Qué ver en Capadocia, el museo al aire libre de Turquía

Si sois unos entusiastas de los viajes, sabréis que Turquía tiene una de las regiones más fascinantes del mundo. Estamos hablando de Capadocia, un sitio casi mágico que roba el aliento a quien la visita por sus singulares paisajes y alucinante relieve. Y si os preguntáis qué ver en Capadocia, ¡estáis en el lugar adecuado! 

Conocida por sus famosas “chimeneas de hadas” –asombrosas formaciones rocosas–, Capadocia probablemente os resultará más conocida por sus inolvidables puestas de sol que podréis disfrutar mientras voláis en globo aerostático. Al fin y al cabo, ésta es una de las imágenes más icónicas de un viaje ahí y sí, nosotros también os mostraremos la misma foto, ya os avisamos.

Esta zona se encuentra en la región central de Anatolia (Turquía), en los alrededores de Göreme. Es árida y polvorienta, pero al mismo tiempo sorprendente, donde no hacen falta filtros de Instagram. Aquí, de hecho, la luz del sol, ya sea al amanecer o al atardecer, siempre reflejará increíbles tonos en las rocas. 

Entonces, ¿estáis planeando un viaje a Turquía? ¡Un tour por Capadocia no puede faltar en vuestro itinerario!

Göreme: entre hadas y museos al aire libre

No os equivoquéis, no estamos hablando del Ratoncito Pérez. En Capadocia, el término “hadas” se refiere a las formaciones rocosas de toba típicas de la zona, conocidas como “chimeneas de hadas”, lo que le ha valido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Pero Göreme no son sólo chimeneas. Es uno de los pueblos más espectaculares del mundo y comprenderéis fácilmente por qué. Labrado en la ladera de una colina, sus casas están cubiertas de piedra, excavadas directamente en dicha ladera, creando un laberinto de habitaciones y cuevas. 

Desde Göreme se puede viajar al valle para practicar senderismo y descubrir el sitio de la Unesco llamado “Museo al Aire Libre de Göreme”. Intentad imaginar un conjunto de monasterios, capillas e iglesias esculpidas en la roca con antiguos frescos en su interior. Haced una visita de un par de horas para ver de primera mano cómo los ermitaños cristianos se escondían para protegerse de los pueblos dominantes de la zona. Más tarde, durante la época bizantina, estos escondites ser convirtieron en verdaderos edificios en la roca. En definitiva, una de las cosas que ver en Capadocia.

Puesta de sol en Capadocia

¿Sabíais que, según una interpretación, Capadocia deriva de Huw-aspa-dahyu, que significa «tierra de hermosos caballos»? No, nosotros tampoco, pero vayamos al grano. Todavía quedan muchas cosas por descubrir en esta región, que parece pertenecer a otro planeta, así que seguidnos. 

Su historia se remonta a la Edad de Piedra y, poco a poco, cada civilización que la ha pisado dejó una herencia cultural imborrable, creando una mezcla de culturas singular. Capadocia es un territorio extenso y disperso. Pudiese parecer virgen, pero esconde tesoros de incalculable valor.

Por estas razones, una de las formas más impresionantes de visitar Capadocia es hacerlo en globo aerostático. Desde el cielo tendréis una perspectiva realmente única y podréis apreciar los colores y matices de la puesta de sol. Esta vasta región, cuyas peculiares formaciones rocosas se deben a la erosión del viento y la lluvia, es un espectáculo.

La puesta de sol desde un globo aerostático es incuestionablemente una de las cosas que ver en Capadocia.

Uchisar: un pueblo excavado en la roca

Uchisar, a pocos kilómetros de Göreme, es una parada obligada en vuestro recorrido por Capadocia.

Ya hemos visto cuántas maravillas hay en esta extraordinaria región. Descubrimos las «chimeneas de hadas» y por qué hay paseos en globo aerostático. Pero Uchisar tiene una característica que lo distingue: está totalmente excavado en la roca y se alza sobre el pico más alto de toda Capadocia. Habitaciones en el relieve, túneles, escondites… en resumen, pasear por las «calles» de Uchisar es una experiencia realmente mítica.

Si ya estáis pensando en subir y contemplar Capadocia desde lo alto, tened en cuenta que encontraréis un castillo. Sí, justo en la cima del pico hay un auténtico palacio de toba, con túneles y cavidades ocultas. Pensad que dentro del palacio (¡hay uno dentro!) se han descubierto iglesias y en el centro del pueblo hay todo un túnel subterráneo de 100 metros de largo que pasa por debajo de las casas y conecta varios puntos del pueblo. ¿De verdad tenemos que destacar que las vistas desde el castillo son impresionantes? No lo creemos, así que ¿a qué esperáis?

