Qué ver en Tánger: Descubre los Secretos y Maravillas de la Ciudad

Qué ver en Tánger: Descubre los Secretos y Maravillas de la Ciudad

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20 diciembre

Tánger es esa ciudad marroquí en la que se percibe en el aire que es un puente entre dos continentes. Europa y África se saludan a través del Estrecho de Gibraltar, y esta particularidad convirtió a este destino en un refugio de escritores, espías y artistas. Hoy, su historia y esencia siguen vivas, pero también ha sabido integrar a la perfección su cara más tradicional con los tiempos modernos. Podrás comprobarlo a través de los sitios que ver en Tánger que te proponemos.

Qué visitar en Tánger: cosas qué ver y hacer

Tánger es esa ciudad marroquí que, quizás por su ubicación, se encuentra a medio camino entre Europa y África. Como si hiciera malabares entre dos mundos, es una ciudad portuaria en el extremo norte de Marruecos. Es decir, que está a un suspiro del Estrecho de Gibraltar y casi podrás escuchar desde allí a los españoles quejarse sobre los precios de los ferris. 

¿Y por qué viajar a este destino? Si sientes curiosidad por este país, te resultará agradable descansar del calor que se siente en Marrakech, pero también de los interminables laberintos de los zocos de Fez. Las cosas que ver en Tánger te demostrarán que es una ciudad bastante cosmopolita, con un toque bohemio y un cierto misterio. 

Su capacidad para cautivar la dejaron patente espías y escritores a lo largo de los siglos. Por ejemplo, Truman Capote, Virginia Wolf o Delacroix. Hay quienes buscaban inspiración aquí, mientras que otros usaron la ciudad como refugio de huida. Para ti, será probablemente más como una aventura que esconde infinitas historias en sus calles.

¿Cuánto tiempo necesitas para descubrir la ciudad? Al no ser excesivamente grande, te puede servir buscar qué ver en Tánger en 2 días. Sin embargo, como en cualquier sitio, para poder empaparte bien de la cultura y encontrar aquellos lugares que se salen de las guías turísticas, necesitarás algo más de tiempo. Por tanto, es mejor viajar pensando en qué ver en Tánger en 3 días o incluso más. ¡En los alrededores también hay cosas interesantes!

Viaje de grupo organizado por WeRoad en Marruecos, en una tienda de cuero tradicional con un grupo de viajeros disfrutando de la experiencia local.

No obstante, si prefieres las escapadas rápidas en las que aprovechar para conocer varios destinos y quedarte con lo esencial, te recomendamos nuestro viaje por el norte de Marruecos. Fez, Chefchaouen y Tánger. Un ritmo movido, pero perfecto para mochileros.

Con esta presentación en mente, prepara tus sentidos para una mezcla de mercados, cafés con vistas extraordinarias y lugares históricos que parecen sacados de un libro de aventuras.

Para descubrir más sobre los lugares imprescindibles que visitar en Marruecos, no te pierdas nuestra guía sobre las ciudades imperiales, el desierto y el mar.

Perderse en la Medina de Tánger

La Medina de Tánger es un caos, para qué engañarnos, y es probable que necesites el GPS para ubicarte. Pero lo que tiene de caótico, también lo tiene de encantador. Y por eso no puede faltar entre los lugares que ver en Tánger. Las calles compiten por ser la más estrecha, y las paredes encaladas reflejan una luz que casi ciega. 

Aquí no hay mapas ni rutas fijas que valgan; perderse es la actividad oficial. Cada esquina te lanza una sorpresa: un mercado de especias que huele a mil y una noches, un gato que duerme sobre las alfombras o las características puertas en un azul intenso. 

Caminar por la Medina es un ejercicio de observación (y paciencia). Los talleres artesanales y pequeños zocos están salpicados entre casas que parecen sacadas de un decorado de cine. Y los locales, disfrutarán intentando captar tu atención para llevarte a ver sus productos. Recuerda que aquí se practica el arte del regateo.

Fachada de una casa pintada de azul en Chefchaouen, Marruecos, conocida como la "Ciudad Azul".

Visitar el Gran Zoco

El Gran Zoco es otro de los imprescindibles que visitar en Tánger. No es solo un mercado; es un espectáculo para todos los sentidos. Aquí olvídate de venir con la lista de la compra; se trata de venir con la mente abierta y el bolsillo listo para improvisar. Si la Medina fue un reto, este es el epicentro del caos organizado. Se mezcla el arcoíris de los puestos de frutas con las montañas de especias con más colores que una paleta de pintor. Y además de estimular la vista, despertarán hasta a los olfatos más perezosos. 

