Finalmente habéis reservado el vuelo, sentís los nervios típicos de la salida: ¿por dónde empezar? ¿Qué ver en Tokio? ¿Cómo moverse por la ciudad y cuáles son los lugares imperdibles? Respirad hondo, ordenad los pensamientos y empezad a leer nuestra guía, al menos para entrar en el mood.
Tokio es en realidad un universo paralelo, cuyo centro está representado por los barrios que delimitan su geografía. La comparación parece arriesgada, pero una vez que vosotros también hayáis probado su atmósfera tan especial, seguro que estaréis de acuerdo con nosotros. De hecho, moverse de un distrito a otro cambia el tejido urbano y, con él, las sensaciones que se desprenden del lugar. Porque Tokio es innovación y tradición, pero también futuro y pasado que se mezclan continuamente. Tokio es un oxímoron: abarrotado pero silencioso y os enamoraréis a primera vista de él.
Comencemos nuestro viaje en la capital del Sol Naciente con un itinerario que os llevará a descubrir sus atracciones más famosas, al igual que algunas gemas menos conocidas. ¿Estáis listos para ir? Comencemos con Shibuya, el distrito considerado por muchos como el centro de Tokio, ¡al menos desde el punto de vista del entretenimiento!
Shibuya
Pensad en Tokio e imaginad Shibuya. Porque este es precisamente el distrito que, en el imaginario colectivo, identifica el alma más conocida de la capital japonesa. Es animada, irreverente, colorida, llena de tiendas, luces de neón, karaoke, pachinko y pubs. Shibuya es un concentrado de tendencias y, por ello, es también una de las zonas más frecuentadas por los jóvenes japoneses. Si os preguntáis qué ver en Tokio, aquí es donde tenéis que comenzar. Su mayor atractivo es su increíble cruce: ¡verlo desde arriba es una experiencia alucinante! Os lo contamos a continuación y, más adelante, os enumeramos el resto de cosas que ver en este distrito.
Desde dónde ver el cruce de Shibuya
Shibuya es el cruce más concurrido del mundo: cuando los coches se detienen y los semáforos para peatones se ponen en verde, cientos de personas salen a cruzar al mismo tiempo. Para disfrutar plenamente de este espectáculo urbano, la vista lo es todo y vale la pena mirarlo desde cierta altura. Podréis aprovechar las ventanas de cristal de un Starbucks en la esquina del cruce, pero tendréis que hacer fila para obtener los mejores asientos. Por 600 yenes podréis subir a la terraza de Magnet by Shibuya 109, un centro comercial. Sin embargo, si no tenéis problemas de presupuesto, por 2.000 yenes subiréis a la cima de Shibuya Sky, un rascacielos que ofrece la mejor panorámica de la zona. Los más astutos, sin embargo, pueden aprovechar el paso de peatones de la estación JR Shibuya, ¡siempre y cuando no se pierdan en sus intrincados meandros!
Dónde está la estatua de Hachiko
Emblema de fidelidad, cariño y lealtad, la historia de Hachiko ha traspasado fronteras para hacerse famosa en todo el mundo. Habéis acertado: Hachiko es el perro que, durante diez largos años, esperó a su amo en la estación de Shibuya, sin saber de su muerte. La opinión pública, tan impresionada por la fidelidad de este Akita, ha dedicado una estatua al perro, hoy meta de una auténtica peregrinación. Está situada justo frente a la salida de la estación de metro y aquí, durante años, los jóvenes japoneses solían quedar. Una selfie es prácticamente obligatoria, ¡así que no olvidéis ponerla en vuestra lista de cosas que ver en Tokio!
Center Gai
Es la famosa calle peatonal de Shibuya, donde se concentran tiendas y discotecas de todo tipo. Planificad vuestra visita después del anochecer, ya que las luces de neón ofrecerán un espectáculo increíble. Aquí podréis ir de compras, ir al karaoke (¡muy popular en todo Japón!) y comer y beber en un izakaya, el típico pub japonés. Luego, si vuestros oídos aguantan el ruido, podéis ir al pachinko, una sala de juegos tan absurda como famosa que, en Japón, ¡está de moda!
