

Como buen viajero, ¿ya estás buscando tu próximo destino? Hoy te ayudaremos a elegir tu siguiente viaje con nuestra guía sobre Marrakech y sus alrededores.
Si buscas un lugar especial que puedas oler, saborear, oír y vivir, la Ciudad Roja es para ti.
Marrakech es un lugar increíble que te dejará el aroma de las especias, los cientos de voces de sus mercados, los ojos llenos de colores y el sabor de su cocina tradicional. Si quieres probar más de la cultura local, no te pierdas nuestra selección de comidas marroquíes tradicionales. En definitiva, la arquitectura, la cultura y la historia de la ciudad marroquí están listas para conquistarte.
¿Estás listo para enamorarte de esta perla caótica, moderna y antigua del norte de África? A continuación, te presentamos una lista de los lugares que no te puedes perder en Marrakech y algunos extras que te llevarán menos de medio día (¡pero que te llenarán de emociones!).

La Medina de Marrakech
Comencemos por la Medina, el centro histórico de la ciudad, y su corazón palpitante, la plaza Jemaa el-Fna. En este sitio, que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, encontrarás una maraña de souks —o mercados— llenos de vendedores ambulantes, artistas callejeros y animadores. Aquí podrás comprar especias, alfombras, telas y mucho más. Si quieres explorar otros rincones del país, no te pierdas esta guía sobre qué ver en Marruecos.
Además de su plaza principal, la Medina ofrece otros lugares de interés:
- Mezquita Kutubía: Es la mezquita más grande de Marrakech y una de las más grandes de Marruecos. Aunque no es accesible para los no musulmanes, puedes admirar su impresionante arquitectura desde el exterior.
- Museo Dar Si Said: Ideal para una experiencia inmersiva en la cultura local. Posee una gran colección de arte y artesanía marroquí: textiles, cerámica y joyas de diferentes épocas. Es una de las colecciones de arte más grandes del país.
- Palacio El Bahía: Una de las residencias privadas más lujosas de la ciudad. Aquí podrás disfrutar de una vista extraordinaria de la ciudad vieja y de la vida de los gobernantes marroquíes del pasado.
- Madraza de Ben Youssef: Una antigua escuela coránica del siglo XIV. Es un ejemplo de arquitectura islámica y ofrece una visión de la educación en el país.

Palacio El Badi
En la lista de puntos de interés en el centro de Marrakech está el Palacio El Badi. Hablamos de uno de los atractivos más concurridos y cuyo nombre significa «palacio incomparable» (por lo tanto… ¡una visita obligada!).
Fue ordenado construir en el siglo XVI por el sultán saadí Ahmad al-Mansur. Ya en su momento se consideró como uno de los edificios más espectaculares, incluso fuera de Marruecos. El palacio nació como celebración de la victoria del sultán en una batalla fechada en 1578 contra los portugueses. Tenía, por tanto, la tarea de ser escenario de celebraciones y banquetes después de tantos otros éxitos bélicos. Originalmente, el edificio constaba de un gran patio, jardines y numerosas salas de recepción, y la decoración de estos espacios procedía de diferentes partes del mundo. Piensa que llegaron trabajadores de todo el Magreb y de Europa para construir El Badi. Las habitaciones y los jardines estaban decorados con mármol italiano, ónix de Madagascar, mosaicos de Córdoba y estuco persa.
Casi un siglo después de su construcción, comenzó la decadencia del palacio, provocada por un cambio de dinastía gobernante que hizo que la capital del reino se trasladara a Meknes.
El Badi fue despojado de sus bellezas durante casi 10 años. Sin embargo, todavía conserva gran parte de su belleza en la actualidad. Es una parada importante para cualquiera que visite la ciudad y no debe faltar en la lista de cosas que hacer en Marrakech.

