Al visitar Jordania, está claro lo que se debe hacer: atravesar las tierras rojizas del Wadi Rum, explorar las antiguas ruinas nabateas, romanas y bizantinas y visitar el sitio arqueológico de Petra, una de las siete maravillas del mundo moderno. Pero ¿qué se come? ¿Cuál es el menú de las típicas cenas beduinas en los campamentos en el desierto bajo la luz de la luna? ¿Qué platos se ofrecen a viva voz por los mercaderes en los zocos, laberintos vibrantes de colores y aromas, entre amuletos, kefiah y sales del Mar Muerto? Descubrámoslo en esta breve guía sobre comida jordana.

La cocina jordana

Empezamos esta guía sobre comida jordana dirigiéndoos una emotiva exhortación. Conceded pequeños pecados de gula sin remordimientos. Dejaos seducir de corazón por la cocina jordana. Las aguas curativas del (lago) Mar Muerto, el punto más bajo del mundo en tierra firme, se encargarán de combatir la retención de líquidos, donde flotaréis plácidamente olvidando los principios de la física y beneficiándoos de un grado de salinidad diez veces superior al de otros mares.

Ahora, los platos típicos en Jordania son en su mayoría a base de legumbres y carne de cordero y carnero, acompañados de arroz especiado y verduras a la parrilla. Todavía hoy, después de milenios, es muy común el uso de semillas, legumbres, cereales y hortalizas que han otorgado a la cocina jordana una identidad propia, enriquecida y valorada con el tiempo por la hibridación de aromas y sabores provenientes de la tradición mediterránea y norteafricana. Más de un plato recuerda, de hecho, a los típicos que encontramos en otros países de Oriente Medio y del creciente fértil.

Qué comer en Jordania: falafel

El emblema de la cocina jordana es el célebre falafel, pequeñas e irresistibles esferas doradas a base de garbanzos y habas, fritas en aceite de semillas y generalmente servidas en platos de cerámica finamente decorada.

Entre los aromas característicos encontramos, en primer lugar, el cilantro, seguido del perejil y las semillas de comino.

plato de falafel con verduda, comida jordana

Hummus de garbanzos

Un plato sencillo, ligero y extremadamente sabroso es el hummus, propiamente dicho hummus b’tahini, con tahina obtenida de las semillas de sésamo blanco. El ingrediente principal de uno de los platos más típicos de la comida jordana son nuevamente los garbanzos, que desde hace siglos son uno de los pilares de la cocina jordana.

Primero deben ser hervidos y luego triturados o licuados. El resultado es una crema de consistencia pastosa y aterciopelada, exquisitamente aromatizada con aceite de oliva, perejil, jugo de limón, semillas de comino y una pizca de pimentón. Una delicia estratosférica, para disfrutar con el típico pan jordano shrak o la clásica y estupenda pita a base de harina de trigo, de forma redondeada, ampliamente difundida también en Grecia.

plato azul con hummus y pita al lado, comida jordana típica

Mutabal

Además del hummus, otro aperitivo –o mezzeh– común es el mutabal en un pequeño bol. Es un delicioso puré de berenjenas asadas con un agradable sabor ahumado, enriquecido en sabor con aceite de oliva, yogur, pimienta, jugo de limón y pasta tahini. Al igual que el hummus, el mutabal se toma con trozos de pan jordano o khubz, una variante baja, aplastada y sin levadura, y se come directamente.

Mutabal, foto de @Deror_avi

Tabbouleh

Otro plato que probablemente os servirán durante los alegres banquetes en el desierto bajo las estrellas es el tabbouleh, una sabrosa ensalada a base de bulgur, con dados de pepinos frescos, tomates, menta finamente picada, jugo de limón y un chorrito de aceite de oliva.

¿Qué es el bulgur, os preguntáis? Es un trigo partido, sabroso y versátil, que se asemeja al cuscús, común en la cocina norteafricana. Sí, ambos tienen que ver con el trigo duro.

plato de Tabbouleh con rodaja de limón

Shish mensaf

No podéis dejar Jordania sin haber probado el shish mensaf, antigua especialidad beduina que consiste en una suculenta avalancha de carne de carnero sobre una capa de piñones tostados y arroz. Este carnero típico de la comida jordana se prepara con leche de cabra, especias y almendras. Las notas aromáticas particulares son aportadas por el cardamomo, clavos de olor, cúrcuma, semillas de comino y el llamado jameed, yogur de leche de cabra deshidratado.

El sabor es un triunfo de contrastes que conquistará vuestro paladar. No es sorprendente que este plato nacional jordano, para degustar rigurosamente con las manos, haya sido recientemente declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Labneh

Merece un lugar de honor en esta guía sobre qué se come en Jordania también el labneh, un yogur de color blanco, probablemente primo lejano de la salsa tzatziki griega. Se elabora drenando la leche de oveja o cabra fermentada a través de una gasa y un colador, hasta obtener la consistencia deseada.

