Camboya es un país fascinante, capaz de tocar las cuerdas más profundas del corazón del turista occidental. La naturaleza es hermosa, los yacimientos arqueológicos dejan boquiabiertos y las ciudades acogen al visitante en su sencilla autenticidad. ¿Sabéis qué ver en Camboya? Explorad las maravillas del interior y de la costa meridional, con sus lagunas tropicales de arena blanca y aguas cristalinas. Descubrid Angkor Wat, el mayor yacimiento arqueológico religioso del planeta, al ritmo pausado de la vida en la campiña de Mondulkiri. Y admirad sus maravillosos parajes naturales, incluido el famoso lago Tonlé Sap y sus pueblos flotantes.
Camboya sigue estando fuera de los itinerarios clásicos del turismo de masas, lo que la convierte en el destino perfecto para viajeros exigentes. No obstante, sigue siendo uno de los países más pobres del mundo que, aunque mira al futuro con esperanza, aún conserva las huellas de un pasado muy difícil y sangriento, demasiado cercano para ser memoria histórica. Por eso, antes de hablar de Camboya y de lo que hay que ver en sus escasos 200.000 kilómetros cuadrados, es necesario tener clara –al menos a grandes rasgos– su historia. Os ayudará a comprender mejor la cultura y las costumbres locales y, sobre todo, por qué encontraréis ancianos con grandes dificultades durante vuestro itinerario. Sólo así podréis gozar mejor este viaje que, os aseguramos, permanecerá imborrable en vuestra memoria.
Camboya, ¿qué ver? Un poco de historia antes del itinerario
Camboya prosperó durante casi un milenio al mando del Imperio Jemer hasta la llegada del colonialismo. Tras siglos bajo la influencia de los países vecinos, se convirtió en protectorado francés en 1863. Obtuvo la independencia poco menos de un siglo después, sólo para verse envuelta en el conflicto vietnamita: los bombardeos estadounidenses, que se prolongaron hasta 1975, causaron la muerte de casi 800.000 camboyanos.
Mientras tanto, su situación política era inestable: en 1970, el golpe de Estado de Lon Nol instauró la República Jemer que duró poco. Los Jemeres Rojos, dirigidos por el líder Pol Pot, conquistaron Phnom Penh e instauraron uno de los regímenes más sangrientos de la historia del Sudeste Asiático: sólo duró cuatro años, pero fue la causa de uno de los genocidios más despiadados del mundo. Aún hoy es difícil establecer el número de muertes causadas por las políticas de Pol Pot pero, según las últimas estadísticas, podría ascender a 3 millones. Tras la caída del régimen, siguieron años de inestabilidad y un largo periodo de guerra que terminaron con las primeras elecciones libres en 1993, cuando se instauró una monarquía parlamentaria. La situación sigue siendo difícil hoy: la pobreza es grave y la edad media de la población es de sólo 22,1 años.
Visitaréis una nación muy joven: por el genocidio de los jemeres rojos, muy pocas personas en Camboya han tenido el privilegio de llegar a la vejez. Esta premisa no pretende ser un impedimento para vuestro viaje, sino una preparación para lo que vais a ver: su historia sigue estrechamente ligada a su geografía y a la vida. Así que pongámonos en marcha: a continuación, el itinerario. Está realmente repleto de etapas, así que si buscáis un listado de cosas qué ver en Camboya en 7 días, seguro que tendréis que eliminar algunos destinos.
Angkor Wat y los templos de Angkor
Si se buscan en Google las palabras «Camboya qué ver«, la primera imagen que aparece es la de Angkor Wat, un enorme templo jemer que, hasta la fecha, es el mayor monumento religioso del mundo. Situado en el yacimiento arqueológico de Angkor, es el mayor orgullo de Camboya y, como es lógico, también figura en la bandera del país. Elegirlo como primera parada de nuestro viaje es obligatorio.
