Qué ver en Brasil: 13 lugares que no hay que perderse

Más de 8,5 millones de kilómetros cuadrados o casi la mitad de todo el territorio sudamericano: estamos hablando de Brasil. ¿Qué ver en Brasil, un país tan vasto? Si solo de pensarlo sentís un poco de ansiedad, no os preocupéis, os ayudaremos con nuestros consejos sobre qué hacer en Brasil.

Mejor época para viajar a Brasil

Antes incluso de empezar: ¿habéis pensado cuándo ir a Brasil? Descubramos juntos el clima de Brasil. El país se puede dividir en tres zonas climáticas. El norte se caracteriza por un clima ecuatorial, cálido y húmedo todo el año, con lluvias frecuentes especialmente entre diciembre y mayo. En la zona central, en cambio, el clima es tropical y se alterna una estación seca y otra lluviosa. Al extremo sur, las condiciones son casi mediterráneas, por lo que tendremos un verano caluroso y un invierno templado. Por lo tanto, el mejor momento para viajar a Brasil es bastante amplio, pero si queréis visitar el sur del país, desaconsejamos el periodo entre junio y agosto, que es mucho más fresco.

Como habréis visto, aunque estemos hablando de un país tropical, su extensión implica algunas diferencias, ¡lo que podría obligaros a llevar, incluso, una o dos sudaderas en la maleta!

Bueno, ahora que sabéis qué esperar del clima, ¡pasemos a las cosas que ver en Brasil! Veréis que no faltan hermosas playas, un pasado apasionante, aventura, vida nocturna y naturaleza virgen. ¡Así que aquí está nuestra lista de 13 cosas que ver en Brasil!

Río de Janeiro

Conocida como La Cidade Maravilhosa o “ciudad maravillosa” y ¿cómo no estar de acuerdo? Río de Janeiro es, de hecho, considerada una de las ciudades más bellas del mundo: ubicada entre las montañas y el mar, representa perfectamente el colorido paisaje de Brasil.

Río es la segunda ciudad más grande del país y es famosa en todo el mundo por su Carnaval –la fiesta más colorida y excéntrica que existe– y por su hospitalidad. Uno de los símbolos más representativos de la ciudad es, sin duda, el Cristo Redentor, la estatua de 38 metros que domina la montaña del Corcovado. Una línea de ferrocarril conecta la ciudad con la montaña y, desde allí, 3 ascensores panorámicos y 8 escaleras mecánicas conducen a la estatua. La otra gran atracción de Río es el Pan de Azúcar. No entres con mucha hambre: estamos hablando de una colina, de hecho un monolito, que entre los muchos de Rio se destaca por su parecido con un postre tradicional. Coged el teleférico antes del atardecer y disfrutad de la vista y el espectáculo de luces de Rio.

Si os gusta hacer fotos, no podéis perderos la magnífica escalera de Selarón, uno de los lugares más apreciados por los fotógrafos. El pintor Selarón transformó una simple escalera en una obra de arte sin precedentes, insertando coloridos azulejos, cuadros enmarcados y textos en todos los escalones. Finalmente, no podéis decir que habéis estado en Río, si no os tumbáis al sol en la larguísima playa de Copacabana: 6 kilómetros de arena que caben entre la ciudad y sus montañas.

Ilha Grande, qué hacer

Nuestra lista de cosas que ver en Brasil continúa quedándonos en el estado de Río de Janeiro. De hecho, después de un viaje en ferry, es posible llegar a Ilha Grande –o Isla Grande–, un verdadero paraíso virgen.

Si amáis la naturaleza, este lugar os regalará paisajes únicos entre selvas tropicales, playas salvajes y la ausencia total de vehículos a motor. Olvidaros de la conexión a internet y recordad llevar calzado adecuado para largas caminatas. De hecho, la isla solo se puede recorrer a pie, a través de numerosos senderos entre una vegetación única y playas de ensueño. Otra forma de apreciar plenamente Ilha Grande es abordando un barco. Apuntaros a los tours organizados y, después de largas caminatas, disfrutad de un chapuzón en las piscinas naturales. Durante el siglo XIX, la isla verde (como la llaman los lugareños) tenía como únicos visitantes a los enfermos de lepra y luego ¡a los convictos y delincuentes! De hecho, en ese momento fue primero un hospital y luego una prisión que albergaba a los criminales más peligrosos de Brasil.

Afortunadamente, hoy ha vuelto a ser un rincón de paraíso del que todos pueden disfrutar. ¿Qué estáis esperando para visitarlo?

Paraty, lugar encantador que ver en Brasil

Esta ciudad brasileña debe su fortuna a su puerto, desde donde los portugueses exportaron oro en la época colonial. Paraty es el municipio más austral del estado de Río de Janeiro y una de las localidades más características del país. Al fondo está enmarcada por montañas verdes y en la costa por un mar cristalino. Un viaje a Paraty permite conocer el Brasil colonial. El centro histórico es en realidad una sucesión de casas de época y edificios antiguos que os harán hacer un viaje en el tiempo. Dejaros fascinar por sus calles empedradas, por las numerosas tiendas de artesanía y de galerías de arte. Como todas las ciudades de Brasil, Paraty también ofrece una vida nocturna caracterizada por música en vivo, samba y especialidades de carne.

