Naturaleza prístina, islas parcialmente deshabitadas, historia de dominación, pero un gran deseo de libertad y reinicio. Aquí está el próximo destino para poner en vuestra lista de deseos: hoy vamos a hablar sobre qué ver en Filipinas.
Estas islas se parecen en muchos aspectos a lo que imaginamos como El Paraíso (mar azul, un panorama completamente verde y mucha paz interior) y, además, el turismo de masas aún no ha llegado como en otras zonas del Pacífico asiático.
Sin embargo, hay tantas cosas que ver y hacer en Filipinas. Encontraréis una de las poblaciones más acogedoras y cálidas del mundo, y muchos espectáculos naturales como volcanes, arrecifes de coral, montañas rocosas y playas paradisíacas. Poder verlo todo en una sola visita es imposible. Sin embargo, en WeRoad intentaremos ayudaros a crear el itinerario de lo que no hay que perderse.
También os contaremos lo más importante de vuestro viaje: llegaréis a uno de los pocos países del mundo donde la naturaleza sigue reinando. Así que ¡preparaos para llenar vuestro ojos de una belleza única y auténtica!
La fama de Filipinas radica en sus islas y playas, por lo que muchos viajeros subestiman lo bonito de su capital, Manila.
La ciudad es verdaderamente rica en historia: colonizada por los españoles a fines del siglo XVI, se convirtió en una de las perlas de Oriente, solo para cambiar su rostro después de la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces que gran parte de la capital fue destruida y la reconstrucción todavía está luchando por despegar actualmente. La primera parada en una visita a Manila tiene que ser Intramuros, la ciudad fortificada.
Es uno de los lugares capitalinos más duros: fue estratégico en muchas fases históricas, desde los ataques de los piratas chinos, hasta los de las fuerzas británicas y estadounidenses. Hoy ha sido reconstruida fielmente –o casi– como se puede apreciar en las calles empedradas por las que transitan cada día las «kalesa«, o muy tradicionales carruajes tirados por caballos. No os podréis perder la iglesia de San Agustín, una de las catedrales más bellas que os sorprenderá por la riqueza de detalles que caracterizan el altar, el púlpito y las numerosas estatuas que la componen.
En cambio, para revivir el pasado colonial español, es posible visitar Casa Manila, una espléndida casa de campo, verdaderamente suntuosa.
En Manila también está una de las cosas más singulares que ver en Filipinas: el Parque Rizal, el más grande de Asia. Es una amplia zona verde formada por jardines ornamentales, estanques con fuentes, monumentos y un jardín chino llamado «Luneta». Aquí es donde tienen lugar la mayoría de los desfiles. Y en este mismo sitio los presidentes de Filipinas se dirigen a su pueblo. De hecho, el nombre del parque proviene del Dr. José Rizal, un héroe nacional pacifista y reformador.
Palawan
Palawan es una de las cosas que tenéis que ver en vuestra primera visita a Filipinas. Es en esta provincia donde están muchas de las paradisíacas playas donde se toman las icónicas fotos con las que identificamos al país.
Está formada por aguas cristalinas y es posible visitar y admirar los mejores fondos marinos de toda Filipinas. Pero lo que hace que el paisaje de este archipiélago sea único es el interior. Está dominado por selvas tropicales, montañas, ríos subterráneos y tantas especies de flora y fauna que Palawan también se conoce como el «paraíso de la vida salvaje».
Es la provincia más grande de todo el país: situada entre el Mar de China Meridional al norte y el Mar de Sulu al sur, está formada por unas 1.800 islas. Un área tan vasta solo podía estar llena de gemas por descubrir. ¡Así que veamos juntos qué visitar en Palawan!
Puerto Princesa e Coron
Para llegar a Palawan se puede coger un vuelo interno a Puerto Princesa, el corazón económico y quizás más turístico de la provincia. Es, ciertamente, uno de los lugares más bonitos que ver en Filipinas. Aquí se encuentra uno de los sitios más famosos y particulares del país: el río subterráneo escondido dentro de una cueva, parte del «Parque Nacional Río Puerto Princesa». Es posible recorrerlo en canoa y admirar las esculturas creadas de forma natural, tan realistas y casi perfectas, que parecen hechas por un artista.