Angkor Wat
Angkor Wat es el símbolo más impresionante del antiguo y próspero imperio jemer que gobernó Camboya del siglo IX hasta el XV d.C. Este templo se erigió en lo que fue Yaśodharapura, la antigua capital, y es un epítome de la arquitectura distintiva camboyana. Adopta la apariencia de una imponente montaña (que simboliza el monte Meru, la montaña sagrada de los dioses de la religión hindú) rodeada por un enorme foso que retiene las aguas del monzón. En su interior, sin embargo, se compone de túneles que ascienden hacia la torre central.
Describirlo sirve de poco: cuando lo veáis no daréis crédito a vuestros ojos y la visita merecerá todo el viaje. Caminad empezando por las murallas exteriores, a lo largo de las cuales encontraréis la estatua de Visnú de más de tres metros de altura y que a sus pies sostiene los mechones de pelo de los camboyanos que piden suerte a la deidad. Continuad por la avenida que conduce a la entrada principal, primero a las torres y después a su planta superior, cuyo acceso está restringido. Disfrutad de cada momento de esta visita, ¡porque es toda una experiencia!
No os diremos nada más para no estropear la sorpresa, pero nos gustaría enumerar algunas normas de comportamiento: os encontraréis en un lugar sagrado, entonces llevad ropa adecuada y, si queréis acceder al piso más alto, llevad los antebrazos cubiertos, así como las piernas (al menos hasta la rodilla). Tampoco podréis tocar las antiguas estructuras del templo, ni sentaros o, por supuesto, subiros a ellas. Y no menos importante: ¡sed respetuosos con los monjes que rezan!
Los otros templos de Angkor
Puede que no lo sepáis, pero Angkor ocupa una superficie de unos 400 kilómetros cuadrados y alberga cientos de templos hindúes y budistas. Los principales, por suerte, están reunidos en un área de unos 20 km2, así que podréis visitarlos con facilidad. A continuación, os recomendamos algunos porque, ya que visitáis Angkor Wat, ¡no podréis dejar de echar un vistazo también a los monumentos «menores»!
- Bayon: se trata de un templo muy especial porque su fachada está decorada en su totalidad de enormes rostros de piedra: hay unas 216 caras (más o menos sonrientes) que han sido talladas en sus distintas torres.
- Ta Phrom: en este templo, la naturaleza se ha convertido en la dueña, hasta el punto de que los árboles han crecido por encima de los edificios. Dato curioso: el filme “Tomb Raider”, protagonizada por Angelina Jolie, ¡se rodó en parte aquí!
- Banteay Srei: conocido como la «ciudadela de las mujeres», está dedicado a la deidad Shiva. Os impresionará la sofisticación de sus maravillosas decoraciones.
- Bau Phon: es realmente majestuoso ya que cuenta con cinco niveles que alcanzan los 30 metros de altura. Es una de las partes menos turísticas de las ruinas de Angkor, por lo que probablemente no encontraréis a mucha gente.
Estos templos figuran por derecho propio en la lista de cosas que ver en Camboya. Por supuesto, podréis elegir muchos itinerarios diferentes dentro de este enorme yacimiento arqueológico. Pero, ¿cómo llegar? En tuk tuk con conductor, por supuesto. Es fácil encontrar uno en Siem Reap, la ciudad más cercana de la que ahora hablamos.
Siem Reap y el lago Tonlé Sap
Siem Reap es la ciudad desde la que se sale para visitar las ruinas de los templos de Angkor. No penséis, sin embargo, que es una ciudad dormitorio: al contrario, es muy animada, llena de restaurantes y vida nocturna. Por supuesto, no es tan grande como la capital, Phnom Penh, pero es una forma estupenda de hacerse una pequeña idea de la autenticidad de la vida en Camboya. Deleitaros con platos tradicionales y disfrutad de la hospitalidad de los lugareños. Después de un día visitando templos, volver a la ciudad por la tarde será un verdadero bálsamo para las piernas.
