Israel suele ser un destino en la lista de deseos de muchos viajeros. La mezcla de historia, religiones y culturas fascina a todo el mundo. ¡Vamos a revisar qué ver en Israel!
A pesar que uno crea saber lo que le espera, en cuanto se llega a Israel, se da cuenta que cada rincón es escenario de algo que pudo haber cambiado el rumbo de la humanidad. Cada árbol es testigo de hechos, desgraciadamente aún hoy, muy difíciles de entender. Cada sabor es una combinación perfecta de muchas cocinas que, siendo todas mediterráneas, hacen sentir irremediablemente en casa.
¡La sensación es la de vivir en un libro de historia y geografía! En pocos kilómetros se pasa del mar a los lagos, de la montaña al desierto y ninguno de estos defrauda las expectativas. Es un viaje en el que hay que llegar preparados a descubrir, caminar y ¡comer a montones!
“En Jerusalén rezamos, en Tel Aviv nos divertimos y en Haifa trabajamos”. ¡Este es el resumen de Israel según los israelíes! Empecemos entonces con nuestra lista de cosas que ver en Israel por Tel Aviv.
Tel Aviv es una ciudad «joven» desde todos los puntos de vista. En parte, porque no existía antes de la década de 1920 y porque la escena cultural, las empresas de alta tecnología y la larga playa la convierten en un lugar para gente joven (en el cuerpo o en el espíritu). El nombre completo es Tel Aviv-Jaffa y, de hecho, el viejo pueblo costero (Jaffa) se ha incorporado y es donde está el casco antiguo de la ciudad.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, es un lugar que merece unos días para ser visitado y apreciado. Aquí está una lista de cosas que hay que ver en Tel Aviv:
Old Jaffa: podéis llegar al agradable y pintoresco Jaffa recorriendo el paseo marítimo, caminando o alquilando una bicicleta. El centro de la ciudad vieja está lleno de tiendas de antigüedades, galerías de arte y puestos del Flea Market. Salid de compras, comed en uno de los muchos restaurantes típicos y fotografiad callejones, edificios históricos y el puerto antiguo.
Old Jaffa
Paseomarítimo: dependiendo de la temporada, el mar en Tel Aviv está más o menos concurrido. Pero, sin importar la estación, seguro que jóvenes y surfistas estarán ahí. Incluso entre Navidad y Año Nuevo los días suelen ser agradables para pasar tumbado al sol. La playa es amplia, de arena fina y hay muchos establecimientos para parar a disfrutar del mar.
Barrio “Neve Tzedek”: este barrio judío fue el primero que nació fuera de Jaffa. Hoy es una aglomeración de casas bajas, tiendas de diseño, boutiques y mercados acompañada de restaurantes y bares. Es uno de los barrios más característicos y también de moda de la ciudad. Su nombre significa «oasis de justicia».
Barrio Bauhaus y Museo de Arte de Tel Aviv: ¡hablar de Tel Aviv y no pensar en arte es casi imposible! Famoso por sus casas Bauhaus construidas entre las décadas de 1920 y 1940, este lugar también alberga un Museo de Arte con obras de artistas locales y de gran renombre como Picasso, Klimt y otros autores de un período abstracto y surrealista. La estructura del museo es muy interesante desde el punto de vista arquitectónico.
Jerusalén
Después de experimentar la cosmopolita Tel Aviv, es hora de ir a Jerusalén, que está a unos cincuenta kilómetros de distancia y se puede llegar en coche o en autobús local. Su importancia e historia la convierten en la única visita obligada de esta lista, aunque Israel está lleno de maravillas.
El centro histórico se divide en 4 distritos: cristiano, musulmán, armenio y judío. Como habréis adivinado, reflejan las religiones y grupos étnicos que pueblan la urbe. El dicho israelí que citamos al principio anunciaba la importancia de la espiritualidad en esta localidad. No es casualidad que estemos hablando de una ciudad sagrada para las 3 principales religiones monoteístas del mundo: judaísmo, cristianismo e islam.
