Islas Eolias, qué ver y hacer en estas 7 maravillas al norte de Sicilia

Todo el mundo ha oído hablar de Sicilia, Cerdeña y la elegante Capri. Pero cuando se trata de islas encantadoras, Italia tiene mucho más que ofrecer que los lugares más famosos. Y pocas personas saben que la costa de este país tiene más de 350 islas idílicas. Hoy veremos las mejores de Sicilia, centrándonos en las Islas Eolias.

Islas Eolias

Lipari, Salina, Vulcano, Alicudi, Filicudi, Panarea y Stromboli. Son siete islas las que forman el archipiélago de las Islas Eolias, situadas al norte de la costa siciliana. Son todas islas de origen volcánico, de aspecto salvaje y primitivo: un archipiélago que por su belleza ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Stromboli

La isla más fascinante de este archipiélago es Stromboli, la perla negra, con el perfil del volcán apareciendo en el horizonte al llegar en ferry. Los sicilianos lo llaman «Iddu« (él), como si el volcán fuera una presencia humana más que natural. De hecho, hay erupciones, derrumbes y, de vez en cuando, explosiones. Si os encanta el trekking, podéis acercaros a la cima del volcán y presenciar de cerca las erupciones. Si, por el contrario, la adrenalina no es lo vuestro, las otras islas son lugares de paz, especialmente Alicudi, donde no circulan coches ni motos.

A pesar de ser famosa por su volcán activo, Stromboli también ofrece algunas maravillas menos conocidas pero igualmente fascinantes. Entre estas maravillas se encuentran las playas escondidas y salvajes, como Ginostra y Pisicità, que ofrecen un refugio tranquilo lejos de las multitudes. Además, la flora endémica de la isla, incluida la alcaparra de Stromboli, es una auténtica delicia para los amantes de la buena cocina. Pero quizás la maravilla más fascinante esté representada por las noches estrelladas. El aislamiento de Stromboli y la ausencia de iluminación y contaminación lumínica permiten admirar el cielo estrellado en toda su belleza, haciendo de las noches en la isla una experiencia mágica e inolvidable.

En esta isla hay un par de pueblos pequeños y algunas playas de arena negra, pero, básicamente, Stromboli es un volcán.

Panarea

Llegamos a la la isla más popular entre los jóvenes por su animada vida nocturna. El blanco de la piedra pómez de la isla de Lipari y el azul de su mar os regalarán amaneceres inolvidables. En Salina, en cambio, podréis degustar el «néctar de los dioses»: el vino malvasía.

Las calles del pueblo principal recuerdan mucho a las ciudades de las islas griegas y es un destino bastante “chic” que atrae a famosos y a multimillonarios en sus yates.

Entre las perlas escondidas de Panarea destaca la bahía de Cala Junco, un entrante fascinante rodeado de acantilados y aguas cristalinas, que ofrece momentos de pura serenidad. Los amantes de la historia y la arqueología pueden explorar el pueblo prehistórico de Capo Milazzese, donde podrán admirar los edificios antiguos y las herramientas de la vida cotidiana de los primeros habitantes de la isla. Además, Panarea ofrece una oportunidad única para relajarse en las piscinas naturales de Zimmari, donde las cálidas aguas provenientes del subsuelo crean un oasis de relajación. La isla ofrece una fascinante combinación de belleza natural, historia y tranquilidad, lo que la convierte en un verdadero tesoro por descubrir.

Desde Panarea podéis realizar un breve viaje en barco hasta el islote desierto de Basiluzzo, sitio perfecto donde daros un chapuzón en aguas azules translúcidas.

Salina

Dos voluminosos volcanes forman la columna vertebral de Salina y el más alto de los dos, Monte Fossa delle Felci, con 960 metros, es el pico más alto del archipiélago de las Eolias. A diferencia de Stromboli, esta isla es exuberante y verde.

El puerto principal es Santa Marina, pero para admirar las mejores vistas y los lugares más interesantes es mejor coger un autobús para llegar al pueblo de Malfa.

La isla de Salina esconde maravillas menos conocidas pero muy fascinantes. Su exuberante vegetación montañosa ofrece algunas de las rutas de senderismo más pintorescas de la región, con senderos que conducen a vistas espectaculares, incluida la cumbre de la montaña Fossa delle Felci.

Los amantes del cine también pueden quedar fascinados por la histórica Casa del Cine, que rinde homenaje al director italiano Luchino Visconti, quien rodó su famosa película «El Leopardo» en la isla. Además, la tranquilidad de la isla y su autenticidad la convierten en un lugar ideal para sumergirse en la cultura eólica y vivir una experiencia auténtica lejos del frenesí de los destinos turísticos más masificados. Salina es un tesoro escondido esperando ser descubierto.