Shinjuku
Si no os perdéis en su metro –uno de los más transitados del mundo–, Shinjuku os recibirá entre sus rascacielos y sus múltiples atracciones. En esta parte de Tokio hay muchas cosas que ver y, para los expatriados que viven en Japón, este es definitivamente el place to be. No es tan turístico como Shibuya, pero es igual de concurrido: representa una parte real de la vida japonesa. Caminando por Shinjuku, veréis mujeres paseando a sus cachorros en cochecitos u hordas de oficinistas, todos vestidos igual, con su icónica gabardina beige. Así que, preparaos, porque a continuación encontraréis muchos de los lugares para visitar en Tokio, ¡sin duda los más icónicos!
Tokyo Metropolitan Government Building
Si visitáis Shinjuku durante el día, la oportunidad de subir a lo alto del Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio es tentadora. Se trata de un complejo administrativo formado por torres gemelas con dos plataformas de observación, desde las cuales se puede admirar Tokio desde el cielo. Si tenéis suerte y el día está despejado, tendréis la posibilidad de ver la majestuosidad del monte Fuji desde lejos y será realmente maravilloso. Y hay buenas noticias: ¡subir a la cima de las torres es gratis! Por ejemplo, si vuestro presupuesto no os permite desembolsar los 3.000 yenes necesarios para subir a la cima de la Torre de Tokio, ¡el Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio es una gran alternativa!
Golden Gai
Si pasáis la noche en Shinjuku, no podéis perderos Golden Gai, un intrincado laberinto de calles estrechas dominado por más de 200 clubes diminutos que solo pueden acomodar a unos pocos invitados a la vez. Será una excelente oportunidad para disfrutar de una copa de Nihonshu (frío o caliente) con total tranquilidad. Pero, tened cuidado: ¡el dueño del club puede no dejaros entrar! Incluso en los restaurantes, algunos gerentes se reservan el derecho de no atender a extranjeros. El gesto es inequívoco: una «X» formada con los dedos de las manos, o en los casos más llamativos, ¡con los brazos!
Omoide Yokocho
Para intentar imaginar el Tokio de antaño, nada mejor que hacer una escapada a Omoide Yokocho, que literalmente significa «carril de los recuerdos». Aquí encontraréis callejones muy estrechos dominados por pequeños clubes y restaurantes donde podréis abasteceros de comida local. ¿Qué os gustaría probar? Las opciones seguramente no os defraudarán: locales de yakitori, ramen, hasta diminutos lugares para comer sushi. Y será una experiencia increíble porque, además de comer el sushi más auténtico que probaréis en vuestra vida, será preparado a pocos centímetros de vosotros por manos expertas. Y recordad, si no lo sabéis, no debe ser el arroz el que se sumerge en salsa de soja, ¡sino el pescado!
Kabukicho
El pequeño distrito Golden Gai antes mencionado se encuentra dentro de Kabukicho, el distrito de luz roja de Shinjuku, dirigido predominantemente por los Yakuza. Su entrada está delimitada por un gran cartel rojo. Aquí encontraréis clubes nocturnos y para adultos, así como muchos salones de pachinko. A pesar de los locales, no es un barrio peligroso de los que ver en Tokio: solo hay que tener cuidado con los clásicos porteros (que no suelen ser japoneses), que invitan a los turistas al interior de las discotecas para presentarles a las chicas. Simplemente rechazad cortésmente e id más allá para descubrir la atmósfera de la zona. Aquí, entre las cosas para ver, hay una enorme cabeza de Godzilla asomándose desde lo alto del complejo Gracery Hotel. Y si queréis asistir a un espectáculo verdaderamente insólito, os recomendamos ir al Restaurante Robot, ¡una auténtica institución!
Shinjuku Gyoen
Si estáis hartos del ruido y las luces de neón, Shinjuku Gyoen es a donde debéis ir: está en uno de los parques más grandes de Tokio, perfecto para dar un paseo o sentarse a descansar bajo un bonito árbol. Es hermoso y con razón: ¡pertenecía a la familia real! Solo se abrió al público en la década de 1950 y ahora da la bienvenida tanto a los japoneses que quieren un pequeño respiro de la metrópoli, como a los turistas que necesitan algo de tranquilidad. Ahora quizás digamos algo obvio: en primavera este parque se transforma en algo maravilloso y encantado, donde se respira profundamente la magia de Hanami, el espectáculo de los cerezos en flor (del que hemos hablado en este artículo).
Asakusa, una explosión del pasado
¿Buscáis algo que ver en Tokio que sea más tradicional? Dirigiros sin demora a Asakusa, donde aún hoy sobrevive una sitio diferente a la que todos imaginamos. De hecho, en la capital de Japón, la espiritualidad convive pacíficamente junto a letreros de neón y rascacielos. Explorad este barrio a pie, respirad la atmósfera suspendida en el tiempo y acercaros al templo budista Sensoji, precedido por el Kaminarimon, una enorme puerta roja. Estáis justo en la entrada del templo más famoso de Tokio y uno de los más antiguos. Para llegar, tendréis que pasar por un camino llamado Nakamise, donde se encuentran, una al lado de la otra, muchas tiendas características en las que podéis abasteceros de recuerdos. Además de visitar el templo, por un módico precio podéis probar la suerte, descubriendo lo que os depara el futuro. A veces sale mal, ¡podéis encontrar la prueba fotográfica aquí abajo!
Ginza y Roppongi
Se trata de dos distritos bastante grandes: los juntamos porque, al fin y al cabo, encarnan el alma más moderna, a la vez que la más artificial. Ginza es, de hecho, un barrio muy rico, así como uno de los más caros del mundo para vivir. No es casualidad que todos los grandes nombres de la moda internacional se concentren aquí: desde Louis Vuitton hasta Gucci, el ambiente es decididamente brillante. Y, por eso, la geografía de la ciudad también está cambiando, ofreciendo auténticas joyas arquitectónicas.
El edificio emblemático de este distrito es el que tiene la torre del reloj: se encuentra en lo alto de Wako, una enorme tienda que vende artículos de lujo y joyería. En lo personal, esta es la zona de Tokio que menos llama la atención porque es la más occidental. Quienes, por el contrario, quieran adentrarse en la vida cultural de aquí, pueden visitar el teatro Kabuki-za de Ginza, el más famoso de Tokio.
En Roppongi, por otro lado, la estética de los edificios cambia: el aspecto es menos brillante, pero aún moderno. Aquí se concentra principalmente la vida nocturna que ver en Tokio: pasar por la noche os permitirá descubrir muchos clubes y discotecas que son frecuentados principalmente por extranjeros. En realidad, en los últimos años, el distrito se ha ido renovando hasta convertirse en un importante centro cultural. Y no es casualidad que aquí se concentre una gran cantidad de museos y galerías de arte. Si os apasiona, podéis ir al Centro Nacional de Arte, en el Museo de Arte Mori y al Museo de Arte Suntory.
Tokyo Tower
Pero la verdadera atracción de Roppongi es la Torre de Tokio: con 333 metros de altura, parece «nuestra» Torre Eiffel. Hasta hace unos años era la estructura más alta de la ciudad, recientemente superada por el Tokyo Sky Tree de ¡634 metros de altura! A pesar de la pérdida del récord, subir a la cima es verdaderamente una experiencia que os dejará sin aliento. En realidad, hay dos plataformas de observación y tienen diferentes costes. Para llegar al primero, tendréis que desembolsar 1.200 yenes. Si, por el contrario, queréis llegar al segundo –situado a 250 metros– el precio es de 3.000 yenes. Para muchos, llegar al punto más alto no vale la pena, pues el primer observatorio es más que suficiente para observar el panorama y el skyline. ¡Definitivamente una de las cosas que ver en Tokio!
Harajuku
¿Qué ver en Tokio que sea realmente especial? Simple, Harajuku, el distrito de las subculturas juveniles, la moda más bizarra y el manga. Takeshita Dori es una parada imprescindible, porque representa el símbolo de este barrio. Es una vía de unos 400 metros a lo largo de la cual se concentra una cantidad inimaginable de tiendas y cafés que, durante el fin de semana, son invadidos por adolescentes japoneses.
