Siempre nos ha fascinado. Cuando la vemos en la televisión, durante un documental o en YouTube nos dan ganas de dejarlo todo e irnos hacia el gran Norte, pero… ¡¿qué es la aurora boreal y por qué se forma?!
Comencemos desde el principio y vayamos en orden. Empecemos diciendo que en España la conocemos como aurora boreal o borealis. En inglés es Northern Lights pero, en realidad, las auroras también se dan en el Polo Sur, donde se les llama auroras del sur. Sí, porque el fenómeno no es exclusivo de las latitudes al norte del ecuador. Al contrario, los dos protagonistas que contribuyen a su increíble creación no están ni en el Norte ni en el Sur, sino por encima de nuestra cabeza: es el Sol y el atmósfera (el campo magnético de la Tierra) que habría que elogiar todos los días por este espectáculo.
Qué es la aurora boreal, cómo se forman y por qué
Ok, entonces, una vez que hemos enfrentado la primera información para calentar, tratemos de llegar al núcleo de la cuestión: ¿cómo y por qué se forma? Se trata de un efecto luminoso por la interacción del viento solar (básicamente, el flujo de energía que nos envía el Sol) con la ionosfera, una de las partes más altas de la atmósfera terrestre.
En la práctica, el Sol bombardea la atmósfera con protones y electrones cargados, y ésta «se agita», llenándose de una carga eléctrica y emitiéndola en forma de luz. Prácticamente una bombilla inalámbrica gigante. Cuanta más energía se dirija hacia nuestro planeta, más intensas y coloridas serán las auroras que veremos. Simple, ¿no?
El campo magnético de la Tierra, por otro lado, «enlaza» toda la energía a lo largo de bandas precisas –a los polos de nuestro planeta– pero no entremos en detalles sobre esto, de lo contrario os vamos a encontrar así:
Así que, depende un poco de cuánto haya decidido tostarnos nuestro Sol. La medida se calcula en kilopascales (kp), que es la presión del viento solar sobre la atmósfera. Para daros una idea:
Ahora bien, si habéis llegado hasta aquí, mirando esta imagen, estáis pensando “entonces si llegamos por ejemplo al KP10…” y sí, la respuesta es que veríamos la aurora también en nuestras latitudes. Pero, en ese caso, ¡tendríamos mucho más de qué preocuparnos! Una presión solar de este tipo sobre nuestra atmósfera supondría la interrupción de las transmisiones de radio en gran parte del planeta y graves inconvenientes para cualquier componente electrónico. No es lo ideal, ya que tenemos un gran apego a estos pequeños objetos desde los cuales escribimos y vosotros nos leéis…
Historia de las observaciones de la aurora boreal
En el pasado ha habido eventos de esta magnitud. La última fue en 1859, y fue lo suficientemente fuerte como para hacernos dudar de que lo que se vio en el cielo del norte de Noruega no fuera el reflejo del Sol si no quizás algo de diferente…
Sucedió en Carrington, en donde un astrónomo inglés quien, algo emocionado por lo que vio en el cielo ese verano, se dio cuenta que la causa eran esas enormes manchas con silueta de alubia que había visto formarse unos días antes y que empezaron a brillar muy fuerte sobre el Sol. Sí, porque las manchas solares son grandes productoras de unas mega explosiones en la superficie del sol que proyectan viento solar sobre la Tierra.
En ese año, las auroras no solo se vieron desde Europa, ¡sino también desde Cuba, Jamaica y Hawái! Imaginad bañaros a medianoche en el Mar Caribe, con una cerveza en la mano, mientras encima de vosotros está la aurora boreal…
Después de aquel suceso de proporciones desorbitantes que perturbó las líneas telegráficas en casi todas partes, sucedió algo vagamente similar en 1960 y la radio se apagó prácticamente en todo el planeta.
Y poco antes del evento de 1859, en 1848, ¡la aurora era incluso visible desde Nápoles!Por suerte quedó inmortalizado en un cuadro, lo podéis ver a continuación.
