Playas de Cerdeña: 7 paraísos que debes visitar este verano

Playas de Cerdeña: 7 paraísos que debes visitar este verano

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06 junio

Las playas de Cerdeña son el lugar al que debes viajar si quieres conocer la versión más salvaje del mar Mediterráneo. Arena tan fina como harina, aguas de color turquesa, acantilados que caen al mar y calas escondidas donde el silencio solo lo rompe el agua. En este artículo, te llevamos por siete playas espectaculares, pero también te contamos cuándo ir, cuántos días necesitas y qué zonas encajan mejor con tu estilo de viaje

Y es que mientras que el norte es famoso por sus aguas turquesa y paisajes de postal, el sur, con su tranquilidad, esconde lugares más escondidos, pero que no tienen nada que envidiar a los anteriores. Para poder elegir las paradas de tus vacaciones, sigue leyendo porque te contamos todo lo que necesitas saber. 

La Pelosa: la postal perfecta del norte de la isla

La playa de La Pelosa es una de las mejores playas de Cerdeña. Por eso, también es una de las más conocidas. Está en Stintino, al noroeste de la isla, en una región que no te debes perder. Además de bonita, es una de las playas con más normas con las que cumplir. El objetivo es proteger el medio natural, así que piensa que son precisamente dichas normas las que la mantienen tal y como está. Es parte del Área Marina Protegida de Capo Falcone.

Entre junio y septiembre, ambos incluidos, solo pueden entrar una cantidad limitada de personas. Por tanto, es obligatorio reservar entrada, que cuesta 4€. ¡Tenlo en cuenta al planear las vacaciones! Tampoco podrás usar toalla directamente sobre la arena, ya que hay que colocar una esterilla. Y antes de salir, toca lavarse los pies con agua, para que la arena, que es finísima, no salga de la playa. 

En cuanto a sus características, tiene la peculiaridad de que, durante metros, el agua solo cubre hasta las rodillas. De ahí que sea la favorita para las familias, pero también para buscadores de fotos perfectas. Es una de las más fotografiadas en Europa. No hay chiringuitos, pero sí duchas, baños y zonas de restauración a poca distancia. El acceso en coche es sencillo desde Alghero o Porto Torres.

Torre aragonesa en una isla frente a la playa de La Pelosa, Cerdeña.

Cala Goloritzé: una joya salvaje que se gana caminando

Cala Goloritzé no tiene carretera de acceso ni chiringuitos. Para llegar, hay que caminar durante una hora por un sendero de tierra desde el altiplano del Golgo, en Baunei. Pero como suele suceder en las playas poco accesibles, siempre hay recompensa. Es una cala pequeña de guijarros blancos, rodeada de acantilados. Pero el color turquesa de sus aguas no lo encontrarás en ningún otro lugar del Golfo de Orosei. 

Desde 1995 es Monumento Natural y desde 2005, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Eso significa que está protegida y que también tiene acceso limitado y con reserva. No se puede acceder en barco a la orilla, ni fondear cerca. Las únicas opciones son hacer la caminata o un tour en barco para que la veas de lejos.

El sendero de bajada es fácil, pero la vuelta es cuesta arriba y no hay sombra. Lleva agua, zapatillas aptas para el reto y evita las horas centrales del día. Si te gusta el senderismo y la tranquilidad, esta cala te encantará. 

Cala Goloritzé con sus aguas cristalinas y acantilados rocosos en Cerdeña.

Cala Brandinchi: la «pequeña Tahití» del Mediterráneo

En la costa noreste, y a unos 10 kilómetros de San Teodoro, se encuentra la “pequeña Tahití”. Este es el nombre que ha recibido cala Brandinchi, porque es otra de las mejores playas del norte de Cerdeña. Es larga, con arena blanquísima, aguas transparentes y un fondo poco profundo que se extiende varios metros. Por eso, el ambiente suele ser familiar.

Hay servicios, chiringuitos, alquiler de sombrillas y tumbonas, y una zona para deportes acuáticos. También tiene la ventaja de estar bien conectada por carretera y de tener parking, aunque sea de pago. Estas características la convierten en una de las más populares en temporada alta. Sobra decir que tendrás que llegar temprano. 

Un dato curioso es que desde la orilla se puede ver la silueta del monte Tavolara, una isla que fue un reino independiente durante el siglo XIX. Hoy forma parte de un área marina protegida, a la que pertenece la cala.

Cala Brandinchi, con dunas y mar turquesa en la costa de Cerdeña.