Búzios

Cuando pensáis en Brasil, ¿os imagináis tomando el sol en una playa maravillosa? Muy bien, entonces os recomendamos que vayáis a Búzios. Este impresionante destino de vacaciones en el sureste del país no podía faltar en nuestra lista de cosas que ver en Brasil. Originalmente nació como un pueblo de pescadores y luego se convirtió en un paraíso para los surfistas. En los años 60 se hizo famoso en todo el mundo tras las vacaciones de la actriz Brigitte Bardot. Esta ciudad es el sueño de veraneantes de todas las latitudes gracias a su clima cálido y soleado todo el año, y a sus maravillosas playas como la de Ferradurinha y la tortuga.

Petrópolis

La «ciudad de Pedro» es un municipio del Estado de Río de Janeiro y debe su nombre al emperador Pedro II de Brasil. Petrópolis es uno de los destinos más populares para el turismo internacional y conocido en todo el mundo por la magnífica residencia de verano del emperador, quien en 1830 mientras recorría esta región, quedó cautivado por su clima particularmente agradable. ¿Podríamos haber excluido el lugar favorito del emperador de nuestra lista de cosas para ver en Brasil? La ciudad es muy diversa desde el punto de vista arquitectónico: además de la residencia de verano y el Museo Imperial de Brasil, encontraréis la catedral gótica de São Pedro de Alcântara, el lugar de enterramiento del emperador y el Palacio Quitandinha, un histórico hotel de lujo diseñado por el arquitecto italiano Luigi Fossatti.

Ouro Preto, algo imperdible que ver en Brasil

Esta es la primera ciudad brasileña incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Ouro Petro nació como un pueblo minero y se hizo importante a lo largo de lo que fue la Ruta Real del Oro, así como el centro del comercio colonial de piedras preciosas, oro y esclavos. Lo que se puede apreciar hoy de Ouro Petro es su arquitectura colonial bien conservada y sus iglesias barrocas. Una peculiaridad de esta ciudad es que está habitada por más de 15 mil estudiantes que asisten a la Universidad de Ouro Preto y viven en las llamadas «repúblicas», casas autogestionadas, cada una con sus propias tradiciones y reglas. Los estudiantes de primer año son objeto de bromas y antes de ser admitidos en la república deben pasar pruebas y realizar tareas de todo tipo.

Recife 

También en la costa, en el estado de Pernambuco se encuentra la ciudad de Recife, que se define como la Venecia de Brasil, ya que está construida sobre canales atravesados ​​por numerosos puentes. Recife se caracteriza por contrastes arquitectónicos: los diversos pasajes coloniales han dejado monumentos, edificios y fortalezas de todos los estilos.

El clima templado y la calidez del mar hacen de esta ciudad un paraíso para los submarinistas que se sumergen en busca de más de cien restos submarinos. Si buscáis la típica vida nocturna brasileña, os recomendamos el barrio de Recife Antigo, donde los edificios históricos se han convertido en bares y restaurantes que ofrecen platos típicos del mar, como la tortilla de cangrejo y langosta o la torta Souza Leao.

Por la noche, el barrio de Boa Viagem también está lleno de vida nocturna gracias a las numerosas discotecas donde se puede bailar samba. Después de una noche de baile, relajaros junto al mar en la playa que lleva el mismo nombre, rodeada de cocoteros y aguas cristalinas. En resumen, Recife es una ciudad viva y acogedora, perfecta para unas vacaciones con amigos, con posibilidad de entretenimiento de todo tipo. Desde allí, es fácil llegar a otro destino espléndido para el turismo mundial: la ciudad de Olinda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El Pantanal 

Entre los muchos récords que ostenta Brasil, uno de los más espectaculares es poseer el pantano más grande del mundo, así como el más húmedo. Un lugar así puede parecer poco atractivo, pero os aseguramos que no es el pantano de Shrek. Lo hemos incluido en nuestra lista de cosas que ver en Brasil, ¿verdad?

La inmensa llanura aluvial del Pantanal es uno de los ecosistemas más ricos del mundo, a pesar de ser poco explorado y representa una fantástica alternativa a los días junto al mar, típicos del turista que viaja a Brasil. Podréis realizar excursiones a pie o en barco, y visitas guiadas para conocer la flora y la fauna de esta inmensa área de unos 150 mil kilómetros cuadrados. Esta extensión se encuentra, en su mayor parte, en el estado brasileño de Mato Grosso, aunque también se desarrolla en Bolivia y Paraguay.

Durante nueve meses al año, el Pantanal está sumergido por agua en el 80% de su superficie. Esto crea un ecosistema donde los encuentros cercanos con animales están a la orden del día, y ni siquiera necesitáis tener mucha suerte. Esta zona es, de hecho, el hábitat de más de 500 especies de aves y en cada rincón podréis ver algunas criaturas. Ya sean los caimanes descansando al sol, las nutrias gigantes jugando en el agua o incluso los jaguares, verdaderas estrellas del Pantanal. Los guías os harán descubrir la fauna de uno de los lugares con mayor biodiversidad del mundo. Poned vuestros sentidos en alerta y disfrutad de una experiencia inolvidable.