Otra parada imprescindible es la playa Esmeralda o Emerald Playa. Hablamos de una playa rodeada de palmeras y manglares: una auténtica joya frecuentada solo por lugareños, pero que seguro os conquistará.
Si, por el contrario, queréis dar un paseo y disfrutar de una hermosa puesta de sol, id al Parque Baywalk de la ciudad de Puerto Princesa. Parejas, familias, niños y amigos: en este parque encontraréis a muchos filipinos disfrutando del final del día, despidiéndose de él frente a un plato de pescado.
Desde Puerto Princesa es posible llegar a otro de los puntos más populares de Filipinas, Coron. Es un pequeño pueblo que se alza sobre una bahía rodeada de islotes, lagunas y lagos volcánicos. Desde aquí se puede admirar la naturaleza en toda su salvaje espontaneidad. Una de las actividades que os recomendamos hacer daros un chapuzón en una terma o fuente de agua caliente.
Esto se debe a que en Coron un volcán subterráneo calienta el agua de estas pequeñas piscinas naturales al aire libre. Son fácilmente accesibles con los «tuk tuk» –pequeños transportes locales– y son ideales para la salud, pues tienen un enorme poder regenerador para el organismo, gracias a la presencia del alga espirulina.
Puerto Barton
Entre las cosas que ver en Filipinas está Port Barton. Seguimos en Palawan, en esa zona que muchos definen como el paraíso de los mochileros. El turismo aquí se ha mantenido realmente muy hogareño, compuesto por B&B, caminos de tierra y algunos lugares con electricidad. Pero también es donde se pueden vivir experiencias verdaderamente locales y maravillosas.
¿Sabíais que uno de los deportes más populares en la isla es el baloncesto? Es la actividad favorita de los filipinos, su deporte nacional. Y es en el centro de la ciudad donde hay una enorme cancha de baloncesto en la cual los habitantes de Port Barton se reúnen casi todas las tardes para animar a su equipo, beber un poco y comer de los puestos de comida callejera.
Aquí, de media, un happy hour al atardecer cuesta muy poco, unos 2-3 euros, ¡y tiene todo el sabor y el color de estas islas!
Volviendo a las actividades para hacer durante el día, no pueden faltar los recorridos entre los islotes, nadar con las tortugas y un poco de snorkel para ver la barrera coralina. No hay que perderse una excursión a la «Isla Mágica»: es una isla de arena que emerge sólo cuando hay marea baja entre las dos más grandes de la zona.
El Nido
Entre las muchas cosas que ver en Filipinas en Palawan está El Nido: la perla del archipiélago de Bacuit.
El Nido alberga las mejores playas del país, tanto en la isla principal como en las menores. Por estas razones es de lo más turístico, aunque ha logrado mantener casi intacta toda su belleza. Actualmente todavía existen zonas para bucear y disfrutar de la vista clara y despejada de los arrecifes de coral, habitados por tortugas, rayas, barracudas y peces murciélago.
En El Nido, o más precisamente en los islotes Miniloc, se encuentran tres de los lugares más fotografiados de toda Filipinas: la Laguna Grande, la Laguna Pequeña y la Laguna Secreta. Son espejos naturales engastados entre las piedras. En particular, os sugerimos visitar la Laguna Pequeña: aquí descubriréis una pequeña cueva para explorar, tan sublime que pareciera querer permanecer en secreto.
Entre las otras cosas que ver en Filipinas se incluye el norte de El Nido, donde está la playa de Nacpan, uno de los parajes más pintorescos. Es una playa oceánica y no está resguardada por ninguna isla. Lectores surfistas, este podría ser vuestro próximo sitio favorito, aunque con algunas precauciones, pues las olas son fuertes y altas, por lo tanto, ¡cuidado!
