

Imagina un lugar donde las placas tectónicas se separan ante tus ojos, los géiseres brotan del suelo con furia y una cascada parece desaparecer hacia lo más profundo de la tierra. Te damos la bienvenida al Círculo Dorado de Islandia; la ruta más espectacular de este país. Por suerte, también es accesible.
A poca distancia de Reykjavík, este recorrido circular de 300 kilómetros te llevará en un solo día por algunos de los paisajes más impresionantes de Islandia. Y es que aunque se trate de una ruta turística conocida, la zona sigue siendo completamente salvaje. El Parque Nacional Þingvellir, el área geotermal de Geysir y la cascada Gullfoss son algunas de las paradas más importantes. No te pierdas esta guía porque te hacemos un adelanto detallado y con consejos prácticos de lo que será tu visita.
¿Qué es el Círculo Dorado?: naturaleza y significado histórico
El Círculo Dorado, o Golden Circle de Islandia, es un recorrido circular de unos 300 kilómetros que parte desde Reikiavik. Conecta tres de los lugares más simbólicos del país: el Parque Nacional Thingvellir, la cascada Gullfoss y el área geotérmica de Geysir. En cuanto a su nombre, parece tener una conexión poética con Gullfoss, que en islandés significa “cascada dorada”.
Este circuito te permitirá conocer los sitios imprescindibles de Islandia en una única excursión. Placas tectónicas separadas, géiseres que siguen explotando con la actividad volcánica y una catarata que te hipnotiza con su estruendo.
Pero además de la belleza e importancia del paisaje, este lugar también tiene peso histórico. En Thingvellir se fundó uno de los primeros parlamentos del mundo en el año 930, por lo que tiene un importante valor cultural para los islandeses. Gullfoss, se ha convertido en un símbolo de lucha medioambiental. En el siglo XX, los islandeses lograron frenar su explotación hidroeléctrica, y hoy, ruge libre entre los cañones. Y en el valle de Haukadalur, donde se encuentran los géiseres Geysir y Strokkur, el primero ya no entra en acción con frecuencia, pero Strokkur todavía lanza chorros de agua caliente hasta 30 metros de altura cada pocos minutos.
Parque Nacional Þingvellir: donde la historia y la geología se encuentran
El Parque Nacional Þingvellir, o Thingvellir en inglés, es la primera parada del Círculo Dorado. Situado a unos 45 kilómetros de Reikiavik, este parque es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la experiencia te llevará por una mezcla de mitología, ciencia y paisajes que es probable que no hayas visto nunca antes.
En el año 930, se fundó el Alþingi, que fue el primer parlamento democrático del mundo. Aquí se reunían los clanes vikingos para tomar decisiones, resolver disputas y celebrar sus alianzas. Hoy solo quedan algunos restos, como estructuras de piedra bastante sencillas. Pero lo que realmente llama la atención no es esto. Sino el entorno; un enorme valle al que atraviesan ríos de aguas transparentes y rodeado de formaciones rocosas dramáticas. El espectáculo está servido.
La razón geológica detrás de este paisaje es igual de fascinante. Þingvellir se encuentra justo en la grieta que separa las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia. Y no es solo teoría; literalmente vas a poder caminar entre dos continentes a lo largo de la fisura de Almannagjá. Este es uno de los puntos más fotogénicos del parque. Y si el sitio te parece fascinante, piensa que cada año este desgarro en la corteza terrestre se sigue ensanchando unos milímetros por el dinamismo geológico islandés.
Pero además de maravillarte, hay otras actividades en esta primera parada de la ruta del Círculo Dorado en Islandia. Puedes hacer snorkel o buceo en la fisura de Silfra, que tiene una visibilidad que supera los 100 metros. O senderismo, ya que hay senderos bien señalizados y pasarelas de madera. Y para completar la visita, dispones del centro de visitantes, con exposiciones interactivas que ayudan a comprender mejor tanto la historia como la geología de Þingvellir.