Excursión a los pueblos flotantes de Tonlé Sap
Siem Reap es también el punto de partida de otra maravillosa atracción de Camboya: el gran lago Tonlé Sap, al que se asoman cinco provincias. Lo increíble es que el tamaño del lago varía según la época del año en que se visite: durante la estación de lluvias (que suele ir de junio a octubre), ¡su superficie se cuadruplica!
Aquí encontraréis naturaleza en estado puro: hay abundancia de peces y la variedad de especies de aves presentes es impresionante. En esta zona la vida fluye constantemente y se adapta a los plácidos ritmos de la naturaleza, y no es de extrañar que haya sido declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.
Dejando a un lado la naturaleza, Tonlé Sap es una visita obligada en su lista de cosas que ver en Camboya. Quedaréis absolutamente cautivados por los pueblos flotantes, a los que los occidentales definitivamente no estamos acostumbrados.
En esta parte del país, la vida transcurre íntegramente sobre el agua, hasta el punto de que incluso los mercados, lugares de culto y escuelas flotan sobre el lago. El pueblo más famoso es Chong Kneas, pero si se buscáis algo menos turístico, id a Kompong Pluk.
Además de visitar los pueblos flotantes, a lo largo de las orillas del Tonlé Sap se pueden observar aves, recibir clases de cocina o alojarse en casa de algún lugareño para experimentar la vida local.
Parque Nacional de Phnom Kulen
Si os preguntáis qué ver en Camboya, el Parque Nacional de Phnom Kulen es una atracción imprescindible. Se encuentra a unos 70 kilómetros de Siem Reap y es el destino perfecto para pasar un día en medio de la naturaleza más exuberante. Este parque es uno de los más famosos y abarca un gran macizo montañoso repleto de vegetación, ríos y arroyos.
Dejad que un guía local os lleve por los numerosos senderos que lo componen. Uno de ellos conduce al río Kbal Spean, cuyo lecho esconde numerosas estatuas y bajorrelieves tallados en la roca. Seguro que os impresionarán los linga, pequeños tótems fálicos que, según la religión hindú, son una representación del dios Shiva y un símbolo de fertilidad.
Otra de las grandes atracciones del parque son las cascadas, ¡impresionantes! Si os apetece y tenéis mucho calor, podréis daros un baño, una experiencia única, a pesar de los peces (inofensivos) que podrían morderos las piernas.
Continuad hasta Wat Preah Ang Thom, un maravilloso templo con una enorme estatua de Buda en posición reclinada: mide unos ocho metros de largo y fue tallada en un único bloque de piedra. En cuanto a la comida, llevad algo para un picnic al aire libre o aprovechad el restaurante que hay dentro para probar la gastronomía local.
Sambor Prei Kuk
Continuad ahora hacia el este, siguiendo la carretera que bordea el lago Tonlé Sap. Estaréis a punto de llegar a Sambor Prei Kuk, un yacimiento que probablemente ya estaba habitado en el Neolítico. Su verdadera atracción son los templos de la época preangkoriana: se trata del complejo religioso más antiguo de todo el Sudeste Asiático.
Aquí, en el valle del Stung Sen, en un río paralelo al Mekong se encuentran más de 50 templos, más o menos pequeños, en una superficie de unos 30 kilómetros cuadrados. El estado de conservación de la mayoría de ellos no es excelente, pero hay que recordar que toda la zona fue bombardeada por aviones estadounidenses y, aún hoy, es posible ver algunos cráteres dejados por las bombas.
Tiene tres templos principales y están situados en un área muy pequeña. Prasat Sambor es el primero, dedicado a Gambhireśvara, la encarnación del dios Shiva. El edificio central se llama Prasat Tao, que significa «Templo de los Leones». Es el mayor de los tres y su nombre se debe a la presencia de dos poderosas estatuas que ahora han sido restauradas. Pero el más impresionante es el último, Prasat Yeay Peau, en armonía con los árboles centenarios que ahora lo rodean.
