¿Queréis ir a Portugal y buscáis una lista completa de cosas qué ver en este increíble país? Bueno, dejad de buscar, aquí vais a encontrar lo que hay que ver en Portugal.
Este país es un destino ideal para muchos viajeros, especialmente en los últimos años. No nos extraña que esté de moda: los paisajes son magníficos, el clima agradable todo el año, la gastronomía excelente y los precios económicos. El país ni siquiera es tan grande, por lo que con un viaje de dos semanas se pueden visitar los principales puntos de interés, de norte a sur.
Lisboa
Comencemos por la capital, citando a uno de los poetas portugueses más famosos, Pessoa, que escribió sobre la ciudad: «no existen para mí flores como, a la luz del sol, el variadísimo colorido de Lisboa». Probablemente no haya mejores palabras para definir la belleza de Lisboa, una ciudad costera que tiene un encanto único en el mundo.
La ciudad se levanta sobre siete colinas, exactamente como Roma, con vistas al estuario del río Tajo. Hay varios barrios que merecen una visita: Castelo, Alfama, Bairro Alto, Chiado, Belém, y todos ellos cuentan una parte de la historia de la ciudad.
Alfama
Si no disponéis de mucho tiempo para visitar Lisboa y tenéis que elegir, empezad por Alfama, el barrio más antiguo de la ciudad y el que refleja su alma más auténtica. Haced un viaje atrás en el tiempo paseando por los callejones estrechos que se abren en plazas que parecen más bien patios, ya que son pequeñas. Hay miradouros que ofrecen unas vistas únicas de la ciudad –entre las más bonitas está la del Convento da Graça– y el histórico tranvía 28, que pasa por aquí y continúa hacia el Bairro Alto. En Alfama también encontraréis las casas de fado, donde podréis degustar la cocina típica mientras escucháis a los cantantes de fado cantar canciones de amor hacia Lisboa. Sin duda, algo que ver en Portugal.
Barrio Alto, Chiado, Belem
Bairro Alto es el barrio donde querréis ir por la noche para experimentar de primera mano la vida nocturna de la ciudad, definitivamente chispeante. En Chiado veréis una Lisboa más elegante (y más rica): este barrio fue un punto de encuentro de intelectuales y artistas y aún hoy sigue siendo un lugar más sofisticado que otros barrios. Por último, Belém no puede faltar en vuestra lista de lugares para visitar. Ahí, visitad al atardecer la torre que lleva el mismo nombre y saboread los pasteis de Belém, ¡los auténticos solo los encontraréis aquí!
Para conocer mejor la capital portuguésa leed nuestro artículo sobre cosas que ver en Lisboa.
Sintra, Cabo da Roca e Cascais
Esta zona, entre todas las que ver en Portugal, es perfecta para una excursión más o menos larga ya que se encuentra a tan solo una hora en tren desde Lisboa. Estos lugares se localizan en el Parque Natural de Sintra-Cascais que podéis recorrer fácilmente en un día, aunque solo sea en transporte público. Eso sí, si disponéis de más tiempo, podéis parar un día en Cascais y otro en Sintra para visitar todos los puntos de interés sin demasiadas prisas.
Cascais
Cascais es una ciudad costera donde el ambiente es relajado. Es el destino perfecto si solo estáis de visita en Lisboa y queréis pasar un día tomando el sol: las playas recuerdan a las del Algarve, en el sur del país, y el agua es muy tentadora, a pesar de ser fría. Alejaros del centro para dar un paseo hasta Boca do Inferno, donde el acantilado se abre en una espectacular grieta: las olas del mar rompiendo contra las rocas crean una atmósfera sugerente. Si podéis, ir al atardecer.
Cabo da Roca
Cabo da Roca es el punto más occidental del continente europeo y, por tanto, es un lugar mágico por sí mismo. Eso sí, no esperéis grandes cosas: está el icónico faro, un bar-restaurante y un monumento que lleva un poema de Camoes grabado. La verdadera belleza aquí es la naturaleza y su fuerza. Las olas provenientes del Atlántico chocan con violencia contra el acantilado (estamos a 140 metros sobre el nivel del mar) y la mejor forma de apreciar su potencia es encontrando un mirador para disfrutar del espectáculo. Hay varias rutas de senderismo: ¡aventuraos entre los senderos, en cada esquina hay un nuevo panorama por descubrir!