Los colores de la aurora boreal
Ahora que sabemos qué son las auroras boreales y cómo se forman, pasemos a las preguntas de los expertos: ¿De qué dependen los colores de las auroras boreales?
Verde, rojo, pero también azul y morado. Las auroras pueden tener diferentes colores, según la cantidad de energía y el tipo de átomos afectados. Dentro de nuestra atmósfera puede haber diferentes concentraciones de gas, principalmente oxígeno y nitrógeno, y esto cambia dependiendo de la altitud.
Si tenemos mucha suerte, podremos ver una aurora roja. Esto significa que las luces se han desarrollado a altitudes superiores a los 250 km sobre nuestra cabeza. Cuando nos quedemos por debajo de esta distancia, por tanto entre los 100 y los 250km, el color que se desarrollará será el clásico verde. Este es el tipo más común de aurora.
Por debajo de este límite, las auroras adquieren un color púrpura o azulado. Sin embargo, estos colores son más difíciles de distinguir en un cielo oscuro y, a menudo, se ven mejor en las fotos que en vivo.
Las formas de la aurora boreal
¿Un arco? ¿Una corona sobre nuestras cabezas? ¿O tal vez una tela mágica que baila a nuestro alrededor? Puede haber 4 tipos de formas en el mundo de las auroras:
- Aurora a arco: son auroras que pueden ser tanto inmóviles como pulsantes. A veces se notan justo por encima del horizonte, otras veces pueden ser bandas más o menos delgadas que se enrollan sobre sí mismas en el cielo.
- Aurora a corona: imaginad una lluvia de luz, que en arcos divergentes se extiende sobre vosotros, palpitando y bailando, sin llegar nunca al centro.
- Aurora a cortina: ¡definitivamente nuestras favoritas! Y también son los más comunes. Podemos imaginarla como una cortina ondeando al viento. Si esto os sucede, nuestro consejo es que deis un paseo por un lugar donde podáis admirarla mientras permanecéis en silencio, tranquilamente, feliz de estar en el mundo.
- Auroras difusas: son las más raras de todas, es una luminiscencia sin límites bien definidos, difícil de captar a simple vista.
Si os apetece ir a ver la aurora boreal, además del vídeo de arriba, ¡aquí tenéis un fantástico artículo sobre dónde ver la aurora boreal!
Leyendas nórdicas, sami y de otros pueblos
Escuchad esto: los pueblos indígenas de la península de Labrador creían que las auroras boreales eran luces encendidas por un difunto durante un juego de pelota jugado con un cráneo de morsa. De verdad.
Pero otros pueblos también tenían extrañas ideas sobre este entonces inexplicable fenómeno. En general, estaba ligado a las almas de los muertos, ya fueran niños o ancianos de la tribu. Los lapones, por ejemplo, (en WeRoad tenemos un viaje muy chulo para visitar esta región, os lo enlazamos más abajo), pensaban que eran las almas de los difuntos camino al más allá. Qué poético. En momentos en que las luces estaban altas en el cielo, era necesario respetar a los muertos permaneciendo serios y quietos, incluidos los niños.
En nuestros viajes esto no es exactamente así, pero os aseguramos que la vista de este espectáculo realmente deja a todos boquiabiertos.
El folclore nórdico, por otro lado, sugiere que las luces son los espíritus de los viejos sabios de la tribu, mientras que en la antigua China se creía que era el aliento de fuego de un dragón.
Ahora que sabéis lo que es una aurora boreal, venid a verla con nosotros
- Noruega – Safari de caza de auroras en el país más pintoresco.
- Islandia – Naturaleza salvaje y auroras boreales a voluntad.
- Laponia sueca – Abisko y Kiruna, dos de los lugares más fáciles para ver la aurora boreal.
- Islandia Express : una inmersión total en el espacio de un fin de semana largo (y para quién quiere quedarse más tiempo también hay el viaje Islandia Aurora Boreal).
Para saber más sobre este tema, os invitamos a leer también nuestros artículos del blog: