Oporto es una hermosa ciudad del norte de Portugal que surge a orillas del río Duero, a pocos kilómetros antes de que éste desemboque en el océano Atlántico. Con sus calles, su encanto barroco ligeramente decadente, sus azulejos y sus buenos vinos, es uno de los destinos más populares del país. Dado su pequeño tamaño, es la puerta de entrada perfecta para un fin de semana, gracias también a los numerosos vuelos de bajo coste que la conectan con las principales ciudades europeas. Si os estáis preguntando qué ver en Oporto, pero no queréis limitaros únicamente a esta ciudad, a este link os dejamos una lista de 10 cosas que ver en Portugal.
Pero, ¿qué hay que ver en Oporto? Empecemos diciendo que la ciudad tiene una historia milenaria que hace la visita aún más interesante. Nació como pueblo celta, fue conquistada por los romanos (de ellos toman el nombre de Portus Cale), luego por los árabes y más tarde por los españoles, de quienes se independizó en 1138. El periodo de descubrimientos territoriales la convirtió en un centro neurálgico del comercio marítimo, sentando las bases del poder colonial de los siglos venideros. Alcanzó su apogeo en el siglo XVIII, también llamado la Edad de Oro de Oporto, durante el cual se erigieron muchos de los edificios neoclásicos y barrocos que hoy admiramos. En el periodo 1700-1800 se construyeron algunos elementos clave de la ciudad, como el puente Dom Luis I y la Bolsa.
Por cierto, ¿el puente os recuerda a otra famosa estructura europea? ¡Descubramos juntos esta pequeña perla de la Península Ibérica!
La Ribeira
Este barrio es uno de los más característicos de la ciudad y, sin duda, una de las primeras cosas que ver en Oporto. Se extiende a lo largo del río Duero, donde las tiendas de artesanía y los restaurantes típicos conviven con las casas de colores, los tendederos y las calles adoquinadas que suben hacia la catedral. Un lugar donde los turistas se mezclan con los lugareños y pueden vivir un día (o sólo unas horas) como auténticos locales. Parece un pequeño pueblo dentro de la ciudad, ¡y es la primera parada de nuestro viaje! Descubramos qué ver en la Ribeira.
- Catedral de Oporto: llamada “la Sè”, es la iglesia principal de la ciudad. Construida en 1200 sobre las ruinas de un edificio anterior, destaca en la colina con sus dos torres gemelas y su gigantesco rosetón central. Es un espléndido ejemplo de arquitectura románica y merece la pena entrar para admirar su interior (especialmente el claustro con sus azulejos azules y blancos), pero también se puede disfrutar de la vista de la ciudad desde su plaza.
- Estación de Sao Bento: es la estación principal de Oporto y es uno de esos lugares que NO parecen una estación. Os llamará la atención la maravilla de las paredes del vestíbulo (42 m x 14 m) completamente cubiertas de azulejos azules y blancos.
- Puente Dom Luis I: a algunos le recordará a la base de la Torre Eiffel, ¡y no es casualidad! Diseñado por Théophile Seyrig, alumno y socio de Gustave Eiffel, es uno de los símbolos de Oporto y conecta la ciudad con la orilla sur del Duero, que técnicamente es otra ciudad, Vila Nova de Gaia. Inaugurado en 1886, es totalmente de hierro, como la más famosa construcción parisina. Hoy alberga automóviles y transporte público (tranvías y trenes metropolitanos), pero también es posible cruzarlo a pie. En 1996, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
- Palacio da Bolsa: no os fijéis solo en su aspecto exterior, que no hace justicia a la majestuosidad del palacio. Construido en 1842 para recibir a los representantes extranjeros que visitaban Oporto, el Palacio da Bolsa representa el poder comercial portugués de los años dorados. Pasead por los numerosos salones y no os perdáis el salón árabe, de estilo neo morisco inspirado en la Alhambra de Granada. Id al Salón de las Naciones, construido donde originalmente se encontraba el claustro.
- Igreja Monumento de São Francisco: saliendo del Palacio da Bolsa, entrad en esta iglesia y sorprenderos con su interior dorado. La iglesia dedicada a San Francisco de Asís es un ejemplo de arquitectura barroca y se encuentra entre las más ornamentadas de Europa.
Plaza de la Libertad
Después de pasear a lo largo y ancho de la Ribeira, subid la colina hasta el Barrio Nuevo, cuyo centro es la Praça da Liberdade. Santaros en uno de los muchos bares que dan a la plaza, tomad un café y, a la sombra de la estatua del rey Pedro IV, decidid qué ver primero entre estas 6 atracciones de Oporto.
- Igreja y Torre dos Clérigos: la iglesia, pero sobre todo la torre barroca, es uno de los símbolos de Oporto. Diseñada por Niccolò Nasoni hacia 1750, tiene 76 m de altura. Subid sus 225 escalones y disfrutad de una vista espectacular.
- Fuente de los Leones: desde la torre, cruzad la Praca de Lisboa para ver esta fuente del siglo XIX construida por la Compagnie Generale des Eaux pour l’Étranger.