Sintra
Sintra es una pequeña joya, tanto por su importancia histórica como por la belleza del paisaje. Esta ciudad que ver en Portugal parece un pueblo sacado de un cuento de hadas y está rodeada de vegetación; los diversos edificios que se pueden vislumbrar entre los árboles se suman a este aire de misterio, ¡más aún si hay niebla! ¿Cosas imperdibles aquí? El Palacio da Pena, antigua residencia de verano de los gobernantes portugueses, que mezcla los estilos árabe, gótico, renacentista y barroco, y destaca por sus vivos colores (los exteriores son rojos y amarillos). Muy cerca se encuentra el Castelo dos Mouros, construido por los árabes en el siglo VII desde el que se puede disfrutar de una vista impresionante de todo el entorno y, finalmente, Quinta da Regaleira, una finca con palacio y jardines diseñada como un verdadero laberinto, con cuevas, fuentes, galerías y un pozo de iniciación.
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Oporto
Porto (u Oporto como se le llama en portugués) es considerada la capital del norte de Portugal. De hecho, recuerda mucho a su hermana Lisboa: Oporto también se encuentra entre colinas y sus calles son continuas subidas y bajadas. Si tanto sube y baja no es un problema, se puede visitar a pie. Dividida por el río Duero, que contribuye a su encanto, inmediatamente os daréis cuenta de que Oporto es perfecta para los amantes de la fotografía: cada rincón parece estar siempre posando y listo para una toma robada.
La ciudad es especialmente famosa por dos cosas: los azulejos, baldosas de cerámica decoradas con diseños azules y blancos, y el vino de Oporto, del que los habitantes están muy orgullosos. Así que no os perdáis la oportunidad de dar un paseo por las calles de la ciudad para admirar los edificios decorados y hacer una cata de vinos, acompañados del típico bacalao. En Vila Nova de Gaia también se puede realizar una visita guiada para conocer cómo se elabora el vino y visitar las bodegas. En resumen: ¡parad al menos dos días!
Para saber más sobre qué ver en Oporto os recomendamos leer nuestro artículo dedicato a la «ciudad do norte».
Algarve
¿Qué ver en Portugal en 10 días? Pasad los primeros 3 días en Lisboa y luego dirigiros al sur, a la magnífica zona del Algarve, no os vais a arrepentir. Esta región tiene unas playas y acantilados increíbles pues, con 800 km de costa, ¡no podía ser de otra manera! Aquí hay muchos balnearios, pero los principales son Faro y Olhão al este, Albufeira y Portimão en la zona central. Lagos y Sagres se encuentran en el oeste.
Si os sobran diez días, os sugreimos que alquiléis un coche y os desplacéis entre estos pueblos, es la mejor manera de disfrutar de todas las hermosas playas de esta parte de Portugal. Cerca de Portimão recomendamos Praia da Marinha y Praia de Benagil. Esta última es famosa por la cueva del mismo nombre que es considerada una de las más bellas del mundo gracias a la «ventana al cielo», una abertura en la roca.
En la zona de Lagos, sin embargo, no os perdáis Ponta de Piedade: acantilados que se asoman al mar y un sinfín de cuevas y ensenadas entre las rocas que hacen de éste un lugar único en el mundo. Toda la costa tiene playas que merecen una visita, muchas son realmente pequeñas, así que si queréis aseguraros un lugar para tumbaros al sol, ¡id temprano en la mañana! No os perdáis la oportunidad de hacer una excursión en SUP o kayak. Hacedlo al atardecer porque es muy sugerente, o al amanecer para vivir la experiencia con total tranquilidad y, si la suerte os acompaña, ¡incluso veréis algunos delfines!
¡Descubrid Algarve en un itinerario de 9 días!
Azores
Nos mudamos del continente y nos adentramos en alta mar: las Azores se definen como «perlas del Atlántico» y son otro de los destinos que ver en Portugal. Estas nueve islas, casi siempre olvidadas, son un verdadero paraíso natural y poco a poco se están convirtiendo en un destino elegido por muchos viajeros, especialmente aquellos que aman el senderismo y estar al aire libre. Si tenéis dos semanas, elegid al menos tres islas para visitar: cada una tiene características muy diferentes de las otras, por lo que recomendamos visitarlas todas.
