Explorar y descubrir nuevas culturas es una experiencia que involucra todos nuestros sentidos, ¡especialmente el del gusto! Sin embargo, es importante contar con el asesoramiento adecuado, por eso hoy os hablaremos de la comida típica de Portugal.

¿Estáis preparados para conocer las delicias oceánicas y descubrir por qué el mítico Vasco da Gama no pudo evitar volver a su tierra natal, incluso después de sus muchos descubrimientos y exploraciones?

Desde las abarrotadas tabernas de Lisboa, hasta los mercados de las ciudades costeras, la cocina portuguesa es rica en sabores y súper variada, con generosas raciones de verduras, pescado, aceite de oliva y pan. No faltan los quesos típicos portugueses, como el queijo da Serra o el queijo de las Azores. Pero también carnes y embutidos que sólo se encuentran aquí, como la alheira o la batateira, por no hablar de vinos y licores. Según se visite el interior o la costa, las tradiciones y las producciones cambian, pero el gusto y las ganas de sentarse a la mesa de los portugueses siempre permanecen.

Entre dulce y salado, muchos platos sorprendentes os esperan para comer en Portugal y aquí tenéis una breve lista de los que no os podéis perder.

selfie de grupo de viajeros de weroad delante de un puente en oporto

Francesinha

Empecemos por la experiencia culinaria más aventurera y calórica que se puede vivir en Portugal: ¡la francesinha! No dejéis engañar por su delicado nombre: es un auténtico espectáculo gastronómico que fusiona tradiciones portuguesas con un toque creativo.

Este plato se ha convertido en un icono y tiene una historia muy curiosa. Como podéis imaginar por su nombre, tiene orígenes franceses. Se dice que es un pariente lejano del croque monsieur. Lo puso por primera vez sobre la mesa un tal Daniel David da Silva, restaurador portugués que había trabajado mucho tiempo como camarero en Francia. La francesinha es un bocadillo desbordante: una combinación de bacon crujiente, salchicha y carne tierna, todo ello envuelto en queso fundido. Pero hay más: la pieza central es la inmersión en una salsa rica y picante.

Quizá os preguntéis cuál es el mejor lugar para disfrutar de esta bomba de calorías: nuestra sugerencia es Oporto. Esta fascinante ciudad cargada de historia es también la cuna de la francesinha. Así que, si estáis paseando por sus calles empedradas y sus coloridos edificios, regalaos esta experiencia gastronómica.

francesinha, comida típica de portugal parecida a una lasaña - weroad

Bacalhau y sardinhas

En vuestra lista de cosas comida típica de Portugal no pueden faltar dos de los platos estrella de la gastronomía nacional: el bacalhau y las sardinhas. Empecemos por el primero, el legendario bacalao portugués.

Podréis probarlo de muchas maneras, desde los pasteis de bacalhau, deliciosos bocaditos de bacalao frito que os enamorarán al primer bocado, hasta el bacalhau com nata, un flan de bacalao con una corteza dorada y crujiente. De una ciudad a otra, las recetas cambian. Si estáis en Lisboa, en cualquier restaurante del Bairro Alto os servirán bacalhau á brás, un plato muy elaborado a base de huevos, cebollas, patatas y bacalao desmigado. En Sintra está el bacalhau espiritual, a base de zanahorias y bechamel, que se sirve tradicionalmente en Semana Santa. En Oporto, en cambio, encontraréis uno de los más solicitados, el bacalhau à Zé do Pipo, cocido y servido con una espectacular costra de mayonesa.

Y luego están las sardinhas, pequeñas maravillas del vasto océano que rodea Portugal. Se han convertido en un icono hasta el punto de aparecer en postales, libros y letras de canciones. Os recomendamos que cedáis a la tentación de disfrutarlas a la plancha en un restaurante o taberna junto al mar. Y no olvidéis acompañarlas con patatas cocidas, ensalada o una rebanada gruesa de pan.

plato de sardianas bajo sal con rodajas de limón al lado, comida típica de portugal - weroad

Pollo piri-piri

No hay nada que defina mejor la gastronomía de un país como sus platos del día. Y, además del omnipresente bacalao, el pollo (o frango, en portugués) asado es una constante como ninguna otra, hasta conseguir lo que se podría denominar la «dictadura del frango». Son muchos los pequeños negocios familiares que lo preparan asado para llevar, pero son todavía más los pequeños cafés y restaurantes que lo utilizan como el ingrediente principal de los clásicos pratos completos: el equivalente portugués del menú del día español.