Aunque aquí abundan las compras compulsivas gracias a las habilidades de los vendedores, también es interesante sentarse a observar la vida local más auténtica. La gente de cierta edad discutiendo el precio de las aceitunas, niños corriendo entre los puestos y turistas despistados intentando averiguar cuál es el precio correcto a pagar. Y si te agobias, relájate en alguna de las cafeterías con un té a la menta. 

Sacos de especias y granos en un mercado marroquí, mostrando la rica tradición culinaria del país.

Explorar la Kasbah

La Kasbah es la zona fortificada de la ciudad y es un lugar imperdible que ver en Tánger en un día. Se encuentra en la parte más alta, así que además de imaginarte historias de sultanes, espías y quizás algún ladrón de poca monta, podrás disfrutar de vistas espectaculares al Estrecho de Gibraltar. 

En cuanto al interior, se te recordará a un tablero de ajedrez gigante, donde tú eres la ficha perdida. Pero como en los lugares anteriores que vimos, esta es precisamente una de las mejores cosas que hacer en Tánger: perderse y dejarse llevar por la magia del lugar. Las puertas de madera parecen esconder incontables misterios, y algunas de ellas son galerías de arte y museos. Uno de ellos está en el antiguo palacio Dar-el- Makhzen o del Gobernador, que data del siglo XVII. Y entre unos y otros, nunca faltan las terrazas con vistas en las que tomar el clásico té. 

Relajarse en las playas de Tánger

Después de tanto caminar, es buen momento para hacer una parada y recuperar el norte. Como todo en esta ciudad, aquí las playas no son las postales perfectas caribeñas con arena blanca y aguas de color turquesa. En su lugar, hay varios kilómetros de costa salvaje donde el Atlántico y el Mediterráneo se encuentran. 

Las playas urbanas más conocidas y visitadas son Municipale, con el característico aire caótico, pero lleno de vida gracias a las familias locales que pasan aquí el día, Malabata o Merkala. Si prefieres algo más de tranquilidad, entonces tendrás que buscar otras más salvajes como Achakar, conocida por sus bonitos atardeceres, Sidi Kacem, playa Blanca o Sol

Todas ellas son ideales si viajas cuando hace calor, pero evita los días con viento. En cualquier caso,  podrás descansar, darte un baño, pasear por la orilla y hasta regatear con los vendedores ambulantes si ya le has cogido el tranquillo. 

Camellos descansando en una playa de Marruecos, con el océano Atlántico de fondo.

Visitar las Cuevas de Hércules

La Cueva de Hércules en Tánger es uno de esos lugares que tiene más leyendas que metros cuadrados. Según el mito, Hércules según la mitología romana o Heracles con la griega, decidió echarse una siesta en este sitio una vez que separó la tierra para crear, nada más y nada menos, que el Estrecho de Gibraltar y poner una columna en África y otra en Europa. Toda una hazaña que encanta a los más pequeños, pero que tiene algunas dificultades de acceso. 

Es una de las paradas perfectas qué ver en Tánger y alrededores, ya que está a pocos kilómetros de la ciudad. En el interior, civilizaciones antiguas tallaron cámaras en la roca para extraer piedra de molino. Y al estar abierto al mar, se puede ver cómo rompen las olas y el efecto que la erosión va dejando en las paredes. No solo es un buen sitio para dejar volar la imaginación, sino también para el selfie obligado del viaje.

Pasear por el Puerto de Tánger

El Puerto es uno de los puntos más interesantes que ver en Tánger. La actividad nunca se detiene, puesto que el bullicio de los pescadores es constante mientras descargan sus capturas del días. Este se junta con las idas y venidas de los ferris que conectan Marruecos con Europa. No faltan los turistas despistados que intentan orientarse entre tanto movimiento. 

Es, por todo ello, un buen lugar para darse un paseo y sentir el pulso marítimo de la ciudad. Incluso es posible ver cómo arreglan las redes y conversar con algún pescador. Recuerda que aquí todo son historias y leyendas. Después del Puerto de Tánger, puedes dirigirte a la nueva marina, que es un espacio moderno que contrasta con la tradición de la ciudad. Al atardecer, tendrás una vista diferente de su esencia marinera, pero también una perspectiva única de esta ciudad entre dos continentes. 