São Miguel es la isla principal y la más variada: si tenéis poco tiempo, limitaros a visitar solo esta isla para haceros una idea de Azores. Pico es perfecta para los fanáticos del trekking ya que aquí se encuentra el pico más alto de todo el archipiélago. Terceira, en cambio, es ideal para quienes buscan una mezcla de excursiones y vida nocturna, siendo la más animada y fiestera. São Jorge es encantadora y hermosa. Si queréis desconectar, acercaros a Corvo, la más remota de todas las islas –aquí sólo hay 400 habitantes– o a Flores, un pequeño paraíso salvaje.
Si os han quedado ganas de saber más sobre estas islas hemos escrito un artículo solo sobre ellas, leed aquí qué ver en las Azores.
¿Listos para hacer trekking en las Azores? ¡Descubrid nuestro itinerario de 10 días!
Si os gustan las islas y no queréis viajar tan lejos, en Portugal encontraréis también Madeira, isla de la que hablamos en este artículo.
Alentejo
Alentejo es una región que ver en Portugal que abarca la zona entre Lisboa y el Algarve. No es un destino en el que uno piense inmediatamente cuando se plantea visitar Portugal, pero aun así merece ser mencionado, especialmente porque es una de las zonas más auténticas del país. Aquí podréis descubrir las tradiciones más folclóricas de Portugal y su patrimonio histórico.
Empezad por Évora, una de las ciudades más grandes de la región y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Aquí no os perdáis la Catedral, construida en 1300, y el centro histórico, en torno a Praca do Geraldo, la plaza principal. Entre los otros pueblos de la zona recomendamos Marvão y Castelo de Vide, de origen medieval, Vila Viçosa, con sus casas de mármol blanco, Monsaraz, cuyo centro histórico es un museo al aire libre, y Campo Maior, para visitar durante la fiesta anual dedicada a las flores.
Fátima, un lugar místico
No podíamos dejar de mencionar a Fátima, que atrae cada año a más de 4 millones de personas, entre viajeros, fieles y peregrinos. De hecho, fue aquí donde tuvieron lugar varias apariciones de la Virgen y, creyentes o no, se puede percibir el gran sentido de fe que se respira en el lugar. Realmente la ciudad no ofrece mucho más que el Santuario: si estáis por aquí, visitad la basílica y sus diez capillas, que representan la vida de Jesús.
Nazaré
La localidad de Nazaré es famosa por dos cosas: la playa, perfecta para disfrutar del mar y el sol, y las olas, que en esta zona alcanzan alturas gigantescas debido a la particular conformación del fondo marino. Por eso atrae cada año a muchos amantes del surf: aquí mismo, en 2018, Hugo Vau batió todos los récords subiendo a una ola de 35 metros, rebautizada con el nombre de «Big Mama».
Si el surf extremo no es lo vuestro, Nazaré aún debería seguir estando en la lista de cosas que ver en Portugal solo por su encanto. De hecho, es un antiguo pueblo de pescadores y todavía hoy se respira un aire de otros tiempos: no os perdáis el puerto, llamativo por los cientos de barcos de pesca amarrados.
Coímbra
Si Oporto era una Lisboa en miniatura, Coimbra es una versión más pequeña de Oporto. Ciudad universitaria, fue la capital del Reino de Portugal, así que esperaros palacios y edificios históricos como el Palacio Real. Coimbra es una gran parada entre Lisboa y Oporto: aquí podéis encontrar buena comida y buena música. De hecho, es en este pueblo donde se fabrican los instrumentos para el fado. Deteneros una noche y disfrutad de la orilla del río al atardecer: ¡al día siguiente tendréis más energía para continuar vuestro viaje por Portugal!
Óbidos
No podíamos dejar de cerrar el listado con una pizca de romance: Óbidos es un pueblo encantador por sus calles estrechas, las casas de colores y el castillo que data del siglo XII. Os recomendamos venir aquí en julio, cuando se celebra la feria medieval, para que podáis pasear rodeados de caballeros y gente que lleva trajes de época. No olvidéis probar la Ginja de Obidos, el licor típico de esta región, y dar un paseo por las murallas de la ciudad, que ofrecen unas vistas únicas de Óbidos.
Mejor época para viajar a Portugal
A grandes rasgos, la mejor época para ir a Portugal es la primavera (a partir de febrero) o principios de otoño. En septiembre y octubre, el clima no es demasiado caluroso, el mar está cálido y las multitudes de verano se han ido. Un descenso de la temperatura durante estos meses también hace que sea una