El yacimiento arqueológico de Sambor Prei Kuk está probablemente eclipsado por el mucho más famoso Angkor Wat, pero también merece una visita, sobre todo por el ambiente de paz y tranquilidad que reina en la zona.
Phnom Santuk
¡Otro templo, otro paseo! Hay que trasladarse a la vecina provincia de Kampong Thom para visitar otra montaña sagrada. Phnom Santuk es en realidad más una colina que una montaña, ya que sólo tiene 207 metros de altura. Al margen de la altitud, es un famoso lugar de peregrinación budista. Para llegar al templo habrá que subir 809 escalones, pero el esfuerzo se verá recompensado por los numerosos monos que esperan pacientemente a los visitantes a lo largo de la escalinata. Los que quieran llegar en bicicleta, en cambio, pueden tomar el camino pavimentado de sólo 2,5 km.
Con estatuas de Budas reclinados y esculturas de dragones y serpientes, es un lugar muy bonito en el que también hay un templo activo, con monjes que reciben a los turistas. Desde aquí, la vista de los alrededores es alucinante.
Kratié
Viajad hacia el noreste para llegar a Kratié, que se encuentra justo a orillas del río Mekong. Es un lugar tranquilo y pintoresco que acaba de descubrir el turismo. La ciudad posee un decadente encanto colonial debido a la presencia de casas que datan de la época del protectorado francés, sorprendentemente indemnes a los bombardeos del pasado.
En realidad, Kratié es famosa por sus hermosas puestas de sol sobre el Mekong y, sobre todo, por su entorno y las experiencias en la naturaleza que se pueden vivir aquí. A continuación enumeramos las más importantes.
- Isla de Koh Trong: una pequeña isla en medio del Mekong, un paraíso para el turismo sostenible. Se puede recorrer fácilmente en bicicleta por un sendero de 9 km que os llevará a templos, playas y un pueblo flotante.
- Kampi: ciudad situada a 15 km de Kratié, también colinda con el Mekong y es famosa por su colonia de delfines de río, muy poco comunes, que podréis observar durante un paseo en barco.
- Mekong Discovery Trail: se trata de un sendero a lo largo del Mekong que comienza justo al norte de Kratié. Podréis aventuraros a lo largo del río, pernoctando en aldeas y dando paseos en bicicleta.
Phnom Penh
Phnom Penh es animada y caótica, y una visita obligada en Camboya. Está suspendida entre lo antiguo y lo moderno y su futuro pretende olvidar (o al menos reconciliarse) con la barbarie de su historia más reciente. Y, en efecto, al pasear por sus calles, descubriréis un lado más glamuroso y bohemio hecho de restaurantes, hoteles de moda y cafés chic, y otro más tradicional y ruinoso, pero con encanto y ambiente.
Itinerario
La visita turística clásica de la ciudad incluye cuatro paradas indispensables para comprender plenamente el espíritu del país, así como su historia más reciente.
- Palacio Real: ¡impresionante! Rematado con los típicos tejados jemeres y ricamente decorado en oro, es la residencia del rey Sihamoni. Algunas partes están abiertas al público, como la sala del trono y algunos edificios adyacentes. Por supuesto, habrá que presentarse a la entrada vestido adecuadamente (o alquilar ropa en la zona).
- Pagoda de Plata: una visita al Palacio Real también os dará la oportunidad de ir a esta estructura cercana ya que es uno de los pocos lugares de Camboya donde aún quedan pruebas de la riqueza de la civilización jemer, aniquilada por los acontecimientos históricos antes mencionados.
- Museo Nacional: también muy cerca del Palacio Real, encontraréis cuatro pabellones repletos de la mejor colección de esculturas jemeres, también rica en obras del periodo preangkoriano.