Descubrir el barrio de Marshan

Para volver a alternar el ambiente caótico con un poco de paz, el siguiente lugar que visitar en Tánger es el barrio de Marshan. Está en la parte oeste de la ciudad, y aunque pueda parecer poco creíble, es una zona tranquila y con cierta elegancia, ya que alberga casas señoriales y calles en las que abundan los árboles. Aquí es donde Tánger deja ver su lado más refinado, pero siempre sin perder su autenticidad.

Además de pasear sin rumbo para dejarte sorprender por los lugares que van apareciendo, te recomendamos visitar el Palacio de Mendoubia. Es una belleza arquitectónica rodeada de jardines, perfecta para una parada en la que recargar las pilas. 

Otro lugar popular que ver en Tánger en este barrio es el estadio Marshan. Es famoso por ser uno de los campos de fútbol más antiguos de Marruecos. Pero como ya es habitual, el deporte no es lo más interesante, sino más bien el ambiente local. Y si te interesa la historia, no te pierdas las Tumbas Púnicas. Se trata de unas excavaciones bastante curiosas que miran directamente al mar. Son una huella viva del pasado fenicio de la ciudad.

Marshan también es ideal para admirar la mezcla de estilos arquitectónicos que hay, dado que hay un gran contraste entre las mansiones coloniales con las casas tradicionales. Una vez que termines tu paseo, asómate al acantilado y disfruta de las vistas al Atlántico. 

Saborear la gastronomía marroquí

Los amantes de la buena mesa encontrarán aquí un paraíso para sus sentidos. Y es que otra de las cosas que hacer en Tánger es disfrutar de la auténtica gastronomía marroquí. Como ya dejaban entrever los zocos, las especias son las grandes protagonistas de sus platos. Tienen la capacidad de transformar una sencilla combinación de ingredientes en toda una obra de arte culinaria. 

Puedes empezar con un clásico, el tajín. Se sirve con verduras, pollo, cordero o pescado fresco del puerto. Otra opción que nos resulta más familiar es el cuscús, aquí llamado cuscús de los viernes, aunque lo puedes tomar cualquier día. Es una tradición que, más que una simple comida, es una celebración. 

Si buscas algo rápido y local, prueba las brochetas de carne en cualquiera de los pequeños puestos callejeros. También una pastilla, pasta para nosotros, que son esa mezcla de hojaldre, almendras y un toque dulce que sorprende a cualquier paladar.

Y por supuesto, en los mercados locales, como el Gran Zoco, es donde podrás ver cuáles son los ingredientes que se utilizan. Aprovecha para probar frutas exóticas y dulces marroquíes, como los chebakias o los kaab el ghzal. Y, por supuesto, para acompañar las tradiciones de los locales, ninguna comida está completa sin un buen vaso de té a la menta. Allí podría llegar a considerarse el equivalente de nuestro vaso de agua. 

Un vendedor callejero preparando comida tradicional en un mercado bullicioso de Marruecos.

Conocer la historia en el Museo de Tánger

Llegamos a la recta final de los lugares que ver en Tánger. A estas alturas, ya tendrás una idea bastante amplia sobre la forma de vivir aquí y las tradiciones. Si quieres aprender más, y en particular sobre su pasado, puedes hacerlo en el Museo de la Kasbah. Está en el antiguo Palacio del Sultán, con una arquitectura tradicional marroquí y patios llenos de mosaicos. 

En el interior hay una colección que va desde la prehistoria hasta la era colonial, con piezas que cuentan la historia de Tánger como punto de encuentro de diferentes civilizaciones. Algunas de las más destacadas son los mosaicos romanos, las cerámicas andalusíes y los objetos del periodo fenicio. 

Explorar los alrededores

Y en el caso de que estés pensando qué hacer en Tánger en 3 días, aprovecha y descubre los alrededores de la ciudad. Si bien hay mucho que ver en Tánger, puedes centrarte en lo esencial, como es el caso del viaje a Marruecos Express que te propusimos, y luego ir a otras localidades próximas. 

Este te llevará a Chefchaouen, conocido como el pueblo azul y donde cada rincón es una auténtica postal. Otros sitios que ver en Tánger es el Parque Nacional de Talassemtane, donde podrás hacer senderismo y contemplar sus cascadas, o Tetuán, cuya medida es Patrimonio de la Humanidad. 

¿Quieres conocer todos estos lugares y disfrutar de una experiencia única en un país de lo más peculiar? Consulta las próximas fechas para el viaje Norte de Marruecos Express y reserva ya tu sitio. ¡Tánger es un cruce de caminos donde siempre querrás quedarte más tiempo!

Team WeRoad
Scritto da Team WeRoad