El valle de Ihlara

¿Hemos mencionado que Capadocia es una tierra árida? Sí, por supuesto, pero no del todo. Este es un blog para gente a la que le gusta viajar y seguro habréis notado que en artículos de viajes se suele abusar del término «único» para ponerle un adjetivo a cualquier lugar. Pero fijaos en la foto de abajo, ¿cómo lo definiríais? Un bosque dentro de un cañón excavado por un río, dividido entre los colores claros y ondulantes de las rocas y el verde esmeralda de la vegetación. Vamos, para nosotros éste sí que es un lugar único.

Ihlara es el valle perfecto para los senderistas. Aquí se puede dar uno de los paseos más bellos del mundo: su sendero recorre interminables extensiones de vegetación, campos salpicados de peñascos y acantilados dentados por el río Melendiz Suyu. El curso de agua serpentea por una garganta enmarcada en un cañón de 100 metros de profundidad, ofreciendo un paisaje poco antes visto. 

A lo largo del camino, encontraréis numerosas iglesias con frescos, testimonio de que el valle de Ihlara fue antaño el lugar favorito de los monjes bizantinos para sus retiros espirituales. ¿Cómo culparlos? El silencio que lo rodea solo se ve interrumpido por el canto de los pájaros y el fluir del agua del río. Para refrescaros tras una larga caminata, podréis parar y relajaros en el pueblo de Belisirma, equipado con varios restaurantes ribereños. Sin duda algo que ver en Capadocia.

La ciudad subterránea de Derinkuyu

¿Os imagináis reformar vuestra casa y, durante las obras, descubrir una ciudad subterránea? Normalmente lo único que se encuentra son tuberías rotas y filtraciones. En 1963, sin embargo, un vecino de la zona encontró un laberinto. Y así salió a la luz Derinkuyu: una de las cosas que ver en Capadocia.

Esta ciudad subterránea, situada a unos 45 minutos en autobús de Göreme, se abrió a los turistas poco después de su descubrimiento, pero sigue siendo utilizada por los lugareños, que usan los túneles como almacenes, establos o bodegas. Derinkuyu data del siglo VII a.C. y consiste en una serie de antiguas cuevas labradas a mano. Es un sistema de pasadizos y túneles dividido en hasta 20 niveles, todos subterráneos. Se hallaron 600 puertas subterráneas que conducían a otras tantas salas enormes, utilizadas para rezar, comer o dormir. 

Naturalmente, en Derinkuyu se encontraron utensilios y herramientas para elaborar vino, así como auténticos establos para animales e incluso un árbol. Esta ciudad es una de las 200 descubiertas en la zona y merece una visita durante el recorrido por Capadocia.

Si os encantan las ciudades subterráneas hemos escrito un artículo que recopila varias por el mundo.

Cómo ir de Estambul a la Capadocia

Después de hablar de las cosas que ver en Capadocia, será el momento de averiguar cómo llegar a esta preciosa región de Turquía, ¿no creéis? Si sois los clásicos viajeros que lo hacen todo en el último momento y no tenéis ansiedades, haced un favor a vuestro amigo con el que vais a viajar y enviadle este artículo. Si, por el contrario, sois el otro amigo y tenéis que tenerlo todo bajo control, ¡aquí estamos para vosotros! 

Desde España coged un vuelo a Estambul, una ciudad que también merece la pena visitar si tenéis unos días extra de vacaciones (ya hablamos de ella, si queréis ver nuestros consejos para un viaje a Estambul, pinchad aquí). Desde allí, elegid cómo viajar a Capadocia, pero es justo señalar que la distancia a recorrer es de 800 km. Por lo tanto, en nuestra opinión, debería descartarse un viaje en coche, prefiriendo en su lugar uno en autobús, que de todos modos dura al menos 12 horas en total.

No sé vosotros, pero nosotros preferimos viajar en avión. Desde Estambul se puede coger un vuelo de hora y media y llegar a Nevşehir o Kayseri. El primer aeropuerto está a 40 km de los lugares que visitaréis, mientras que el segundo está a 70 km. No os preocupéis, una vez que lleguéis a Capadocia, podréis reservar un traslado, ya sea privado o en grupo, o concertarlo con los hoteles, que ofrecen este servicio. ¿Listos para reservar?

Un viaje a Capadocia estará, sin duda, en la lista de cosas que contar a vuestros nietos (sin necesidad de endulzar la historia ni exagerar los detalles). Esta región ocupará un lugar en vuestro corazón y sus atardeceres quedarán grabados en vuestra memoria para siempre. Verdes valles, iglesias escondidas, tierras áridas coloreadas por la luz del sol y el muy necesario viaje en globo aerostático: Capadocia es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza, el silencio y la fotografía. 

Visitad esta tierra por vuestra cuenta o aprovechad las numerosas excursiones organizadas en grupo, que os llevarán tanto a Capadocia como a Estambul. Si la idea de pasear por un museo al aire libre os intriga, echad un vistazo a la propuesta de WeRoad de un recorrido entre Estambul y Capadocia.