Lipari

Esta es la más grande de las Islas Eolias y tiene evidencia de asentamientos anteriores a la llegada de los colonos griegos. Su ciudad principal es la capital comercial de las Eolias.

Aquí vale la pena visitar un museo arqueológico famoso por exhibir algunos cargamentos de antiguas naves que naufragaron y la colección más grande de máscaras de teatro griego antiguo. Desde el mirador de Quattrocchi (Cuatro Ojos), a unos tres kilómetros de la ciudad de Lipari, podéis contemplar un paisaje espectacular y una vista que incluye Vulcano.

Lipari ofrece una amplia gama de maravillas menos conocidas pero igualmente fascinantes. Entre ellas destaca la sugerente playa de Canneto, una larga extensión de arena volcánica negra que se asoma al mar cristalino y que ofrece un lugar ideal para relajarse y nadar. Lipari también es famosa por su producción de Malvasia, un vino dulce único, ideal para degustar en las bodegas locales.

Los entusiastas de la historia y la cultura pueden visitar el Museo Arqueológico Regional de las Eolias, que alberga una rica colección de hallazgos que cuentan la historia antigua del archipiélago. Además, Lipari ofrece una serie de rutas de senderismo que permiten explorar su belleza natural, incluidas las sugerentes piscinas termales de San Calogero, donde sumergirse en aguas cálidas y saludables. La isla de Lipari es un tesoro lleno de sorpresas y tesoros escondidos que esperan ser descubiertos por cualquiera que la visite.

Vulcano

La isla toma su nombre de la considerable actividad volcánica que ha tenido lugar durante miles de años. Junto con Stromboli, es el único volcán todavía activo en el archipiélago.

En el extremo norte de la isla se encuentra el pequeño Vulcanello, producto de una erupción en el año 183 a. C. y conectado a la isla principal por un istmo. Es allí, en Porto di Ponente, donde podréis disfrutar de un baño de lodo terapéutico y relajaros en una amplia playa de arena negra.

La isla de Vulcano ofrece una amplia gama de maravillas menos conocidas pero igualmente fascinantes. Entre estos destaca el Valle de los Monstruos, una formación geológica única que parece un paisaje lunar, con rocas esculpidas por la fuerza de la naturaleza a lo largo de los siglos. La playa de Sabbie Nere es otra maravilla, con arena volcánica negra que crea un contraste impresionante con las aguas cristalinas.

Los amantes del bienestar pueden disfrutar de las piscinas de barro termal de la isla, famosas por las propiedades terapéuticas de su arcilla. La pequeña iglesia de San Calogero, situada cerca del cráter, es un antiguo lugar de culto que también ofrece espectaculares vistas panorámicas. Vulcano es un destino sorprendente que combina belleza natural, aventura y relajación en un spa en una experiencia inolvidable.

Filicudi

Alicudi y Filicudi son las islas más antiguas y menos contaminadas y son aptas para relajarse en una naturaleza que reina por encima de todo.

La isla verde montañosa Filicudi ha sido habitada desde el Neolítico. De hecho, se pueden visitar las ruinas de un pueblo costero de la Edad del Bronce en Capo Graziano, a unos 10 minutos al sur del pequeño puerto.

La isla de Filicudi ofrece maravillas que capturan la imaginación de quienes la visitan. Una de ellas es la Grotta del Bue Marino, una espectacular cavidad marina a la que sólo se puede acceder por mar. En su interior podréis admirar formaciones rocosas únicas y el reflejo azul del agua, creando un ambiente encantador.

Filicudi también es famosa por sus espectaculares calas escondidas, como Cala dei Ratti y Cala Graziosa, lugares ideales para practicar snorkel y descubrir la vida marina. Los amantes de la historia y la arqueología pueden explorar el pueblo prehistórico de Capo Graziano, donde se han descubierto importantes hallazgos arqueológicos. Además, la isla está rodeada de una belleza natural virgen, con senderos panorámicos que ofrecen espectaculares vistas al mar y a la costa.

Alicudi

Apodada por los griegos «Ericusa» por la presencia de la planta Erica que crece en esta zona, Alicudi es la más occidental de las Islas Eolias. Es, además, una de las islas del archipiélago donde el tiempo parece haberse detenido.

La isla de Alicudi es un lugar encantador con algunas maravillas menos conocidas, pero que ofrecen una experiencia única. Una de las características más fascinantes de Alicudi es su atmósfera atemporal. Aquí no hay carreteras asfaltadas ni vehículos a motor, lo que crea una sensación de absoluta paz y tranquilidad porqué hay que moverse estrictamente a pie por los caminos de herradura que desde el puerto se bifurcan por toda la isla hasta llegar al pico más alto.