- Museo Tuol Sleng: durante la época de los Jemeres Rojos se llamaba S-21 y era una prisión de máxima seguridad y un centro de tortura. Es una visita obligada en Phnom Penh, sobre todo si os interesa descubrir su trágico pasado.
Por supuesto, también podéis recorrer la ciudad a lo largo y ancho. Visitad Wat Prayong, un hermoso templo con maravillosas estatuas, o deleitaros con una comida de cocina tradicional camboyana en uno de los muchos restaurantes capitalinos.
Por la noche, pasead por el mercado nocturno de Phnom Penh, que brinda la oportunidad de comprar artículos o comer sentado en esteras bajo un hermoso cielo estrellado.
Mejor época para viajar a Camboya: e clima
Phnom Penh no es la única ciudad de Camboya que hay que ver y visitar. Si se quiere hacer un recorrido completo, no hay que dejar de pasarse por las que dan al mar para relajarse después de un viaje que seguro que cansa. Además de éstos, si os sobran días después de visitar Siem Reap, os recomendamos un viaje a Battambang, que está a poco menos de tres horas en coche. Aquí el resumen de qué ver en las otras ciudades de Camboya.
Battambang
Con vistas al río Sangker, es una ciudad rural donde el pasado colonial se percibe, sobre todo en los edificios. Abundan las tiendas francesas donde se pueden comprar recuerdos variados. Además, hay muchos templos antiguos diseminados por la zona que, aunque no son tan grandes e imponentes como el cercano Angkor Wat, merecen una visita. Los alrededores también son magníficos gracias a los arrozales en las terrazas.
Sihanoukville y las islas de Camboya
Las islas del sur de Camboya no tienen nada que envidiar a las mucho más turísticas de la vecina Tailandia. Aquí también es posible disfrutar del sol y de las hermosas playas de la zona con total relajación. Por ejemplo, podréis salir de la ciudad portuaria de Sihanoukville, famosa por su vida nocturna, hacia Koh Rong y Koh Rong Samloem: ¡aquí sí que os sentiréis en el paraíso!
Kampot
Capital de la provincia del mismo nombre, Kampot domina el golfo de Tailandia. Los pequeños pueblos, pintorescos y decididamente auténticos, os permitirán admirar la naturaleza del sur en su máxima expresión. Alojaos en un hotel de arquitectura colonial o explorad el río en kayak. Si disponéis de varios días, acercaos a la cercana isla de los conejos de Koh Tonsay o visitad el Parque Nacional de Kep.
Mondulkiri
No es una ciudad, sino que identifica a toda la provincia oriental de Camboya. Es una zona escasamente poblada, caracterizada por suaves pendientes habitadas por los Bunong, un pueblo indígena aún cercano a las prácticas animistas. Es el lugar perfecto si os gusta la naturaleza, porque está prácticamente virgen: aventuraos en una excursión por el bosque protegido de Seima, donde, si tenéis suerte, avistaréis langures y gibones.
El clima de Camboya: la mejor época para ir
Camboya es de clima tropical y esto significa, esencialmente, monzones. Por tanto, si se quiere evitar la clásica estación lluviosa, aconsejamos no reservar el viaje de mayo a principios de octubre. La estación seca es ideal para visitar este país sin sufrir demasiado, ni por el calor ni por la lluvia. Si se va a finales de octubre, es perfecto, pero los mejores meses van de diciembre a mediados de febrero, pues ya en marzo suben mucho las temperaturas y la humedad.
Viajar por Camboya (y más allá) con WeRoad
Camboya no es un país fácil: el turismo de masas aún no está tan extendido (¡menos mal!) y eso puede suponer algún percance por el camino. Ahora ya sabéis qué ver en Camboya pero, ¿no os animáis a hacer un viaje así sin guía? No hay problema, ¡WeRoad está aquí para vosotros!
Con el itinerario Tailandia y Camboya tendréis la ocasión de visitar este país increíble. Y para conocer mejor Tailandia y su capital Bangkok, leed nuestros artículos.