¿Buscáis un lugar donde escapar del ajetreo y el bullicio de una metrópoli? Pues bien: Escocia es el lugar para vosotros. Basta decir que el número de habitantes en todo el país es de poco más de 5 millones de personas. Edimburgo es la capital y tiene menos de 500.000, mientras que en Glasgow, la ciudad más poblada, hay poco más de 600.000. En la vecina Inglaterra, para que os hagáis una idea, sólo la ciudad de Londres tiene más de 9 millones de habitantes. En resumen: los amantes de la inmersión total en la naturaleza y hartos de atascos en los semáforos encontraréis lo que buscaban. Llegados a este punto, sin embargo, surge la pregunta: ¿qué ver en Escocia?

Escocia se encuentra en el extremo más septentrional de las Islas Británicas y se extiende por amplios valles, lagos cristalinos, fiordos encantadores y escarpadas cadenas montañosas. Todo ello ha contribuido a revestirla del encanto suspendido y lúgubre con el que se suele imaginarse. Sin embargo, Escocia es mucho más que un lluvioso día de otoño en el solitario pico de una montaña.

Es una tierra de mitos y leyendas, como nos enseña el monstruo del lago Ness. Se trata de una nación con un fuerte espíritu de identidad donde las poblaciones han conservado, en su mayoría, costumbres arraigadas en la tradición celta. Es la paleta de un gran pintor donde madre naturaleza ha trazado algunos de los paisajes más fascinantes del mundo, con castillos y antiguas viviendas.

Hay más de una buena razón para hacer la maleta y seguir la brújula hacia el norte. Pero, como decíamos antes, ¿qué ver en Escocia? El territorio no es extenso, pero sí muy variado. Aquí va una guía útil para quienes quieran lanzarse a descubrir esta sorprendente tierra al otro lado del Canal de la Mancha.

viajera weroad con mochila mirando al horizonte en un acantilado en escocia

Edimburgo

Empecemos por la capital. Edimburgo, como Roma, se alza sobre siete colinas, en el estuario del río Forth. Estamos a tiro de piedra del Mar del Norte, en una de las ciudades más fascinantes de Gran Bretaña. ¿Conocéis esas casas con tejados inclinados, llenos de ventanas abuhardilladas que dan a la calle? El corazón su casco antiguo está repleto de edificios así, construidos en la Edad Media y remodelados en el siglo XVI durante el periodo de la Reforma protestante.

Un enjambre de callejuelas estrechas irradia alrededor de la calle principal, conocida como la Royal Mile, rodeada de altos edificios apoyados unos contra otros. Contagia el encanto de un paisaje urbano que parece estar formado por las mil piezas de un rompecabezas. Admirad  la maravillosa iglesia de San Egidio de estilo gótico o la sede del antiguo Parlamento de Escocia (hoy sede del Tribunal Supremo). Y haced una pequeña excursión al famoso Castillo que domina con toda su grandeza toda la zona del casco antiguo.

Castillo de Edimburgo

Tras un kilómetro y 600 metros, longitud real de la Royal Mile, hay que mirar arriba y contemplar el imponente Castillo. Es una fortaleza militar que siempre se ha utilizado con fines defensivos, dentro de la cual se encuentran las construcciones de quienes decidieron venir a vivir aquí, cobijados por estos muros inexpugnables. Se trata de uno de los asentamientos habitados más antiguos de toda la capital escocesa, del que se tiene constancia ya en el IX a. C.

Las formas actuales del Castillo son las del siglo XVI, encargadas por María Estuardo, la famosa reina de Inglaterra que lo eligió para ser una de sus residencias. Hoy, además de conservar la arquitectura militar, es un museo en el que se pueden visitar las salas del antiguo Palacio Real y el Museo Nacional de la Guerra.

castillo de edimburgo, cielo azul detrás - weroad

La New Town

Del siglo XVI al XVIII el paso es corto. Al menos cuando se está por las calles de Edimburgo. De las formas del siglo XVI de la Ciudad Vieja pasamos a la Edad de Oro de la época georgiana. Ese período duró prácticamente todo el siglo XVIII y principios del XIX, desde el reinado de Jorge I hasta el de Jorge IV: la arquitectura de la Ciudad Nueva sigue, en todos los sentidos, los estilos de la época. Suntuosas viviendas y edificios públicos rodean las anchas calles de la New Town, que muestra una discontinuidad total respecto a las calles estrechas y semi escondidas de su antecesora.