El pollo piri-piri es la receta más carismática, que se retrotrae a la época colonial, cuando los exploradores lusos empezaron a aderezar el pollo con las múltiples especias importadas desde Asia oriental. El pollo piri-piri se encuentra en las habituales churrascarias que cubren todo el territorio rural portugués y, aunque puede aparecer disfrazado con distintos nombres, nadie negará que pollo piri-piri es el más cantarín, el más pegadizo y el más reconocible.

pollo piri piri en un plato con patatas y judias verdes, comida tipica de portugal - weroad

Caldo Verde

Si queréis saborear el corazón y el alma de Portugal en un solo plato, no podéis perderos el caldo verde. Es una deliciosa sopa preparada con couve-galega, una variedad de col que crece en la región norte del país. Este plato, que parece sacado de un cuadro de arte, tiene una densidad acogedora y un color verde vibrante.

La magia de su textura reside en las patatas, hábilmente machacadas y mezcladas con la col finamente picada. El caldo verde es una representación de la cocina portuguesa sencilla, ligera y auténtica que debe degustarse como un auténtico lugareño, es decir, en una sopera o taza de barro. También debe acompañarse con pan de centeno o de maíz. Y no olvidéis levantar la copa, porque si queréis ir a lo grande, el caldo verde combina perfectamente con una copa de vinho verde, otra producción del norte.

Os recomendamos que lo probéis sobre todo en invierno, aunque tampoco os defraudará entre los platos de la comida típica de Portugal durante el verano.

Bifana y bola de lamego

Si buscáis una comida típica de Potugal rápida que no sacrifique sabor, tenéis que probar la bifana y la bola de Lamego. La primera es un bocadillo relleno de delicadas lonchas de cerdo, cocinadas en una sartén con una salsa ligeramente picante. Además de ser una sorpresa para el paladar, también es un almuerzo que no pesa en la cartera, ya que cuesta un máximo de 2,50€. En algunas ocasiones podréis comer una bifana por la calle, comprándola como street food (es famoso el local As bifanas do Afonso en Lisboa). Si sois fans de la comida callejera quizás este artículo os pueda interesar.

La bola de Lamego, por su parte, es un exquisito pan plano relleno. Tiene una variada lista de opciones de ingredientes: carne, jamón, queso, verduras e incluso pescado. Este plato parece contarte una parte diferente de la cultura en cada bocado. La bola al bacalao, en particular, es una obra maestra que debéis probar, especialmente si os encontráis en la zona de Lamego. En definitiva, ambas son algo más que platos: son experiencias culinarias que os harán sentir parte del vibrante tejido de esta maravillosa cultura gastronómica y que no deberían faltar en vuestra lista de especialidades que son la comida típica de Portugal.

bocadillos con carne en el interior encima de un plato - bifana, comida tipica de portugal  -weroad

Arroz de marisco

En vuestro viaje a Portugal, es casi imposible no pasar por Lisboa y aquí tenéis que probar el arroz de marisco. Este plato excepcional combina el alma del risotto italiano con la generosidad del marisco portugués. Cada bocado os transporta directamente a la costa. Preparado con ingredientes frescos de la pesca del día, el arroz de marisco es, en efecto, una celebración de la abundancia del mar y de la cocina tradicional portuguesa.

Su corazón es el arroz carolín, un grano redondo, corto y blanco que absorbe los sabores de forma sublime, creando una textura cremosa y envolvente. Se cocina con suculentos mariscos y mejillones en un caldo aromatizado. Después, se adorna con perejil fresco para darle un toque de color que combina armoniosamente. En resumen, una vez probado, si os gusta el pescado acabaréis buscándolo por todas partes en Portugal.

(Por cierto, si queréis conocer las mejores playas de Portugal leed nuestro artículo).

plato hondo encima de mesa de madera con en su interior arroz caldoso con marisco y un bogavante en primer plano, detrás cebolla y ajo. - weroad
Arroz de marisco – Foto Instagram de @umamarisqueira_lisboa

Lamprea

Vamos a explicar una de las tradiciones culinarias más particulares de la península ibérica… y, sin duda, la visualmente más desagradable. De finales de enero a mediados de abril, la frontera de Portugal y Galicia, en el río Miño, cobra vida propia para acoger a los amantes de la lamprea, gurmets que esperan esta época para desmentir aquella frase de “se come con los ojos”.

