Para darnos una escapada a uno de los trópicos, decidimos cruzar el Atlántico: ¡República Dominicana! Esa tierra maravillosa donde el 5 de diciembre de 1492 desembarcaron las carabelas de Cristóbal Colón. Pero… ¿ya sabéis qué ver en República Dominicana?
Verde, salvaje y llena de lugares cargados de un carisma único, punto ideal para espiar a los cachalotes en amor en la bahía de Samaná, lanzarse a balanceos pélvicos al ritmo de merengue y atiborrarse de sancocho, mangú y tostones.
Y aún más, para saborear piña colada en los numerosos chiringuitos junto al mar, recorrer intrincadas selvas de manglares en busca de manatíes y jugar al golf a unos pasos de las olas del Mar Caribe. También podréis practicar surf, windsurf, kitesurf, buceo, rafting, vela, degustación de chocolate y tirolina en la jungla. O qué tal hacer kayak en el Río Chavón que, por cierto, sirvió de escenario para películas de culto como “Apocalypse Now”, “Rambo” y “King Kong”.
Vamos, que República Dominicana no es solo playas con palmeras y resorts todo incluido. También hay espacio para el arte, la cultura, música, selvas tropicales, manglares, imponentes cadenas montañosas e incluso praderas y claros semidesérticos. Predominando en el paisaje están el turquesa del Mar Caribe, el azul cobalto ondulado del Océano Atlántico y el verde brillante de la exuberante flora exótica que crece en las tierras altas centrales extendiéndose hasta la orilla y a lo largo de los ríos que forman cascadas escénicas.
A continuación, nuestros consejos sobre qué hacer y qué ver en República Dominicana, uno de los países del Caribe con mayor biodiversidad, así como destino predilecto de los aficionados al avistamiento de ballenas y la espeleología.
Dónde está Republica Dominicana
República Dominicana, que no se debe confundir con Dominica –otro paraíso de las Pequeñas Antillas–, ocupa dos tercios orientales de la isla de La Española, la segunda más grande de las Antillas después de Cuba. La parte restante pertenece a la República de Haití. Esta división refleja la partición política de 1844 entre los españoles en el este y los franceses en el oeste.
Los 1.300 kilómetros de costas dominicanas están bañadas por el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Canal de la Mona, más allá del cual se encuentra Puerto Rico.
Santo Domingo
Primera colonia española en las Américas, Santo Domingo es una ciudad antigua y cosmopolita al mismo tiempo. Posee un fascinante contraste que ya se percibe al ver sus altos palacios y hoteles de lujo junto a arquitecturas típicamente coloniales, incluidos los primeros edificios administrativos españoles en el Nuevo Mundo.
La ciudad colonial de Santo Domingo, declarada patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco en 1990, es esencialmente un museo al aire libre. Conserva las huellas de su ilustre pasado que inició en 1498 según un esquema en cuadrícula que se convirtió en el modelo para los urbanistas del Nuevo Mundo.
Qué no perderse en Santo Domingo
Merecen absolutamente una visita:
- Basílica Menor de Santa María de la Encarnación, la más antigua de todas las Américas.
- Calle El Conde, que se extiende desde Parque Colón hasta la Puerta del Conde en la ciudad colonial de Santo Domingo.
- Fortaleza Ozama, primera construcción de los europeos en suelo americano, también declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990.
- Alcázar de Colón, imponente palacio monumental de dos pisos, donde se guardan muebles de época.
- Museo de las Casas Reales, en cuyo interior se encuentran artefactos y objetos de uso cotidiano de la vida colonial del siglo XVI.
- Jardín Botánico Nacional, el jardín botánico más grande del Caribe.
- Museo del Hombre Dominicano, que recorre la historia de los habitantes de la isla de La Española, con un enfoque en el arte de las civilizaciones precolombinas.