Otro rincón que no hay que perderse es Seven Commando Beach. En realidad es una franja de costa arenosa entre la selva y el mar. Seven Commando Beach es famosa por el buceo y el snorkel, pero también porque cuenta con las mejores instalaciones de Filipinas. Disfrutad de los muchos bares junto al mar y del reflejo del agua turquesa brillante. En resumen, Palawan es una de las razones que impulsa a la mayoría de los viajeros a elegir Filipinas como destino.
Cebú
Después de haber soñado en la provincia de Palawan, os llevamos a descubrir otra de las cosas que ver en Filipinas: la isla de Cebú.
Está ubicada en la región central de Bisayas, con las típicas playas de arena blanca y aguas cristalinas que son la envidia de toda Asia. Sin embargo, esta vez las atracciones playeras no las protagonistas, sino dos de puntos extraordinarios de Filipinas: la Mano Gigante y el Templo de Leah.
Empecemos por el primero, hablando del Jardín de Flores de Sirao: es un enorme parque donde realmente veréis muchas variedades de flores. Pero lo realmente interesante del jardín es que podréis caminar sobre la “Mano Gigante”. La experiencia de subirse a esta mano colosal es increíble: podréis admirar desde esta construcción tan extravagante y única todo el paisaje naturalista que os rodea.
No muy lejos de la Mano Gigante se encuentra el llamado «Taj Mahal de Cebú», o el Templo de Leah. Tiene una estructura de inspiración griega, tanto que parece un Panteón moderno desde el exterior. El templo quiere celebrar el amor y, en particular, el que existe entre su propietario, el señor Teodorico Soriana Adarna y su esposa Lea Albino-Adarna. De hecho, se dice que se gastaron hasta 80 millones de pesos filipinos para erigir este templo como símbolo del amor eterno.
La capital de Cebú es la Ciudad de Cebú. Es una de las más antiguas de Filipinas y uno de los primeros asentamientos españoles. No hay muchas atracciones para visitar aquí, pero está llena de energía para vuestra vida nocturna.
Banaue
Sí, es cierto que unas vacaciones en Filipinas muchas veces significan mar y playas, como hemos visto hasta ahora. No obstante, el interior es más salvaje y se caracteriza por tener montañas y volcanes.
Un ejemplo es Luzón que, aunque sigue siendo una isla, la domina la cadena montañosa Cordillera de Filipinas. A pesar de los paisajes menos de postal, es una de las cosas que ver en Filipinas por la presencia de los arrozales de Banaue.Aquí se celebra una genialidad de los pueblos originarios de Luzón: historia, ingeniería ambiental y belleza escénica se funden en un sistema que logra mantenerse regado gracias al agua que llega de las montañas.
Por su encanto, pero también por su genio, han sido incluidos entre los sitios del patrimonio de la Unesco. Se consideran casi un regalo de los antiguos habitantes de Filipinas al mundo.
Para los más deportistas, podréis visitar estas zonas de terrazas y arrozales, y disfrutar de toda su hermosura haciendo senderismo. ¡Precisamente en Banaue comienzan varias rutas de diferente dificultad! ¿Estáis listos para recorrerlas? ¡Estamos seguros de que sí!
Siargao
Después de haber satisfecho a los viajeros-senderistas, pasemos a hablar del destino perfecto para los surfistas: Siargao, nombre que tiene que estar en vuestra lista de cosas que ver en Filipinas.
En los últimos años, la fama de esta isla se ha disparado: de un destino secreto, su fama ha crecido en internet tras ser nombrada la mejor isla de Asia por Condé Nast Traveler. Es un destino que conquista a todos, capaz de cautivar la vista con sus paisajes y colores, desde el verde hasta el azul cristalino del mar. Aquí podréis probar una experiencia de película, como escalar estructuras de madera con trampolín para tiraros al agua, dejando atrás todos los pensamientos.
Como decíamos al principio, Siargao es un destino apreciado sobre todo por quienes practican surf, pero en realidad también es perfecto para quienes se acercan a este deporte por primera vez. Las aguas que rodean al territorio son más «amables» que en otras zonas de Filipinas y es posible alquilar la mayoría de las cosas necesarias para volverte surfista.