São Paulo qué ver

Sus aproximadamente 12 millones de habitantes hacen de Sao Paulo la metrópoli más poblada de Brasil, sí, más que Rio. Esta ciudad se caracteriza por la influencia de muchas culturas extranjeras, especialmente la italiana. La presencia local está tan arraigada que ha influido en el dialecto local, que tiene algunas palabras que provienen de los dialectos italianos.

Vale la pena pasar unos días en esta metrópoli y visitar sus numerosos museos, como el de Arte Contemporáneo, que alberga obras de la talla de Picasso y Modigliani o el Museo de Arte de São Paulo, donde puedes ver pinturas de Cezanne, Manet, Van Gogh, Mantegna y muchos más. No sólo hay actividades culturales, pues también puedes hacer compras en la Avenida Paulista, o dar un paseo por el maravilloso Parque Ibirapuera. Obviamente, no faltan hermosas playas y una alocada vida nocturna, entre clubes llenos de gente donde podéis divertiros bebiendo caipirinhas y bailando samba. Venir a Brasil y no ver Sao Paulo se puede considerar pecado.

Cataratas de Iguazú, un espectáculo natural que ver en Brasil

Algunos paisajes son difíciles de describir con palabras y este es el caso de las espectaculares Cataratas del Iguazú. Una de las maravillas naturales más increíbles que ver en Brasil: un sistema de 275 cascadas que se extienden por 2,7 kilómetros y con un caudal de casi 2 millones de litros de agua por segundo, en la frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina.

Este espectáculo de la naturaleza, generado por el río que lleva el mismo nombre, os dejará asombrados. De hecho, a cada lado hay maravillosas rutas por descubrir y excursiones que os permitirán disfrutar de paisajes únicos, entre vistas inolvidables y bosques muy verdes. Para tener una perspectiva diferente y extraordinaria, podéis experimentar la emoción de ver las cataratas directamente a bordo de un bote: ¡bastará con traje de baño y chaleco salvavidas! ¿Qué tal ir a la Garganta del Diablo? Un trenecito atraviesa la selva para llevaros al punto donde el océano parece desaparecer en el abismo.

El Parque Nacional de Lençóis Maranhenses

¿Podéis imaginar un desierto lluvioso? Una de las cosas más increíbles que ver en Brasil es esta área natural protegida, que representa un lugar verdaderamente único en el mundo. Los fuertes vientos del noreste de Brasil empujan la arena de la costa hasta unos 50 km hacia el interior y crean así dunas de arena blanca que alcanzan los 40 metros de altura.

El paisaje es desértico pero las lluvias son frecuentes y esto permite que el agua llene estas cuencas arenosas, brindando al turista un espectáculo indescriptible formado por estanques de lluvia que llegan incluso a los 3 metros de profundidad. Precisamente por eso el parque está poblado por numerosos animales como aves y reptiles, algunos bastante raros. Los vehículos a motor están prohibidos en el interior del parque, pero aún es posible llegar a través de numerosas visitas guiadas y darse un chapuzón en estas maravillosas lagunas, únicas en el mundo.

São Luís

En el norte de Brasil se encuentra la capital del estado de Maranhão, una ciudad insular.

São Luís se desarrolla en una laguna sujeta a mareas muy altas, y está separada del continente por un delgado brazo de mar. Es una ciudad colonial patrimonio de la Unesco, famosa en todo el mundo por sus casas de colores pastel decoradas con numerosos azulejos de colores, y por los miles de edificios históricos que representan a la perfección las glorias del pasado colonial. São Luís es el destino perfecto para dar un paseo por la historia y disfrutar de las luces del atardecer que iluminan la laguna de manera particularmente sugerente.

Amazonia, de lo mejor que ver en Brasil

La selva amazónica es un área geográfica inmensa. Constituye casi el 50% del territorio brasileño y se extiende sobre un área de 6 millones de kilómetros cuadrados, dividida en 9 países de América del Sur, dándole el sobrenombre de «pulmón verde» de la tierra. Se trata de una enorme selva tropical rica en biodiversidad y de un valor biológico inestimable, tanto que, por ejemplo, cada año se descubren cientos de nuevas especies de animales. Las excursiones organizadas os permitirán navegar los distintos afluentes del río Amazonas en canoa de remos o lanchas a motor, hacer trekkings en el bosque y dormir en la naturaleza. Dejad las comodidades digitales y sumergíos en el verde sin límites de Brasil.

Como habréis entendido a estas alturas, Brasil es un descubrimiento continuo. Ofrece paisajes y experiencias muy diferentes, aunque la naturaleza exuberante, el sol y el mar –caliente todo el año– os acompañarán allá donde vayáis. Ese clima también se refleja en la gente, y la acogida de los brasileños quedará grabada en vuestro corazón.

Para vivir plenamente este país, además de viajar, descubrid nuestras propuestas para un viaje inolvidable por Brasil.