De cuerpo que está a medio camino entre el yogur y el queso, el labneh se combina bien con el pan shrak, con un chorrito de aceite de oliva.

cuenco con labneh, aceite y una aceituna en su interior. comida jordana típica

Maqluba

En Ammán, la vibrante y fascinante capital jordana, y en Madaba, ciudad de raíces milenarias, tenéis que probar la maqluba, un delicioso pastel de carne de cordero o pollo, arroz y verduras a la parrilla, acompañado de salsa de yogur con pepinos y tomates.

Maqluba significa literalmente “volteado”, “al revés”. Esta exquisitez se prepara cocinando en una sartén grande una capa de carne. Después de unas horas de cocción a fuego lento, se añaden las verduras, las especias, las almendras, los piñones y, finalmente, el arroz, creando tres capas. Pues bien, una vez cocido, la sartén se lleva directamente a la mesa y se vuelca sobre un plato grande, del cual los comensales se sirven directamente. Compartir es el eje central de la tradición culinaria jordana.

Maqluba, pastel de carne, arroz y verduras encima de una mesa, comida jordana
Maqluba, foto de @Ramadan9044

Manaqish

Las manaqish son pizzas redondas hechas con una masa de pan aplastado, sazonadas con tomillo, cocidas al horno y cubiertas en la superficie con hierbas aromáticas, aceite de oliva, queso, huevos y carne picada. En general, las manaqish se doblan sobre sí mismas o se cortan en rodajas y se sirven como aperitivos y, a veces, en el desayuno.

Manaqish, una especie de pizza doblada en dos con aceitnas y verduras al lado
Manaqish, foto de @Elie.ghob

Zarb

Por último, pero no menos importante, en esta guía sobre qué comer en Jordania tenemos el zarb, un plato beduino. Tiene como base carne de pollo y/o cordero, patatas, calabacines y pimientos cocidos a fuego lento en la arena del desierto, un método tan antiguo como original. La cocción a la brasa se realiza en curiosas parrillas superpuestas, insertadas en una serie de hornos cilíndricos bajo la arena.

Es distintivo alimento jordano ofrecido en las noches de verano en el Wadi Rum, un lugar de extraordinaria sugerencia.

recipiente metálico en la arena del desierto donde se cocina zarb, comida jordana típica
Zarb, foto de @فيصل العدناني

Dónde comer en Jordania

Además de las cenas en restaurantes con buffet y las parrilladas bajo las estrellas en los campamentos en el desierto, en Jordania no faltarán las ocasiones de convivialidad. No os sorprendáis si sois invitados a cenar o a disfrutar de un buen té de salvia frente a una hoguera por comerciantes, vendedores ambulantes en los zocos o transeúntes en la calle. Es absolutamente normal en este país, que siempre ha abierto las puertas a todos con gran entusiasmo. Allí se tiene un arraigado sentido de la hospitalidad transmitido por la cultura beduina y que caracteriza a la gente local.

personas en camello dirigiendose hacia petra

Qué no comer en Jordania

No olvidemos, sin embargo, que Jordania sigue siendo una nación de mayoría musulmana. Por lo tanto, se considera ofensivo, además de ilegal, consumir alimentos y bebidas en público durante el Ramadán, el mes en el que los musulmanes celebran el ayuno desde el amanecer hasta el anochecer en conmemoración de la primera revelación del Corán a Mahoma.

Se señala que en los campamentos beduinos en el Wadi Rum no se dispone de ningún tipo de bebida alcohólica. Fumar el narguile, en cambio, es un pasatiempo nacional.

Explorad Jordania con WeRoad

Se os ha hecho la boca agua con este recorrido sobre comida jordana, ¿verdad? Entonces prepararos a saborear hummus y mutabal en esta tierra bíblica donde la ley suprema fue grabada en piedra. Proponemos dos tours en Jordania de 5 y 8 días.

El más completo es, como sugiere el nombre, Jordania 360°, de 8 días y 7 noches, con salida y llegada en la animada capital Ammán, la puerta de entrada al país para quienes llegan en avión, y parada en:

  • Wadi Mujib, sugestiva reserva de la biosfera.
  • Mar Muerto, entre Jordania, Israel y Cisjordania.
  • Castillo de Kerak, magnífico ejemplo de arquitectura cruzada.
  • Siq al-Barid, con una cena lujosa en Jordan Heritage.
  • Legendaria ciudad perdida de Petra, descubierta en 1812 por el arqueólogo suizo Johann Ludwig Burckhardt.
  • Desierto rocoso de Wadi Rum, con típica cena beduina y noche en un campamento.
  • Aqaba, localidad costera en rápido crecimiento en el golfo homónimo en la costa jordana del Mar Rojo.
selfie de cinco viajeras weroad, el edificio del tesoro de petra a us espaldas, jordania
Viajeras WeRoad delante del Tesoro de Petra

Más breve, el tour Jordania Express prevé un itinerario de 5 días, que desde Ammán os conducirá a:

  • Petra, la ciudad perdida, declarada patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco en 1985.
  • Desierto del Wadi Rum, con una deliciosa cena alrededor del fuego en un típico pueblo beduino.
  • Reserva de la biosfera de Dana.

Si queréis saber cuándo viajar a Jordania leed nuestro artículo con las recomendaciones sobre la mejor época del año.

Belén Maviglia
Scritto da Belén Maviglia