Aquí también encontramos los clásicos tejados inclinados de estilo escocés. Pero lo que más llama la atención son las plazas aireadas y las calles anchas (lo que en París llamarían bulevares) que nos sumergen en el período, quizá, más “inglés” de toda Escocia. Así es otra forma de cómo una Corona afirma su dominio: construyendo calles y plazas, y cambiando el trazado urbano. Un compendio fascinante de la historia de Edimburgo puede leerse en las fachadas de los edificios como si fuesen las páginas de un libro. Para saber más sobre esta ciudad os aconsejamos leer nuestro artículo sobre qué ver en Edimburgo.

edificios y arboles en old town, barrio que ver en edimburgo, escocia - weroad

Las Tierras Bajas y Loch Lomond

Es cierto: prometimos paisajes interminables y lagos de aguas cristalinas rodeados de una total sensación de paz. Y, en cambio, hemos empezado por una ciudad. Acabamos de llegar y tenemos tiempo de sobra para instalarnos y emprender excursiones. Así que, preparad la mochila y estad listos preferiblemente a primera hora de la mañana pues ¡tenemos mucho que ver en Escocia! Desde Edimburgo nos desplazamos hacia el oeste, en dirección al lago (o loch) más grande de toda Gran Bretaña: Loch Lomond.

Para haceros una idea de lo grande que es, pensad que en su interior hay 30 islas con diversas actividades: trekking, senderismo y simples paseos sin prisas entre los helechos y brezos de los páramos escoceses. Estamos en la zona de las Lowlands, donde los valles de un verde intenso dominan el paisaje. Es un lugar tradicionalmente dedicado a la ganadería, hasta el punto que aquí se produce la mejor lana de Escocia y que se exporta a todo el mundo. A orillas del loch encontraréis rebaños de ovejas pastando plácidamente que serán testigos si decidís practicar kayak, piragüismo o windsurf. También podéis hacer simple paseo a orillas del lago para admirar, boquiabiertos, toda la belleza de la que es capaz la naturaleza.

panorama del lago lomond, nubes y cielo azul - weroad

De Stirling a las Highlands

Una vez superadas las amplias extensiones de las Lowlands, estamos listos para ascender a las cumbres más altas del territorio escocés. Llegamos a la pequeña ciudad de Stirling: con apenas 30.000 habitantes, tiene los restos de un deslumbrante castillo medieval. Stirling es conocida como “la puerta de las Highlands”: una ciudad que, aunque pequeña, es muy querida por los escoceses y uno de los lugares más característicos que ver en Escocia.

De hecho, fue aquí donde William Wallace derrotó a los ingleses en la batalla por la independencia en 1297. ¿Recordáis “Braveheart”, la película de Mel Gibson? Hablamos de ese mismo William Wallace. Este dato ya hace darnos cuenta de lo sagradas que son las Tierras Altas para los escoceses. Es uno de los lugares más ricos en fascinación e identidad pues pensad que en algunos pueblos aún se habla la antigua lengua gaélica, la de los primeros habitantes de la zona.

paisaje en las higlands, montañas y cesped

El valle de Glencoe

Las carreteras de Escocia, como ya habréis imaginado, son anchas y poco transitadas. Con una gran variedad de paisajes repartidos en poco más de 70.000 kilómetros cuadrados, a medida que avancéis hacia el norte vuestra mirada capturará parajes naturales nuevos en relativamente poco tiempo. Entre estrechos valles y amplios bosques encontramos lo que puede considerarse el punto de cruce entre la parte meridional del país y las Highlands: el paso de Glencoe.

Aquí los glaciares y las erupciones volcánicas han esculpido gargantas y valles en los que serpentea el camino de arroyos y cascadas. Un paisaje de impresionante belleza con el vasto perfil de las Three Sisters: inmensos afloramientos rocosos que acompañan el paso del viajero. Es una escenografía digna de la más imaginativa secuencia de El Señor de los Anillos o Harry Potter. No es casualidad, además, que algunas escenas de las películas protagonizadas por el mago nacido de la pluma de J.K. Rowling se rodaran aquí mismo.