La religiosidad y la historia de Jerusalén es, en efecto, una de las primeras cosas que se perciben en Israel. De hecho, la ciudad conserva las antiguas murallas y puertas que hoy siguen siendo las principales vías de acceso. Las cosas que ver en Jerusalén son, sin embargo, muchas. La lista es larga y depende de vuestros intereses. Estas son las imperdibles:
Dentro de las murallas
Santo Sepulcro: esta iglesia, que hoy está tan inmersa y perfectamente colocada entre los edificios, ni siquiera estaba dentro de la ciudad en la época de Jesús. La tumba era el lugar donde se enterraba a los muertos, por lo que se encontraba fuera de los muros. Sobre su estructura e historia podéis encontrar muchas referencias online, os dejamos 2 curiosidades.
La iglesia es un símbolo de la cristiandad y, como tal, ha sido testigo de muchas disputas a lo largo de los siglos y hoy en día es un lugar que ver en Israel. Es por ello que sus llaves están custodiadas por una familia musulmana que ha ido transmitiendo esta delicada tarea de generación en generación desde 1192.
Si antes de entrar notáis una escalera de madera apoyada en una de las ventanas, no es porque estén haciendo mantenimiento o limpieza: esa escalera está allí desde 1852 y es el símbolo del equilibrio alcanzado entre las comunidades cristianas. Ningún monje la ha movido nunca por miedo a las represalias y se ha convertido en un ejemplo importante de inspiración.
Murode los Lamentos: esta pared, también llamada «Muro Occidental», es el lugar sagrado del judaísmo. Era el muro exterior del templo de Jerusalén, construido alrededor del Monte Moriah (Monte del Templo) y tiene 500 m de largo pero solo se ven 57 m. En sus grietas, los judíos que van a rezar ponen papelitos con oraciones escritas. Es posible visitar la parte subyacente de la muralla y la ciudad vieja atravesando túneles subterráneos.
Muro de los Lamentos
Cúpula de la Roca: al otro lado del muro de las lamentaciones se encontraba el Templo de Jerusalén, erigido sobre el Monte Moriah donde se creó una explanada (de ahí el nombre de «Explanada de las mezquitas»). En este lugar está la Cúpula de la Roca, uno de los lugares sagrados del islam, donde se guarda la Primera Piedra. La mezquita fue construida en 687, está cubierta por dentro y por fuera con azulejos con diseños geométricos y con láminas de oro en la parte superior.
Vía Dolorosa: esta es una calle real, comienza cerca de la puerta de los leones y termina en la Basílica del Santo Sepulcro. Es el camino (fuera de la ciudad en ese momento) por el que caminó Jesús y hoy está lleno de capillas que corresponden a las estaciones del Vía Crucis. Ahora pasa por el barrio musulmán de la ciudad. Todos los viernes por la tarde, peregrinos cristianos la recorren para realizar el Vía Crucis.
Fuera de las murallas
Monte de los Olivos: aparte de la historia y los imponentes olivos –que, si hablaran, nos dirían tantas cosas– Getsemaní es magnífico porque es un mirador Está ubicado en lo alto, frente a la ciudad vieja y al costado del Templo. Rico en historia y espiritualidad, también es un gran lugar para fotografiar la ciudad, la muralla y la Cúpula de la Roca.
Cúpula de la Roca
Mercado Mahane Yehuda: otro lugar fuera de la ciudad y un poco alejado de las rutas turísticas. Es el mercado central de Jerusalén, frecuentado principalmente por lugareños. Es una aglomeración de frutas, verduras, especias, sabores y olores típicos de nuestro estilo mediterráneo. También hay restaurantes donde se puede comer o tomar una copa por la noche.
Recomendamos buscar hospedaje dentro de las murallas para vivir plenamente el ambiente de la ciudad. No hay muchos hoteles, la mayoría son alojamientos para peregrinos (albergues bastante básicos que, además, cuentan con habitaciones individuales o dobles) que hay que reservar con mucha antelación. Asimismo, para captar la esencia del lugar y no descuidar nociones importantes, os sugerimos contratar un guía o participar en visitas guiadas (hay muchas disponibles, algunas gratuitas).
Para saber más sobre esta ciudad puedes leer el artículo que hemos escrito sobre ella.
Si queréis visitar solo Jerusalén y al mismo tiempo cumplir el sueño de viajar por Jordania, en WeRoad hemos organizado un viaje perfecto para vosotros:
Antes que nada, una curiosidad sobre Belén. Su nombre tiene un doble significado: en árabe significa “casa de la carne”, y en hebreo “casa del pan”. La ciudad se desarrolla alrededor de la plaza principal del casco viejo, donde también se encuentra su más distintivo atractivo: la Basílica de la Natividad. La historia cuenta que Jesús nació en este lugar y, por eso, Constantino mandó construir aquí una iglesia que es uno de los lugares que ver en Israel.