Zona geotermal Geysir: la explosión de la tierra
La zona geotermal de Geysir es la segunda parada del Círculo Dorado en Islandia. Por lo general, suele ser el que más impacta a los visitantes, puesto que podrás ver con tus propios ojos cómo la tierra respira, burbujea y estalla. Es un pequeño valle dentro del de Haukadalur, y en él se concentra la mayor parte de la actividad geotérmica del paisaje islandés.
El gran protagonista es Strokkur, un géiser que entra en erupción cada 5 a 10 minutos, y lanza una columna de agua caliente a más de 20 metros de altura. El estallido es rápido, potente e impredecible, por lo que la espera genera cierto suspense. Las mejores vistas se obtienen desde un lateral, en un punto elevado del sendero circular que rodea el géiser. Para sacar una buena foto, colócate a contraluz, pero ten cuidado con acercarte porque el vapor quema.
Muy cerca se encuentra el Gran Geysir, hoy inactivo, pero todavía imponente gracias a su enorme cráter. Es famoso históricamente por ser el primero documentado en Europa. Además, dio nombre a todos los géiseres del mundo. Otros sitios interesantes para visitar son los manantiales de agua caliente, piscinas con burbujas, pozas de lodo que emiten gases sulfurosos y fumarolas que sueltan vapor. Una experiencia sensorial completa: visual, térmica y olfativa.
Un consejo práctico es llevar ropa adecuada al clima islandés. También debes prepararte para el viento y la lluvia, que son frecuentes en esta región. El calzado debe ser impermeable, ya que los senderos suelen estar húmedos o resbaladizos. Si quieres algo de calma, haz la visita a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.

Cascada Gullfoss: la «cascada dorada» en todo su esplendor
Gullfoss, conocida como la “cascada dorada”, está situada en el cañón del río Hvítá. Pero no vayas pensando que es una simple cascada más como otras que hayas visto. Esta tiene una peculiar forma escalonada, y el estruendo constante del agua te pondrá los pelos de punta. El agua cae en dos niveles, primero en una caída de 11 metros y luego en otra de 21. Todo un espectáculo natural que parece tragarse el río por completo en un estrecho desfiladero. Según el sitio en el que te pongas, da la sensación de que la tierra se traga el agua.
Para verla bien desde diferentes ángulos, hay varias plataformas y senderos habilitados que permiten observar Gullfoss desde distintos puntos de vista. Desde el mirador superior, tendrás una panorámica que te dará una visión de la magnitud del lugar. En el inferior, estarás bastante cerca y te empaparás con el vapor.
En verano, suele aparecer el arcoíris, porque los rayos del sol caen inclinados sobre la cortina de agua. Y si visitas el Círculo Dorado en invierno, todo estará cubierto de hielo y nieve, con escarcha en las rocas y la cascada casi congelándose a mitad del movimiento. Pero solo casi, porque el agua nunca se detiene del todo.
Las condiciones meteorológicas pueden variar en cuestión de minutos. Por tanto, lleva ropa impermeable y protege la cámara o el móvil. Si te apetece tomar algo para entrar en calor, hay un pequeño centro de visitantes con cafetería y servicios.
Una curiosidad poco conocida es que, a principios del siglo XX, se intentó vender Gullfoss para construir una central hidroeléctrica. Gracias a la lucha de Sigríður Tómasdóttir, una mujer islandesa que incluso amenazó con lanzarse a la cascada si se destruía, el proyecto se paralizó y hoy el lugar disfruta de protección.

Más allá de los clásicos: joyas ocultas del círculo dorado
Ya conoces los tres clásicos que ver en el Círculo Dorado en Islandia. Pero si creías que aquí acaba la excursión, prepárate para lo que se viene. Ser menos popular no significa que no valgan la pena. Aquí van las joyas ocultas.
Kerið Crater
Kerið es un antiguo cono volcánico de 3.000 años con una gran intensidad cromática. Tiene colores rojizos y un lago turquesa en su interior. Se puede hacer una caminata sencilla por el borde, que basta para tener vistas del lago desde diferentes ángulos. También puedes bajar hasta el nivel del agua. Está muy cerca de la carretera principal del Círculo Dorado y merece la desviación. El acceso no es gratuito, pero el precio es más bien simbólico y se usa para conservar el lugar.