Además, durante el fin de semana no es raro cruzarse con cosplayers, o personas que se disfrazan (¡de una manera verdaderamente fiel!) de los personajes de su manga o anime favorito. ¿Y si en todo este caos os apetece tranquilidad? No os preocupéis, Meiji Jingu está cerca y es un maravilloso santuario sintoísta del que os hablaremos a continuación.
Meiji Jingu
Bienvenidos a uno de los lugares más sagrados de la capital de Japón y un inmenso oasis de paz y tranquilidad. Una vez que ingreséis al Meiji Jingu, ¡os parecerá increíble estar a unos pasos de la concurrida estación de Harajuku! Se trata de un santuario dedicado a las almas del emperador Mutsuhito y su esposa, la emperatriz Shōken. Ambos han jugado un papel muy importante en la historia de Japón, porque llevaron al país a la era moderna después del final del larguísimo período Edo.
Inmerso en el hermoso parque Yoyogi, la entrada al recinto está indicada por la presencia de un gran Torii, la clásica puerta roja sintoísta. En su interior encontraréis varios edificios: el central, dedicado a la oración; y otras pequeñas estructuras sagradas, incluido un museo donde se guardan las pertenencias de la pareja imperial. No os podéis perder los jardines privados cuya entrada está sujeta a una tarifa. Si visitáis Tokio en junio, ¡visitadlo, porque la floración de los lirios es realmente increíble!
Akihabara
Para muchos, Japón es sinónimo de tecnología y videojuegos y, para otros, de anime y manga. Por lo tanto, no debería sorprender que estos dos aspectos coexistan en uno de los barrios más extraños de todo Tokio: Akihabara. Aquí, junto a enormes negocios dedicados a la electrónica, encontraréis muchas tiendas donde destacan el manga y los cómics en general, obviamente rodeadas de cafeterías temáticas, decididamente kawaii.
Si os gusta la tecnología, deberíais echarle un vistazo a Yodobashi Camera cuando estéis en Tokio, donde encontraréis de todo. Si, por el contrario, el manga y el anime son vuestra pasión, id a Radio Kaikan, uno de los edificios más icónicos de Akihabara: los ocho pisos de la tienda estallan con manga, action figure (tanto nuevas como usadas) y videojuegos. Algunas piezas que aquí se venden son de coleccionistas. Si no os parece suficiente, visitad Mandarake, una gran tienda especializada en manga usado.
Pero si queréis pasar un día como un auténtico otaku, término que (de una forma muy simplista) identifica a los fans del manga y el anime, daros el gusto de pasar unas horas en un maid café, sitios especiales donde las camareras van vestidas de institutrices inglesas y francesas. Si no estáis cansados y deseáis seguir descubriendo qué visitar en Tokio y, en concreto, en Akihabara, apuntaros el Taito Game Station, lleno de japoneses jugando a videojuegos. O Don Quijote, una enorme y laberíntica tienda donde podréis encontrar cualquier cosa: ¡os costará salir de allí!
Odaiba, Ueno y Kanda
Vale, ya hemos dicho mucho, ¡pero faltan tantos otros barrios! Para no irnos demasiado lejos, agruparemos los tres últimos distritos de los que os queremos hablar: Odaiba, Ueno y Kanda. Sin duda, merecen ser visitados, pero la necesidad de resumir la cantidad de lugares que ver en Tokio en un espacio reducido nos obliga a ser un poco más breves. Aquí van las atracciones de estos hermosos distritos, ¡uno de los cuales está en el mar!
Odaiba
Es uno de los distritos más recientes, un destino para aquellos que quieren divertirse o ir de compras: tiene vistas al mar y fue construido en una isla artificial en la bahía de Tokio. Pasead por alguno de los centros comerciales de la zona hasta llegar al complejo DiverCity Tokyo Plaza, donde podréis admirar una estatua a tamaño real del Gundam Unicorn RX-0. Tiene casi 20 metros de altura y es el símbolo de Odaiba. Por la noche, es muy agradable ver el Rainbow Bridge iluminado, que es el puente que conecta este distrito con el resto de Tokio.