Su Giudeu: dunas, libertad y atardeceres en el sur

Y del norte nos vamos a una de las mejores playas del sur de Cerdeña: Su Giudeu. A pocos kilómetros de Chia, es ancha, salvaje y abierta al viento. El arenal es enorme, con dunas que alcanzan varios metros de altura, y la tradicional vegetación mediterránea. Por eso, su estética resulta más salvaje que las otras que hemos visto. Frente a la orilla, hay un islote al que se puede acceder caminando cuando la marea está baja. 

Es popular entre la juventud sarda, pero también son habituales mochileros y viajeros que buscan un ambiente relajado. Los servicios son básicos, como algún chiringuito donde tomar algo sin necesidad de abandonar la playa y alquiler de sombrillas. Para llegar, tendrás que caminar algunos minutos desde el aparcamiento.

El sur de la isla es bastante tranquilo y con menor afluencia turística. A diferencia del norte, que suele acaparar toda la atención. Pero eso no significa que sea donde están las mejores playas de Cerdeña. Su Giudeu. Es una de las favoritas por amantes del kitesurf y el windsurf, pero también de los atardeceres. 

Cala Mariolu: un rincón para hacer snorkel entre piedras blancas

Cala Mariolu está situada en el Golfo de Orosei. Es famosa por su particular orilla; cubierta por cantos rodados blancos y rosados de pequeño tamaño. Son tan suaves que se les llama perlas. Pero aunque sea tentador, es mejor dejarlas donde están y no en nuestros bolsillos. 

Es una playa pequeña, con poca cobertura y sin servicios, así que tendrás que llevar comida y agua. Sin embargo, su paisaje es único, porque hay un contraste muy bonito entre las piedras y el azul turquesa del agua. Pero sus maravillas no terminan aquí. Cala Marioulu es una de las mejores playas de Cerdeña para hacer snorkel, por sus formaciones rocosas y la variedad de peces. A diferencia de otras calas del Golfo de Orosei, como Cala Luna, la profundidad cambia en pocos pasos. Puedes estar de pie y a un metro ya no tocar fondo. 

El reto está en llegar, ya que no hay carretera. Tendrás que tomar un barco desde Santa Maria Navarrese o Cala Gonone, o hacer una excursión de trekking exigente desde el Supramonte de Baunei. La mayoría elige la opción marítima; los trayectos son cortos y te permiten combinar varias calas en un solo día.

Vista aérea de la Cala Mariolu con turistas y barcos en Cerdeña.

Spiaggia Rosa: una belleza protegida que solo se admira desde lejos

Spiaggia Rosa se encuentra en la isla de Budelli, dentro del Parque Nacional del Archipiélago de La Maddalena. Sin duda, es una de las mejores playas de Cerdeña. Tanto, que no se permite el acceso al público. Es así desde 1994, y ni siquiera podrás caminar por ella, solo verla de lejos desde una embarcación autorizada. Y a una distancia prudente.

Tantas limitaciones se deben al color de su arena, es rosa; de ahí su nombre. Se debe a fragmentos microscópicos de corales, conchas y foraminíferos. Si te parece exagerada esta restricción, es importante que sepas que, durante décadas, los turistas que la visitaban se fueron llevando la arena. Pero no un poco; al final fue tanta, que la playa quedó gravemente deteriorada. 

Por eso, cuando se dice que hay que respetar el entorno cuando se viaja, es por algo y debemos hacerlo. De lo contrario, el precio a pagar será este: que nadie podrá volver a visitar ese bonito lugar. O lo que quede de él. Este es uno de los ejemplos más extremos, pero también necesarios, de protección ambiental en el Mediterráneo.

Las excursiones en barco salen desde Palau, La Maddalena o Santa Teresa Gallura, y suelen incluir paradas en otras playas del archipiélago. Durante el recorrido, conocerás la importancia ecológica del entorno, y cómo la presencia humana mal gestionada puede destruir en pocos años lo que la naturaleza tardó siglos en formar.

Cala Luna: perfecta para aventureros y viajeros en busca de calma

Ubicada en el Golfo de Orosei, Cala Luna te trae tanto mar como montaña y cuevas naturales. Como sucede con otras calas, se puede llegar en barco desde Cala Gonone o Santa Maria Navarrese. Pero si prefieres ganártela, hay un sendero que parte desde Cala Fuili. Son unas dos horas de caminata con tramos de roca, sombra ocasional y vistas constantes.