Las tumbas de los saaditas
A las afueras del centro, encontrarás uno de los lugares más importantes para visitar en Marrakech: las Tumbas Saadíes. Es uno de los sitios de enterramiento más destacados de todo Marruecos. La necrópolis está enteramente dedicada a la dinastía Saadí, que reinó Marruecos desde 1549 hasta 1659. Alberga más de 200 ataúdes, no solo de miembros de la familia Saadí, sino también de hombres ilustres de aquel tiempo. Fueron mandadas construir en 1557 por Ahmed el-Mansour, uno de los sultanes más famosos de la dinastía.
A lo largo de los años, las Tumbas Saadíes sufrieron tantas incursiones y saqueos que terminaron con daños sustanciales. Después de haber estado cerradas por siglos, fueron descubiertas en 1917 por el general francés Lyautey. Tras el hallazgo, se restauraron minuciosamente, convirtiéndose en uno de los sitios más conocidos y visitados de Marruecos.
El interior de las Tumbas Saadíes está decorado en estilo marroquí. Hay mosaicos de cerámica y estucos de taracea, con un gran patio central y una fuente. La sala más interesante de ver es la de Ahmed el-Mansour. El mausoleo dedicado a él se compone de tres partes: la más famosa es la de las 12 columnas de mármol de Carrara, donde fueron enterrados sus hijos.
Te recomendamos encarecidamente una visita a las Tumbas Saadíes para que conozcas la historia de Marruecos y obtengas más información sobre las dinastías y la cultura marroquí.
Los jardines Majorelle y Menara
Ahora, después de visitar las necrópolis, te sumergirás en otro tipo de belleza: la de los jardines. En el distrito de Hivernage, te esperan los relajantes Jardines de la Menara y los Jardines Majorelle.
Empecemos con los primeros, un verdadero oasis en la Ciudad Roja, perfectos para escapar del bullicio de los mercados. Estos jardines se caracterizan por un gran estanque central, rodeado de naranjos, mandarinos y limoneros. Cerca, verás un majestuoso edificio, construido en el siglo XII por el sultán Yacoub El Mansour. Durante mucho tiempo, fue un lugar de esparcimiento y encuentros amorosos para la realeza.
Los Jardines Majorelle también son un lugar imperdible en Marrakech. Aquí te adentrarás en un vergel apacible con una historia fascinante. Fueron encargados por el pintor francés Jacques Majorelle en 1923, poco después de que se mudara a la ciudad. Compró un palmeral y construyó una villa de estilo Art Decó con elementos marroquíes.

Este jardín de estilo islámico rebosa de vegetación exuberante: palmeras, olivos, cipreses, plátanos, limoneros y una gran variedad de cactus, bambú, jazmín y agave. Cuenta con una fuente central, un estanque y un pequeño arroyo. Fue una fuente de inspiración para las obras de Majorelle y un refugio para muchos artistas e intelectuales. En 1980, fue comprado por Yves Saint Laurent y su socio Pierre Bergé, quienes se encargaron de restaurarlo y preservarlo. Gracias a ellos, el Jardín Majorelle hoy atrae a miles de visitantes cada año.
Cómo llegar a los jardines Majorelle
El autobús n.º 12 de Bab Doukkala pasa por Jardin Majorelle. Si quieres pasear, está a 10 minutos a pie de Bab Doukkala.
Museo Yves Saint Laurent
Te prometimos un torbellino entre pasado y futuro, y con la próxima parada, ¡estamos listos para sorprenderte! Arquitectura, moda y diseño se fusionan en el Museo Yves Saint Laurent, un lugar que no te puedes perder en Marrakech.
Este edificio fue encargado por Pierre Bergé en honor a su socio Yves Saint Laurent, uno de los diseñadores más influyentes de la moda moderna (¡él fue el primero en vestir a sus modelos con pantalones!). El museo es una celebración de todo lo que el artista amaba: Marruecos, la extravagancia, la mezcla de materiales y el genio creativo.
El proyecto tardó casi cuatro años en completarse, y el resultado es un espléndido edificio con espacios para exposiciones permanentes y temporales, un restaurante, una librería, una biblioteca de obras raras e incluso un auditorio con capacidad para 130 personas.
Hoy, el museo alberga una colección permanente de 5.000 vestidos, 15.000 accesorios de alta costura y miles de diseños creados por el genio argelino. Es una visita única para cualquier entusiasta de la moda y el arte. Y si eres un amante del diseño, ¡este centro cultural te sorprenderá!