Kanda y el Palacio Imperial
No es muy frecuentado por turistas, pues es mayoritariamente una zona residencial y donde se ubican numerosas universidades y edificios institucionales. Sin embargo, aquí se encuentra el Palacio Imperial de Tokio, donde residen el Emperador de Japón y su familia. Visitar Tokio obviamente significa echarle un vistazo, aunque sea superficialmente. De hecho, muchos se conforman con admirarlo desde el exterior, especialmente en la zona donde se levanta el puente que conecta el interior con el exterior. El palacio no está abierto al público y solo en una parte de los jardines se permite la visita, exclusivamente por la mañana, en compañía de un guía.
Ueno
Si queréis dar un salto a un Tokio más tranquilo y relajado, dirigiros directamente a Ueno, un barrio que se desarrolla alrededor del parque del mismo nombre. Aquí, la naturaleza es impresionante, junto con algunos edificios históricos y espirituales que alguna vez fueron parte del enorme complejo sagrado de Kaneiji. Y si queréis terminar el día de forma espectacular, caminad hasta el estanque Shinobazu y alquilad un bote con forma de cisne para dar un agradable paseo en el agua, disfrutando de la vista con los rascacielos de la ciudad de fondo. Por supuesto, esta parte de Tokio es hermosa en primavera, cuando los pétalos de los cerezos en flor flotan en el agua.
Moverse por Tokio
Después de preguntaros qué ver en Tokio, os tenéis que plantear cómo moveros por toda la urbe. De hecho, coger el transporte público os dará la sensación de hacer un viaje dentro de un viaje: podéis llegar a cualquier parte con el metro, pero no es tan fácil de usar. Preparaos, porque es probable que os vayáis a perder, ¡especialmente en la estación de Tokio!
Como también es bastante caro, os aconsejamos que planifiquéis vuestros días para saber exactamente a dónde tenéis que ir. Lo primero que hay que saber es que el sistema de transporte es operado por varias empresas. Por lo general, solo necesitaréis utilizar el JR y el Metro de Tokio, con los que se llega prácticamente a donde sea. Los billetes también cambian según los trenes que utilicéis, así que no os equivoquéis o habréis desperdiciado un ticket.
Y ahora, una pequeña joya: si habéis viajado por todo Japón con el Japan Rail Pass, tenéis que saber que también es válido en la línea Yamanote y se puede utilizar de forma totalmente gratuita. Simplemente mostrad el pase a los asistentes del torniquete y os dejarán pasar sin problema.
En general, para moverse, recomendamos usar Google Maps, porqué os dice exactamente qué transportes coger para llegar a vuestro destino. Antes de salir, por tanto, reservad un Pocket WiFi, un pequeño «router» portátil que os permitirá tener siempre disponible una conexión a Internet, ¡os salvará la vida! Al reservarlo con antelación, podréis recogerlo directamente en el aeropuerto a la llegada. Fácil, ¿no?
Qué comer en Tokio
A estas alturas ya sabéis todo lo que necesitáis ver, pero ¿cuáles son los platos típicos de Tokio? En la ciudad podéis satisfacer cualquier deseo culinario, ¡incluso el más caprichoso! Evidentemente tendréis que probar el sushi, no tiene nada que ver con el occidental. Pero Tokio y Japón no son solo pescado crudo. Esto es lo que tenéis que probar:
- Ramen: entre los platos típicos de Japón están estos fideos en caldo a los que se les añaden verduras, algas y huevo. Y no os preocupéis, podéis hacer ruido mientras coméis, ¡estaréis comunicando al camarero que os gusta mucho lo que tenéis en el plato!
- Okonomiyaki: es un plato típico de Hiroshima, pero también está de moda en Tokio. Se trata de una especie de tortilla a la plancha a la que se puede añadir verduras e ingredientes a vuestra elección, tanto de la tierra como del mar. ¡Verdaderamente sublime!
- Takoyaki: son unas bolitas de pulpo rebozado muy sabrosas aderezadas con una salsa que ¡os hará la boca agua! Los sirven en restaurantes y en la calle.
- Taiyaki: los dulces típicos japoneses no son muy dulces, ¡pero están muy buenos! Uno de ellos es el Taiyaki, con forma de pez y relleno de anko, la mermelada de alubias rojas (azuki).También se encuentran como comida callejera, sobre todo en los puestos de los distintos parques de la ciudad.