Paso Glencoe en el que dominan las Three Sisters, afloramientos rocosos - weroad

Eilean Donan Castle

¿Conocéis el clásico castillo escocés que se refleja en un lago tan claro que es difícil ver dónde acaba el cielo y empieza el agua? Aquí podréis ver un paisaje del estilo, es el castillo de Eilean Donan. Cuando nos pregunten qué ver en Escocia, no tendremos ninguna duda: ésta es una visita obligada.

El castillo fue construido en 1220 por Alejandro II de Escocia para defenderse de las incursiones armadas de vikingos. Encerrado en este estrecho rincón de tierra entre Highlands y Loch Duich, después pasó a ser propiedad de familias nobles: primero el clan MacKenzie y luego el clan MacRae. Cruzar el puente de piedra que conduce a la casa solariega os impregnará de la identidad escocesa más profunda y antigua. Una pequeña curiosidad: la densidad de población del lugar es bastante baja, pues para 2001, sólo había un habitante: el último descendiente del clan MacRae.

Eilean Donan Castle, alrededor panorama verde y niebla. algo que ver en escocia - weroad

Las Hébridas y la isla de Skye

Escarpados riscos salpicados de vegetación de brezales. La isla de Skye es quizá uno de los lugares más emblemáticos de toda Escocia, enclavada en el archipiélago de las Hébridas y famosa para quienes aún no han tenido la suerte de desembarcar en estas costas. También aquí, como en el paso de Glencoe, encontramos paisajes de inquietante belleza modelados por la erosión y las erupciones volcánicas. En la zona norte, hacia la península de Trotternish, encontramos sus vistas más características, con los altos picos rocosos envueltos en el suave abrazo de las nubes. Entre ellas están las Kilt Rocks: formaciones magmáticas que, por la erosión, han adoptado el aspecto del famoso tartán escocés.

Una atmósfera mágica que, como es lógico, ha dado paso a los relatos de la mitología local. Skye es conocida por ser tierra de hadas: el Fairy Glen y los Fairy Pools son maravillas naturales ineludibles: el primero es un valle con pequeñas colinas donde, según cuenta la leyenda, se reúnen las hadas durante sus fiestas. El segundo es un lago natural, de forma similar a una piscina, cuyas aguas son de un verde-azul tan vivo que dan ganas de zambullirse inmediatamente.

En resumen: un verdadero paraíso para los amantes de las leyendas populares y para quienes quieran dedicarse al senderismo y al excursionismo, sin desdeñar los placeres del paladar. Sí, estáis a punto de conocer otro de los símbolos de Escocia: el whisky. La isla de Skye acoge algunas de las destilerías escocesas más famosas. Después de una refrescante parada y un merecido descanso, dirigiros a Inverness, la capital de las Highlands. Al suroeste, encontraremos uno de los monumentos más famosos de Escocia, por no decir del mundo.

selfie de viajeros weroad en una colina en la isla de skye, algo que ver en escocia

Los misterios del lago Ness

¿Podríamos terminar nuestra lista sobre qué ver en Escocia sin mencionar el lago más famoso? Loch Ness debe su celebridad a las leyendas sobre el monstruo que, supuestamente, habita sus aguas: Nessie, una especie de animal prehistórico cuyo nombre toma prestado del río Ness que fluye junto a la orilla norte del lago. Protagonista de libros, películas, cuentos y cómics: prácticamente todas las formas de entretenimiento popular han cogido, tarde o temprano, la leyenda de Nessie para relatar el misterioso ambiente del lago Ness.

La historia se hizo mundialmente famosa en 1933, cuando se difundió una foto en la que aparecía el presunto monstruo surgiendo tranquilamente de sus aguas. Pero, quedaros tranquilos: es muy poco probable que Nessie emerja de las aguas. Mejor relajaros junto al lago y disfrutad del ambiente encantado a la sombra de otra de las mansiones más fascinantes que ver en Escocia: el castillo de Urquhart.

carretera estrecha, al fondo lago ness, algo que ver en escocia - weroad

Las islas Orcadas

Ya estamos en la recta final de este viaje sobre qué ver en Escocia. En el punto fronterizo más alto, el que precede a las islas Shetland, están las islas Orcadas. Aquí da la impresión de estar en el confín del mundo, entre un cielo plomizo y los valles que se extienden por el perímetro del territorio. Os encontraréis en uno de los yacimientos neolíticos más antiguos del mundo, habitado desde la prehistoria e incluido en el programa de conservación de la Unesco por esta misma razón.