- Librería Lello e Irmão: ¿sois fan de Harry Potter? Este es vuestro lugar, ya que se dice que la escritora de la exitosa saga se inspiró en esta librería para algunos de los escenarios de la historia. Lleva abierta desde la segunda mitad del siglo XIX, y la fachada y la escalera interior de madera son lo más destacado que hay que admirar. Por su popularidad, los propietarios han puesto un precio de entrada que se puede canjear por un descuento en la compra de libros.
- Avenida de Aliados: se considera el corazón de la ciudad y es una amplia avenida dedicada a los Aliados de la Primera Guerra Mundial. Disfrutad paseando entre los bellos edificios (incluido el ayuntamiento), cafés y tiendas.
- Mercado de Bolhão: este mercado de hierro forjado es más frecuentado por los lugareños que por los turistas, ¡perfecto para sentirse como un local más! Podréis comprar fruta, carne, productos delicatessen y souvenirs, si no dentro del mercado, en las estrechas calles de los alrededores, famosas por sus tiendas de moda.
- Capela Das Almas: esta iglesia dedicada a Santa Catalina es uno de los monumentos más interesantes de Oporto. Los muros exteriores están cubiertos de azulejos azules y blancos y datan de principios del siglo XX.
Tranvías históricos y bodegas
Si tenéis la suerte de pasar unos días en Oporto durante la estación cálida, ¡acercaos a la playa! ¿Cómo? A bordo del famoso Tranvía 1 que os llevará hasta la desembocadura del río Duero y el océano. El histórico tranvía es en sí mismo una de las cosas que ver (¡y hacer!) en Oporto, ya que todavía funciona con locomotoras del siglo XX. Subid al final de la Rua do Infante y bajad en la parada Passeio Alegre. Desde allí, caminad hasta el faro y luego por el paseo marítimo hasta el Castelo do Queijo (o también Fuerte de San Francisco Javier). El paseo dura unos 30 minutos.
Otro recorrido imprescindible es el que lleva a Vila Nova de Gaia, que es la ciudad del otro lado del río. Cruzad el puente Dom Luis I y llegad a la Avenida de Diogo Leite, donde encontraréis, una tras otra, las principales bodegas productoras de Oporto, el famoso vino exportado a todo el mundo. Es posible realizar visitas guiadas o catas, que siempre es mejor reservar con antelación. Para conocer los viñedos, tendréis que organizar una excursión fuera de la ciudad hasta el valle del Duero, a unas 2 horas en coche.
Qué comer en Oporto y, sobre todo, qué beber
Un viaje a Oporto puede considerarse fácilmente una ruta enogastronómica, y hay muchos platos típicos y tradicionales. Probar la cocina local es: una de las cosas que hay que hacer, y los lugares que recomendamos figuran por derecho propio entre las cosas que ver en Oporto.
- Tripas à moda do Porto: se cuenta que cuando Enrique el Navegante pidió ayuda a los lugareños en una de sus expediciones, todos quisieron ayudar tanto que se quedaron sólo con las sobras y las vísceras y así nació este plato: ¡tripas con alubias, verduras y especias!
- Pastéis de bacalhau: el bacalao es el plato nacional y en Oporto han recuperado la tradición haciendo croquetas doradas por fuera y blandas por dentro. Id a la Taberna Santo António R. das Virtudes 32
- Francesinha: es un bocadillo (como el Croque Monsieur del que toma el nombre) pero a la enésima potencia: triple dosis de queso, jamón serrano y salsa de carne dentro del bocadillo. Todo coronado con más queso. ¿Dónde comerlo? Café Santiago, en R. de Passos Manuel 226
- Oporto: la estrella indiscutible de la ciudad, en Vila Nova de Gaia puede hacer las clásicas degustaciones, pero también hay lugares alternativos en la ciudad donde disfrutar de este néctar acompañado de chocolate. Probadlo en Chocolateria Equador R. de Sousa Viterbo 105
Cuándo viajar a Oporto
El clima de Oporto se caracteriza por inviernos suaves pero bastante húmedos y veranos no demasiado bochornosos. Veamos en detalle cuándo ir y por qué.
- Primavera: abril, mayo y junio se caracterizan por temperaturas agradables y frescas. La ciudad no está invadida de turistas y los días 13 y 14 de junio se celebra la fiesta de la ciudad, las Festas Santos Populares. Esos días, Oporto se tiñe de colores vivos y fuegos artificiales.
- Verano: gracias a su clima oceánico, julio, agosto y septiembre son meses calurosos, pero lejos de los 40 grados a los que estamos acostumbrados en España.
- Otoño: las temperaturas se mantienen buenas hasta finales de octubre, pero con el otoño llegan los días de lluvia.
- Invierno: a pesar del clima suave, la estación invernal puede traer días sorprendentemente agradables o increíblemente húmedos.
Qué ver en Oporto en 5 días, viaja con WeRoad
Recapitulando: hermosos palacios, barrios llenos de historia, playas oceánicas y degustaciones de vino. Para ayudarle a descubrir Oporto, hemos preparado un recorrido de 5 días y 4 noches que cubre las principales paradas:
Portugal Express 5 días descubriendo las 2 ciudades más importantes de Portugal: ¡Lisboa y Oporto!