Vigan
Regresemos a hablar y explorar el pasado colonial de Filipinas con la hermosa Vigan. Esta ciudad también ha sido calificada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco gracias a su elegancia, edificios palaciegos y calles empedradas.
Para revivir la historia de Vigan visitad alguna de sus tiendas de antigüedades o cerámicas o una de sus calles principales: la Crisolgo.
Aquí se respira un aire del pasado, con restaurantes con mesas a pie de calle, casas coloniales iluminadas y pequeños comercios. Imperdible también la catedral de San Paul, completamente reconstruida en estilo barroco sísmico (típico de Filipinas y Guatemala) después de un terremoto de mediados de 1600, y el Campanario de Bantay, que domina el paisaje circundante.
Para respirar una mezcla de culturas, podréis dar un paseo por el distrito Mestizo: un entramado de calles bordeado por Plaza Burgos y Liberation Blvd., donde se percibe la cultura española y china. En el idioma filipino, esta área también se llama Kasanglayan, que significa “donde viven los chinos”.
Colinas de Chocolate
Los amantes de la comida se volverán locos por la próxima atracción de Filipinas de la que os vamos a hablar: las Colinas de Chocolate. Desafortunadamente, tenemos que revelarles que no se llaman así por una conexión real con los granos de cacao.
En realidad, se trata de pequeñas colinas de formas muy suaves cubiertas de verdes prados que tienden a secarse en otoño, adquiriendo el color parduzco del chocolate.
Cuenta la leyenda que estas colinas nacieron de la lucha de dos gigantes. Se dice que, después de una acalorada pelea en la que lo habrían tirado todo, decidieron irse. Sin embargo, lo hicieron no sin antes limpiar el desorden que habían dejado. Si bien es posible que no creamos en esta historia, los propios geólogos tienen dificultades para comprender cómo se formaron.
Hasta la fecha, la hipótesis más acreditada es que se trataría de formaciones calizas marinas cubiertas por una capa de arcilla. Esta aura de misterio que envuelve a las Colinas de Chocolate hace de Bohol una visita obligada y se suma a la lista de cosas que ver en Filipinas.
Cuándo viajar a Filipinas: consejos prácticos
Si os hemos convencido de que hagáis la mochila y busquéis el vuelo más barato para aterrizar en Manila, aquí tenéis algunos consejos prácticos.
Hemos respondido a la pregunta sobre qué ver en Filipinas y ahora pasemos a cuándo ir: son islas tropicales, por lo que la mejor época para evitar lluvias y tifones es nuestro invierno, entre enero y febrero. El primer mes del año también es un período lleno de eventos tradicionales y días festivos, ¡así que sería un gran regalo para Navidad!
En cuanto a las visas, si queréis viajar 30 días o menos dentro del país, no necesitaréis una. Si, por el contrario, vuestro viaje va a ser más largo, tendréis que solicitar una extensión de estadía en la Oficina de Inmigración antes de que expire el primer mes.
No se requieren vacunas especiales para Filipinas. Sin embargo, como viajeros experimentados, os recomendamos las protegen contra la hepatitis A, hepatitis B, contra la tifoidea (si vas a zonas no urbanas), contra la rabia (endémica en el país) y contra la fiebre amarilla.
Isla de Apo, FIlipinas
Qué ver en Filipinas en 10 días
Más de 7.000 islas componen el archipiélago filipino y las imágenes no le hacen justicia a este maravilloso país. Por eso WeRoad ha organizado un itinerario para que descubras este rincón del paraíso. Nuestro viaje de 12 días empieza y acaba en Manila, en un itinerario que os llevará a descubrir casi todos los lugares de los que te hemos hablado. Tanto si sois tipos de playa que busca unas vacaciones en chancletas y traje de baño las 24 horas, como si sois unos viajeros más activos de deportes y trekking, Filipinas y este viaje son para vosotros. ¿Qué esperáis para reservar?