Los pueblos de pescadores, concentrados sobre todo en la zona del Mainland, son uno de los pocos signos de antropización de estas tierras, que, por lo demás, han permanecido prácticamente intactas. Incluso las ovejas han adquirido aquí un patrimonio genético particular que, alimentándose casi exclusivamente de algas, han dado lugar a una especie de oveja salvaje estudiada con gran interés por la comunidad científica internacional.

Cuándo viajar a Escocia

La mejor época para visitar Escocia es a finales de verano-principios de otoño, por varias razones. En primer lugar, las vistas: el follaje escocés, debido a la amplia presencia de bosques y valles, es un espectáculo digno de disfrutar. Además, el clima otoñal, en contra de lo que podría pensarse, no es frío en absoluto. Escocia presenta temperaturas suaves y agradables en esta época, con precipitaciones escasas y de corta duración. Ideal para disfrutar de una excursión o un paseo al aire libre. Otra razón nada desdeñable: la gastronomía.

¿Qué ver en Escocia y, por último pero no por ello menos importante… qué comer en Escocia? El país es famoso por sus típicas tripas de oveja –el Haggis– y por su caza, pero también por las ostras. Especialmente en la zona comprendida entre las Hébridas Exteriores y las Hébridas Interiores, se pescan algunos de los tipos más apreciados del mundo. Y es el periodo comprendido entre finales de verano y principios de otoño el ideal para disfrutar de la plena madurez de las ostras.

Por último: algunos datos prácticos. Recordad que Escocia, como toda Gran Bretaña, ha salido de la Unión Europea después del referéndum del Brexit. Así que, incluidos los residentes europeos, se necesita pasaporte para entrar al país. Para quienes deseen alquilar un coche, recordad que la conducción –de nuevo, como en toda Gran Bretaña– se realiza por la izquierda. La moneda local es la libra esterlina y el idioma oficial es el inglés. Sin embargo, precisamente por su fuerte identidad, los escoceses han conservado parte del vocabulario derivado del antiguo idioma gaélico, sobre todo en los pueblos de las Highlands. El huso horario es +1 sobre el meridiano de Greenwich, es decir, Escocia está una hora por detrás de España.

Qué ver en escocia en 7 días con WeRoad

En un país tan rico en historia, leyendas, paisajes y emociones, ¿podría faltar un itinerario WeRoad? ¡De ninguna manera! El recorrido WeRoad Escocia 360° os llevará a descubrir durante aproximadamente una semana este fascinante rincón de Gran Bretaña. Saliendo en coche desde el encantador centro de Edimburgo, os llevaremos por los lugares más fascinantes y misteriosos que ver en Escocia. Conduciremos hasta las Lowlands y Loch Lomond, hasta las increíbles vistas de Glencoe y la puerta de entrada a las Highlands. Nuestro viaje se desarrollará, principalmente, entre cadenas montañosas, verdes valles y antiguos castillos medievales.

Dejaros seducir por las impresionantes vistas del castillo de Eilean Donan y las colinas de Cuillin, antes de continuar hacia las Hébridas Interiores y la isla de Skye. Aquí disfrutaremos de las vistas de Kilt Rock en la península de Trotternish y del valle de Fairy, después de un refrigerio en la antigua destilería Talisker. Tras las paradas en Inverness–la capital de las Highlands– y el Lago Ness, regresaremos a Edimburgo para pasar nuestra última velada. Aquí visitaremos los pubs típicos de la ciudad para brindar todos juntos al ritmo de la música en directo. Una forma de conocer nuevos amigos, estar con gente que comparte nuestras mismas pasiones y compartir los recuerdos de una semana inolvidable.

Si os gustan los viajes en los que hay que sumergirse en la naturaleza, quizás os pueda interesar leer nuestro artículo sobre Islandia.

Belén Maviglia
Scritto da Belén Maviglia