El edificio actual es una iglesia ortodoxa, en cuyo interior se encuentra la gruta de la natividad (una pequeña cripta de 12 m x 3,5 m). Dada la gran cantidad de turistas y peregrinos, siempre hay un poco de cola para visitar la cueva. Al bajar, busca la estrella de plata con la inscripción en latín.
El camino a Belén invita a la reflexión porque la ciudad está situada en Cisjordania y, por tanto, más allá del muro que separa los territorios israelíes de los palestinos. No está lejos de Jerusalén, a unos 10 km, y hay muchos tours organizados que llevan turistas a diario.
Belén no es solo la Basílica de la Natividad. Una vez que salgáis del recinto, perdeos por las calles empedradas de la ciudad vieja y el zoco. Yendo un poco más lejos, a unos 10 minutos en coche, se puede visitar el hotel Banksy (famoso por sus obras de street art). Junto, hay un museo que se creó para testimoniar las diferentes fases de la construcción de la muralla y el impacto que tuvo en la población.
Muro y mensajes de paz
Mar Muerto
Durante este viaje, una parada al Mar Muerto es imprescindible. Es uno de los lugares más fascinantes de la tierra desde el punto de vista natural y una de las cosas que ver en Israel. De hecho, no es un mar sino un lago salado en el desierto de Judea. Se encuentra a 427 m bajo el nivel del mar y este número sigue descendiendo año tras año, poniendo en peligro su existencia. Es muy famoso por su alta salinidad que hace que sea imposible sumergir la cabeza bajo el agua (¡cosa que os recomendamos NO intentar!). Así que, aunque no sepáis nadar, no os preocupéis, nunca os sumergiréis. Y como testifican muchas fotos, ¡podéis llevar un libro al agua sin miedo a que se moje!
Flotar en el Mar Muerto
Sus aguas son conocidas desde la época de los romanos por sus cualidades curativas. Tienen una alta concentración de minerales, calcio y magnesio que ayudan a curar algunas enfermedades de la piel. Los lodos naturales también provienen del Mar Muerto (disponibles para los turistas de forma gratuita en pequeños barriles a lo largo de la playa) y son ricos en sales minerales y oligoelementos.
Para saber todas las actividades que podéis hacer en el Mar Muerto y qué lugares visitar por la zona os recomendamos leer nuestro artículo dedicado a este lugar único en todo el mundo.
Masada
Uno de los lugares más increíbles cerca del Mar Muerto es la fortaleza de Masad. Es famosa por su loca historia y también por el espléndido panorama del Mar Muerto y del valle que se puede disfrutar desde el punto más alto. Masada es una antigua fortificación situada a 400 m de altitud, construida por orden de Herodes en el 37 a. C. Fue protagonista de una de las historias más emocionantes de la época: un asedio de décadas por parte de los romanos a una población que luchó hasta el final para no caer en manos del enemigo.
Se puede subir a pie por el camino de la Serpiente o con el teleférico para no sufrir por el desnivel de casi 300 metros.
Panorama en Masada
Esta antigua fortaleza ha sido retratada en muchas películas y series de televisión, convirtiéndose en una de las cosas que ver en Israel.
¡En una franja tan pequeña de tierra hay infinidad de lugares para visitar! Aparte de las que hemos visto hasta ahora, hay muchas otras ciudades que merecen una visita por su valor histórico y cultural.
Cesarea: ubicada a una hora en coche desde Tel Aviv a lo largo de la costa. Es famosa por albergar el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Cesarea fundada por Herodes, y la capital de la provincia francesa de Judea. Conduciendo por la carretera también se pueden admirar piezas del antiguo acueducto romano.
Haifa: ciudad de 280.000 habitantes al norte de la costa, justo al pie del Monte Carmelo. Se ubica en una bahía natural y es el lugar donde se encuentran la cueva del profeta Elías y el monasterio de Stella Maris.
Eilat: Israel también tiene su desembocadura en el Mar Rojo, donde se está la ciudad costera de Eilat. El paisaje es espectacular, las montañas y el desierto llegan hasta el pie del mar y contribuyen a que sea uno de los lugares que ver en Israel. Hay muchas instalaciones turísticas y desde aquí es fácil organizar excursiones a Jerusalén o la vecina Jordania.