Después de tanta cultura, arte y belleza, se necesita un momento para asimilarlo todo. El destino ideal es El Malecón, el característico paseo marítimo de la capital dominicana. O, alternativamente, el Parque Colón, donde se baila y se disfruta a lo grande. Lo primero que impacta en estas calles es la vitalidad de la gente local.
Los dominicanos llevan el ritmo en la sangre y la música marca la vida de la isla. Cualquier momento es bueno para improvisar una pequeña discoteca urbana. Frente a un quiosco en el paseo marítimo, en los colmadones abiertos hasta tarde o simplemente delante de un auto con las puertas abiertas y el estéreo a todo volumen. El merengue nació aquí, de una exuberante y lasciva fusión entre la cultura española, africana e indígena.
Punta Cana
La clásica imagen de postal elaborada sobre extensas áreas de fina arena blanca bañadas por un mar cristalino cobra forma en Punta Cana, un espejismo en el extremo oriental de la isla.
El principal atractivo de esta hermosa localidad, situada tanto frente al Mar Caribe como al Océano Atlántico, está representado precisamente por una serie de playas de ensueño, quintaesencia de la belleza caribeña, como Playa Bávaro, Playa Los Corales y Playa El Cortecito. Completan el panorama prestigiosos casinos e inmensos campos de golf. República Dominicana cuenta en su territorio con la belleza de treinta greens y siete maravillosos campos con vista al mar.
Bahía de Samaná
En el noreste del país, la bahía de Samaná es un oasis natural con suaves colinas cubiertas de palmeras, cascadas estruendosas y la fotogénica galaxia de islotes coralinos, llamados mogotes, del Parque Nacional Los Haitises. Aquí, por cierto, se rodaron algunas escenas de Jurassic Park.
Desde mediados de enero hasta la mitad de marzo, la bahía de Samaná se transforma en un harén de cetáceos exaltados que cruzan el océano rápidamente y se lanzan aquí, en plena tormenta hormonal, para propiciar el desove. La temporada de apareamiento de estos gigantescos animales es uno de los espectáculos de avistamiento de ballenas más sensacionales y memorables del mundo, en un escenario entre arrecifes de coral, mar transparente y un interior exuberante.
A unos veinte minutos en barco de Samaná se encuentra también Cayo Levantado, una isla idílica donde tomar siestas bajo la sombra de las palmeras, beatíficamente borrachos, con un vaso de buen ron en la mano.
Parque Nacional Los Tres Ojos
En la introducción mencionamos lugares cargados de un magnetismo único. Pues bien, nos referíamos al Parque Nacional Los Tres Ojos, una de las joyas naturales más preciosas del Caribe. Aquí podréis admirar y fotografiar impresionantes lagos subterráneos y transparentes que llenan profundos huecos excavados en la roca desnuda, creando escenarios al límite de lo surrealista. Este espectáculo os espera en el camino hacia la capital, Santo Domingo.
Isla Saona
La Isla Saona alcanzó la fama en los años ochenta al ser locación de algunas escenas de la película “Blue Lagoon” con una jovencísima Brooke Shields. Es un santuario marino del Parque Nacional del Este y se considera, con razón, uno de los paraísos naturales del Caribe. Casi deshabitada en su totalidad, en sus 110 kilómetros cuadrados de superficie solo se encuentran un par de aldeas de pescadores con pequeñas casas de madera. El resto de su geografía está compuesta por bosques de palmeras de coco, playas vírgenes y fabulosas piscinas naturales de una belleza casi descarada, donde bañarse con las estrellas de mar.
Isla Catalina
Un lugar de honor en esta guía sobre qué ver en República Dominicana lo merece también la Isla Catalina, un pequeño paraíso virgen, frondoso y, al igual que la cercana Isla Saona, casi deshabitado.
Cascada El Limón
Semioculta en un escenario salvaje y rodeada de altas cimas cubiertas por una densa vegetación, encontraréis la cascada El Limón. Es tan majestuosa que deja sin palabras con su espectacular salto de más de 50 metros. Se llega desde la ciudad homónima, a media hora de Las Terrenas.