El arroz de lamprea, como se sirve más habitualmente, puede presumir de muchas cosas, pero no de un bonito aspecto: negro, con grumos y poco apetecible, se prepara en la sangre de este pescado de río, extremadamente apreciado y de altísima calidad en esta región fronteriza, donde también se puede encontrar a la parrilla o al espeto. El sabor compensa el aspecto.

Amêijoas à bulhão pato

El siguiente plato que tenéis que comer en Portugal es un verdadero icono, un manjar muy apreciado que tiene sus raíces firmemente plantadas en la bulliciosa Lisboa: las amêijoas à Bulhão Pato. Su historia es increíblemente literaria: su nombre es un homenaje a Raimundo António de Bulhão Pato, un hombre que amaba tanto la pluma como los fogones.

Este poeta no inventó la receta, pero elogió tanto al cocinero que la elaboró por primera vez (desgraciadamente de nombre desconocido) que el plato recibió su nombre. Las amêijoas à Bulhão Pato son el verdadero placer de disfrutar de almejas atlánticas, más del doble de grandes que las del Mediterráneo, inmersas en una salsa aromática y fresca, enriquecida con el toque distintivo del cilantro. Este plato es una celebración de los momentos despreocupados, perfecto para una tarde de relax en la playa, quizás acompañado de una cerveza bien fría.

sarten con marisco, cubiertos y servilleta al lado y un trozo de pan, Amêijoas, comida tipica de portugal - weroad

Cozido à portuguesa

Antes de iros de Portugal, tenéis que probar el cozido à portuguesa. Este cocido mixto es un encanto de la tradición culinaria portuguesa que casi parece viajar en el tiempo. Es una antigua receta que mezcla verduras, carnes y embutidos que se combina con influencias de la cocina española, el pot-au-feu francés, y hasta nuestro propio bollito misto.

Pero lo que hace verdaderamente especial al cozido à portuguesa es el hábil uso de las materias primas locales. Todos los ingredientes se hierven con maestría y se cocinan a fuego muy lento. Esta técnica permite que cada sabor aflore y se mezcle equilibradamente. Y no nos olvidemos de los embutidos, esos ingredientes secretos que hacen único su sabor. En particular, el chouriço sanguinha, muy apreciado por los portugueses, que aporta un toque ahumado. También hay nabos y oreja de cerdo para dar profundidad y autenticidad a cada cucharada. Cuando os sentéis a disfrutar del cozido à portuguesa, recordad que estáis participando en una tradición que abarca siglos de cultura.

Es una invitación a descubrir la historia a través de la comida, a explorar sabores que dan testimonio de un pasado rico y fascinante.

platos de carne y verduras y una taza de caldo con cuchara al lado, coida típica portuguesa - weroad
Cozido à portuguesa – Foto Instagram de @rampinharestaurante.rj

Tripas à moda do porto

Otro auténtico manjar son las tripas à moda do Porto. Este plato es un símbolo de generosidad, sacrificio y orgullo que ahonda en la historia de Oporto. Se originó como un plato de pobres, una demostración de cómo el pueblo podía transformar unos pocos recursos en una comida deliciosa.

Pero la leyenda se entrelaza con la realidad histórica, simbolizando el gesto heroico de una ciudad que sacrificaba carne para alimentar a los marineros de las carabelas que partían a descubrir nuevas tierras. Según la tradición, las tripas à moda do Porto se comen los jueves o los domingos, una forma de honrar la historia que hay detrás de cada bocado. Como habréis adivinado por el nombre, se trata de despojos que se cocinan individualmente. Al final de la cocción, se juntan.

El plato requiere una preparación compleja: los ingredientes deben ser de gran calidad y se necesita mucha paciencia durante el largo proceso de cocción. En Oporto encontraréis este plato en todas las tabernas populares, donde comeréis delicioso gastando pocos euros.