- Dango: otra comida callejera de la que os vais a enamorar. Son albóndigas de harina de arroz apiladas, que cuestan muy poco (alrededor de 150 yenes). Son un verdadero placer, pero solo si os gusta una textura ligeramente pegajosa.
En general, os aconsejamos que probéis todo lo que se os presente: la cocina japonesa es sublime y, creednos, no tiene nada que ver con lo que normalmente te ofrecen en España.
Mejor época para viajar a Tokio
¿Cuándo ir a Tokio? La mejor época para ir a Tokio depende de vuestros intereses y de lo que esperáis de vuestro viaje. Aquí os detallamos algunas consideraciones para ayudaros a elegir:
- Primavera (de marzo a mayo): esta es una de las mejores épocas para visitar Tokio, especialmente por el florecimiento de los cerezos (sakura) que usualmente ocurre entre finales de marzo y principios de abril. El clima es suave y los parques de la ciudad se llenan de gente local y turistas que participan en hanami, la tradicional observación de flores. Además, las temperaturas son agradables para explorar la ciudad.
- Otoño (de septiembre a noviembre): otra época ideal para visitar debido a la belleza del follaje otoñal. Los jardines y templos de Tokio se visten de colores vibrantes, y el clima es fresco y confortable. Es un momento excelente para caminar y disfrutar de las vistas urbanas sin el agobio del calor veraniego.
- Verano (de junio a agosto): el verano en Tokio puede ser muy caluroso y húmedo, y además es la temporada de lluvias (junio y principios de julio). Sin embargo, es una buena época para disfrutar de festivales tradicionales japoneses como el Tanabata y el Bon Odori. Además, en agosto, muchos tokiotas salen de vacaciones, lo que puede hacer que algunos lugares estén menos concurridos.
- Invierno (de diciembre a febrero): si no os importa el frío, el invierno puede ser un momento mágico para visitar. Tokio raramente ve nieve, y las temperaturas son relativamente suaves en comparación con otras regiones de Japón. Es una temporada baja en términos de turismo, por lo que podréis disfrutar de la ciudad sin multitudes. Además, podréis ver hermosas iluminaciones navideñas y de año nuevo.
En resumen, la primavera y el otoño son las mejores épocas para disfrutar de la belleza natural y del clima agradable, mientras que el verano y el invierno ofrecen experiencias culturales únicas y menos turistas, respectivamente. Para saber cuándo viajar a Japón leed nuestro artículo.
Tokio | Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Agt | Sep | Oct | Nov | Dic |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Temp. min (°C) | 9 | 10 | 13 | 18 | 22 | 25 | 29 | 30 | 26 | 21 | 16 | 12 |
Temp. media (°C) | 6 | 6 | 9 | 15 | 19 | 22 | 26 | 27 | 24 | 18 | 13 | 8 |
Temp. max (°C) | 3 | 3 | 6 | 11 | 16 | 20 | 23 | 24 | 21 | 15 | 15 | 5 |
Precipitaciones | 47.5mm | 64.4mm | 99.6mm | 111.8mm | 116.5mm | 153.9mm | 132.4mm | 130mm | 186.9mm | 151.5mm | 83.5mm | 48.8mm |
Viajad a Tokio con WeRoad
Ahora que sabéis qué ver en Tokio, ¡id a Japón en un viaje denso pero definitivamente inolvidable! Con Japón Express, WeRoad os lleva a descubrir Kioto y Tokio en los Shinkansen, los puntuales (y muy envidiados) trenes de alta velocidad. Descubriréis los atractivos más famosos de la ciudad, comeréis platos sublimes, os enamoraréis de una cultura completamente diferente a la vuestra y no podréis dejar de apreciar este hermoso y, a veces, incomprensible país.
Si, en cambio, tenéis más días para vivir una experiencia lenta y completa, podéis escoger Japón 360º, con el que os llevaremos a Kamakura, Hiroshima, Osaka y Nara, además de los alrededores de Tokio.
Si queréis saber qué ver en Japón, ¡no os perdáis nuestro artículo!