La Romana
Continuamos descubriendo qué ver en República Dominicana. Rodeada por vastas plantaciones de caña de azúcar, La Romana es una ciudad situada a lo largo de la costa sureste de la isla. Puede parecer el nombre de un licor, pero es el destino de golf por excelencia.
Al oeste veréis la Cueva de Las Maravillas, con 25 metros de profundidad y un camino de cavernas subterráneas, estalactitas, estalagmitas, pictogramas e inscripciones de los indígenas Taínos.
Aquí también merece una visita Altos de Chavón, una especie de collage urbano con fieles reconstrucciones a escala de los rincones más pintorescos de los típicos pueblos mediterráneos. Mientras exploráis este fascinante museo al aire libre, pasad por el mirador panorámico con vistas al Río Chavón. Imperdible una visita a la encantadora iglesia de piedra donde Michael Jackson se casó en secreto con la hija de Elvis Presley y al gran anfiteatro donde Frank Sinatra se presentó en 1982.
Bayahibe
Entre los muchos lugares destacados de República Dominicana está también Bayahibe, cuna de playas paradisíacas de arena fina, bañadas por aguas turquesas. Aquí podréis navegar junto a manatíes, tortugas marinas y peces ballesta admirando verdaderas praderas submarinas y un colorido arrecife de coral lleno de vida.
Puerto Plata
El mismo Cristóbal Colón quedó extasiado cuando, a finales del siglo XV, arribó a la costa norte dominicana y vio la majestuosa cima plateada que hoy corona la ciudad Puerto Plata. Sus playas doradas, los ricos yacimientos de ámbar dominicano y el centro histórico lleno de edificios victorianos os encantarán.
Ineludible una parada en las cascadas de Damajagua, a media hora de la ciudad, y un viaje en el teleférico que lleva al Monte Isabel De Torres. Por cierto, en su cima se erige una fiel réplica de la icónica estatua del Cristo Redentor brasileño.
San Pedro de Macorís
Fundada por un grupo de cubanos que huían de su tierra durante la guerra de independencia en el siglo XIX, San Pedro de Macorís, en la parte sureste de la isla, prosperó gracias al comercio del azúcar. Se convirtió en una ciudad elegante, con edificios señoriales de estilo neoclásico y victoriano, prueba de la refinada cultura adquirida por sus fundadores. En las inmediaciones se encuentra Playa Juan Dolio, una de las más pintorescas e instagramables de la costa sur dominicana.
Mejor época para viajar a República Dominicana
Santo Domingo goza de un clima tropical no excesivamente húmedo, con temperaturas que oscilan entre los 25 y los 30°C durante todo el año, excepto en los altiplanos centrales, donde a veces pueden caer por debajo de cero.
Sin embargo, ¡atención!: la temporada de huracanes va de junio a septiembre. Por lo tanto, durante nuestro verano no es el mejor momento para un viaje a República Dominicana.
Es mejor (nuestra) temporada otoñal y el periodo comprendido entre diciembre y finales de marzo, cuando el clima es agradablemente cálido y seco, las precipitaciones son escasas y el riesgo de violentos huracanes es escaso.
Viaje de WeRoad para descubrir República Dominicana
¿Ansiosos por partir y hundir los dedos en la arena fina? Venid con nosotros. WeRoad ofrece el exclusivo tour República Dominicana 360° de 10 días, comenzando desde la capital y pasando por:
- Parque Nacional Los Tres Ojos.
- Isla Saona.
- bahía de Samaná.
- Parque Nacional Los Haitises.
- Cascada El Limón.
¿Listos? ¡Esperamos que nuestra guía sobre qué ver en República Dominicana os haya inspirado! La isla está lejos, pero es fácilmente accesible desde España con vuelos directos de unas diez horas o con escala en Miami. ¡Buen viaje!