La isla es ideal para practicar senderismo, con senderos que conducen a vistas impresionantes y al volcán inactivo Monte Filo dell’Arpa. Las playas de Alicudi son salvajes y poco concurridas, perfectas para quienes buscan aislamiento y belleza natural incontaminada. Además, Alicudi es un lugar ideal para observar las estrellas lo que lo convierte en un paraíso para los entusiastas de la astronomía. La isla ofrece un regreso a la sencillez y la belleza natural, donde el tiempo pasa lentamente y la paz reina, creando una experiencia auténtica y relajante para quienes la visitan. El lugar perfecto impregnado de silencio donde pasar unas vacaciones o solo unos días entre la naturaleza y el mar y pensar solo en relajarse.

Cómo llegar a las Islas Eolias

Ninguna de las islas Eolias tiene aeropuerto, por lo que la única forma de llegar a ellas es en ferry o hidroala. El puerto más conveniente es el de Milazzo, aunque hay salidas desde Reggio Calabria, Palermo, Messina e incluso desde Nápoles. Entre ellas, las islas están bastante bien comunicadas, pero las más difíciles de alcanzar son Alicudi y Filicudi, las más solitarias y salvajes.

Viaje Islas Eolias

¿Os gustaría visitar estas islas sicilianas? En WeRoad hemos organizado un viaje del que vamos muy orgullosos.

“Islas Eolias: Trekking y Beach Life”, ¿qué etapas incluye el itinerario de 8 días? Aquí lo detallamos:

• Vulcano (con visita a su Gran Cráter)
• Salina
• Panarea y Stromboli
• Lipari
• Alicudi y Filicudi

Si queréis saber más sobre este viaje pinchad aquí.

Por qué viajar a las Islas Eolias

Justo al norte de Sicilia, en el Mar Tirreno, las Islas Eolias son un paraíso italiano único. Las siete islas que componen esta área se formaron a partir de orígenes volcánicos, creando paisajes de una belleza inigualable. Con playas de arena negra, cráteres volcánicos y una exuberante costa mediterránea, estas islas cercanas a Sicilia son un destino verdaderamente asombroso.

Cada isla es completamente única y ofrece experiencias diferentes, por esto vale la pena visitarlas todas o la mayoría de ellas.

Qué comer en las Islas Eolias

Las Islas Eolias, al estar tan cerca de Sicilia, ofrecen una extraordinaria variedad de delicias culinarias típicas de la isla. Al visitar este paraíso mediterráneo, hay algunos platos que no os podéis perder.

• Pescado fresco: las Islas Eolias están rodeadas de aguas ricas en pescado. Así que no dejéis de disfrutar del pescado fresco que se pesca a diario. La lubina, el salmonete, el pez espada y el atún son especialmente deliciosos y, a menudo, se cocinan a la parrilla o al horno con hierbas aromáticas locales.
• Caponata: este plato típico siciliano es una deliciosa berenjena guisada con tomates, alcaparras, aceitunas, apio y cebolla. Es una especie de ensalada templada o aperitivo y ofrece un sabor isleño único.
• Granita: el granizado siciliano es una delicia maravillosa, dulce y refrescante. Probadlo con limón o pistacho. Es una excelente manera de refrescarse bajo el sol del verano.
• Pane cunzato: es un sándwich típico de las Islas Eolias. Es una chapata cubierta con tomate, orégano, aceitunas, anchoas y aceite de oliva. Una comida ligera pero llena de sabor.
• Malvasía delle Lipari: este vino dulce de producción local es ideal para terminar una comida. Está elaborado con uva Malvasía y tiene un sabor rico y afrutado.
• Cannoli: si bien no es exactamente una especialidad de las Eolias, los cannoli sicilianos son amados en toda la región. Estos tubos de masa frita rellenos de ricota dulce y adornados con chispas de chocolate o fruta confitada son un capricho irresistible.
• Pasta con pesto trapanese: este plato de pasta se prepara con tomates secos, albahaca, almendras, ajo, queso pecorino y aceite de oliva. Es una combinación de sabores deliciosa y única.

Las Islas Eolias ofrecen una experiencia culinaria extraordinaria, donde la frescura de los ingredientes y las tradiciones centenarias se combinan para crear platos inolvidables. No perdáis la oportunidad de disfrutar de estas delicias durante vuestra visita a este paraíso siciliano.

WeRoad os lleva a las Islas Eolias

Si os habéis quedado con ganas de saber qué ver en Sicilia hemos escrito un artículo para que tengáis claras todas las maravillas de la isla, lo encontráis aquí. Además, ofrecemos un tour para descubrirla con otros WeRoaders, para saber más pinchad aqui: «Sicilia, desde el Etna hasta las playas de Siracusa«.