La playa es amplia, con arena clara mezclada con cantos y una línea de acantilados perforados por grutas que darán una muy apreciada sombra natural. El fondo marino tiene zonas de arena como de rocas. Por tanto, no es el mejor para nadar largas distancias, pero sí para desconectar y dejarte sorprender. En verano, hay un pequeño punto de restauración, pero fuera de temporada es pura naturaleza.

Su fama creció cuando apareció en la película italiana “Travolti da un insolito destino”, rodada aquí en los años 70. Desde entonces, muchos la comparan con Cala Mariolu, aunque esta es más fácil de alcanzar y permite quedarse más tiempo si se va andando. Si buscas otros lugares de película o inspiración para tus vacaciones en Italia, echa un vistazo a estas ideas para tu próximo viaje.

Cala Luna y Cala Gonone, Golfo de Orosei, Cerdeña

¿Cuántos días necesitas para recorrer las playas de Cerdeña?

Si solo dispones de 4 o 5 días para recorrer las playas de Cerdeña, lo más sensato es centrarse en una sola zona: norte o sur. En el norte, puedes moverte entre La Pelosa, Cala Brandinchi, playa del Príncipe de Cerdeña y las islas del archipiélago de La Maddalena, con base en Olbia o Palau. 

En el sur, lo ideal es alojarse en la zona de Chia o Villasimius. Desde ahí lo tienes fácil para explorar Su Giudeu y otras playas cercanas. Las distancias no parecen grandes en el mapa, pero las carreteras son lentas y el tráfico en verano puede alargar los trayectos.

Si por el contrario dispones de 7 a 10 días, puedes combinar costa e interior. Por ejemplo, dedicar unos días a las playas del Golfo de Orosei, como Cala Goloritzé, Mariolu o Cala Luna, y luego explorar el Supramonte, Orgosolo o incluso el macizo de Gennargentu. Si quieres ver una cara diferente de la isla y no solo playas, en el interior encontrarás montañas, pastores y pueblos con murales.

Si llegas desde Italia continental, hay vuelos directos a Cagliari, Olbia o Alghero. Pero también ferris desde Génova, Livorno o Civitavecchia. En temporada alta, conviene reservar con antelación, puesto que es un destino muy turístico. El coche, ya sea propio o de alquiler, es casi imprescindible, puesto que muchas de las mejores calas solo se alcanzan en barco o tras un buen tramo a pie.

Cuándo viajar a Cerdeña para disfrutar de sus playas sin agobios

El mejor momento para visitar las playas de Cerdeña sin agobios y sin tener que medir el espacio disponible, son los meses de junio y septiembre. En ambos, el clima es cálido, pero no sofocante, y el agua está lo suficientemente caliente para bañarse. Sin embargo, las multitudes de julio y agosto todavía no han llegado o ya se han ido. Los precios también suelen ser algo más bajos y te será más fácil encontrar alojamiento y aparcamiento cerca de las calas.

Julio y agosto son temporada alta. Es decir, playas llenas, horarios estrictos para aparcar, reservas necesarias y un ambiente bastante fiestero, especialmente en zonas como San Teodoro o Chia. Si te gusta la fiesta y el bullicio, estas fechas funcionan, pero no son para quienes buscan tranquilidad.

Mayo y octubre son ideales para quienes prefieren la calma absoluta. El agua puede estar algo fría para bañarse, pero precisamente por eso, las playas están casi desiertas. La naturaleza estará en todo su esplendor cambiando de colores. Además, el turismo y los precios son bajos. 

Si te preguntas entonces cuál es el mejor mes para ir a Cerdeña, la respuesta es junio o septiembre. 

WeRoad viaje en grupo organizado en Cerdeña

Cerdeña te espera con playas de ensueño: solo tienes que decidir cuándo y con quién

Recorrer Cerdeña por libre suena tentador, pero hacerlo en grupo tiene ventajas que marcan la diferencia. Sobre todo, en un destino tan turístico y con limitaciones en los accesos. Te olvidarás de la logística y de las complicaciones de tener que ir reservando tus entradas para las playas de Cerdeña. Pero además, podrás descubrir otros rincones que la mayoría de los visitantes nunca llegan a ver. 

En un viaje organizado, disfrutarás de las vacaciones, pero también diciendo adiós a ferris, mapas o parkings imposibles. Y en la compañía de otras personas que saben como tú cuál es la forma más cómoda de viajar. Si no puedes esperar más para darte un baño en estas playas y calas, descubre Cerdeña con un viaje en grupo organizado y deja que la isla haga el resto.

Team WeRoad
Scritto da Team WeRoad