin duda, una de las cosas que visitar en Oslo que más te sorprenderán.
¿Qué ver en Oslo? Esta ciudad tiene muchas más propuestas de interés que las que hemos mencionado aquí. Pero además, Noruega tiene otras localidades que también tienen su encanto y que vale la pena descubrir. ¿Quieres saber cómo aprovechar tu tiempo y tu viaje? Pues con los viajes a los países nórdicos en tren. El medio de transporte más cómodo y sencillo para descubrir toda la magia y la calidez de estos países tan fríos. Pero Oslo nunca defrauda, y te irás a casa con el corazón bien caliente y la mente llena de experiencias para recordar. ¡No esperes más para descubrir todo lo que Oslo y Noruega tienen para ofrecer!