Polvo à lagareiro

En la lista comida típica de Portugal está el pescado con pulpo à Lagareiro. El nombre evoca la imagen del Lagareiro, un experto que trabaja en la almazara para extraer el aceite de oliva. De hecho, este plato se llama así por la generosa cantidad de aceite de oliva con la que se prepara y que transforma el pulpo cocido en una obra maestra crujiente y deliciosa. Este plato no es sólo comida: es un homenaje a la agilidad y al cuidado que requiere el delicado proceso de elaboración del aceite de oliva.

En una época, el bacalao a lagareiro era la estrella, pero con la llegada de las patatas, la tradición dio un paso adelante y el plato tomó una nueva forma con el pulpo, llegando a un público más amplio. El pulpo a lagareiro es un platillo festivo, una celebración de los meses de duro trabajo en los molinos. Con patatas cocidas, asadas y machacadas, cebolla, ajo y el ingrediente mágico –el aceite de oliva–, este plato combina tradición e innovación.

plato de Polvo à lagareiro, pulpo con patatas de fondo, un plato de la comida tipica de portugal - weroad
Polvo à lagareiro – Foto Instagram de @tuycocina

Postres portugueses

Hasta ahora, entre todos los platos de la comida típica de Portugal, sólo hemos hablado de lo salado. Pero si hay algo que los portugueses saben hacer bien, además de bailar fado con pasión, es crear delicias dulces.

En Portugal tenéis que comer los famosos pasteis de nata. Son pequeñas obras maestras de hojaldre crujiente y crema pastelera, ligeramente caramelizadas en la superficie. En resumen, son el paradigma de la comida típica de Portugal reconfortante: ¡es imposible detenerse en una sola degustación! Si queréis descubrir su verdadero origen, id a «Pasteis de Belém», la pastelería cercana a la torre lisboeta del mismo nombre que dio origen a este postre icónico.

Hablando de tradiciones reposteras, no podemos olvidar los ovos moles de Aveiro. Son obleas comestibles de formas artísticas que cuentan la historia y la cultura de Aveiro, la ciudad de los canales.

También debéis probar los travesseiros de Sintra, pastelitos de hojaldre que encierran un irresistible relleno de almendras y azúcar. Un bocado os transportará directamente a la atmósfera mágica de Sintra, donde el aroma de la dulzura se mezcla con el encanto de los palacios y los jardines encantados. Si vais a Sintra, probad las queijadas, pequeños pasteles de textura suave y sabor envolvente a queso y canela.

pasteis de belem en un pato con detrás tazas y tetera desenfocadas - weroad

Vino de Oporto

Portugal es un país de enorme gusto por el vino. Hasta tal punto, que a veces se podría definir su territorio como aquello que ocurre entre la viña y las bodegas. Fue en el famosísimo (y hermosísimo) valle del Duero donde se produjeron algunos de los primeros vinos conocidos de la historia, y que ahora se comercializan bajo la Denominación de Origen Douro, normalmente de vinos tintos. Y, sobre todo, con los famosísimos vinos de Oporto, elaborados a lo largo de todo el valle y en la ciudad de Vilanova de Gaia, vecina de Oporto.

Si las viñas y las bodegas son dignas de una larga visita, dejarse llevar por sus vinos es algo indispensable para conocer el alma y la cocina portuguesa. Por cierto, que los oportos están tan extendidos, que no dejan de adquirir nuevas expresiones, como la del ya famosísimo porto-tónico, un cóctel veraniego a base de oporto blanco, hielo, tónica y una rodaja de limón.

mano que aguanta vaso de vino tinto y detrás entorno desenfocado - weroad

WeRoad en Portugal

Un destino como Portugal, poco mainstream, súper fascinante e ideal por su cercanía a España, no podía faltar entre los qué descubrir con WeRoad.

En el itinerario Portugal Exprés de 5 días que hemos organizado, descubriréis la mayoría de las bellezas históricas, artísticas y paisajísticas del país. Descubriremos las principales ciudades, Oporto y Lisboa, así como su cultura, sus manjares y, por supuesto, ¡las ganas de aventura!

¿Amantes de los viajes en los que probáis de todo a nivel gastronómico? Leed nuestros artículos sobre qué comer en Croacia, Grecia o Japón y dónde comer en Nápoles.

Belén Maviglia
Scritto da Belén Maviglia