Fontana Geothermal Baths
¿Te apetece un baño caliente con vistas al lago Laugarvatn? En Fontana, puedes hacerlo mientras el vapor natural sube desde la tierra bajo tus pies. Estas termas son menos turísticas que otras del país, a pesar de que las piscinas geotérmicas están conectadas con el calor natural del subsuelo. Puedes alternar entre distintas temperaturas e incluso lanzarte al lago para refrescarte. Y con la ventaja de que hay menos afluencia de gente que en otras termas.
Secret Lagoon
Secret Lagoon es una piscina natural situada en el pueblo de Flúðir. Es la más antigua del país, y se utiliza desde 1891. Está rodeada de pequeñas fumarolas y zonas humeantes, y tampoco suele haber aglomeraciones. La temperatura ronda los 38–40 ºC todo el año, y resulta muy gratificante poder darte un baño caliente en plena naturaleza. Aunque su nombre dé a entender que es secreto, no es así, pero sigue valiendo la pena.
Friðheimar Tomato Farm
¿Tomates en Islandia? Sí, y de altísima calidad. En Friðheimar, una granja geotérmica especializada en cultivos bajo invernadero, no solo puedes ver cómo crecen los tomates islandeses, sino también comerlos. El restaurante dentro del invernadero ofrece sopas, panes y bebidas a base de tomate en un entorno insólito, con plantas que trepan por todas partes.
Para que la experiencia sea más auténtica, los dueños de la granja suelen estar allí y te irán contando detalles sobre el cultivo sostenible en un clima tan extremo. Si te gustan las visitas que se salen de lo tradicional, esta te gustará.
Todos estos lugares del mapa del Círculo Dorado en Islandia están bastante cerca de los tres principales. Por tanto, en una jornada larga podrás visitarlos también. Y si viajas con algo más de tiempo, que es recomendable, puedes hacer la ruta con más tranquilidad en un par de días.
Si en lugar de un par de días, vas a estar más tiempo, descubre qué ver en Islandia. El país está lleno de maravillas esperando que vayas a conocerlas. No son parte de la ruta anterior, pero podrás llegar sin problema.
El Círculo Dorado en invierno: magia helada y consideraciones especiales
Si te animas a visitar el Círculo Dorado en invierno, estarás adentrándote en un cuento nórdico. Las cascadas se empiezan a congelar, los géiseres se ven rodeados de nieve y hay un silencio blanco que lo envuelve todo. Las temperaturas bajan, el sol se asoma apenas unas horas al día y el paisaje se transforma en una postal helada que deja sin palabras. Gullfoss pasa a ser una escultura de hielo viva, Þingvellir se cubre de escarcha y las erupciones de Strokkur contrastan con la blancura del entorno.
Pero esta magia invernal tiene sus condiciones. La luz natural escasea, ya que en pleno diciembre, las horas de claridad son solo 4 o 5 al día. Por tanto, hay que madrugar para aprovecharlas. Las carreteras están bien mantenidas, pero si se cubren de nieve o hielo, la conducción se puede complicar. Sobre todo, si no vienes de un clima similar. Para evitar males mayores, se recomienda alquilar un coche 4×4. Y si prefieres renunciar a la conducción, opta por un tour organizado que incluya transporte y guías locales con experiencia.
El equipamiento también marca la diferencia. Lleva varias capas térmicas, ropa impermeable, gorro, guantes, bufanda y botas resistentes con buena suela antideslizante. El viento puede ser traicionero, y las temperaturas, aunque no siempre extremas, se sienten más bajas por la humedad y la exposición.
Para ir sobre seguro, nuestro consejo es que verifiques el estado de las carreteras en la web oficial de tráfico islandesa y las condiciones meteorológicas antes de salir. En caso de tormenta o viento fuerte, ten en cuenta que se suelen cerrar algunas rutas por seguridad.
Y aunque la aurora boreal no sea exclusiva del Círculo Dorado, como esta zona está alejada de las ciudades, tendrás buenas oportunidades para avistarla. Si verla es uno de tus sueños, consulta la mejor época para viajar a Islandia y planifica tu viaje según lo que quieras descubrir.

Tu aventura en el Círculo Dorado te espera
Si te animas a visitar el Círculo Dorado, te encontrarás con algo más que una atracción turística. Es adentrarte en la naturaleza salvaje de Islandia. Las paradas imprescindibles son tres: Þingvellir, Geysir y Gullfoss, que resumen siglos de historia y fuerzas geológicas en acción.

Pero si realmente quieres llegar a la esencia de Islandia, no hay que quedarse en la superficie, sino adentrarse en los lugares menos visitados: cráteres volcánicos, piscinas naturales y granjas locales. Y todo, bajo el sol de medianoche en un paisaje invernal.Con la información y los consejos de esta guía, ya tienes todo lo necesario para crear tu propia ruta. Tanto si vas en coche como si prefieres dejarte llevar por expertos. Si tienes claro que quieres vivirlo en directo y en una experiencia cómoda, completa y con buena compañía, únete a nuestro viaje de grupo a Islandia 360. Y si quieres complementar la visita con la magia del invierno, no pierdas la oportunidad de descubrir la aurora boreal en nuestros viajes de grupo a Islandia.