Museo Dar Si Said
Después de experimentar un toque de modernidad en el museo Yves Saint Laurent, te invitamos a una nueva inmersión en el pasado marroquí con el Museo Dar Si Said.
Este lugar no puede faltar en tu lista de sitios para visitar en Marrakech. Fue encargado por Si Said ben Mohammed ben Ahmed, un famoso comerciante de alfombras que reunió una de las colecciones más grandes de arte y artesanía marroquí de su época. Aquí encontrarás cerámicas, muebles, joyas y, por supuesto, alfombras, todo muy bien conservado.
La estructura se divide en dos áreas de exposición: una dedicada a los tejidos marroquíes, tanto rurales como urbanos, y la otra a las alfombras. De hecho, en el museo se conserva una de las alfombras más antiguas de todo Marruecos, que data del siglo XVIII.
También descubrirás dos de los productos más famosos del pasado marroquí: el cuero «sahariano», que proviene del procesamiento de pieles de dromedario, cabras, carneros, gacelas y antílopes, y el «brocado», un tejido de seda entretejido con hilos de oro o plata.
Así que, si buscas tradiciones y quieres volver a casa para impresionar a tus amigos con historias interesantes, ¡una visita a este lugar es imprescindible!

Marrakech moderno
A pocos pasos de la Medina, notarás un cambio drástico en el estilo de la ciudad y experimentarás una Marrakech diferente y moderna. En parte, te recordará a las capitales europeas, con cafeterías, restaurantes e incluso Pacha, una de las discotecas más grandes del norte de África. La Ciudad Roja ha sabinado conciliar su pasado con un gusto más moderno, dejando atrás el encanto folclórico de los zocos.
Puedes comprobarlo caminando por las calles de Gueliz, un barrio con orígenes franceses. Fue concebido en 1913 por el diseñador francés, el Coronel Landais. Es uno de los barrios más modernos y vale la pena visitarlo, incluso si viajas a Marrakech por solo 3 días. Es una zona con calles anchas, tiendas, hoteles de lujo y restaurantes de moda.
Pero no encontrarás solo eso. Hay algunos puntos de interés turístico importantes, como la Place du 16 Novembre y el Museo Palmeraie, que alberga una colección de arte contemporáneo.
Para saborear Marrakech por completo, es absolutamente necesario que des un paseo por estas calles menos concurridas y más íntimas.
Experiencias de un día en Marrakech
Marrakech te ofrece muchísimas experiencias extraordinarias, desde paseos por el desierto hasta viajes en globo aerostático.
- Paseo en globo aerostático: Un breve vuelo sobre los tejados de la ciudad te dejará fascinado por la belleza y la calma del paisaje. La vista de las montañas del Atlas es un espectáculo inolvidable.
- Excursión al desierto: No puedes irte sin un paseo en camello. A solo 40 minutos se encuentra el desierto de Agafay, con sus mesetas rocosas que se asemejan a un paisaje lunar. Para los más aventureros, también hay recorridos en quad. Una parada obligatoria es el oasis del lago Lalla Takerkoust, donde disfrutarás de un delicioso almuerzo marroquí. Para más detalles, puedes ver nuestra Excursión al Desierto desde Marrakech.
- De Marrakech a Casablanca: Si tienes un día libre, puedes viajar de Marrakech a Casablanca en tren (unas 2 horas y 40 minutos). Casablanca es una ciudad moderna con una vibrante arquitectura Art Déco y la majestuosa Mezquita Hassan II, una de las más grandes del país.

WeRoad os lleva a Marruecos
Si buscas una experiencia única que te lleve a descubrir todas las bellezas de las que hemos hablado en nuestra guía y quieres enamorarte del encanto de Marruecos, ¡WeRoad tiene una amplia selección de opciones para ti!
Para una aventura completa por el país, desde las ciudades imperiales hasta el desierto, echa un vistazo a este viaje de grupo en Marruecos.
Si prefieres una escapada más corta para conocer el norte, puedes optar por este viaje de grupo por Marrakech, Essaouira y el desierto.
En resumen, estamos seguros de que Marruecos te enamorará con su ambiente de las mil y una noches.